jueves, 2 de octubre de 2014

Actores en la caída de Nava Castillo, anécdotas.

SIN LÍMITES 1 DE OCTUBRE

Por Raúl Torres Salmerón
Hubo actores importantes en el proceso final de la caída del gobernador Antonio Nava Castillo, el 30 de octubre de 1964, en la Puebla convulsionada de los años 60 del siglo pasado. Este mes se cumplen 50 años de la caída del general.
Con información del archivo Sicla de Luis Ortega Morales; análisis hechos por los columnistas Gabriel Sánchez Andraca y Mauro González Rivera y los escritores Humberto Sotelo y Rodrigo Rosales Escalona, así como el libro La Lucha Universitaria en Puebla  1923-1965, del entonces rector Manuel Lara y Parra, una síntesis de los personajes participantes.
1) General Antonio Nava Castillo, gobernador del Estado, nació en 1905 en Ixcaquixtla. Ingresó en 1921 al Colegio Militar, de dónde egresó con el grado de teniente y llegó a general de división el 20 de noviembre de 1960. En 1920 era un magnifico jugador de polo, participó en 1936, con el equipo mexicano en la Olimpiada de Berlín, y dicho equipo obtuvo el tercer lugar.
Fue electo gobernador para el periodo 1963-1969. Sin embargo, el movimiento popular lo echó de Puebla el 30 de octubre de 1964. Posteriormente fue director del Rastro de Ferrería en la ciudad de México y fue fundador y dirigente de la CNOP. Falleció en la capital del país el 28 de marzo de 1983.
Quienes lo conocieron aseguran que era en verdad una persona bien intencionada y con gran sensibilidad social, pero su equipo que trajo del DF abusó del poder y fueron causantes reales de su desprestigio.
2) El sustituto de Nava Castillo, oriundo de Ixcaquixtla, el ingeniero Aarón Merino Fernández, nació el 20 de marzo de 1906. Falleció el 28 de noviembre de 1976 en la ciudad de México y fue traído a Puebla para ser sepultado en el panteón francés. Ya era presidente electo José López Portillo, quien le había ofrecido la Secretaría de Agricultura y Ganadería. Mantuvo la tranquilidad del estado e hizo grandes obras.
3) El entonces subsecretario federal de Gobernación encargado del despacho, Luis Echeverría Álvarez, quien mantuvo personal contacto todos los días del conflicto con el rector Manuel Lara y Parra, por encargo del candidato electo a la Presidencia, el poblano Gustavo Díaz Ordaz.
El 29 de octubre de 1964, los senadores electos Gonzalo Bautista O’Farril y Eduardo Cué Merlo, así como el presidente estatal del PRI, diputado Arturo Alonso Hidalgo; por el sector popular el dirigente Jorge Vergara, por el sector obrero Blas Chumacero y el diputado José Octavio Ferrer Guzmán, líder del Congreso del estado y a su vez dirigente de la CNC estatal, se entrevistaron con Echeverría para pedirle que el ejército patrullara la ciudad ante la incapacidad policiaca-
Echeverría categóricamente dijo a la comisión que la participación del Ejército podría provocar la caída del gobierno del general Nava Castillo y que eso no iba a suceder.
Al día siguiente, cayó Nava Castillo.
4) El Directorio Estudiantil Poblano, cuyos asesores jurídicos, eran los entonces estudiantes de Derecho, Jorge Morales Obregón, Gildardo Carpio Corzo, Nicandro Juárez. Formaban parte de ese grupo, los dirigentes de cada escuela y los respectivos consejeros ante el Consejo Universitario.
Entre ellos estaban Nemesio Cruz López, Ramón Beltrán López, Rubén Tejeda, Juan José Barrientos Granda, Antonio Pérez Díaz, Raúl Carpinteiro, Víctor Vargas Escorza, Ernesto Ordaz Cartas, Manuel Guzmán Pérez, Rafael Figueroa, Francisco Sánchez Muñoz, Leonardo Macías Betanzos, René Fernández, Pedro Balbuena Sánchez, Eduardo Núñez, José Luis Ríos Torres, Luis Villa Issa, José Peña Islas, Jesús Morales Flores y Luis Ponce Ramírez, entre otros.
