Columna Nuevos Horizontes
Fideicomisos
para la agricultura, Banco de México, FIRA
Alberto Jiménez Merino
Como producto del Convenio
de Cooperación Técnica entre la Universidad Autónoma Chapingo (UACH) y los
Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) en el Banco de
México (1987-1991), se publicó en forma conjunta uno de mis primeros libros, La Producción de Forrajes en México.
Dentro de este convenio,
también se realizaron 44 investigaciones sobre producción de semillas
forrajeras: una línea de Investigación que creamos en la UACH en 1983, para
generar conocimiento y tecnología sobre esta importante industria en apoyo de
la ganadería mexicana.
Los Fideicomisos Instituidos
en Relación con la Agricultura, Ganadería y Avicultura, se crearon entre el
Gobierno Federal y el Banco de México en 1954, con la misión de incrementar la
productividad del sector agropecuario, promoviendo el mercado de servicios
financieros y técnicos en el campo para impulsar su desarrollo.
La ley considera a FIRA como
banca de fomento y, para lograr su misión, cuenta con los medios para otorgar
un financiamiento a tasas preferenciales y la asistencia técnica requerida por
los productores.
Asimismo, esta institución fue
más allá al ofrecer al medio rural, los servicios técnico financieros de un
reconocido y honesto grupo de expertos agrónomos, veterinarios, biólogos y profesionistas,
con perfiles más vinculados a la parte financiera, legal y administrativa, que
han contribuido a formar un gran capital humano especializado en el sector
agropecuario de nuestro país.
Una gran fortaleza de FIRA
es que fomenta el desarrollo del mercado financiero, porque no da créditos
directamente al acreditado final, sino a través de intermediarios financieros.
Es un banco de segundo piso que no interfiere ni desplaza a las instituciones
de crédito privado.
De igual forma, destaco como
fortalezas de FIRA, el enfoque crediticio orientado a apoyar y desarrollar las
cadenas productivas con potencial regional, como el mejor criterio de
direccionamiento de recursos para el campo; y, el invaluable acompañamiento
técnico a través de los centros demostrativos de capacitación, desarrollo
tecnológico e innovación, como Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí y Yucatán.
Recientemente supimos de un
gran acuerdo de FIRA para impulsar en este año el uso de biofertilizantes en la
agricultura nacional como respuesta a la gran necesidad de promover la adopción
de prácticas agroecológicas, recuperar los suelos y mejorar la productividad
del campo. Es muy necesaria y acertada esta política para detonar mejores
prácticas productivas.
Con base a la reforma constitucional
de 1993, el Banco de México fondeó a FIRA hasta 2013. Actualmente, es el banco
de fomento más competitivo y autosustentable que cuenta con un gran prestigio
en el sector agroalimentario mexicano. El crédito es un detonador del
desarrollo y, ante la ausencia de opciones, esta institución es un privilegio.
Aunque tengo muchos amigos
en FIRA, no conozco a sus directivos ni cuento con créditos actuales, pasados o
en mente, pero existe una bonita historia de trabajo y colaboración técnica
conjunta que hoy deseo resaltar, reconocer y agradecer por las oportunidades de
desarrollo regional creadas, los aportes técnicos realizados y el prestigio que
me han dado.
La Producción de
Forrajes en México, es una descripción estadística de las
opciones existentes para la alimentación del ganado. Allí se enlistan los tipos
y volúmenes de alimentos fibrosos que se producen anualmente tales como los
residuos agrícolas como el rastrojo de maíz, pajas de cereales o subproductos
de la agroindustria y algunas formas de utilización. La coedición original fue
de mil ejemplares, 600 para FIRA y 400 para la UACH. La obra, actualmente, ya
requiere una actualización.
Con relación a la
investigación, el convenio permitió realizar 44 investigaciones sobre
producción de semillas de especies forrajeras, según consta en el informe
entregado a FIRA el 10 de Julio de 1991. Sobre especies forrajeras de clima
templado se trabajó en el Campo Agrícola Experimental de la UACH. La vertiente
de especies forrajeras tropicales se desarrolló en el Centro Demostrativo y de
Capacitación Campesina Ajuchitlán, en la Tierra Caliente de Guerrero, predio
que estaba bajo custodia de FIRA.
De ahí surgió la idea de
crear el Centro para la Producción de Semillas Forrajeras Tropicales de la
Mixteca Poblana, en Tehuitzingo, en 1991, con la introducción de los pastos
Llanero y Buffel en una superficie de 7 hectáreas.
Un apoyo de FIRA para una parcela
demostrativa de 25 hectáreas, en 1992, y uno de la Secretaría de Desarrollo
Social (SEDESOL) de 32 hectáreas, en 1993, fueron la base del Programa de
Desarrollo Regional Integral de la Mixteca, creado por el Gobernador Manuel
Bartlett Díaz en 1995.
En 1997 fui requerido por
FIRA para participar en un Día demostrativo sobre tecnología ganadera, en
Candelaria, Campeche, en donde compartimos con los ganaderos algunos aspectos
del pastoreo rotacional y sobre la producción de semilla del pasto Insurgente.
Sé que desde entonces producen semillas forrajeras para sembrar nuevas praderas.
Esta es una pequeña historia
de mi relación profesional con una institución muy prestigiada, de gran
significado para mi desarrollo profesional y de mucha utilidad para el campo.
¡Mi agradecimiento a FIRA!,
sólo que tenemos un pendiente: mi acreditación como Consultor, iniciado en la
oficina de Tlaxcala.
0 comentarios:
Publicar un comentario