jueves, 28 de septiembre de 2017

MÉXICO un pueblo UNIDO por José Arturo Brito

28 de Septiembre 2017 

El doloroso y trágico   sismo del pasado 19 de septiembre en gran parte del territorio nacional dejó invaluables lecciones de vida, solidaridad, unión , amor y respeto entre los mexicanos pero también dejo al desnudo la gran mezquindad, indiferencia e insensibilidad de muchos funcionarios y políticos mexicanos ante la tragedia.

El México viejo y el nuevo, tan presentes en muchos aspectos de nuestra sociedad, se manifiesta también en la arquitectura urbana. Edificios vetustos coexisten al lado de maravillas de la ingeniería. Debemos aspirar a un solo estándar de seguridad para todos los inmuebles, a fin de evitar que haya citadinos de primera y de segunda.
Habrá que ampliar nuestro concepto de peligro sismológico en la porción centro-sur de la república. Un desastre de las dimensiones que el temblor del martes causó en Morelos, Puebla, Ciudad de Mexico no aparecía en los planes de contingencia. Ver a los lugares afectados convertidos en la zona cero de esta tragedia implica redibujar el atlas de riesgo del país.

El enojo social no es una fuerza incendiaria. Cuando la sociedad enfrenta algún peligro, el ánimo colectivo se modula y gira hacia la autoprotección. La solidaridad de los mexicanos con los mexicanos ha vuelto a manifestarse, y se muestra perfectamente capaz de trabajar al lado de la autoridad. Una conclusión parece ser que se respeta a la autoridad que hace su trabajo.

Tras los sismos acontecidos en México, cuyas huellas son visibles en la mente de millones de mexicanos, la solidaridad que caracteriza a la sociedad, se hizo presente para ayudar a quienes lo necesitaban.
Miles de personas, quienes se encontraban cerca de los lugares siniestrados, ayudaron a quitar los escombros con sus manos desnudas, palas, carretillas, guantes y lo que tuvieran a la mano, todo, para buscar personas atrapadas entre los escombros.
Antes y ahora, quedo demostrada la voluntad de acero de todos los estratos de la sociedad mexicana ante los embates de la naturaleza.
Diversas imágenes en redes sociales muestran que los mexicanos nacemos con una inquebrantable voluntad de ayudar.

Es un orgullo y un honor para mí tener el privilegio de haber nacido como mexicano...
Soy del país donde TODOS trabajamos hombro con hombro, sangrando las manos hasta que sea necesario.
Soy del  país donde la gente vacía los supermercados, comprando comida y agua para damnificados.
Soy del país donde la gente ofrece comida gratis en las calles, hospedaje a extraños en sus casas y las empresas de telefonía sus servicios gratuitos.
Soy del país donde mi madre me dice, ve y ayuda, eres mi orgullo. 
Soy del país donde no solo aprendimos a cantarle, sino que le demostramos a nuestra Madre Patria que en cada hijo mexicano hay un soldado dispuesto a lo que necesite.
Soy del país donde veo a la gente dando toda su fuerza por los suyos y no vamos a parar.
Soy del país en donde no vamos a dejar a nadie atrás.
¡Qué viva México, carajo! Qué viva México, el tuyo, el mío, el nuestro, el de todos nosotros, que lo tenemos tatuado en el alma, desde que nacimos. La caída fue fuerte pero nos levantaremos con más fuerza.


…………FUERZA MI MEXICO QUERIDO………

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jueves, 28 de septiembre de 2017

MÉXICO un pueblo UNIDO por José Arturo Brito

28 de Septiembre 2017 

El doloroso y trágico   sismo del pasado 19 de septiembre en gran parte del territorio nacional dejó invaluables lecciones de vida, solidaridad, unión , amor y respeto entre los mexicanos pero también dejo al desnudo la gran mezquindad, indiferencia e insensibilidad de muchos funcionarios y políticos mexicanos ante la tragedia.

El México viejo y el nuevo, tan presentes en muchos aspectos de nuestra sociedad, se manifiesta también en la arquitectura urbana. Edificios vetustos coexisten al lado de maravillas de la ingeniería. Debemos aspirar a un solo estándar de seguridad para todos los inmuebles, a fin de evitar que haya citadinos de primera y de segunda.
Habrá que ampliar nuestro concepto de peligro sismológico en la porción centro-sur de la república. Un desastre de las dimensiones que el temblor del martes causó en Morelos, Puebla, Ciudad de Mexico no aparecía en los planes de contingencia. Ver a los lugares afectados convertidos en la zona cero de esta tragedia implica redibujar el atlas de riesgo del país.

El enojo social no es una fuerza incendiaria. Cuando la sociedad enfrenta algún peligro, el ánimo colectivo se modula y gira hacia la autoprotección. La solidaridad de los mexicanos con los mexicanos ha vuelto a manifestarse, y se muestra perfectamente capaz de trabajar al lado de la autoridad. Una conclusión parece ser que se respeta a la autoridad que hace su trabajo.

Tras los sismos acontecidos en México, cuyas huellas son visibles en la mente de millones de mexicanos, la solidaridad que caracteriza a la sociedad, se hizo presente para ayudar a quienes lo necesitaban.
Miles de personas, quienes se encontraban cerca de los lugares siniestrados, ayudaron a quitar los escombros con sus manos desnudas, palas, carretillas, guantes y lo que tuvieran a la mano, todo, para buscar personas atrapadas entre los escombros.
Antes y ahora, quedo demostrada la voluntad de acero de todos los estratos de la sociedad mexicana ante los embates de la naturaleza.
Diversas imágenes en redes sociales muestran que los mexicanos nacemos con una inquebrantable voluntad de ayudar.

Es un orgullo y un honor para mí tener el privilegio de haber nacido como mexicano...
Soy del país donde TODOS trabajamos hombro con hombro, sangrando las manos hasta que sea necesario.
Soy del  país donde la gente vacía los supermercados, comprando comida y agua para damnificados.
Soy del país donde la gente ofrece comida gratis en las calles, hospedaje a extraños en sus casas y las empresas de telefonía sus servicios gratuitos.
Soy del país donde mi madre me dice, ve y ayuda, eres mi orgullo. 
Soy del país donde no solo aprendimos a cantarle, sino que le demostramos a nuestra Madre Patria que en cada hijo mexicano hay un soldado dispuesto a lo que necesite.
Soy del país donde veo a la gente dando toda su fuerza por los suyos y no vamos a parar.
Soy del país en donde no vamos a dejar a nadie atrás.
¡Qué viva México, carajo! Qué viva México, el tuyo, el mío, el nuestro, el de todos nosotros, que lo tenemos tatuado en el alma, desde que nacimos. La caída fue fuerte pero nos levantaremos con más fuerza.


…………FUERZA MI MEXICO QUERIDO………

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