5) El senador Eduardo Cué Merlo y los empresarios Rodolfo Budib y Gonzalo Bautista O’Farril, integrantes del llamado grupo Puebla apoyaban al gobernador. Fueron los principales impulsores de pasteurizar la leche.
6) La Unión de Pequeños Productores de Leche de los Estados de Puebla y de Tlaxcala, apoyados por la Central Campesina Independiente (CIOAC) –-encabezada por Ramón Danzós  Palomino— pidió el apoyo de los estudiantes de la UAP. Estudiantes y lecheros convocaron una marcha para el 14 de octubre, pero la fuerza pública agredió a los manifestantes, con lujo de violencia, aprehendieron a Danzós Palomino y a Bruno Martínez, secretario de la CIOAC en el estado, al litigante Teodomiro González Islas y el estudiante Enrique Cabrera Barroso.
7) El Congreso del Estado, compuesto por diputados del PRI. El Presidente de la Gran Comisión José Octavio Ferrer Guzmán promovió la Ley sobre Producción, Introducción, Transporte, Pasteurización y Comercio de la Leche y citó al Congreso del Estado para conocer de la renuncia del general Nava y designar al sucesor.
Los diputados de la XLII Legislatura Estatal (1963-1966) integrada por 15 legisladores de igual número de distritos, fueron: 1. Puebla, Jesús Ramírez Hernández; 2. Puebla, Juan Hernández Cardel; 3. San Martín Texmelucan, Esperanza Ramos de Naranjo; 4. Atlixco, Agustín Pérez Caballero; 5. Tepeaca, José Octavio Ferrer Guzmán; 6. Izúcar de Matamoros, Leopoldo Rivera González; 7. Tecamachalco, Alberto Ortega Martínez; 8. Acatlán de Osorio, Arturo Alonso Hidalgo; 9. Tehuacán, Carlos Vargas Leyva; 10. Ciudad Serdán, Esteban Rangel y Alvarado; 11.  Zacapoaxtla, Sacramento Joffre Vázquez; 12. Tetela de Ocampo, Pablo Camarena O'Farrill; 13. Teziutlán, Enrique Zamora Palafox; 14. Zacatlán, Raúl Hernández Márquez; 15. Huauchinango, Juan Castelán Sevilla.
8) Tribunal Superior de Justicia. El Presidente Arturo Fernández Aguirre y los magistrados Juan Cardoso y Enrique Molina Johnson, entre otros.
9) De los principales funcionarios de gobierno, Alfonso Hernández Ramírez, quien era Secretario General de Gobierno y fue presidente de la Sociedad de Alumnos del Colegio del estado, se limitó a los asuntos legales estatales; Contralor General de Estado, coronel Luis Sánchez Domínguez; el comandante de bomberos, Fausto Rojas Gutiérrez; el director de Tránsito, mayor Pedro Zaldívar León;  el subjefe de la Policía Preventiva, mayor P.  A.  Ramón Caracas; el médico militar José Álvarez Gutiérrez, director de Servicios Coordinados de Salud y militares como el coronel Francisco González Márquez; el teniente coronel Javier Sosa de la
Cuadra, el mayor Pardo, el capitán Llerenas Kalil, el capitán Francisco Salas Hernández y otros más provocaron la crisis y la consecuente caída del general.
Mención especial merece el general Gilberto Lepe Ruiz, Inspector General de Policía y principal represor del gobierno. En aquellos tiempos en Puebla se decía que era el padre de la actriz Ana Bertha Lepe, la Miss México y cuarto lugar Miss Universo, pero no era así. “Papá Lepe” como se le conocía tenía el grado de capitán del ejército cuando en 1962 mató al novio de su hija, Agustín de Anda y fue encarcelado.
El general Ramón Rodríguez Familiar, jefe de Operaciones de la xxv Zona Militar. Se negó a arremeter contra los estudiantes. Se negó dijo que solo recibía ordenes de la sedeña.
10) Los principales funcionarios de la UAP. El Secretario General, Isauro González Méndez y Gilberto Gómez castellanos, Jefe del Departamento Escolar.
