Experiencias poblanas en seguridad hídrica
Alberto
Jiménez Merino
Cuando
el entonces gobernador de Puebla, Manuel Bartlett Díaz, pidió a las empresas
que trataran las aguas residuales de sus procesos industriales, estas se
enfrentaron a un grave problema: ¿cuál es el mejor método de tratamiento para
adoptarlo y aplicarlo?
No
había respuesta y aún no la hay, porque cada método depende de las características
de los residuos de las aguas: municipales, textiles, automotriz, metalmecánicas,
servicios, granjas, industrias agrícolas y agroquímicos, hospitales y clínicas,
hoteles y restaurantes, minería, entre otras. La definición del sistema de
tratamiento depende de la caracterización fisicoquímica de las aguas
residuales.
En
1996, Luis Méndez Ballesteros, de la empresa porcícola La Esperanza, en Tehuacán,
me contactó. Las aguas residuales de las granjas porcinas iban a las barrancas.
No tenía la respuesta que buscaban. Pero acordamos sedimentar las aguas,
separar los sólidos para abono, y crudas, destinarlas al riego de forrajes. Sembramos
king grass, un forraje de corte, por consecuencia, se adoptó la cría de ovinos
para su aprovechamiento. No fue la solución ideal, fue la posible.
La capacitación es fundamental para la adopción
e innovación tecnológica en seguridad hídrica y en todas las actividades
y sectores económicos, sociales y ambientales. La capacitación demostrativa
tiene un gran impacto en las personas, más del 50% del nuevo conocimiento se
obtiene platicando y, de preferencia, viendo como otros lo han hecho. Por eso,
conocer las experiencias y casos exitosos, ahí donde estén, es indispensable
para avanzar más rápido en lo que hacemos.
Con esta intención y atendiendo las indicaciones
del gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, para atender la problemática del
agua y fortalecer la seguridad hídrica, en CEAS Puebla estamos revisando
las experiencias previas a fin de tomar lo mejor y fortalecer la capacitación
de quienes intervienen, para adoptar y promover innovaciones hídricas que
fortalezcan el derecho humano al agua y al saneamiento.
Este fin de semana, realizamos una Jornada de
reconocimiento de experiencias en recarga artificial de pozos y manantiales.
Visitamos la comunidad de Cañada Sandía, en la inspectoría de Gabino Barreda, municipio
de San Jerónimo Xayacatlán. Después nos reunimos con autoridades municipales,
revisamos sus proyectos de agua y saneamiento y finalmente recorrimos la
Barranca Sandía, un manantial vivo que requiere acciones inmediatas no solo
para mantenerse, sino para aumentar su caudal. Acordamos crear un Centro de capacitación
e innovaciones hídricas para la micro región Acatlán y la Mixteca Poblana.
Estamos integrando una propuesta para el ejecutivo
estatal en materia de recuperación de pozos y manantiales fallidos o agotados.
En Cañada Sandía hay tres pozos que hace muchos años resultaron negativos. No tuvieron
agua suficiente para atender las necesidades del pueblo, dos en la Barranca del
Sauce y uno en la Barranca del Borrego.
Olegario Silva Gaspar, un ingeniero mixteco innovador,
ha hecho varios esfuerzos para dotar de agua a su comunidad. Aun no se ha
logrado, pero ya hay una estrategia probada de recarga artificial de pozos. En
la Barranca del Sauce, un pozo fallido de 12 metros de profundidad ha sido
recuperado con la construcción de 7 represas de mampostería y barreras de
bambú. Hoy, el pozo tiene casi 10 metros de agua y mantiene su nivel 10 meses
al año.
Retener el agua arriba para infiltrarla y
aprovecharla abajo es un principio físico que no falla. También hay experiencias
de captación de lluvia de techados con cisternas de ferrocemento y zanjas en
laderas de terrenos agrícolas. Acordamos realizar en muy corto plazo, una Jornada
de capacitación demostrativa para autoridades municipales y responsables
del agua que así lo requieran.
En Tehuitzingo, revisamos los avances del Centro
de innovaciones hídricas, con el objetivo de maximizar el aprovechamiento de la
lluvia y promover la recarga de acuíferos en zonas de cultivo. Este año se
validarán 3 hectáreas de milpa mexicana,
un sistema de ancestral de cultivos asociados de maíz, frijol y calabaza contra
la sequía y cambio climático, así como una hectárea de praderas para la
producción de forraje con 6 especies potenciales para las mixtecas, mediante la
Estrategia de agricultura de conservación, con 9 innovaciones;
roturación de tierras, control de escurrimientos, siembra en zanjas, siembra en
cajetes, biofertilizantes en semilla,
fertilizante integral (químico más microorganismos), adición de materia
orgánica, polímero retenedor de agua y control biológico de plagas.
En materia de bombeo de agua potable con paneles
solares, estamos revisando, junto con otro poblano innovador, Almaquio Valiente
Medrano, las experiencias de Francisco I. Madero, Tepanco de López. Así como las
de Tepexi de Rodríguez, Huehuetlán Grande, Santa Fe, San Lorenzo, Teotipilco, Tehuacán,
Coxolico, Ajalpan y Santa Ana, Nicolás Bravo.
Es una línea de trabajo que estaremos atendiendo
con apoyo de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI),
la Secretaría de Infraestructura (SI), Secretaría de Medio Ambiente y
Ordenamiento Territorial (SMAOT) y con la Agencia de Energía de nuestro estado.
La recarga artificial de acuíferos y el sistema
de bombeo con paneles solares, el abasto de agua potable y riego, el saneamiento
y el mejoramiento del aprovechamiento, así como el cuidado del agua, son tareas
de la más alta prioridad para la Seguridad Hídrica impulsada por el gobernador,
Alejandro Armenta, para el bienestar de los poblanos.
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