viernes, 27 de julio de 2018

¿Eres sobreprotector(a) con tu pareja?




                

En ocasiones a las personas se les dificulta comprender que el amor no es darlo todo por el otro y quedarse vacíos o protegerlo de todo lo que pueda ser peligroso sin darse cuenta que no lo dejan vivir. Las personas que toman este rol de “ querer salvar” a su pareja siempre, provocan una relación distinta al amor.

Sobreproteger implica asumir responsabilidades que no te corresponden, descontar las capacidades del otro, darle al otro más de lo que le corresponde y es sin duda también un juego de control.

Algunas características del sobreprotector son:

Ø Está hipervigilante de lo que el otro hace tomando en cuenta detalles, tiempos, formas…

Ø Le da a su pareja más de lo que necesita dificultando el equilibrio, pues siempre quiere darle al otro más y más.

Ø Trata a su compañero como si fuera un niño. Cuando sobreprotegemos al otro le damos el mensaje oculto de “tu no puedes hacerlo, tu no puedes estar sin mi”, es por ello que tratamos al otro como si no tuviera las capacidades para accionar.

Ø “Va un paso delante de lo que su pareja necesita” es decir antes de que el otro pida algo, el/ella ya lo tiene. Dicen frases como “Tienes que comer, ya tienes hambre” cuando el otro ni siquiera lo ha identificado.

Ø Dramatiza con la relación. Su pareja se convierte en su razón de vida, por lo que fácilmente se crea una relación de dependencia. El otro se convierte como su “hijo adoptivo”.

Ø Su intención es mostrarle al otro todo el tiempo que está allí.

Ø Sacrifica sus necesidades por las del otro.

Ø Es frecuente encontrar personas sobreprotectoras con autoestima baja, por lo que tienen un apego ansioso al otro, es decir con mucho temor a que su pareja se vaya.

En este tipo de relaciones se crea una encucijada compleja porque su pareja queda ante dos opciones:
§  Si te vas eres un malagradecido
§  Si te quedas es porque me necesitas

¿Cómo afecta esta situación?

Afecta a la reciprocidad, esto es el balance entre el dar y tomar. Por lo que uno de los dos siempre queda en deuda con el otro. La persona que más da, se siente con más poder sobre el otro.

El sobreprotector toma el lugar del padre/madre por lo que no se crea una relación entre pares (entre adultos, sino una entre madre/padre con hij@)

Anula la identidad del otro y lo invade por lo que empieza a tomar decisiones por el otro y decirle lo que debe hacer, lo cual es probable que haga sentir al otro como asfixiado.

Se afecta el autoestima de ambos, pues ninguno de los dos se siente completo sin el otro.

El sobreprotegido tiene problemas para valerse por sí mismo (tomar decisiones y tener voluntad), incluso le cuesta mucho trabajo pedir ayuda a los demás por el miedo a la molestia de su pareja.

¿Qué hacer si eres sobreprotector?

1.    Reconoce tu problema.

2.    Busca ayuda. La terapia te será una vía para encontrar desde cuándo eres así y romper con este patrón de lo contrario seguirás buscando este tipo de relaciones siempre.

3.    Aprende a recibir. Pide ayuda a los demás y acéptala sin culpa.

4.   Concéntrate en ti y tus necesidades. Tu eres tu prioridad. Tienes que hacerte cargo de tu vulnerabilidad y de tu miedo al abandono o esta falsa idea de que si no haces por los demás se irán.

5.    Aprende a ver al otro como un adulto. Una pareja no es una relación padre-hijo.

6.    No cortes las alas de tu compañero. Estas relaciones crean dependencia pero nadie es feliz cuando le cortas las alas.

7.    Recuerda que la libertad es una característica necesaria en el amor.

Psicóloga Mayra Cuanalo Gómez
Terapia Individual y Terapia de Pareja
Sanatorio Humboldt
Consulta Previa Cita: 044 2221 83 83 07
http://psicologamayracuanalo.blogspot.mx/
Facebook: Psicóloga Mayra Cuanalo Gómez
Twitter: @MayraCuanalo

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viernes, 27 de julio de 2018

¿Eres sobreprotector(a) con tu pareja?




