Columna Un
Nuevo Comienzo
Reactivación
Productiva Regional de las Mixtecas
Alberto Jiménez Merino
Secretario
Ejecutivo del Consejo Técnico
Nacional
Consultivo de la CNC
De los casi dos millones y
medio de poblanos que viven en Estados Unidos, la mayoría en forma ilegal, se
estima que más de 200 mil se encuentran desempleados, según Carlos Orea,
fundador de Casa del Migrante Poblano en California. Esto tiene un impacto
negativo en el envío de remesas hacia Puebla, que en sus mejores momentos ha
superado los 2 mil millones de dólares anuales.
Las principales empresas
poblanas también han detenido sus actividades. Restaurantes, hoteles y
agroempresas han disminuido notablemente
su quehacer. Durante la emergencia COVID19 se han despedido en Puebla a 12 mil 026
trabajadores, según datos de la
Secretaria del Trabajo del Gobierno Federal.
Todos deseamos que la
pandemia pase pronto y tenga los menores daños posibles en la población. Todos
deseamos que el Presidente de la República tenga la sabiduría para conducir
esta crisis. No estamos en contra, lo que pedimos es que asuma su papel de
líder. Lamentablemente muchas de sus expresiones
y acciones promueven la división entre los mexicanos.
Necesitamos prepararnos para
la reactivación económica y productiva del país a fin de retomar el desarrollo.
Una de las mejores formas de hacerlo es a través de la atención de regiones y
microrregiones. Áreas semejantes en clima, recursos naturales, cultura,
actividades económicas, vías de comunicación y centros de intercambio comercial.
Las Mixtecas conforman una
región de 260 municipios de los estados
de Oaxaca, Guerrero, Morelos y Puebla, con una superficie de 40 mil km² en
donde viven 2.5 millones de
personas con bajos niveles de escolaridad y altos de analfabetismo.
Las principales actividades
económicas de esta región son la agricultura, la ganadería y las artesanías.
El 78 por ciento de la población realiza actividades
agropecuarias de subsistencia. Es una región marginada del
país con bajo crecimiento económico.
El 60 por ciento de
la Población Económicamente Activa (PEA),
emigra por falta de fuentes de empleo, servicios y vivienda
digna. La economía regional tiene alta dependencia de las remesas. Hoy el
coronavirus (Covid19), ya está afectando
los envíos de dinero que sostienen en mucho la economía regional.
La lluvia es reducida y hay
poca disponibilidad de agua. Hay un alto índice de erosión del suelo (2.5 toneladas
por hectárea al año), altos niveles de deforestación y pastoreo incontrolado.
También existe insuficiente infraestructura y obras para conservar suelo y
agua, y hay una evidente contaminación de ríos y barrancas por
aguas residuales.
Existe un bajo nivel de
tecnificación en los procesos productivos, se pueden ver con frecuencia
rendimientos de 500 kilogramos por hectárea de maíz en temporal. El ganado es
alimentado a libre pastoreo en los montes y existe una fuerte sobrepesca en los
ríos. Como consecuencia, existen altos niveles de pobreza y marginación.
También mucha migración hacia los Estados Unidos y fuerte desintegración
familiar.
Entre las líneas de atención
para la reactivación productiva están:
1.- Apoyo para el aprovechamiento de minerales
por parte de los ejidos, mediante la dotación de maquinaria para extracción,
transporte y procesamiento del mármol, ónix, travertino, yeso, cantera y
tierras de colores para la industria inmobiliaria.
2.- Impulso a la Agricultura
de Conservación con apoyo de multiarados subsoladores, sembradoras de
precisión, abonos orgánicos y biológicos, semillas mejoradas, cosechadoras e
infraestructura de acopio, procesamiento agroindustrial y promoción comercial
bajo contrato.
3.- