lunes, 25 de junio de 2018


Candidatos, gobernantes y políticas, el México que no merecemos
                                                                                              Alberto Jiménez Merino
                                                                                Ex Rector de la Universidad Autónoma Chapingo

Candidatos amables, dadivosos, irreconocibles por su bondad, que todo lo saben y prometen, sin principios ni valores;  que les da lo mismo militar hoy en un partido y mañana, solo por conveniencia personal, en otro,  pero además despotricar contra el partido que les brindó las oportunidades anteriores. Promesas irrealizables, algunas risibles por carecer de fundamento, ser contrarias a su actuar o inviables.  Eso es algo que  no merecemos.

Candidatos desconocidos que creen que las masas los aclaman y que al reconocer su realidad, después de haber utilizado los recursos públicos, deciden declinar y sumarse a otros candidatos sin ningún rubor y sin considerar las inconveniencias operativas que ello ocasiona. Eso es algo que no merecemos.

Partidos que sin ninguna similitud ideológica se alían solo para para vencer a otros partidos sin ningún aporte social ni preocupación por las necesidades ciudadanas, que tuercen la ley para aparentar cumplir con la equidad de género, con acusaciones documentadas de compra de votos y que no ejercen ninguna coalición en el gobierno porque no es algo real. Eso es algo que no merecemos.

Gobernantes soberbios que no saben escuchar y, por lo tanto, no conocen la realidad de las necesidades ciudadanas que prometieron atender y transformar; que desechan sin evaluar todo aquello que realizaron los antecesores, porque no es su idea y, consideran que han llegado a inventar el hilo negro y el agua caliente, porque ahora sí llegaron los que saben.

Que no promueven políticas públicas y solo se conducen con programas ocurrentes, con un gran menosprecio por la pobreza de millones de personas, por el medio ambiente tan deteriorado y el desarrollo del sector agro-alimentario al que solo destinan paliativos irrelevantes. Eso es algo que no merecemos.

Propuestas de políticas públicas de corte asistencia lista, insuficientes y desarticuladas que no resuelven la problemática, generalmente, desconocida por los candidatos y gobernantes ya descritos. Apoyos que ante tanta necesidad la gente acepta pero que no es lo que resuelve sus problemas porque la emoción de recibir es superior a la razón que valora lo recibido. Eso es algo que no merecemos.
Gobernantes cercanos a la gente, servidores públicos que puedan atender, orientar y canalizar las necesidades ciudadanas con plena disposición para encontrar conjuntamente las soluciones. Esto sí es  parte de lo que merecemos.

Gobernantes que reconozcan que la pobreza, el deterioro ambiental, la exclusión social,  la inseguridad pública, la forma de impartir la justicia, el bajo crecimiento económico pero, fundamentalmente la baja productividad y la desigualdad social son los problemas más graves de nuestro tiempo. Esto sí es  parte de lo que merecemos.

El México que merecemos, libro de José Antonio Meade Kuribreña,  candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República, describe, entre otras propuestas, las siguientes:

Mejorar los procesos de impartición  de justicia, involucrar al sector social en éstos  y profesionalizar el ministerio público.

Rediseñar el servicio profesional de carrera para mejorar la función pública.

Lograr que más jóvenes avancen a la educación superior, mejorar la infraestructura educativa y hacer más eficaz la vinculación entre la educación y el aparato productivo, acercando los alumnos de las instituciones educativas.

Ampliar las becas en educación media superior y superior. Impulsar y ampliar modelos de educción mixta. Dotar a los jóvenes de herramientas para el mundo laboral.

Fomentar el intercambio académico y científico entre México y otros países y crear el Plan  Nacional de Formación, Atracción y retención del talento científico.

Fortalecer la banca de desarrollo para expandir  el crédito y detonar la infraestructura productiva.  Fortalecer la productividad nacional.

Brindar mejores esquemas de capacitación y apoyo tecnológico al sector agroalimentario
Multiplicar los apoyos económicos de estímulo a emprendedores y apoyar la educación y la investigación a niveles de 1.5% del Producto Interno Bruto.

Incentivar el uso de fuentes renovables de energía con un programa de crédito verde y recuperar los bosques.

Instrumentar una política hídrica nacional que reduzca la sobreexplotación del agua, recargue los acuíferos  y disminuya su contaminación por aguas residuales.

Al terminar las campañas electorales este 27 de junio, deseo a todos los candidatos, de todos los partidos, el mayor éxito. ¡Qué ganen los mejores! Mi lealtad y mi voto son para Meade y los candidatos del PRI.