11) El sector privado participó en apoyo al gobernador, a través de las cámaras de la Industria Maderera, Comercio en Pequeño, Agrícola y Ganadera, Propietarios en Puebla, Industria de Transformación, Lavanderías de Puebla, Comisión de Turismo, Centro Patronal, Junta de Mejoramiento Moral del Municipio de Puebla, Federación Estatal de Padres de Familia, Liga de Comunidades Agrarias, Asociación de Hoteles y Restaurantes, diputados locales, magistrados del Tribunal Superior de Justicia, 217 presidentes municipales.
UN GENERAL REPRESOR
A su llegada el mandatario Nava Castillo mostró siempre su carácter represor. Esta anécdota lo pinta de cuerpo entero. En Febrero de 1964 fue invitado por la Universidad Autónoma de Puebla, gobernada entonces por una Junta Administrativa, a inaugurar los cursos del año escolar.
La ceremonia se efectuó en el salón Barroco lleno de estudiantes. A medio acto, llegaron grupos de estudiantes fúas, de extrema derecha y los izquierdistas, llamados comunistas, les cerraron el paso y se armó un pleito entre los dos grupos dentro del salón Barroco.
El gobernador Nava Castillo, hecho una furia, salió junto con sus acompañantes y con las autoridades universitarias por la sala de Banderas, que tiene una puerta lateral y todos se dirigieron a las oficinas de la rectoría.
Había un absoluto silencio, mientras en la calle se escuchaban gritos, insultos y golpes. El gobernador le dijo a un grupo de estudiantes: Sepan ustedes que yo vine invitado por la universidad a inaugurar los cursos y no a meterme en sus asuntos. En la calle, en la calle es donde voy a hacer sentir mi autoridad.
¿Hasta cuándo? preguntó un estudiante y el general le lanzó una mirada que a todos dejó mudos.
Sin decir más, el gobernador se levantó y tomó su sombrero de fieltro y buscó la salida. Sus ayudantes lo encaminaron y con el licenciado Amado Camarillo Sánchez, presidente de la Junta Administrativa, salió de la rectoría.
EL TEXTO DE LA RENUNCIA
El 30 de octubre de 1964, a las 20:30 horas, en sesión extraordinaria, el Congreso del Estado aprobó la licencia como gobernador Constitucional del Estado de Puebla, por seis meses, del general Antonio Nava Castillo.
Su renuncia decía: “Ante los acontecimientos violentos que han venido desarrollándose en esta capital, provocados por agitadores conocidos, sin que mi gobierno haya dado motivo para ello; deseando que el pueblo de mi Estado no sufra más en carne propia y se aproveche la situación para derramar sangre inocente… esperando que ello sirva para calmar la intranquilidad artificial provocada en la entidad”.
La solicitud de licencia del general Nava fue recibida por el líder del Congreso del Estado, José Octavio Ferrer Guzmán, quien hizo de emisario ante el ingeniero Aarón Merino Fernández,  para hacerle saber de la hora de su protesta y el lugar de su nueva responsabilidad.
Estaba hospedado en el Hotel Spa Agua Azul, anexo al popular balneario, propiedad del ingeniero Miguel Díaz Barriga, a quien poco después lo nombró director de Turismo.
EL MOMENTO DE LA RENUNCIA
El 30 de octubre, a las 6:30 de la tarde, la comisión de “notables” que se entrevistó con Echeverría se reunió en las oficinas del presidente del PRI con los representantes de los tres sectores para definir la posición del sector obrero. Entonces, el diputado Ferrer recibió un llamado del Lic. Urbano Deloya, comunicándole que el gobernador Nava Castillo le pedía que pasara a su casa.
Al arribar el diputado Ferrer al domicilio del mandatario, el general Nava Castillo se encontraba de pie en la biblioteca, rodeado de un numeroso grupo de funcionarios y amigos de la Iniciativa Privada. Estaban esperando la llegada del coordinador del Congreso, a quien después de saludarlo cordial y serenamente le entregó su solicitud de licencia para separarse del cargo, diciéndole con voz firme y solemne:
“Compañero Ferrer, aquí está mi solicitud de licencia porque no quiero que corra sangre en Puebla”.
Sin esperar más lo tomó del brazo y juntos bajaron a la cochera hacia su carro, que estaba listo para partir al Distrito Federal. En ese trayecto y en forma discreta, cambiaron impresiones sobre las circunstancias y sugerencias en las que se debería llevar a cabo la sesión del Congreso para designar gobernador interino.
El diputado Ferrer no tuvo oportunidad de hacer comentario alguno con las personas que quedaban en la biblioteca. Salió rápidamente para las oficinas del Congreso del estado para convocar para esa misma noche a los integrantes de la Cámara de Diputados.
Después se realizó la sesión del Congreso, la lectura de la solicitud de licencia, la designación del ingeniero Merino Fernández como gobernador interino; la designación de la comisión que iría por él al hotel Spa Agua Azul, la protesta del nuevo gobernante ante el Congreso; el recorrido nocturno en medio de una multitud de personas de todas las clases sociales que llenaban el zócalo y calles adyacentes desde el palacio legislativo al de gobierno, entonces ubicado en lo que hoy es el edificio de Protocolos, el discurso del ingeniero Merino y el retiro de la gente en forma ordenada después de un día realmente agitado.
Al día siguiente se iniciaron los cambios de funcionarios y dio principio una nueva etapa en la vida de Puebla.
Fueron épocas  aciagas aquellas en Puebla en las que en un lapso de 12 años (1963-1975), Puebla tuvo seis gobernadores (Antonio Nava Castillo, Aarón Merino Fernández, Rafael Moreno Valle, Mario Mellado García, Gonzalo Bautista O’Farril y Guillermo Morales Blumenkron), hasta en tanto vino a cancelar odios y rencores para poder terminar bien su mandato constitucional el doctor Alfredo Toqui Fernández de Lara (1975-1981).
En fin, como dicen las coplas poblanas:
La muerte me hace conquista
de diferente manera,
yo no la pierdo de vista
porque ella es muy traicionera,
me quiere poner en lista,
donde están las calaveras.
Corre muchacho al panteón,
anda, dile al albañil,
que le eche piedras y mezcla,
que no se vaya a salir.
Y en mi cabecera pones,
un letrero colorado,
y en el letrero que diga:
“Y aquí murió el desgraciado”.
raultorress@hotmail.com

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jueves, 2 de octubre de 2014

Actores en la caída de Nava Castillo, anécdotas.

SIN LÍMITES 1 DE OCTUBRE

Por Raúl Torres Salmerón
Hubo actores importantes en el proceso final de la caída del gobernador Antonio Nava Castillo, el 30 de octubre de 1964, en la Puebla convulsionada de los años 60 del siglo pasado. Este mes se cumplen 50 años de la caída del general.
Con información del archivo Sicla de Luis Ortega Morales; análisis hechos por los columnistas Gabriel Sánchez Andraca y Mauro González Rivera y los escritores Humberto Sotelo y Rodrigo Rosales Escalona, así como el libro La Lucha Universitaria en Puebla  1923-1965, del entonces rector Manuel Lara y Parra, una síntesis de los personajes participantes.
1) General Antonio Nava Castillo, gobernador del Estado, nació en 1905 en Ixcaquixtla. Ingresó en 1921 al Colegio Militar, de dónde egresó con el grado de teniente y llegó a general de división el 20 de noviembre de 1960. En 1920 era un magnifico jugador de polo, participó en 1936, con el equipo mexicano en la Olimpiada de Berlín, y dicho equipo obtuvo el tercer lugar.
Fue electo gobernador para el periodo 1963-1969. Sin embargo, el movimiento popular lo echó de Puebla el 30 de octubre de 1964. Posteriormente fue director del Rastro de Ferrería en la ciudad de México y fue fundador y dirigente de la CNOP. Falleció en la capital del país el 28 de marzo de 1983.
Quienes lo conocieron aseguran que era en verdad una persona bien intencionada y con gran sensibilidad social, pero su equipo que trajo del DF abusó del poder y fueron causantes reales de su desprestigio.
2) El sustituto de Nava Castillo, oriundo de Ixcaquixtla, el ingeniero Aarón Merino Fernández, nació el 20 de marzo de 1906. Falleció el 28 de noviembre de 1976 en la ciudad de México y fue traído a Puebla para ser sepultado en el panteón francés. Ya era presidente electo José López Portillo, quien le había ofrecido la Secretaría de Agricultura y Ganadería. Mantuvo la tranquilidad del estado e hizo grandes obras.
