lunes, 20 de octubre de 2025

Nuevos Horizontes


 

Maquinaria oportuna para restaurar caminos devastados

                                                                                             Alberto Jiménez Merino

El huracán Jerry llegó a la Sierra Norte de Puebla el 8 de octubre, con lluvias de hasta 280 mm, dejó 280 litros de agua por metro cuadrado, durante 50 horas continuas. Esta cantidad de lluvia es aproximadamente el 40 por ciento de lo que llueve en la mixteca poblana durante todo el año.  

Este fenómeno provocó el desbordamiento de arroyos, barrancas y ríos que subieron sus niveles más de 4 metros; el reblandecimiento de tierras; deslave y derrumbe de cerros por saturación de agua, y la inundación de centros de población y terrenos de uso agropecuario donde hubo pérdidas de ganado mayor, especies menores y cultivos.

Se cayeron puentes, el suministro eléctrico se vio afectado, se registraron daños en escuelas, hospitales, líneas de agua potable e interrupción de la comunicación debido al corte de caminos en 23 municipios de la Sierra Norte, dejando incomunicadas a 77 comunidades. Se registraron 18 fallecidos y 5 desaparecidos. Las viviendas dañadas suman más de 5 mil.

En el estado de Puebla, los municipios afectados son Chiconcuautla, Francisco Z. Mena, Honey, Huauchinango, Hueytlalpan, Huitzilan de Serdán, Jalpan, Jopala, Juan Galindo, Naupan, Pahuatlán, Pantepec, Tlacuilotepec, Tlaola, Tlapacoya, Tlaxco, Venustiano Carranza, Xicotepec, Xochitlán de Vicente Suárez, Zacatlán, en la Sierra Norte; y Zihuateutla, Eloxochitlán y Teotlalco, en la Sierra Negra y Mixteca, respectivamente.

En materia de infraestructura hídrica, hubo afectaciones en 198 comunidades, de las cuales el 98 por ciento son rupturas de líneas de conducción de agua por deslizamientos de tierra, reestableciéndose provisionalmente el servicio. Otras afectaciones son la inundación de cárcamos de bombeo y bombas, ubicados en orillas de ríos, o líneas de drenaje y sistemas de tratamiento de aguas residuales, en algunas comunidades.

En coordinación con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS) y las autoridades municipales, este lunes 20 iniciará el diagnóstico, el cual terminará el 31 de octubre, para proceder a la restauración de los servicios de agua y saneamiento.

La intervención oportuna y coordinada del Gobierno Federal, a través del Plan DN3-E, y el Gobierno Estatal, a través de la Coordinación Estatal de Protección Civil y todas las dependencias involucradas, así como el apoyo de gobiernos municipales, permitió la atención inmediata  a la población afectada estableciendo  albergues, la dotación de apoyos alimentarios por parte del DIF, médicos por parte del sector Salud, además de que se establecieron puentes aéreos para comunidades aisladas, con el apoyo de las secretarías de la Defensa Nacional, Marina y Guardia Nacional.

Es muy importante resaltar la disposición inmediata de 122 máquinas, en 11 frentes de trabajo, que han permitido reestablecer la comunicación en 60 comunidades de un total de 77 afectadas que no tenían acceso. Se han limpiado 8 mil 909 avenidas y calles, así como también se han retirado 21 mil 308 metros cúbicos de lodo.

Lo anterior fue posible por la gran coordinación entre el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, y el gobierno previsor del gobernador Alejandro Armenta que, hace unos meses, con gran visión y voluntad política, instruyó la adquisición de 14 módulos de maquinaria pesada, con una inversión cercana a 800 millones de pesos, para construir y rehabilitar caminos. Los caminos son las arterias de los pueblos, fundamentales para acceder a los servicios básicos y al desarrollo.

