Estoy completamente de acuerdo con José Alfredo Vega Herrera, presidente de la Agrupación de Constructoras y Empresarios Puebla Siglo XXI, quien dice que las necesidades de obra pública deben contar con un estudio previo, pero también con el análisis de las mejores alternativas para no hipotecar el futuro de los poblanos.
El autorizar deudas a pagar a 10 años por la renovación del alumbrado público en 17 localidades es un acto irresponsable del Congreso, que los ciudadanos no deben tolerar.
Como ya se ha vuelto toda una tradición perversa, los gobernadores tienen un congreso a modo, con diputadetes que dicen si a todo, sea del mismo partido del Señor en turno o de “oposición”. No deberían ser tan prostitutos, muestren un poco de dignidad, están dejando todo a la iniciativa privada que nos se tentará el corazón para incrementar los costos, en el caso del agua por ejemplo, en 700 por ciento, lo cual ya se ha visto en otras partes del país, mala costumbre que trajo de su tierra queretana el titular de SOAPAP.
Desde el principio de este régimen de locas… y de locos, muchos criticamos que tras la purga marinista, que corrió a muchos “burócratas”, lo lógico es que los cambiara si no por personas neutrales, por panistas o aliancistas, pero lo que hizo fue traer a pura gente de fuera, con el argumento de que eras personas sin relación aluna con el cochambre político local, pero lo que hizo fue dejar a muchos poblanos sin trabajo, en la calle, se empezó a escuchar el lamento: ¡Moreno Valle me dejó en la calle!, lo cual a tres años lejos de aminorar, sigue in crechendo.
El caso de la construcción es típico, no importa lo que diga la Ley de Deuda del Estado de Puebla, los PPS (Proyectos de Prestación de Servicios) sí son deuda pública, y sujetar a este esquema las obras e infraestructura que se requiere corremos el riesgo de que en el futuro no haya futuro.
Las deudas contraídas por el Estado de Puebla por 8 mil 958.8 millones de pesos equivalen al 39% del total de las participaciones que Puebla recibirá en 2013 por 23 mil 34 millones de pesos, lo preocupante es que este dinero ni siquiera es generado por la entidad, sino que corresponde íntegramente a fondos aportados desde la Federación. Gastamos lo que no tenemos.
Para evitar esa discrecionalidad en la asignación de las obras con objetivos poco claros, el gremio poblano insiste en contar con una Secretaría de Planeación que efectivamente se avoque a analizar las necesidades, los escenarios ideales para cubrirlas, indagar sobre las mejores alternativas a los costos adecuados, determinar las prioridades, articular las acciones conforme a los grandes objetivos del estado, pero también las metas locales, reduciendo los riesgos, midiendo los progresos y controlando los resultados.
Como dice el refrán, resultó peor el remedio que la enfermedad, lo que está haciendo el actual gobierno estatal, a la larga será peor que el endeudamiento millonario en el que incurrió su antecesor, el Precioso Mario Plutarco Marín Torres, al cual por cierto, no castigó, ni castigará, es claro que es un contubernio, un pacto entre la bella y la bestia, juzgue usted cual es cual, ¿Quién en quien?
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