3) El entonces subsecretario federal de Gobernación encargado del despacho, Luis Echeverría Álvarez, quien mantuvo personal contacto todos los días del conflicto con el rector Manuel Lara y Parra, por encargo del candidato electo a la Presidencia, el poblano Gustavo Díaz Ordaz.
El 29 de octubre de 1964, los senadores electos Gonzalo Bautista O’Farril y Eduardo Cué Merlo, así como el presidente estatal del PRI, diputado Arturo Alonso Hidalgo; por el sector popular el dirigente Jorge Vergara, por el sector obrero Blas Chumacero y el diputado José Octavio Ferrer Guzmán, líder del Congreso del estado y a su vez dirigente de la CNC estatal, se entrevistaron con Echeverría para pedirle que el ejército patrullara la ciudad ante la incapacidad policiaca-
Echeverría categóricamente dijo a la comisión que la participación del Ejército podría provocar la caída del gobierno del general Nava Castillo y que eso no iba a suceder.
Al día siguiente, cayó Nava Castillo.
4) El Directorio Estudiantil Poblano, cuyos asesores jurídicos, eran los entonces estudiantes de Derecho, Jorge Morales Obregón, Gildardo Carpio Corzo, Nicandro Juárez. Formaban parte de ese grupo, los dirigentes de cada escuela y los respectivos consejeros ante el Consejo Universitario.
Entre ellos estaban Nemesio Cruz López, Ramón Beltrán López, Rubén Tejeda, Juan José Barrientos Granda, Antonio Pérez Díaz, Raúl Carpinteiro, Víctor Vargas Escorza, Ernesto Ordaz Cartas, Manuel Guzmán Pérez, Rafael Figueroa, Francisco Sánchez Muñoz, Leonardo Macías Betanzos, René Fernández, Pedro Balbuena Sánchez, Eduardo Núñez, José Luis Ríos Torres, Luis Villa Issa, José Peña Islas, Jesús Morales Flores y Luis Ponce Ramírez, entre otros.
5) El senador Eduardo Cué Merlo y los empresarios Rodolfo Budib y Gonzalo Bautista O’Farril, integrantes del llamado grupo Puebla apoyaban al gobernador. Fueron los principales impulsores de pasteurizar la leche.
6) La Unión de Pequeños Productores de Leche de los Estados de Puebla y de Tlaxcala, apoyados por la Central Campesina Independiente (CIOAC) –-encabezada por Ramón Danzós  Palomino— pidió el apoyo de los estudiantes de la UAP. Estudiantes y lecheros convocaron una marcha para el 14 de octubre, pero la fuerza pública agredió a los manifestantes, con lujo de violencia, aprehendieron a Danzós Palomino y a Bruno Martínez, secretario de la CIOAC en el estado, al litigante Teodomiro González Islas y el estudiante Enrique Cabrera Barroso.
7) El Congreso del Estado, compuesto por diputados del PRI. El Presidente de la Gran Comisión José Octavio Ferrer Guzmán promovió la Ley sobre Producción, Introducción, Transporte, Pasteurización y Comercio de la Leche y citó al Congreso del Estado para conocer de la renuncia del general Nava y designar al sucesor.
Los diputados de la XLII Legislatura Estatal (1963-1966) integrada por 15 legisladores de igual número de distritos, fueron: 1. Puebla, Jesús Ramírez Hernández; 2. Puebla, Juan Hernández Cardel; 3. San Martín Texmelucan, Esperanza Ramos de Naranjo; 4. Atlixco, Agustín Pérez Caballero; 5. Tepeaca, José Octavio Ferrer Guzmán; 6. Izúcar de Matamoros, Leopoldo Rivera González; 7. Tecamachalco, Alberto Ortega Martínez; 8. Acatlán de Osorio, Arturo Alonso Hidalgo; 9. Tehuacán, Carlos Vargas Leyva; 10. Ciudad Serdán, Esteban Rangel y Alvarado; 11.  Zacapoaxtla, Sacramento Joffre Vázquez; 12. Tetela de Ocampo, Pablo Camarena O'Farrill; 13. Teziutlán, Enrique Zamora Palafox; 14. Zacatlán, Raúl Hernández Márquez; 15. Huauchinango, Juan Castelán Sevilla.
