El planeta atraviesa severos cambios, siendo que los expertos en el tema aseguran que los radicales cambios climáticos se han acelerado durante la década de 2001 hasta 2010, etapa caracterizada por la presencia de numerosos fenómenos de variabilidad natural del clima como las erupciones volcánicas, los cambios en la órbita de traslación de la Tierra, los cambios en el ángulo del eje de rotación de la Tierra y las variaciones en la composición de la atmósfera; así como fenómenos extraordinarios como la alta temperatura terrestre, debido al calentamiento global, mismo que ha originado la disminución de glaciares, la subida del nivel del mar y otros fenómenos climáticos.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático usa este término sólo para referirse al cambio atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima. Por su parte, el calentamiento global es entendido como el incremento observado en la temperatura promedio de la superficie de la Tierra, en la capa más baja de la atmósfera, como resultado del aumento de las emisiones de los gases de efecto invernadero debido a las actividades humanas.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) asegura que durante esa década se produjeron inundaciones en el 63% de los 102 países que participaron en el estudio, mientras que en 43% se registraron problemas de sequía. En zonas del hemisferio norte, el volumen de precipitaciones se situó por encima de la media de los años anteriores, especialmente en el este de Estados Unidos, el norte y el este de Canadá, Europa y Asia Central y algunas regiones de Sudamérica (Informe de la década 2001-2010 sobre el Clima Mundial).
La temperatura media de la superficie terrestre subió más de 0,74 grados centígrados en los últimos 100 años y este incremento es el mayor de los últimos 10 mil años. El nivel del mar también ha tenido cambios, pues subió entre 10 y 20 centímetros durante el siglo XX.
Es así que este día nos permite recordar el peligro al que está expuesto el planeta por el cambio climático, una realidad definida por Greenpeace como “la mayor amenaza medioambiental a la que se enfrenta la humanidad” y considera que mantener la subida de la temperatura media global por debajo de 2ºC debe ser la máxima meta política relativa al cambio climático, ya que si sobrepasamos este umbral, millones de personas sufrirán los efectos peligrosos del cambio climático.
Al respecto, el Día Mundial del Clima se celebra cada 26 de marzo con el objetivo de crear conciencia sobre los constantes cambios climáticos que suceden en la actualidad y su impacto en diversos aspectos de la vida humana y los ecosistemas en el planeta.
Es por ello que el gobierno mexicano ha asumido el compromiso de garantizar el derecho de toda persona a vivir en un ambiente sano y equilibrado, señalando que es tiempo de asumir políticas que permitan destinar más recursos al cuidado del entorno ecológico. Por lo que ha convocado a todos los sectores de la sociedad a tomar una mayor conciencia sobre la importancia de conservar el ambiente en el presente para no lamentarnos el día de mañana de no haber hecho lo necesario para cuidar nuestro entorno.
Asimismo, promueve la aplicación de una política pública orientada al desarrollo sostenible y al equilibrio de las actividades económicas con la debida protección de los ecosistemas, siendo un compromiso la recuperación y conservación de la biodiversidad, recursos naturales y áreas naturales protegidas pero siempre con la colaboración de la sociedad
Al mismo tiempo, a través de la Secretaría del Medio Ambiente, se han emprendido acciones como la rehabilitación de áreas verdes urbanas, protección de áreas naturales; ha invertido millones de pesos para la conservación de la zona de la mariposa monarca y otras zonas que cuentan con una importante variedad de especies de flora y fauna, centros eco turísticos así como en educación ambiental.
México es país con una sociedad participativa consiente de la problemática actual la cual al cumplir actividades sencillas pero trascendentes -como la separación de residuos sólidos, la verificación de automóviles y el trato digno a nuestra fauna y flora- nos permite colaborar al logro de un escenario favorable a nivel nacional y mundial.
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