lunes, 15 de septiembre de 2014

Turquía y México Por Octavio Islas



Del 2 al 5 de septiembre, Estambul, Turquía, fue sede del noveno Foro de la Gobernanza de Internet (IGF), foro abierto para analizar y debatir cuestiones de política pública relacionadas con la gobernanza de Internet.

El título de la novena edición del referido foro fue reunión fue "Conectando Continentes para mejorar la gobernanza multilateral Internet" [http://www.igf2014.org.tr/].

Mientras los cientos de participantes en el noveno Foro de la Gobernanza de Internet debatían en torno a importantes temas relacionados con la definición de políticas públicas en materia de Internet (1.- Políticas que permitan el acceso  a Internet; 2.-  Creación de contenidos, difusión y uso; 3.- Internet como motor de crecimiento y desarrollo; 4.- IGF y el futuro del ecosistema de Internet; 5.- Mejorar la confianza digital; 6.- Internet y derecho humanos; 7.- Recursos críticos de Internet; 8.- Temas emergentes), el gobierno del presidente Racep Tayyip Erdogan aprovechó la oportunidad para limitar la libertad en Internet con una legislación que permite el bloqueo de contenidos online.

Tayyip Erdogan, considerado islamista moderado, y quien durante 12 años se desempeñó como primer ministro de Turquía, asumió la presidencia de Turquía el 28 de agosto, sucediendo a Abdullah Gül.

En el mes de febrero se registraron protestas ciudadanas y manifestaciones. Como en otros movimientos libertarios, las redes sociales observaron un rol protagónico en tales acontecimientos. El gobierno de Gül decidió bloquear las redes sociales en el mes de marzo.

A partir de marzo a los internautas turcos les fue impedido el acceso a Twitter y YouTube. En medio de este apagón online ocurrió el escándalo de supuestas conversaciones de blanqueo de dinero entre el entonces primer ministro, Tayyip Erdogan, y su hijo. Sin embargo, el Tribunal Constitucional ordenó retirar el bloqueo a las referidas redes sociales.

En el mes de marzo, durante las elecciones municipales –que ganó el partido AKP, en el cual milita Tayyip Erdogan- el sistema se calló –como ocurrió en México en las elecciones celebradas en el mes de julio de 1988-. Se afirmó que la ventaja del AKP era definitiva.

El 28 de agosto, día en el cual Racep Tayyip Erdogan asumió la presidencia de Turquía, dio inicio una intensa campaña de comunicación social, en la cual anunciaba “una nueva Turquía”, la cual contaría con normas democráticas más avanzadas.

Sin embargo, hace unos días, mientras se desarrollaban las actividades programadas en el noveno Foro de la Gobernanza de Internet, el Parlamento turco finalmente autorizó una iniciativa del hoy presidente Tayyip Erdogan, que permite considerar a Internet como una amenaza para la seguridad nacional, el orden público o para prevenir crímenes.

Antes los servidores podían retirar información indeseable para el gobierno en apenas cuatro horas. Ahora, además de los servidores, las empresas de telecomunicaciones pueden almacenar datos durante dos años. 

Por supuesto es posible advertir algunas similitudes sorprendentes con el caso mexicano. Sin embargo, la postura del gobierno turco efectivamente resulta congruente con su proceder.

Hacia el exterior asumimos posiciones progresistas, apegadas y comprometidas con el respeto a los derechos humanos, la cultura y diversidad lingüística, el espacio unificado y no fragmentado, la seguridad, estabilidad y resistencia de Internet, la arquitectura abierta y distribuida, el entorno favorable para la innovación y la creatividad, los estándares abiertos, etcétera.

Desafortunadamente algunos artículos contenidos en nuestra ley en materia de telecomunicaciones representan la rotunda negación de tan elevados preceptos.

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lunes, 15 de septiembre de 2014

Turquía y México Por Octavio Islas



Del 2 al 5 de septiembre, Estambul, Turquía, fue sede del noveno Foro de la Gobernanza de Internet (IGF), foro abierto para analizar y debatir cuestiones de política pública relacionadas con la gobernanza de Internet.

El título de la novena edición del referido foro fue reunión fue "Conectando Continentes para mejorar la gobernanza multilateral Internet" [http://www.igf2014.org.tr/].

Mientras los cientos de participantes en el noveno Foro de la Gobernanza de Internet debatían en torno a importantes temas relacionados con la definición de políticas públicas en materia de Internet (1.- Políticas que permitan el acceso  a Internet; 2.-  Creación de contenidos, difusión y uso; 3.- Internet como motor de crecimiento y desarrollo; 4.- IGF y el futuro del ecosistema de Internet; 5.- Mejorar la confianza digital; 6.- Internet y derecho humanos; 7.- Recursos críticos de Internet; 8.- Temas emergentes), el gobierno del presidente Racep Tayyip Erdogan aprovechó la oportunidad para limitar la libertad en Internet con una legislación que permite el bloqueo de contenidos online.

Tayyip Erdogan, considerado islamista moderado, y quien durante 12 años se desempeñó como primer ministro de Turquía, asumió la presidencia de Turquía el 28 de agosto, sucediendo a Abdullah Gül.

En el mes de febrero se registraron protestas ciudadanas y manifestaciones. Como en otros movimientos libertarios, las redes sociales observaron un rol protagónico en tales acontecimientos. El gobierno de Gül decidió bloquear las redes sociales en el mes de marzo.

A partir de marzo a los internautas turcos les fue impedido el acceso a Twitter y YouTube. En medio de este apagón online ocurrió el escándalo de supuestas conversaciones de blanqueo de dinero entre el entonces primer ministro, Tayyip Erdogan, y su hijo. Sin embargo, el Tribunal Constitucional ordenó retirar el bloqueo a las referidas redes sociales.

En el mes de marzo, durante las elecciones municipales –que ganó el partido AKP, en el cual milita Tayyip Erdogan- el sistema se calló –como ocurrió en México en las elecciones celebradas en el mes de julio de 1988-. Se afirmó que la ventaja del AKP era definitiva.

El 28 de agosto, día en el cual Racep Tayyip Erdogan asumió la presidencia de Turquía, dio inicio una intensa campaña de comunicación social, en la cual anunciaba “una nueva Turquía”, la cual contaría con normas democráticas más avanzadas.

Sin embargo, hace unos días, mientras se desarrollaban las actividades programadas en el noveno Foro de la Gobernanza de Internet, el Parlamento turco finalmente autorizó una iniciativa del hoy presidente Tayyip Erdogan, que permite considerar a Internet como una amenaza para la seguridad nacional, el orden público o para prevenir crímenes.

Antes los servidores podían retirar información indeseable para el gobierno en apenas cuatro horas. Ahora, además de los servidores, las empresas de telecomunicaciones pueden almacenar datos durante dos años. 

Por supuesto es posible advertir algunas similitudes sorprendentes con el caso mexicano. Sin embargo, la postura del gobierno turco efectivamente resulta congruente con su proceder.

Hacia el exterior asumimos posiciones progresistas, apegadas y comprometidas con el respeto a los derechos humanos, la cultura y diversidad lingüística, el espacio unificado y no fragmentado, la seguridad, estabilidad y resistencia de Internet, la arquitectura abierta y distribuida, el entorno favorable para la innovación y la creatividad, los estándares abiertos, etcétera.

Desafortunadamente algunos artículos contenidos en nuestra ley en materia de telecomunicaciones representan la rotunda negación de tan elevados preceptos.

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