miércoles, 25 de agosto de 2021

“Guerra de Guerrillas”, la táctica de los Vélez Pliego-Grajales Porras

“Guerra de Guerrillas”, la táctica de los Vélez Pliego-Grajales Porras

Por: Alejandro García Limón

Han lucrado con la BUAP desde hace décadas, primero bajo el estandarte comunista-socialista que reinó en la totalidad de universidades públicas mexicanas en aquellas épocas que convulsionaron al mundo con la “Guerra Fría” entre Estados Unidos y la URSS entre los años 1945 a 1989. Cómo olvidar las administraciones del ingeniero Luis Rivera Terrazas (1975-1981) y el abogado Alfonso Vélez Pliego (1981-1987), por supuesto que fueron dos luchadores sociales que le dieron mucho a la universidad, pero que desgraciadamente vieron desmantelado su proyecto cuando José Doger Corte (1990-1997) se arrojó a los brazos de Piña Olaya al adoptar y adaptar el sistema Neoliberal en la BUAP.

Muchos familiares de Alfonso Vélez Pliego siguieron gozando de canonjías y prebendas hasta la fecha, aprendieron y perfeccionaron la estrategia de “Dar de Gritos y Sombrerazos” para mantenerse en los cargos y cobrando como altos funcionarios. El arquitecto Francisco Manuel Vélez Pliego y la filosofa María del Socorro Guadalupe Alicia de la Inmaculada Concepción Grajales y Porras, son algunos de ellos.

Durante lustros han gritado y armado mitotes cuando les conviene, para seguir cobrando y gozando la “Dolce Vita”. Con la llegada al poder en la presidencia de la República de Andrés Manuel López Obrador, pensaron que su suerte había regresado y que las viejas glorias del hermano y cuñado (respectivamente) los llevaría a manejar desde el Carolino las riendas de la BUAP, institución que el 4 de octubre sufrirá un cambio, cuando la gobierne un “ENTE CIENTÍFICO”, formado en la investigación, alejado del trabajo administrativo y de la grilla palaciega, esa grilla a la que están acostumbrados los herederos de Alfonso Vélez Pliego.

Sinceramente no alcanzamos a comprender como el arquitecto Francisco (Don Panchote) se imaginó que la comunidad universitaria lo elegiría como su rector, un sueño que “sufre” recurrentemente de día y noche. Ya participó y la pobre votación obtenida no le alcanzó para ubicarlo en su triste realidad. Nuevamente en el 2021 amaga con participar y luego se baja de la contienda argumentando que “Él no es un Simulador” y mucho menos solapador de la violación de la Ley Orgánica Universitaria. Poco le faltó para decir que demitía de sus aspiraciones a favor de su cuñada, a quien llama cariñosamente “la esposa de mi hermano”, para evitar decirle “mi familia”, en uno de sus muchos actos de “simulador”, al tratar de engañar que no hay contubernio familiar.

Pancho Vélez sabe que mientras más grande arme el escándalo, mayor será su beneficio a obtener, porque puede pactar y concertar para él y su grupo canonjías que le redituarán posiciones y buenos salarios, argumenta judicializar el proceso electoral que a todas luces ya está avanzando y que el Consejo Universitario ya aprobó, aunque él se empeñe en negarlo y despotricar. No cabe duda el tiempo de los Vélez Pliego desde hace muchos años terminó y ahora con tácticas prianistas intenta sacarlo de terapia intensiva.