8) Tribunal Superior de Justicia. El Presidente Arturo Fernández Aguirre y los magistrados Juan Cardoso y Enrique Molina Johnson, entre otros.
9) De los principales funcionarios de gobierno, Alfonso Hernández Ramírez, quien era Secretario General de Gobierno y fue presidente de la Sociedad de Alumnos del Colegio del estado, se limitó a los asuntos legales estatales; Contralor General de Estado, coronel Luis Sánchez Domínguez; el comandante de bomberos, Fausto Rojas Gutiérrez; el director de Tránsito, mayor Pedro Zaldívar León;  el subjefe de la Policía Preventiva, mayor P.  A.  Ramón Caracas; el médico militar José Álvarez Gutiérrez, director de Servicios Coordinados de Salud y militares como el coronel Francisco González Márquez; el teniente coronel Javier Sosa de la
Cuadra, el mayor Pardo, el capitán Llerenas Kalil, el capitán Francisco Salas Hernández y otros más provocaron la crisis y la consecuente caída del general.
Mención especial merece el general Gilberto Lepe Ruiz, Inspector General de Policía y principal represor del gobierno. En aquellos tiempos en Puebla se decía que era el padre de la actriz Ana Bertha Lepe, la Miss México y cuarto lugar Miss Universo, pero no era así. “Papá Lepe” como se le conocía tenía el grado de capitán del ejército cuando en 1962 mató al novio de su hija, Agustín de Anda y fue encarcelado.
El general Ramón Rodríguez Familiar, jefe de Operaciones de la xxv Zona Militar. Se negó a arremeter contra los estudiantes. Se negó dijo que solo recibía ordenes de la sedeña.
10) Los principales funcionarios de la UAP. El Secretario General, Isauro González Méndez y Gilberto Gómez castellanos, Jefe del Departamento Escolar.
11) El sector privado participó en apoyo al gobernador, a través de las cámaras de la Industria Maderera, Comercio en Pequeño, Agrícola y Ganadera, Propietarios en Puebla, Industria de Transformación, Lavanderías de Puebla, Comisión de Turismo, Centro Patronal, Junta de Mejoramiento Moral del Municipio de Puebla, Federación Estatal de Padres de Familia, Liga de Comunidades Agrarias, Asociación de Hoteles y Restaurantes, diputados locales, magistrados del Tribunal Superior de Justicia, 217 presidentes municipales.
UN GENERAL REPRESOR
A su llegada el mandatario Nava Castillo mostró siempre su carácter represor. Esta anécdota lo pinta de cuerpo entero. En Febrero de 1964 fue invitado por la Universidad Autónoma de Puebla, gobernada entonces por una Junta Administrativa, a inaugurar los cursos del año escolar.
La ceremonia se efectuó en el salón Barroco lleno de estudiantes. A medio acto, llegaron grupos de estudiantes fúas, de extrema derecha y los izquierdistas, llamados comunistas, les cerraron el paso y se armó un pleito entre los dos grupos dentro del salón Barroco.
El gobernador Nava Castillo, hecho una furia, salió junto con sus acompañantes y con las autoridades universitarias por la sala de Banderas, que tiene una puerta lateral y todos se dirigieron a las oficinas de la rectoría.
Había un absoluto silencio, mientras en la calle se escuchaban gritos, insultos y golpes. El gobernador le dijo a un grupo de estudiantes: Sepan ustedes que yo vine invitado por la universidad a inaugurar los cursos y no a meterme en sus asuntos. En la calle, en la calle es donde voy a hacer sentir mi autoridad.
¿Hasta cuándo? preguntó un estudiante y el general le lanzó una mirada que a todos dejó mudos.
Sin decir más, el gobernador se levantó y tomó su sombrero de fieltro y buscó la salida. Sus ayudantes lo encaminaron y con el licenciado Amado Camarillo Sánchez, presidente de la Junta Administrativa, salió de la rectoría.