Contar con maquinaria propia permite respuestas rápidas y atención a necesidades que en forma manual son imposibles para remover miles de metros cúbicos de lodo, tierra, árboles caídos, basura y piedras que obstaculizan el paso en los caminos para luego rehabilitarlos. También para atender los derrumbes y deslaves cerca de zonas habitadas, limpiar calles y trasladar los escombros a tiraderos preestablecidos.

La maquinaria se utiliza para rehabilitar los accesos hacia los sistemas de abasto de agua y corregir daños para reestablecer el servicio, desazolvar barrancas y corregir cauces de ríos, hacer barreras protectoras y múltiples tareas que hemos constatado al acompañar al gobernador Armenta y al secretario de Infraestructura de Puebla.

La maquinaria es un activo fundamental para la construcción y rehabilitación de obras prioritarias para el desarrollo de las comunidades, es un eslabón insustituible en la canasta de servicios demandados en un pueblo, el cual los ciudadanos no pueden adquirir en propiedad por su alto costo, además del uso en construcción y rehabilitación de caminos.

En otras regiones, la maquinaria se está utilizando también para construir represas, desazolvar jagüeyes, hacer reservorios para captar agua con fines productivos y de recarga artificial de acuíferos, pozos y manantiales.

Una línea nueva de política hídrica que impulsará el gobierno de Puebla con los módulos de maquinaria es la infiltración de agua a través de pozos de absorción para reducir inundaciones y recargar agua al subsuelo, reduciendo la necesidad de colectores pluviales que solo desalojan y alejan el agua sin mayores beneficios.

Finalmente, cabe destacar que la recarga natural, vía reforestación, y la recarga artificial de acuíferos, forman parte importante de las acciones de manejo de las cuencas para retener el agua arriba, infiltrarla y alimentar los pozos y manantiales en la parte baja a lo largo del año, reduciendo inundaciones. Esto, incluye también la roturación de tierras que permiten duplicar la capacidad de retención de lluvia, mejorar la biodiversidad, aumentar rendimientos y promover la recarga de acuíferos en las tierras de uso agrícola y ganadero.


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Maquinaria oportuna para restaurar caminos devastados

                                                                                             Alberto Jiménez Merino

El huracán Jerry llegó a la Sierra Norte de Puebla el 8 de octubre, con lluvias de hasta 280 mm, dejó 280 litros de agua por metro cuadrado, durante 50 horas continuas. Esta cantidad de lluvia es aproximadamente el 40 por ciento de lo que llueve en la mixteca poblana durante todo el año.  

Este fenómeno provocó el desbordamiento de arroyos, barrancas y ríos que subieron sus niveles más de 4 metros; el reblandecimiento de tierras; deslave y derrumbe de cerros por saturación de agua, y la inundación de centros de población y terrenos de uso agropecuario donde hubo pérdidas de ganado mayor, especies menores y cultivos.

Se cayeron puentes, el suministro eléctrico se vio afectado, se registraron daños en escuelas, hospitales, líneas de agua potable e interrupción de la comunicación debido al corte de caminos en 23 municipios de la Sierra Norte, dejando incomunicadas a 77 comunidades. Se registraron 18 fallecidos y 5 desaparecidos. Las viviendas dañadas suman más de 5 mil.

En el estado de Puebla, los municipios afectados son Chiconcuautla, Francisco Z. Mena, Honey, Huauchinango, Hueytlalpan, Huitzilan de Serdán, Jalpan, Jopala, Juan Galindo, Naupan, Pahuatlán, Pantepec, Tlacuilotepec, Tlaola, Tlapacoya, Tlaxco, Venustiano Carranza, Xicotepec, Xochitlán de Vicente Suárez, Zacatlán, en la Sierra Norte; y Zihuateutla, Eloxochitlán y Teotlalco, en la Sierra Negra y Mixteca, respectivamente.

