Camarones
de Zapotitlán, anguilas de Ayotoxco, Puebla
Alberto
Jiménez Merino
En Ayotoxco de Guerrero,
Puebla, varios pobladores afirmaron haber visto anguilas en el río Apulco o
Metzonate, nombre que también dan a este brazo del río Tecolutla. Probablemente
sea la especie Ophisternon aenigmaticum
que también abunda en los ríos de Veracruz y, especialmente en la Laguna de
Catemaco, en donde es preparada como un extraordinario platillo tipo gourmet
(Azteca Noticias, 17 de febrero de 2018).
La anguila, de la que existen
varias especies, cuatro identificadas en México, es uno de los pescados más
caros del mundo. Es un pescado fino, con hueso muy ligero. Tiene la desventaja
de parecer una víbora de 60 a 90 centímetros, aspecto por el que es poco
aceptado y, actualmente, con poco potencial gastronómico por desconocimiento.
En Chiapas, los pescadores tiran
las anguilas porque no tiene demanda en el mercado. Y, no la tendrá mientras no
se conozcan sus virtudes gastronómicas, económicas y nutritivas, y en tanto no
se promueva su consumo, enseñando a nuestras amas de casa a prepararla a través
de las escuelas de gastronomía y su difusión a través de medios de
comunicación. Tampoco, si no enseñemos a nuestros niños en las escuelas el
conocimiento de los recursos naturales existentes.
En mi experiencia, conocí la anguila
en el mercado de Hangzhou, China. Allá la venden viva en tinas cuadradas de
aproximadamente 1 metro por 50 centímetros y 40 de profundidad. Después, la he visto
en México en los restaurantes de comida japonesa, especialmente en su
presentación ahumada o congelada.
En China, la cría de anguilas
es uno de los segmentos más fascinantes de la acuacultura mundial, que
representa millones de dólares. Aunque Japón es el principal consumidor, la
mayor parte de sus necesidades se importan de China, que produce
aproximadamente 200 toneladas al año. Las principales regiones productoras
chinas son Guangdong, Fugian y Jiangsu. También Taiwán produce anguilas. Los principales consumidores de este pez son
los países asiáticos, Corea, Unión Europea, Canadá y Estados Unidos (Tecnología Moderna, 2025. / Agro en Foco 2025).
Para promover la cría de la anguila
o cualquier otra opción productiva, para impulsar
innovaciones y aprovechar las oportunidades mundiales, es recomendable preparar técnicos especializados,
profesionistas con oficio, líderes para guiar el desarrollo que solo hemos
anhelado y así superar la situación de subdesarrollo que no dejamos de criticar
y lamentar.
Ah, y con relación a los camarones: Un día de junio de 1967, en
Xantoxtla, Tecomatlán, mi padre, al que felicito y agradezco mucho en este día
junto, a todos los padres de Puebla, regresó del campo muy temprano con medio
de kilogramo de camarones de río o acociles. El río Mixteco había tenido su
primera avenida de la temporada de lluvias antes del amanecer y ese hecho
provocó el atontamiento momentáneo de peces y especies acuícolas por unos 30
minutos, tiempo suficiente para obtener una pesca sustantiva porque se
concentran solos en la orilla.
Había acociles en el río
Mixteco, que son los camarones de
Tecomátlán. Especies semejantes, que la gente llama chacales o chacalines,
hay en el río San Marcos, en Tlacuilotepec y Xicotepecen; también los hay en el
río Apulco en Ayotoxco, Tenampulco y los vi también en la Barranca Xonecuila
que baja de la Malinche, a la altura de San José Chiapa, antes de llegar a la
Laguna del El Carmen. Estos bien pueden ser los camarones de la Malinche.
En Izúcar hay langostinos, en la comunidad de La Galarza, un gran
emprendimiento de Sonia González, egresada de la Universidad Tecnológica de
Izúcar de Matamoros (UTIM); también hay producción de pescado bagre en jaulas
flotantes en Acatlán, criado por Dióscoro Rojas, líder de la innovación en producción
de pescado bagre y tilapia en jaulas flotantes en Puebla, una técnica japonesa
con más de 200 años de antigüedad, y se ubica en la Presa Peña Colorada, que
suministra agua para riego a las comunidades de Peña Colorada, Acatlán y
Progreso, en Piaxtla.
¿Y los Camarones de Zapotitlán?
En 2007 un grupo de personas
se me acercaron porque su pozo de agua resultó salino y no era apto para el
riego agrícola. Eran 10 personas encabezadas por Elodia Barragán, Francisco
Mendoza, Enrique González, Gregorio Cortes y Pascual Barragán. Tenían un pozo
de no más de 10 litros por segundo en río Seco, en Zapotitlán Salinas, Puebla.
Tenían antecedente de saber criar la pulga de agua, Daphnia ambigua, alimento de camarones y peces de ornato. Entonces,
se decidió apoyar la cría de camarón blanco paralelamente con la actividad que
ya tenían. En un estanque de 30 x 30 x 120 centímetros, se produjeron en 26
semanas, un total de 350 kilos de camarón, con un peso de 80 a 110 gramos cada
uno. Éstos son los camarones de Zapotitlán Salinas. El grupo tuvo problemas internos y
ya no siguió la cría del camarón, aunque
han manifestado la intención de retomarlo. Cabe señalar que para recuperar este
proyecto, ya cuentan con la experiencia y tecnología, además de que demostraron
la viabilidad del camarón en Puebla.
Y, aunque no continuaron con
ese proyecto, algunos de los integrantes del grupo siguieron emprendiendo con
el cultivo de agave Pichomel, siendo actualmente la región de Zapotitlán-Tehuacán,
la zona poblana más desarrollada en esta especie, ampliamente adaptada a la
sequía, y con el doble propósito productivo de mezcal y pulque.
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