Es urgente brindar mayor seguridad a planteles escolares
Por: Fernando Manzanilla Prieto
En los últimos meses se ha desatado una ola
imparable de atracos a planteles de escuelas públicas de la capital. Según lo
han denunciado algunos regidores, en estos meses de pandemia ha habido más de
350 robos. Donde más se han ensañado los delincuentes es en Lomas de San
Miguel, La Joya, Amalucan, Rivera Anaya y La Margarita. Por reportes se sabe
que el delito se repite en algunos casos. ¡En un plantel ya se metieron a robar
hasta 27 veces! Se calcula que al día se registran cinco robos a instituciones
educativas.
Los delincuentes van tras el equipo de
cómputo, muebles, cables de luz, bombas de agua. Bueno, hasta la tubería PVC se
han llevado. Uno de los robos más escandalosos se suscitó en el bachillerato
Gabino Barreda, que está en la colonia Adolfo López Mateos, donde un grupo
armado de seis personas, entre ellos una mujer, irrumpió en el plantel y, tras
someter al velador, se robaron todo, hasta los celulares que estaban
resguardados en la dirección de la escuela.
Esto nos habla de la presencia de bandas
armadas y organizadas, no de delincuentes comunes. Bandas que están operando
con total impunidad, acabando con la poca infraestructura educativa con la que
cuentan las niñas, niños y jóvenes del estado para su educación. El colmo del
cinismo de estas bandas es que, a los pocos días de que se cometen los robos, en
los mercados cercanos a los mismos planteles escolares, los delincuentes venden
los equipos y muebles robados.
Los padres de familia están desesperados. Tanto
trabajo y tanto dinero de las cuotas invertido en mejorar las escuelas para que
de la noche a la mañana, estos delincuentes las dejen literalmente vacías. A
este paso, cuando se reanuden las clases, los alumnos no van a tener ni dónde
sentarse, ni tampoco va a haber pizarrón para que los maestros den su clase. Ni
computadoras, ni cables de luz, ni tuberías… ni nada.
Pensando en todo esto, presenté un punto de
acuerdo en la Cámara de Diputados, primero, para exhortar a la Secretaría de
Seguridad Pública del gobierno del estado de Puebla, a las autoridades del
ayuntamiento de la capital y a la Fiscalía General del Estado a que, en el
ámbito de sus atribuciones, garanticen la seguridad de los centros educativos
en la entidad. Segundo, a que se diseñen e implementen estrategias de
prevención y vigilancia en las escuelas públicas a fin de combatir, reducir y
eliminar los robos en los planteles educativos. Y, tercero, a promover la
realización de operativos conjuntos con otras instancias públicas
gubernamentales, con el objetivo de desarticular a estas bandas delictivas
dedicadas al robo de escuelas.
Los índices delincuenciales han bajado
respecto al año pasado. Pero no perdamos de vista que ha sido como consecuencia
de la pandemia. El problema es que en medio de la emergencia sanitaria, se han
abierto otros frentes que la delincuencia ha sabido aprovechar. Como están las
cosas, no podemos darnos el lujo de bajar la guardia. Tenemos que organizarnos
entre vecinos y autoridades para defender el patrimonio de las familias y el de
las instituciones educativas, que son de todos los poblanos.
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