Polos
nacionales de desarrollo, bienestar y (riqueza)
Alberto Jiménez Merino
“Ya tenemos agua potable,
drenaje, luz, pavimento, guarniciones y banquetas”, casi todo se instaló en un
corto tiempo en una colonia recién creada, de un municipio en un estado y país
lejanos donde llegó el Bienestar.
Lo que no tenemos, me dijeron,
es nuestra parte para aportar lo que nos
toca, ni dinero para pagar el recibo de los servicios instalados. Llegó el
Bienestar pero siguen esperando apoyo para generar Riqueza.
Esta ha sido una de las mayores
lecciones de economía social aprendida en la vida profesional, con actores reales. No obstante, siempre he
visto como los gobiernos, en sus presupuestos,
se han quedado solo atendiendo el “bienestar” y hacen muy poco por
impulsar la creación de riqueza. Y, cuando lo han intentado, es a través de proyectos
monumentales buscando la gloria personal antes que el servicio a la sociedad.
Crecimiento
económico es el aumento sostenido de la producción de bienes y
servicios en una economía a lo largo del tiempo. Se mide generalmente a través
del Producto Interno Bruto (PIB): el valor total de todos los bienes y
servicios producidos dentro de las fronteras de un país en un periodo
determinado. No siempre el crecimiento es garantía de desarrollo.
Desarrollo
económico es la capacidad de una economía para generar bienestar y riqueza con distribución
equitativa para sus habitantes, mejorando la calidad sostenida de vida. Por lo
tanto, implica transformaciones sociales, políticas y estructurales para el
progreso integral los pueblos.
Con grandes expectativas y una
gran esperanza, esta última semana la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo,
anunció el Programa Nacional de 15 Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar, en 14 estados, con una
inversión de 1.5% del PIB ( 870 MMDP) para generar 300 mil empleos y mejorar
las condiciones de vida de la gente.
El programa apoyará con
deducciones fiscales de 100% en nuevos activos fijos para las empresas que
lleguen a instalarse, así como asegura las condiciones de agua, gas y
electricidad. Hay un 25% de estímulo fiscal para acciones de capacitación a
trabajadores e iniciativas de investigación y desarrollo tecnológico. Entre los 10 modelos o áreas prioritarias de
atención destacan: la industria aeroespacial, la automotriz, la farmacéutica, la
electrónica, la de semiconductores, la química, la petroquímica, la energía, la
textil, el calzado y todo lo relacionado con la economía circular.
Uno de estos Polos de Desarrollo, Bienestar y
Riqueza, definidos por la Presidenta Claudia Sheinbaum, es la Ciudad Modelo, en
Puebla, una iniciativa con 25 años
de abandono, que no es ciudad, ni modelo y que, el Gobernador, Alejandro
Armenta, se ha propuesto integrar como
un centro de apoyo al desarrollo del estado, destinando 400 hectáreas en San
José Chiapa.
Durante su intervención en el
evento en el que se anunciaron los Polos de Desarrollo, el Gobernador Armenta describió
que Ciudad Modelo se ubica en la intersección de Puebla, Veracruz y Oaxaca, lo que
permite la conexión al Tren Interoceánico o Transísmico que promoverá el
comercio entre Sudamérica Europa, Medio Oriente y Asia.
Ciudad
Modelo será la Capital de
la Tecnología y permitirá la articulación de 7 parques industriales estatales, 12 parques
industriales privados y 3 reservas industriales. Ya cuenta con instituciones
educativas como la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), el
Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Centro de Innovación y Desarrollo
Tecnológico de la Secretaría de Ciencia Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI)
y el Centro de Formación Profesional Audi.
En una gran alianza entre gobierno,
universidades y empresas en el Polo de Desarrollo Ciudad Modelo, se producirán
semiconductores, paneles solares, satélites y se apoyará la producción de una
supercomputadora.
Será también un gran soporte
tecnológico para los clústeres agroalimentario, forestal, frutícola, ambiental,
educativo, turístico, gastronómico, artesanal y minero, que cuentan con grandes potenciales en nuestro
estado.
Un gran reto de los polos
desarrollo con el apoyo del Sector Educativo será la formación de recursos humanos calificados y más pertinentes para la
atención de la problemática actual y futura. La formación de líderes que guíen el desarrollo
atendiendo los grandes problemas de inseguridad, pobreza, productividad
sustentable, contaminación ambiental y problemas de salud.
Uno de los mayores y urgentes
retos del gobierno, la academia y los polos de desarrollo, es generar Modelos Validados y Replicables para
la solución de los diversos problemas
socioeconómicos y ambientales que hoy no hay.
Cuando en 1997 se presionó a
los empresarios poblanos para tratar las aguas residuales, la primera pregunta
fue ¿cuál es el mejor método recomendado para limpiar el agua para adoptarlo?. La
respuesta sigue pendiente.
Y como esta hay otras más: ¿cómo
reforestamos?, ¿cómo producimos el maíz que nos falta?, ¿cómo?...
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