Alberto
Jiménez Merino
Ex
Rector de la Universidad Autónoma Chapingo
Antes
de perder el objetivo, honor y gloria
deberían sacrificarse por dignidad y humildad, si no llevan a la realización
del propósito deseado, porque es una tontería perder el objetivo solo por buscar
el honor y la gloria.
F.
Jhabvala
A las 00:00 horas de este lunes,
15 de octubre del presente año, 214 presidentes municipales del estado de
Puebla estarán asumiendo la responsabilidad constitucional del gobierno en sus
demarcaciones.
Llegó la hora de cumplir los
compromisos asumidos con la ciudadanía que puso sus esperanzas en nuevos
líderes que ejerzan mejores gobiernos, presten atención a los principales
problemas y necesidades e impulsen proyectos que promuevan el desarrollo de sus
comunidades.
Cada gobernante debe saber
que el poder es para servir a la gente, los recursos públicos son para atender
las necesidades de la población, deben escuchar los principales reclamos,
haciendo un equilibrio entre los deseos y lo que realmente requieren; lo
urgente, sin dejar de atender lo importante.
Atención a servicios
públicos, fomento económico, apoyo a la salud y educación, seguridad pública,
atención al medio ambiente y a los diferentes sectores poblacionales. Servicios
de calidad y con la mayor transparencia.
Hay tres oportunidades para
los nuevos gobernantes municipales; hacer un buen gobierno, el cual se logra con atender las principales
necesidades y la seguridad pública. Hacer un gran gobierno atendiendo la seguridad e impulsando el desarrollo
económico. Y la mejor opción, dejar un
legado de servicio que se recuerde muchos años después de concluir el encargo
o de dejar de existir.
Cambiar las estadísticas socioeconómicas actuales, es un buen indicador
de éxito. Transformar la realidad haciendo cosas que no se han hecho,
resolviendo problemas que no se han resuelto y sembrando semillas de progreso
que no se han sembrado, también lo es.
Gobernar no solo es
administrar, es coordinar esfuerzos y recursos que modifiquen el estado actual
de las cosas, que se inicien o fortalezcan proyectos y acciones que generen
bienestar, generen riqueza y reduzcan la desigualdad que lacera a grandes
sectores poblacionales.
Hay que revisar lo realizado, tomen lo bueno y
eliminen lo que no funcione, pero no lo haga con odio, eso no los hará mejores gobernantes. Nunca digan “me encontré
un cochinero, un desorden, ahora si
vamos a trabajar”. Pero si hay algo que reclamar, hágalo ante las instancias
legales correspondientes.
No olviden que solo hay
cuatro opciones de negociación; yo gano tú pierdes, yo pierdo tú ganas, yo
pierdo tú pierdes y yo gano tú ganas. También
tener muy presente que con la vara que mides, serás medido.
El Manual Hindú del Buen Gobernante, de Firdaus Jhabvala, editorial
Trasfondo y Centro de Estudios de Investigaciones del Sureste, puede ser un
libro de cabecera. Allí se pueden encontrar valiosas orientaciones para hacer
mejor el ejercicio del poder.
Señala que los seis
atributos de un rey son: el discurso inteligente, la imaginación, la
inteligencia, la buena memoria, el conocimiento de la ética y el conocimiento
de la política.
Un rey deberá hablar con
palabras de bondad. Uno que pronuncia palabras de enojo, está destruido por su
propio discurso. Un rey que culpa a otros está destruido por su propio
pensamiento negativo. Hable de usted, de sus propuestas y objetivos de servicio
hacia sus semejantes y no pierda tiempo hablando de los otros competidores.
Un conocimiento pequeño se
incrementa cuando es usado para el
bienestar de otros. No busque el consejo de demasiadas personas porque ello conduce
a la confusión.
El hombre superior se alegra
y no se encoleriza cuando oye de sus faltas. Se esfuerza en descubrir sus
debilidades y las supera cuando son señaladas por otros.
Cuando las opiniones
iniciales son divergentes pero la conclusión es unánime, se obtiene un consejo
mediocre. Un acuerdo de opinión expresado por una mayoría es más poderoso que
el rey.
El Manual
Hindú del Buen Gobernante, puede evitar muchos dolores de cabeza y anular
esa transformación personal que comúnmente percibe la gente en las autoridades
como “ya se le subió”.
Pero, principalmente, puede
ayudar a lograr la dignificación y revaloración de la política, para aplicarla
en su concepto y dimensión correctos, hoy extraviados.
Deseo el mayor éxito a todos
los presidentes municipales; sus gobernados
esperan mucho, las expectativas son muy altas.
Todos los poblanos tenemos
la esperanza de recuperar gobiernos con rostro humano, cercanos a la gente, que
concilien a los ciudadanos, hoy con incertidumbre y polarizados por la elección
de Gobernador.
Como hijos del Pueblo, no
podrían olvidar nunca que su principal finalidad es su mayor prosperidad
(Benito Juárez).
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