28 de Abril del 2017
Ahora que se acerca
esa fecha importante del Día del Niño me hizo pensar que cuando estamos en esa
etapa somos muy sensibles y espontáneos a denostar nuestros sentimientos aunque uno son repridos o
guardados a hacerlo y eso me cuestionarlo mucho.
A veces lo más duro
de algunos sentimientos es
compartirlos con otras personas. Pero el hecho de compartir tus sentimientos te puede ayudar, tanto
cundo se trate de buenos sentimientos
como de otros que no sean tan buenos. Además, el hecho de compartir tus sentimientos te ayudará a sentirte más
cerca de la gente que te importa y a quien le importas. Cuando la gente habla
sobre sentimientos, a veces utiliza la palabra "emociones".
Céntrate en tus sentimientos
No le puedes explicar
a nadie qué llevas en la mochila si no lo sabes ni tú. Con los sentimientos ocurre lo mismo. Para
poder compartirlos con alguien, antes tendrás que aclararte tú mismo sobre qué
es lo que sientes.
Hacerte una lista
sobre lo que sientes te puede ayudar. Puedes hacerla mentalmente o bien
escribirlo en un trozo de papel o dibujarlo. ¿Hay algo que te molesta o te
preocupa? ¿Te hace sentirte triste o enfadado? ¿Sientes esa emoción de vez en
cuando o constantemente?
A la hora de intentar
identificar tus sentimientos de un
pequeño podemos ayudar recordar cosas que le han ocurrido y cómo le han hecho sentirte.
Entonces podrás decirle, por ejemplo: "Me pongo triste cuando mi amigo no
quiere jugar conmigo " o "Me enfado porque mi hermano siempre me gana
cuando jugamos a hacer canastas".
Eso te ayudará a identificar
sus sentimientos, y también dará a
la persona a quien se lo explique más información sobre lo que le molesta o
preocupa.
¿Por qué hablar sobre los sentimientos?
La forma en que nos
sentimos por dentro es importante. Puede ser muy duro no explicarle a nadie que
estás triste, preocupado o enfadado con alguien. Entonces, estarás tú solo con
esos desagradables sentimientos. Y, si te lo guardas todo para ti, podrías llegar
a ponerte enfermo!
Pero, hay que
explicarle a un niño, si hablas con alguien a quien le importas de verdad, como
tu madre o tu padre, lo más probable es que empieces a sentirte mejor. Ya no
estarás tú solo con tus problemas y preocupaciones. Eso no significa que tus
problemas y preocupaciones vayan a desaparecer como por arte de magia, pero por
lo menos habrá alguien más que sabrá qué es lo que te preocupa o molesta y que
podrá ayudarte a buscar posibles soluciones.
Solo a tu madre y a tu padre les importa lo que te
ocurre y les interesa saber cuándo tienes problemas porque te quieren y quieren
saber lo que está pasando en tu vida. Pero, ¿y si no quieres explicárselo a tus
padres? En tal caso, siempre puedes buscar a otro adulto de confianza, como un
pariente o el psicólogo escolar. Tal vez esa persona pueda ayudarte a hablar
con tu madre y/o tu padre sobre lo que te preocupa.
¿Cómo puedes hablar sobre los
sentimientos?
Una vez hayas explicado
y el decidido con quién quiere hablar, necesitará elegir un lugar y un momento
adecuado para hacerlo. ¿Debería ser un lugar recogido, o puedes hablar con tus
hermanos en la sala de estar? Eso dependerá de tus preferencias, pero es
importante que escojas un momento y un lugar en que poder hablar tranquilamente
sin que nadie los interrumpa. Si crees que te va a resultar difícil decir lo
que tienes en la cabeza, anótatelo en un trozo de papel. Si la persona no
entiende a la primera lo que intentas contarle, prueba a explicárselo de una
manera diferente o ponle un ejemplo de lo que te preocupa o molesta. Si hay
algo que crees que podría mejorar las cosas, explícaselo también.
Algunos niños -al
igual que algunos adultos – son más introvertidos que otros. Esto significa que
hay algunas personas que son más tímidas y les cuesta más compartir sus
sentimientos. No es preciso compartir con los demás todos y cada uno de los sentimientos que tenemos, pero es
importante que lo hagamos cuando necesitamos ayuda. No puedes solucionar tú
solo todos tus problemas. A veces necesitarás ayuda. Y, entonces, hablar sobre
cómo te sientes puede ser el primer paso para obtenerla.
Solo como último
consejo acompáñalo si el niño lo permite, pero quédate callado a su lado para
que sentía apoyo a expresar sus sentimientos NO intervengas, eso le dará más seguridad.
Después podrá
realizarlo solo.
Así que ahora
contamos con estas pequeñas herramientas para apoyar a nuestros pequeños a
expresar sus sentimientos.
Que tengan un Feliz día del niño aunque sea el interno.
Que tengan unos días lleno de letras y de sentimientos
hermosos.
Dios
les bendiga.
claudiaosorno66@gmail.com
claudiaosorno66@gmail.com
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