Por su parte Inmaculada Concepción Grajales, hace lo mismo que su cuñado Pancho Vélez, se aferra al sueño de llegar a la rectoría, porque supone que una mano milagrosa desde Palacio Nacional la encumbrará… pero los milagros no existen… la comunidad universitaria será dirigida próximamente por alguien ligado a la investigación científica… basta de simuladores y argüenderos que han vivido bajo la sombra de glorias pasadas… la BUAP sufrirá un cambio, de eso no les quepa la menor duda… se acabó el neoliberalismo.

buap

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miércoles, 25 de agosto de 2021

“Guerra de Guerrillas”, la táctica de los Vélez Pliego-Grajales Porras

“Guerra de Guerrillas”, la táctica de los Vélez Pliego-Grajales Porras

Por: Alejandro García Limón

Han lucrado con la BUAP desde hace décadas, primero bajo el estandarte comunista-socialista que reinó en la totalidad de universidades públicas mexicanas en aquellas épocas que convulsionaron al mundo con la “Guerra Fría” entre Estados Unidos y la URSS entre los años 1945 a 1989. Cómo olvidar las administraciones del ingeniero Luis Rivera Terrazas (1975-1981) y el abogado Alfonso Vélez Pliego (1981-1987), por supuesto que fueron dos luchadores sociales que le dieron mucho a la universidad, pero que desgraciadamente vieron desmantelado su proyecto cuando José Doger Corte (1990-1997) se arrojó a los brazos de Piña Olaya al adoptar y adaptar el sistema Neoliberal en la BUAP.

Muchos familiares de Alfonso Vélez Pliego siguieron gozando de canonjías y prebendas hasta la fecha, aprendieron y perfeccionaron la estrategia de “Dar de Gritos y Sombrerazos” para mantenerse en los cargos y cobrando como altos funcionarios. El arquitecto Francisco Manuel Vélez Pliego y la filosofa María del Socorro Guadalupe Alicia de la Inmaculada Concepción Grajales y Porras, son algunos de ellos.

Durante lustros han gritado y armado mitotes cuando les conviene, para seguir cobrando y gozando la “Dolce Vita”. Con la llegada al poder en la presidencia de la República de Andrés Manuel López Obrador, pensaron que su suerte había regresado y que las viejas glorias del hermano y cuñado (respectivamente) los llevaría a manejar desde el Carolino las riendas de la BUAP, institución que el 4 de octubre sufrirá un cambio, cuando la gobierne un “ENTE CIENTÍFICO”, formado en la investigación, alejado del trabajo administrativo y de la grilla palaciega, esa grilla a la que están acostumbrados los herederos de Alfonso Vélez Pliego.

Sinceramente no alcanzamos a comprender como el arquitecto Francisco (Don Panchote) se imaginó que la comunidad universitaria lo elegiría como su rector, un sueño que “sufre” recurrentemente de día y noche. Ya participó y la pobre votación obtenida no le alcanzó para ubicarlo en su triste realidad. Nuevamente en el 2021 amaga con participar y luego se baja de la contienda argumentando que “Él no es un Simulador” y mucho menos solapador de la violación de la Ley Orgánica Universitaria. Poco le faltó para decir que demitía de sus aspiraciones a favor de su cuñada, a quien llama cariñosamente “la esposa de mi hermano”, para evitar decirle “mi familia”, en uno de sus muchos actos de “simulador”, al tratar de engañar que no hay contubernio familiar.

Pancho Vélez sabe que mientras más grande arme el escándalo, mayor será su beneficio a obtener, porque puede pactar y concertar para él y su grupo canonjías que le redituarán posiciones y buenos salarios, argumenta judicializar el proceso electoral que a todas luces ya está avanzando y que el Consejo Universitario ya aprobó, aunque él se empeñe en negarlo y despotricar. No cabe duda el tiempo de los Vélez Pliego desde hace muchos años terminó y ahora con tácticas prianistas intenta sacarlo de terapia intensiva.

Por su parte Inmaculada Concepción Grajales, hace lo mismo que su cuñado Pancho Vélez, se aferra al sueño de llegar a la rectoría, porque supone que una mano milagrosa desde Palacio Nacional la encumbrará… pero los milagros no existen… la comunidad universitaria será dirigida próximamente por alguien ligado a la investigación científica… basta de simuladores y argüenderos que han vivido bajo la sombra de glorias pasadas… la BUAP sufrirá un cambio, de eso no les quepa la menor duda… se acabó el neoliberalismo.

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