Columna Un Nuevo Comienzo
Políticas
Públicas, Presupuesto 2020 y Prioridades para el Desarrollo
Alberto Jiménez Merino
Director
Centro de Innovaciones Agroalimentarias
y Tecnológicas (CIAT) Puebla
La propuesta de presupuesto
2020 enviada por el Ejecutivo Federal a la Cámara de Diputados, propone una
disminución de 65.4 mil millones de pesos (MMDP) aplicados en 2019, a solo 46.2
MMDP para el próximo año, siendo en términos reales la más pobre de los últimos
30 años.
Esta propuesta trae en cero
las partidas destinadas a la Financiera Nacional de Desarrollo (FND), los Fideicomisos
Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) y el Fondo de Capitalización
e Inversión Rural (FOCIR), soportes del financiamiento al sector
agroalimentario.
Situaciones similares en
reducciones se presentan en la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos
Naturales (SEMARNAT) así como en sus sectorizadas, la Comisión Nacional del
Agua (CONAGUA) y la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).
Ya en este año 2019 se había
dado un desmantelamiento institucional que ha dejado en parálisis operativa a
las dependencias y, una reducción notable en la atención a la población, con
los despidos de personal que cubría esas funciones.
La formación de recursos
humanos es una tarea que lleva muchos años para lograrse, es el factor más
crítico en la eficiencia y eficacia del gobierno en sus tres órdenes. La alta
rotación de funcionarios y la falta de seguimiento, evaluación y transparencia
en la aplicación de recursos, terminan por complicar la falta de resultados que
la sociedad espera.
Tenemos grandes problemas
como la pobreza que lastima a dos tercios de la población nacional, deterioro
preocupante de los recursos naturales, escasez de agua y contaminación de ríos,
descapitalización de las familias y graves niveles de inseguridad, en mucho,
debido a la falta de políticas de fomento y apoyo a los sectores productivos.
Está comprobado que la
pobreza no se combate con apoyos individuales o dádivas. La pobreza se combate
apoyando la creación de empresas y generando riqueza. Se requiere de la
implementación de políticas y acciones de impacto público que beneficien a la
colectividad en sus principales necesidades.
Ciertamente, gobernar no
tiene ciencia. Por ello quizá se ha venido golpeando a instancias como el
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) con importantes reducciones
que han impactado a la comunidad científica. Como investigador pude hacer
algunos aportes al desarrollo de la producción de semillas gracias al CONACYT
en mi paso como docente en la Universidad Autónoma Chapingo.
Gobernar requiere de conocer
realmente los problemas, escuchar a quienes los padecen, escuchar a quienes
saben cómo resolverlos, despojarse de odios y dejar de lado la pertenencia
partidaria, porque un gobernante lo es para todos. Gobernar implica también
dejar los prejuicios y no hacer caso de chismes ni intrigas que tanto escasean
en estas responsabilidades.
El sector agroalimentario es
el que más ha crecido en los últimos años. De éste dependen directamente 23 de
cada 100 mexicanos, produce 263 millones de toneladas de alimentos y materias
primas con valor de 468 mil millones de pesos y exporta anualmente productos
por más de 32.5 millones de dólares a más de 75 países. El campo es la fuente de agua para los centros de población.
Las exportaciones
agroalimentarias han superado ya a los ingresos por ventas de hidrocarburos así
como a las remesas que con grandes sacrificios ganan y envían nuestros paisanos
que viven en Estados Unidos.
El desarrollo
agroalimentario necesita importantes apoyos para la capacitación de una
población rural con reducida escolaridad. Apoyos para la creación de centros de
capacitación y demostración que promuevan la innovación. Fortalecimiento de
apoyos para la formación de líderes y especialistas, certificadores de procesos
y apoyos logísticos para la producción y comercialización.
Necesita políticas para
revertir el grave deterioro ecológico y el cambio climático que está impactando
fuertemente a través de fenómenos como la sequía, los huracanes, las heladas, las
granizadas, las lluvias torrenciales y el calentamiento del ambiente.
Se requiere apoyar el
desarrollo de infraestructura productiva, de acopio, empaque y transformación
de productos para acceder a mercados.; fortalecer lo avanzado en sanidad e
inocuidad; mecanización agropecuaria, tecnificación agrícola, ganadera y
acuícola; apoyos para mejorar la genética de cultivos, ganado y peces; desarrollo
tecnológico, protección de cosechas contra fenómenos naturales, financiamiento
y apoyos a la comercialización.
Al revisar la propuesta del Presupuesto
Nacional 2020, todo indica que los problemas aquí descritos habrán de esperar
mejores tiempos. Porque no hay recursos, porque no se conocen las necesidades
nacionales, porque se tienen otras prioridades mayores o por las tres razones. ¡Apoyar
al campo mexicano no es una prioridad de la 4t!
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