miércoles, 25 de enero de 2017

¡Es la reforma energética…! por MANUEL BARTLETT DÍAZ


¡Es la reforma energética…!

por MANUEL BARTLETT DÍAZ

Peña Nieto impuso el “gasolinazo”, aplicando la Ley de Ingresos, aprobada por PRI, PAN y PRD, incrementando -de golpe- el precio de gasolina y diésel 20%, como parte de la “liberalización los precios” y que obedece a un Gobierno quebrado para pagar su irresponsable endeudamiento; sin duda, brutal ataque contra la economía popular, que la Cámara de Diputados debe reformar e impedir su repetición programada. Pero no nos confundamos, el problema es la Reforma Energética. Nuestras refinerías trabajan al 37% de su capacidad, el gobierno cortó la producción de gasolina y diesel, con petróleo nuestro que abarataría el precio y “liberó” a empresas extranjeras para importar gasolina y diesel, que cubren ya el 70% del mercado nacional –más de 570 mil barriles diarios-, cuyo precio incluye costos del petróleo crudo, de refinación, de comercialización en Estados Unidos (EU), de importación, almacenamiento y traslado de la gasolina y diésel, de impuestos y de utilidades acaparadas por EU. Los mexicanos lo pagaremos, en detrimento de la actividad industrial, empleos e impuestos para México. Para asegurar el negocio a los importadores  de gasolina, el gobierno puso a remate la capacidad de almacenamiento y transporte de petrolíferos de Pemex, que quedaran en las transnacionales. Además, la red de gasolineras mexicanas se ha ido vendiendo subrepticiamente a transnacionales; así como los 10,000 km de oleoductos y 5000 km de poliductos, a fondos financieros como BlackRock y otros de funcionarios y exfuncionarios priistas y panistas, corrupción concertada.

La Reforma obligó a Pemex terminar vigencia de contratos de suministro con gasolineros en 2017, forzando abandono de “franquicia-Pemex”, pasando a contratos a corto plazo y salida fácil, obligación virtual para que compren a importadores extranjeros que controlan ya 70% del mercado, y liberalizados los precios, serán determinados por el supuesto mercado. La Reforma Energética destruye toda la capacidad operativa, productiva, financiera, tecnológica y de suministro al mercado nacional de hidrocarburos de Pemex, para sustituirlo por oligopolios extranjeros, otorgándoles toda la cadena de valor económico, desde los yacimientos hasta la industrialización, comercialización y abasto de hidrocarburos y energía eléctrica. Transfiere la utilidad y el poder de suministro a oligopolios, sin que cubran los costos de la infraestructura y mantenimiento: subsidio directo del Estado Mexicano. Con nuestra capacidad petroquímica desmantelada, la desindustrialización y dependencia energética de EU, hacen inviable las finanzas públicas, el crecimiento económico y el desarrollo nacional. Durante los últimos 30 años México obtuvo a través de Pemex, un superávit petrolero que compensó (parcialmente) la balanza comercial, el déficit de cuenta corriente y de balanza de pagos; y aportó el 97% de las divisas del Banco de México.

El suministro energético mediante importación, tendrá dos consecuencias negativas para la inversión, el crecimiento, el empleo y el desarrollo: 1) los aumentos de los precios internacionales no podrán ser compensados por ninguna política pública, que recaerá en costos a las empresas y los ciudadanos; 2) todo aumento en el tipo de cambio incrementará los costos productivos y la inflación, por mayores precios de los energéticos. La indignación legítima de la población frente al gasolinazo irresponsable de Peña Nieto, debe obligar a los mexicanos a reconocer que este golpe se agravará; porque las gasolinas, diesel, combustóleos, petroquímicos, estarán en manos de los monopolios extranjeros que manejarán los precios a su antojo, bajo la cortina de humo del supuesto mercado, “arma política” del Imperio, de quién los hoy indignados seremos dependientes. Por eso es indispensable señalar, difundir, aclarar, insistentemente, a los mexicanos irritados, que la agresión del “gasolinazo” palidece frente la traición a México, de Peña, PRI, PAN y PRD asociados, en la imposición de la Reforma Energética. Hay responsables, ellos son.

