Paola Longoria, sin muchos reflectores, se ha coronado como la reina del raquetbol y su victoria 141 consecutivamente fue consumada con su título 35 en el abierto de San Luis.
La primera vez que conocí, o más bien supe de Longoria, fue hace un par de años, cuando me encontré con una entrevista y una galería de fotos hecha por la agencia Reforma, hasta ahí no me sorprendía nada.
No obstante, conforme pasaba el tiempo, las victorias de Paola fueron más remarcadas, sobre todo por su carácter de imbatible, indomable, dentro del mundo del raquetbol, una disciplina poco conocida para el mexicano y, por ello, conlleva más valor para sus logros.
Se dice fácil ser el mejor del mundo, pero esto engloba disciplina, compromiso, profesionalidad y sacrificio en un deporte complejo y que exige dar lo mejor de sí mismo en un espacio reducido.
La potosina, además de ser considerada como la mejor de la Organización Femenil de Raquetbol Profesional, ha puesto a México en los primeros planos, hecho que demuestra con sus tres medallas de oro en los pasados juegos Panamericanos realizados en Guadalajara, que se suman a las tres medallas de oro que consiguió, una en los Centroamericanos de Mayagüez y el otro par en Cartagena en 2006.
Sin más por decir, la mexicana es la mejor del mundo no sólo de este momento, sino de la historia de este deporte, hecho que vale la pena presumir.
Mujer Orgullo Mexicano
En los últimos años, la mujer mexicana se ha convertido en el principal referente del deporte mexicano a nivel mundial. Un ejemplo claro son los pasados Juegos Panamericanos, en donde se obtuvieron 133 preseas, de las cuales 71 fueron conseguidas por mujeres y 62 por los hombres, dos más fueron para equipos mixtos.
Asimismo, en los pasados Juegos Olímpicos, celebrados en Londres 2012 se consiguieron siete medallas (un oro, tres platas, tres bronces), de las cuales cinco fueron conseguidas por mujeres.
Bernardo de la Garza, exdirector de la Conade, en una entrevista durante los Panamericanos destacó el hecho de “la mentalidad triunfadora para romper paradigmas del no poder”.
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