En materia de infraestructura hídrica, hubo afectaciones en 198 comunidades, de las cuales el 98 por ciento son rupturas de líneas de conducción de agua por deslizamientos de tierra, reestableciéndose provisionalmente el servicio. Otras afectaciones son la inundación de cárcamos de bombeo y bombas, ubicados en orillas de ríos, o líneas de drenaje y sistemas de tratamiento de aguas residuales, en algunas comunidades.

En coordinación con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS) y las autoridades municipales, este lunes 20 iniciará el diagnóstico, el cual terminará el 31 de octubre, para proceder a la restauración de los servicios de agua y saneamiento.

La intervención oportuna y coordinada del Gobierno Federal, a través del Plan DN3-E, y el Gobierno Estatal, a través de la Coordinación Estatal de Protección Civil y todas las dependencias involucradas, así como el apoyo de gobiernos municipales, permitió la atención inmediata  a la población afectada estableciendo  albergues, la dotación de apoyos alimentarios por parte del DIF, médicos por parte del sector Salud, además de que se establecieron puentes aéreos para comunidades aisladas, con el apoyo de las secretarías de la Defensa Nacional, Marina y Guardia Nacional.

Es muy importante resaltar la disposición inmediata de 122 máquinas, en 11 frentes de trabajo, que han permitido reestablecer la comunicación en 60 comunidades de un total de 77 afectadas que no tenían acceso. Se han limpiado 8 mil 909 avenidas y calles, así como también se han retirado 21 mil 308 metros cúbicos de lodo.

Lo anterior fue posible por la gran coordinación entre el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, y el gobierno previsor del gobernador Alejandro Armenta que, hace unos meses, con gran visión y voluntad política, instruyó la adquisición de 14 módulos de maquinaria pesada, con una inversión cercana a 800 millones de pesos, para construir y rehabilitar caminos. Los caminos son las arterias de los pueblos, fundamentales para acceder a los servicios básicos y al desarrollo.

Contar con maquinaria propia permite respuestas rápidas y atención a necesidades que en forma manual son imposibles para remover miles de metros cúbicos de lodo, tierra, árboles caídos, basura y piedras que obstaculizan el paso en los caminos para luego rehabilitarlos. También para atender los derrumbes y deslaves cerca de zonas habitadas, limpiar calles y trasladar los escombros a tiraderos preestablecidos.

La maquinaria se utiliza para rehabilitar los accesos hacia los sistemas de abasto de agua y corregir daños para reestablecer el servicio, desazolvar barrancas y corregir cauces de ríos, hacer barreras protectoras y múltiples tareas que hemos constatado al acompañar al gobernador Armenta y al secretario de Infraestructura de Puebla.

La maquinaria es un activo fundamental para la construcción y rehabilitación de obras prioritarias para el desarrollo de las comunidades, es un eslabón insustituible en la canasta de servicios demandados en un pueblo, el cual los ciudadanos no pueden adquirir en propiedad por su alto costo, además del uso en construcción y rehabilitación de caminos.

En otras regiones, la maquinaria se está utilizando también para construir represas, desazolvar jagüeyes, hacer reservorios para captar agua con fines productivos y de recarga artificial de acuíferos, pozos y manantiales.

Una línea nueva de política hídrica que impulsará el gobierno de Puebla con los módulos de maquinaria es la infiltración de agua a través de pozos de absorción para reducir inundaciones y recargar agua al subsuelo, reduciendo la necesidad de colectores pluviales que solo desalojan y alejan el agua sin mayores beneficios.

Finalmente, cabe destacar que la recarga natural, vía reforestación, y la recarga artificial de acuíferos, forman parte importante de las acciones de manejo de las cuencas para retener el agua arriba, infiltrarla y alimentar los pozos y manantiales en la parte baja a lo largo del año, reduciendo inundaciones. Esto, incluye también la roturación de tierras que permiten duplicar la capacidad de retención de lluvia, mejorar la biodiversidad, aumentar rendimientos y promover la recarga de acuíferos en las tierras de uso agrícola y ganadero.


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