30 de Junio 2017
Saber, reconocer y
asumir que las personas tenemos tantos defectos como virtudes, que
probablemente nos incomoden costumbres, que no todo es de color de rosa y que
no vivimos en un cuento de príncipes y princesas enamorados.
No, el amor verdadero es algo que va más allá de amar las
coincidencias. Un amor sincero y verdadero es enamorarse de las diferencias con
gran intensidad, ser tolerantes con las incomodidades y abrir las puertas a la
confianza.
Uno no puede decir que ama al otro hasta que no se
conocen sus demonios, su ira, su enfado y sus contradicciones. Hace falta amar
de verdad para comprender que en una relación no todo es belleza, sino que
también hay caos y, junto a él, la dinamita.
En resumen, que el amor verdadero es convivir cuidando
muchos detalles, armando rompecabezas y montando castillos de ilusiones y
desilusiones en el aire. Si asumimos esto conoceremos el verdadero valor de la
permanencia, de que hay sentimientos que perduran, que no son de usar y tirar.
Aquí unas claves para alimentar la idea de una relación sana:
Amar de verdad es un gran desafío. Por eso para
conseguirlo tenemos que deshacernos de todas aquellas ideas que nos impidan
sostener la realidad. Para ello debemos tener claras ciertas premisas que nos
ayudarán a saber lo que es y lo que no es el amor verdadero. Veámoslas…
1. Enamórate de ti y de la vida, después hazlo de quien
quieras
Para amar sin dependencia ni necesidad hace falta
valorarnos a nosotros mismos primero. O sea, para decir “te quiero” primero
debes saber decir “me quiero”. El amor propio y el conocimiento de uno mismo es
la clave para generar relaciones saludables.
En resumen, para encontrar a la persona adecuada también
debemos prepararnos nosotros para una relación. Esto exige un trabajo interior
que puede resultar costoso pero que, sin embargo, tendrá grandes beneficios.
2. Amar es querer sin condiciones ni excepciones
Es natural y normal que no nos guste todo de nuestra
pareja. Sin embargo, las diferencias hacen hermoso y completo al amor. Si solo
amamos aquello que nos gusta o de la forma en que lo idealizamos, el cariño no
se podrá sostener por mucho tiempo, ya que somos seres repletos de luces y de
sombras.
3. Amar no es necesitar, es preferir
La dependencia y el amor están tan reñidos que si les
obligamos a coexistir, se destruyen. Nadie en la vida tiene la responsabilidad
de completar lo que nos falta. Por eso preferir en vez de necesitar tiene como
consecuencia directa otorgarle más valor a la persona que queremos, pues la
valoraremos por quién es y no por lo que nos aporta.
La resolución de este punto está muy ligada al primero;
es decir, necesitamos trabajarnos y cuidarnos a nosotros mismos para no caer en
la “necesidad” de que alguien tape nuestras heridas y elimine nuestras
carencias. Por eso, la clave del amor verdadero está en nosotros mismos.
4. Ser la pareja perfecta no significa no tener
problemas, sino saber solucionarlos
A veces caemos en el error de creer que para que el amor
funcione es necesario no tener problemas, no discutir, comprenderse al 100% y
siempre estar dispuestos al otro. Sin embargo, el amor verdadero es hacer
frente a lo bueno y a lo malo sin ningún tipo de anestesia. Es decir,
contemplar la realidad tal cual es y resolver los problemas a través del
respeto, del compromiso y de la estabilidad.
3. Amar no es necesitar, es preferir
La dependencia y el amor están tan reñidos que si les
obligamos a coexistir, se destruyen. Nadie en la vida tiene la responsabilidad
de completar lo que nos falta. Por eso preferir en vez de necesitar tiene como
consecuencia directa otorgarle más valor a la persona que queremos, pues la
valoraremos por quién es y no por lo que nos aporta.
La resolución de este punto está muy ligada al primero;
es decir, necesitamos trabajarnos y cuidarnos a nosotros mismos para no caer en
la “necesidad” de que alguien tape nuestras heridas y elimine nuestras
carencias. Por eso, la clave del amor verdadero está en nosotros mismos.
5. El amor no crece de la nada, el amor se construye
Para construir el amor es necesario formar un equipo y
establecer las normas del juego. Para poder saltar a la cancha deberíamos saber
que es necesaria la comunicación, la escucha sincera y empática, los diálogos
abiertos y la eliminación de pretensiones.
El amor se construirá con los cimientos del apoyo, del
reconocimiento y del cariño verdadero. A través de estas premisas construiremos
algo mejor que un amor: una complicidad.
6. Para amar de manera plena debes establecer tus límites
emocionales
Una relación sana no está fundamentada en juegos de poder
ni en condiciones, sino que se basa en propósitos conjuntos, equilibrados y
saludables. Así, deberíamos deshacernos de la idea del sacrificio ligado al
amor.
Hay ciertas cosas que no debemos tolerar como son el
abuso, el engaño, la manipulación emocional, el maltrato o la violación de
nuestros valores.
Todos ellos se fundamentan en la falta de respeto y la
falta de amor, por lo que rechazarlo significa no sobrepasar nuestros límites
emocionales.
7. Al verdadero amor no se le conoce por lo que exige,
sino por lo que ofrece
El amor no es control ni exigencia, es libertad y
confianza. A pesar de esto, la esclavitud emocional es mucho más común de lo
que nos gustaría reconocer; de hecho, es demasiado común encontrarnos con ideas
erróneas en cuanto al compromiso y la pareja.
Para eso es necesario eliminar victimismos y reproches
que pretenden justificar malas acciones o malas palabras. Este tipo de
comportamientos nos mantienen atrapados en una espiral negativa que nutre
nuestra relación de oscuridad, desconfianza y falsas expectativas.
Del mismo modo, si por estar al lado de alguien tienes
que sacrificar parte de ti y de tu vida, entonces ese amor te está mermando. El
amor se basa en el respeto y en el crecimiento individual de cada uno de los
miembros de la pareja.
8. Si el amor te aprieta, no es tu talla
Si el amor duele, significa que no es amor, que estamos
confundiendo sentimientos y que nos estamos destrozando. O sea, que si nos
estamos ahogando es el momento de salir del agua. No somos nosotros los que
debemos cambiar para encajar con nuestra pareja, sino que quizás aún no hemos
encontrado un zapato a nuestra medida. En el caso de que la relación suponga
angustia, lo mejor es dejar ir.
Si un miembro de la pareja veta una parte del otro, es
hora de decir adiós y dejar marchar. O sea, es el momento de restablecer
prioridades y comprender que de lo que nos hace sufrir es el momento de
prescindir.
Cada una de estas claves fundamentará una relación sana y
duradera. Por eso es el momento de deshacernos de todas aquellas ideas que
contradigan valores como la libertad, la confianza y el cuidado de uno mismo.
Asi que terminare diciendo.
“Si el amor fuera un árbol, las raíces serían tu amor
propio. Cuanto más te quieras, más frutas dará tu amor a los demás y más
sostenible será en el tiempo”
-Walter Riso-
Dios les
bendiga.
cob_661104@hotmail.com
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