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lunes, 25 de junio de 2018


Candidatos, gobernantes y políticas, el México que no merecemos
                                                                                              Alberto Jiménez Merino
                                                                                Ex Rector de la Universidad Autónoma Chapingo

Candidatos amables, dadivosos, irreconocibles por su bondad, que todo lo saben y prometen, sin principios ni valores;  que les da lo mismo militar hoy en un partido y mañana, solo por conveniencia personal, en otro,  pero además despotricar contra el partido que les brindó las oportunidades anteriores. Promesas irrealizables, algunas risibles por carecer de fundamento, ser contrarias a su actuar o inviables.  Eso es algo que  no merecemos.

Candidatos desconocidos que creen que las masas los aclaman y que al reconocer su realidad, después de haber utilizado los recursos públicos, deciden declinar y sumarse a otros candidatos sin ningún rubor y sin considerar las inconveniencias operativas que ello ocasiona. Eso es algo que no merecemos.

Partidos que sin ninguna similitud ideológica se alían solo para para vencer a otros partidos sin ningún aporte social ni preocupación por las necesidades ciudadanas, que tuercen la ley para aparentar cumplir con la equidad de género, con acusaciones documentadas de compra de votos y que no ejercen ninguna coalición en el gobierno porque no es algo real. Eso es algo que no merecemos.

Gobernantes soberbios que no saben escuchar y, por lo tanto, no conocen la realidad de las necesidades ciudadanas que prometieron atender y transformar; que desechan sin evaluar todo aquello que realizaron los antecesores, porque no es su idea y, consideran que han llegado a inventar el hilo negro y el agua caliente, porque ahora sí llegaron los que saben.

Que no promueven políticas públicas y solo se conducen con programas ocurrentes, con un gran menosprecio por la pobreza de millones de personas, por el medio ambiente tan deteriorado y el desarrollo del sector agro-alimentario al que solo destinan paliativos irrelevantes. Eso es algo que no merecemos.

Propuestas de políticas públicas de corte asistencia lista, insuficientes y desarticuladas que no resuelven la problemática, generalmente, desconocida por los candidatos y gobernantes ya descritos. Apoyos que ante tanta necesidad la gente acepta pero que no es lo que resuelve sus problemas porque la emoción de recibir es superior a la razón que valora lo recibido. Eso es algo que no merecemos.
Gobernantes cercanos a la gente, servidores públicos que puedan atender, orientar y canalizar las necesidades ciudadanas con plena disposición para encontrar conjuntamente las soluciones. Esto sí es  parte de lo que merecemos.

Gobernantes que reconozcan que la pobreza, el deterioro ambiental, la exclusión social,  la inseguridad pública, la forma de impartir la justicia, el bajo crecimiento económico pero, fundamentalmente la baja productividad y la desigualdad social son los problemas más graves de nuestro tiempo. Esto sí es  parte de lo que merecemos.

El México que merecemos, libro de José Antonio Meade Kuribreña,  candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República, describe, entre otras propuestas, las siguientes:

Mejorar los procesos de impartición  de justicia, involucrar al sector social en éstos  y profesionalizar el ministerio público.

Rediseñar el servicio profesional de carrera para mejorar la función pública.

Lograr que más jóvenes avancen a la educación superior, mejorar la infraestructura educativa y hacer más eficaz la vinculación entre la educación y el aparato productivo, acercando los alumnos de las instituciones educativas.

Ampliar las becas en educación media superior y superior. Impulsar y ampliar modelos de educción mixta. Dotar a los jóvenes de herramientas para el mundo laboral.

Fomentar el intercambio académico y científico entre México y otros países y crear el Plan  Nacional de Formación, Atracción y retención del talento científico.

Fortalecer la banca de desarrollo para expandir  el crédito y detonar la infraestructura productiva.  Fortalecer la productividad nacional.

Brindar mejores esquemas de capacitación y apoyo tecnológico al sector agroalimentario
Multiplicar los apoyos económicos de estímulo a emprendedores y apoyar la educación y la investigación a niveles de 1.5% del Producto Interno Bruto.

Incentivar el uso de fuentes renovables de energía con un programa de crédito verde y recuperar los bosques.

Instrumentar una política hídrica nacional que reduzca la sobreexplotación del agua, recargue los acuíferos  y disminuya su contaminación por aguas residuales.

Al terminar las campañas electorales este 27 de junio, deseo a todos los candidatos, de todos los partidos, el mayor éxito. ¡Qué ganen los mejores! Mi lealtad y mi voto son para Meade y los candidatos del PRI.



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