                

En ocasiones a las personas se les dificulta comprender que el amor no es darlo todo por el otro y quedarse vacíos o protegerlo de todo lo que pueda ser peligroso sin darse cuenta que no lo dejan vivir. Las personas que toman este rol de “ querer salvar” a su pareja siempre, provocan una relación distinta al amor.

Sobreproteger implica asumir responsabilidades que no te corresponden, descontar las capacidades del otro, darle al otro más de lo que le corresponde y es sin duda también un juego de control.

Algunas características del sobreprotector son:

Ø Está hipervigilante de lo que el otro hace tomando en cuenta detalles, tiempos, formas…

Ø Le da a su pareja más de lo que necesita dificultando el equilibrio, pues siempre quiere darle al otro más y más.

Ø Trata a su compañero como si fuera un niño. Cuando sobreprotegemos al otro le damos el mensaje oculto de “tu no puedes hacerlo, tu no puedes estar sin mi”, es por ello que tratamos al otro como si no tuviera las capacidades para accionar.

Ø “Va un paso delante de lo que su pareja necesita” es decir antes de que el otro pida algo, el/ella ya lo tiene. Dicen frases como “Tienes que comer, ya tienes hambre” cuando el otro ni siquiera lo ha identificado.

Ø Dramatiza con la relación. Su pareja se convierte en su razón de vida, por lo que fácilmente se crea una relación de dependencia. El otro se convierte como su “hijo adoptivo”.

Ø Su intención es mostrarle al otro todo el tiempo que está allí.

Ø Sacrifica sus necesidades por las del otro.

Ø Es frecuente encontrar personas sobreprotectoras con autoestima baja, por lo que tienen un apego ansioso al otro, es decir con mucho temor a que su pareja se vaya.

En este tipo de relaciones se crea una encucijada compleja porque su pareja queda ante dos opciones:
§  Si te vas eres un malagradecido
§  Si te quedas es porque me necesitas

¿Cómo afecta esta situación?

Afecta a la reciprocidad, esto es el balance entre el dar y tomar. Por lo que uno de los dos siempre queda en deuda con el otro. La persona que más da, se siente con más poder sobre el otro.

El sobreprotector toma el lugar del padre/madre por lo que no se crea una relación entre pares (entre adultos, sino una entre madre/padre con hij@)

Anula la identidad del otro y lo invade por lo que empieza a tomar decisiones por el otro y decirle lo que debe hacer, lo cual es probable que haga sentir al otro como asfixiado.

Se afecta el autoestima de ambos, pues ninguno de los dos se siente completo sin el otro.

El sobreprotegido tiene problemas para valerse por sí mismo (tomar decisiones y tener voluntad), incluso le cuesta mucho trabajo pedir ayuda a los demás por el miedo a la molestia de su pareja.

¿Qué hacer si eres sobreprotector?

1.    Reconoce tu problema.

2.    Busca ayuda. La terapia te será una vía para encontrar desde cuándo eres así y romper con este patrón de lo contrario seguirás buscando este tipo de relaciones siempre.

3.    Aprende a recibir. Pide ayuda a los demás y acéptala sin culpa.

4.   Concéntrate en ti y tus necesidades. Tu eres tu prioridad. Tienes que hacerte cargo de tu vulnerabilidad y de tu miedo al abandono o esta falsa idea de que si no haces por los demás se irán.

5.    Aprende a ver al otro como un adulto. Una pareja no es una relación padre-hijo.

6.    No cortes las alas de tu compañero. Estas relaciones crean dependencia pero nadie es feliz cuando le cortas las alas.

7.    Recuerda que la libertad es una característica necesaria en el amor.

Psicóloga Mayra Cuanalo Gómez
Terapia Individual y Terapia de Pareja
Sanatorio Humboldt
Consulta Previa Cita: 044 2221 83 83 07
http://psicologamayracuanalo.blogspot.mx/
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Twitter: @MayraCuanalo

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