EL TEXTO DE LA RENUNCIA
El 30 de octubre de 1964, a las 20:30 horas, en sesión extraordinaria, el Congreso del Estado aprobó la licencia como gobernador Constitucional del Estado de Puebla, por seis meses, del general Antonio Nava Castillo.
Su renuncia decía: “Ante los acontecimientos violentos que han venido desarrollándose en esta capital, provocados por agitadores conocidos, sin que mi gobierno haya dado motivo para ello; deseando que el pueblo de mi Estado no sufra más en carne propia y se aproveche la situación para derramar sangre inocente… esperando que ello sirva para calmar la intranquilidad artificial provocada en la entidad”.
La solicitud de licencia del general Nava fue recibida por el líder del Congreso del Estado, José Octavio Ferrer Guzmán, quien hizo de emisario ante el ingeniero Aarón Merino Fernández,  para hacerle saber de la hora de su protesta y el lugar de su nueva responsabilidad.
Estaba hospedado en el Hotel Spa Agua Azul, anexo al popular balneario, propiedad del ingeniero Miguel Díaz Barriga, a quien poco después lo nombró director de Turismo.
EL MOMENTO DE LA RENUNCIA
El 30 de octubre, a las 6:30 de la tarde, la comisión de “notables” que se entrevistó con Echeverría se reunió en las oficinas del presidente del PRI con los representantes de los tres sectores para definir la posición del sector obrero. Entonces, el diputado Ferrer recibió un llamado del Lic. Urbano Deloya, comunicándole que el gobernador Nava Castillo le pedía que pasara a su casa.
Al arribar el diputado Ferrer al domicilio del mandatario, el general Nava Castillo se encontraba de pie en la biblioteca, rodeado de un numeroso grupo de funcionarios y amigos de la Iniciativa Privada. Estaban esperando la llegada del coordinador del Congreso, a quien después de saludarlo cordial y serenamente le entregó su solicitud de licencia para separarse del cargo, diciéndole con voz firme y solemne:
“Compañero Ferrer, aquí está mi solicitud de licencia porque no quiero que corra sangre en Puebla”.
Sin esperar más lo tomó del brazo y juntos bajaron a la cochera hacia su carro, que estaba listo para partir al Distrito Federal. En ese trayecto y en forma discreta, cambiaron impresiones sobre las circunstancias y sugerencias en las que se debería llevar a cabo la sesión del Congreso para designar gobernador interino.
El diputado Ferrer no tuvo oportunidad de hacer comentario alguno con las personas que quedaban en la biblioteca. Salió rápidamente para las oficinas del Congreso del estado para convocar para esa misma noche a los integrantes de la Cámara de Diputados.
Después se realizó la sesión del Congreso, la lectura de la solicitud de licencia, la designación del ingeniero Merino Fernández como gobernador interino; la designación de la comisión que iría por él al hotel Spa Agua Azul, la protesta del nuevo gobernante ante el Congreso; el recorrido nocturno en medio de una multitud de personas de todas las clases sociales que llenaban el zócalo y calles adyacentes desde el palacio legislativo al de gobierno, entonces ubicado en lo que hoy es el edificio de Protocolos, el discurso del ingeniero Merino y el retiro de la gente en forma ordenada después de un día realmente agitado.
Al día siguiente se iniciaron los cambios de funcionarios y dio principio una nueva etapa en la vida de Puebla.
Fueron épocas  aciagas aquellas en Puebla en las que en un lapso de 12 años (1963-1975), Puebla tuvo seis gobernadores (Antonio Nava Castillo, Aarón Merino Fernández, Rafael Moreno Valle, Mario Mellado García, Gonzalo Bautista O’Farril y Guillermo Morales Blumenkron), hasta en tanto vino a cancelar odios y rencores para poder terminar bien su mandato constitucional el doctor Alfredo Toqui Fernández de Lara (1975-1981).
En fin, como dicen las coplas poblanas:
La muerte me hace conquista
de diferente manera,
yo no la pierdo de vista
porque ella es muy traicionera,
me quiere poner en lista,
donde están las calaveras.
Corre muchacho al panteón,
anda, dile al albañil,
que le eche piedras y mezcla,
que no se vaya a salir.
Y en mi cabecera pones,
un letrero colorado,
y en el letrero que diga:
“Y aquí murió el desgraciado”.
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