MANUEL BARTLETT DÍAZ
SENADOR DE LA REPÚBLICA

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miércoles, 25 de enero de 2017

¡Es la reforma energética…! por MANUEL BARTLETT DÍAZ


¡Es la reforma energética…!

por MANUEL BARTLETT DÍAZ

Peña Nieto impuso el “gasolinazo”, aplicando la Ley de Ingresos, aprobada por PRI, PAN y PRD, incrementando -de golpe- el precio de gasolina y diésel 20%, como parte de la “liberalización los precios” y que obedece a un Gobierno quebrado para pagar su irresponsable endeudamiento; sin duda, brutal ataque contra la economía popular, que la Cámara de Diputados debe reformar e impedir su repetición programada. Pero no nos confundamos, el problema es la Reforma Energética. Nuestras refinerías trabajan al 37% de su capacidad, el gobierno cortó la producción de gasolina y diesel, con petróleo nuestro que abarataría el precio y “liberó” a empresas extranjeras para importar gasolina y diesel, que cubren ya el 70% del mercado nacional –más de 570 mil barriles diarios-, cuyo precio incluye costos del petróleo crudo, de refinación, de comercialización en Estados Unidos (EU), de importación, almacenamiento y traslado de la gasolina y diésel, de impuestos y de utilidades acaparadas por EU. Los mexicanos lo pagaremos, en detrimento de la actividad industrial, empleos e impuestos para México. Para asegurar el negocio a los importadores  de gasolina, el gobierno puso a remate la capacidad de almacenamiento y transporte de petrolíferos de Pemex, que quedaran en las transnacionales. Además, la red de gasolineras mexicanas se ha ido vendiendo subrepticiamente a transnacionales; así como los 10,000 km de oleoductos y 5000 km de poliductos, a fondos financieros como BlackRock y otros de funcionarios y exfuncionarios priistas y panistas, corrupción concertada.

La Reforma obligó a Pemex terminar vigencia de contratos de suministro con gasolineros en 2017, forzando abandono de “franquicia-Pemex”, pasando a contratos a corto plazo y salida fácil, obligación virtual para que compren a importadores extranjeros que controlan ya 70% del mercado, y liberalizados los precios, serán determinados por el supuesto mercado. La Reforma Energética destruye toda la capacidad operativa, productiva, financiera, tecnológica y de suministro al mercado nacional de hidrocarburos de Pemex, para sustituirlo por oligopolios extranjeros, otorgándoles toda la cadena de valor económico, desde los yacimientos hasta la industrialización, comercialización y abasto de hidrocarburos y energía eléctrica. Transfiere la utilidad y el poder de suministro a oligopolios, sin que cubran los costos de la infraestructura y mantenimiento: subsidio directo del Estado Mexicano. Con nuestra capacidad petroquímica desmantelada, la desindustrialización y dependencia energética de EU, hacen inviable las finanzas públicas, el crecimiento económico y el desarrollo nacional. Durante los últimos 30 años México obtuvo a través de Pemex, un superávit petrolero que compensó (parcialmente) la balanza comercial, el déficit de cuenta corriente y de balanza de pagos; y aportó el 97% de las divisas del Banco de México.

El suministro energético mediante importación, tendrá dos consecuencias negativas para la inversión, el crecimiento, el empleo y el desarrollo: 1) los aumentos de los precios internacionales no podrán ser compensados por ninguna política pública, que recaerá en costos a las empresas y los ciudadanos; 2) todo aumento en el tipo de cambio incrementará los costos productivos y la inflación, por mayores precios de los energéticos. La indignación legítima de la población frente al gasolinazo irresponsable de Peña Nieto, debe obligar a los mexicanos a reconocer que este golpe se agravará; porque las gasolinas, diesel, combustóleos, petroquímicos, estarán en manos de los monopolios extranjeros que manejarán los precios a su antojo, bajo la cortina de humo del supuesto mercado, “arma política” del Imperio, de quién los hoy indignados seremos dependientes. Por eso es indispensable señalar, difundir, aclarar, insistentemente, a los mexicanos irritados, que la agresión del “gasolinazo” palidece frente la traición a México, de Peña, PRI, PAN y PRD asociados, en la imposición de la Reforma Energética. Hay responsables, ellos son.

MANUEL BARTLETT DÍAZ
SENADOR DE LA REPÚBLICA

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