El cambio climático es un problema
inminente que afecta a todas las naciones del mundo y pone en peligro la vida
humana, así como la de todas las especies que habitan el planeta. La
preocupación es real, pero corresponde a todos tomar parte en las acciones para
disminuir los riesgos.
De acuerdo con la comunidad
científica el origen del cambio climático lo propicia las actividades humanas
que han contribuido a romper el equilibrio.
La industria, el transporte y los
usos del suelo han aumentado la concentración de estos gases y la temperatura
global sube, provocando entre otros, fenómenos climáticos extremos, como
inundaciones, sequías y ciclones.
Actualmente este es un tema que
involucra a 195 países del mundo, cuyos representantes se reunieron en París en
diciembre de 2015, para suscribir el acuerdo por el cambio climático el cual
busca reorientar el desarrollo hacia un mundo más sostenible, con menores emisiones
y con capacidad de adaptarse a un clima cada vez más extremo.
Este acuerdo es histórico por
diferentes razones, la primera de ella es que es el primero que logra el
consenso de prácticamente la totalidad de países del mundo, resalta la
participación de China y Estados Unidos los dos países con mayores emisiones de
gases de efecto invernadero.
El protocolo de Kioto, actualmente
vigente y suscrito en 1997, entró el vigor en 2005, casi 11 años después de
firmarse y sólo obligaba a los países desarrollados a aplicarlo, pero China y
Estados Unidos se quedaron fuera; en tanto que el nuevo acuerdo –Protocolo de
París- involucra a la mayoría de los países, aunque no se trata de un acuerdo
vinculante –no contempla sanciones para quien no lo cumpla- y cada país
determina sus propias metas, sin embargo, éstas deben contribuir a la meta
global.
El Acuerdo de París, comenzará a
aplicarse a partir de 2020 y cada 5 años habrá mediciones y nuevos planes por
país, así como de los objetivos mundiales.
En el caso de México, el plan
contempla 6 medidas para contribuir a estas metas: energías renovables y
eficiencia energética, protección de los bosques, buenas prácticas agrícolas,
transporte limpio, gestión de residuos, mejora de procesos industriales.
Amar nuestra tierra y cuidarla debe
ser el punto de partida para emprender la batalla por la vida del planeta. Amo
profundamente la tierra y por eso desde hace más de 30 años llevo a cabo
diferentes acciones que sin duda, se alinean con los objetivos mundiales por el
cambio climático.
Una de ellas es la labor de
reforestación que he llevado a cabo de la mano de mi familia a través de
jornadas para regalar árboles que sirven por un lado, para reforestar y
contribuir al medio ambiente y por otro para enseñar a niños, jóvenes y adultos
el amor, el cuidado y sobre todo el respeto a la naturaleza.
De la misma manera es un orgullo y un
ejemplo lo que estamos haciendo en el municipio de Huixcolotla, donde gracias
al trabajo organizado de la comunidad y esta Diputación, estamos desarrollando
un modelo de gestión de residuos orgánicos y reciclaje de PET como base de
desarrollo sustentable. Este modelo será punta de lanza para todos los mercados
y centrales de abasto y sin duda será una opción de aprovechamiento de los
desechos que en ellos se generan.
La captación y aprovechamiento
integral del agua como base de la vida y desarrollo de las comunidades, es otro
de los modelos que estamos llevando a cabo en el Distrito de Tepeaca y que
queremos que se implemente en todo el estado.
De igual forma la generación de
energías limpias es una prioridad para esta Diputación, por esta razón estamos
desarrollando un modelo en la región de Tepeaca, para que los residuos se
transformen en energía alternativa.
Estos tres modelos de gestión los
estamos llevando a cabo con un grupo de especialistas en la materia de la
Universidad de Chapingo y del Colegio de Post Graduados del Estado de Puebla, a
quienes agradezco su generosa contribución en pro del cuidado de nuestra tierra
y con quienes habremos de llevar a cada rincón del estado estos modelos para
mejorar la calidad de vida de los poblanos y contribuir con la meta nacional y
global del calentamiento global.
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