Maquinaria
oportuna para restaurar caminos devastados
Alberto
Jiménez Merino
El huracán Jerry llegó a la
Sierra Norte de Puebla el 8 de octubre, con lluvias de hasta 280 mm, dejó 280
litros de agua por metro cuadrado, durante 50 horas continuas. Esta cantidad de
lluvia es aproximadamente el 40 por ciento de lo que llueve en la mixteca poblana
durante todo el año.
Este fenómeno provocó el
desbordamiento de arroyos, barrancas y ríos que subieron sus niveles más de 4 metros;
el reblandecimiento de tierras; deslave y derrumbe de cerros por saturación de
agua, y la inundación de centros de población y terrenos de uso agropecuario
donde hubo pérdidas de ganado mayor, especies menores y cultivos.
Se cayeron puentes, el
suministro eléctrico se vio afectado, se registraron daños en escuelas,
hospitales, líneas de agua potable e interrupción de la comunicación debido al
corte de caminos en 23 municipios de la Sierra Norte, dejando incomunicadas a 77
comunidades. Se registraron 18 fallecidos y 5 desaparecidos. Las viviendas
dañadas suman más de 5 mil.
En el estado de Puebla, los
municipios afectados son Chiconcuautla, Francisco Z. Mena, Honey, Huauchinango,
Hueytlalpan, Huitzilan de Serdán, Jalpan, Jopala, Juan Galindo, Naupan,
Pahuatlán, Pantepec, Tlacuilotepec, Tlaola, Tlapacoya, Tlaxco, Venustiano
Carranza, Xicotepec, Xochitlán de Vicente Suárez, Zacatlán, en la Sierra Norte;
y Zihuateutla, Eloxochitlán y Teotlalco, en la Sierra Negra y Mixteca,
respectivamente.
En materia de infraestructura hídrica,
hubo afectaciones en 198 comunidades, de las cuales el 98 por ciento son
rupturas de líneas de conducción de agua por deslizamientos de tierra,
reestableciéndose provisionalmente el servicio. Otras afectaciones son la
inundación de cárcamos de bombeo y bombas, ubicados en orillas de ríos, o
líneas de drenaje y sistemas de tratamiento de aguas residuales, en algunas
comunidades.
En coordinación con la
Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la Comisión Estatal de Agua y
Saneamiento (CEAS) y las autoridades municipales, este lunes 20 iniciará
el diagnóstico, el cual terminará el 31 de octubre, para proceder a la
restauración de los servicios de agua y saneamiento.
La intervención oportuna y
coordinada del Gobierno Federal, a través del Plan DN3-E, y el Gobierno Estatal,
a través de la Coordinación Estatal de Protección Civil y todas las
dependencias involucradas, así como el apoyo de gobiernos municipales, permitió
la atención inmediata a la población afectada
estableciendo albergues, la dotación de
apoyos alimentarios por parte del DIF, médicos por parte del sector Salud, además
de que se establecieron puentes aéreos para comunidades aisladas, con el apoyo
de las secretarías de la Defensa Nacional, Marina y Guardia Nacional.
Es muy importante resaltar la disposición
inmediata de 122 máquinas, en 11 frentes de trabajo, que han permitido
reestablecer la comunicación en 60 comunidades de un total de 77 afectadas que
no tenían acceso. Se han limpiado 8 mil 909 avenidas y calles, así como también
se han retirado 21 mil 308 metros cúbicos de lodo.
Lo anterior fue posible por la
gran coordinación entre el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, y el gobierno
previsor del gobernador Alejandro Armenta que, hace unos meses, con gran visión
y voluntad política, instruyó la adquisición de 14 módulos de maquinaria pesada,
con una inversión cercana a 800 millones de pesos, para construir y
rehabilitar caminos. Los caminos son las arterias de los pueblos, fundamentales
para acceder a los servicios básicos y al desarrollo.
Contar con maquinaria propia
permite respuestas rápidas y atención a necesidades que en forma manual son
imposibles para remover miles de metros cúbicos de lodo, tierra, árboles
caídos, basura y piedras que obstaculizan el paso en los caminos para luego
rehabilitarlos. También para atender los derrumbes y deslaves cerca de zonas
habitadas, limpiar calles y trasladar los escombros a tiraderos
preestablecidos.
La maquinaria se utiliza para
rehabilitar los accesos hacia los sistemas de abasto de agua y corregir daños
para reestablecer el servicio, desazolvar barrancas y corregir cauces de ríos,
hacer barreras protectoras y múltiples tareas que hemos constatado al acompañar
al gobernador Armenta y al secretario de Infraestructura de Puebla.
La maquinaria es un activo fundamental
para la construcción y rehabilitación de obras prioritarias para el desarrollo
de las comunidades, es un eslabón insustituible en la canasta de servicios
demandados en un pueblo, el cual los ciudadanos no pueden adquirir en propiedad
por su alto costo, además del uso en construcción y rehabilitación de caminos.
En otras regiones, la
maquinaria se está utilizando también para construir represas, desazolvar jagüeyes,
hacer reservorios para captar agua con fines productivos y de recarga artificial
de acuíferos, pozos y manantiales.
Una línea nueva de política
hídrica que impulsará el gobierno de Puebla con los módulos de maquinaria es la
infiltración de agua a través de pozos de absorción para reducir inundaciones y
recargar agua al subsuelo, reduciendo la necesidad de colectores pluviales que
solo desalojan y alejan el agua sin mayores beneficios.
Finalmente, cabe destacar que
la recarga natural, vía reforestación, y la recarga artificial de acuíferos,
forman parte importante de las acciones de manejo de las cuencas para retener
el agua arriba, infiltrarla y alimentar los pozos y manantiales en la parte
baja a lo largo del año, reduciendo inundaciones. Esto, incluye también la roturación
de tierras que permiten duplicar la capacidad de retención de lluvia,
mejorar la biodiversidad, aumentar rendimientos y promover la recarga de acuíferos
en las tierras de uso agrícola y ganadero.







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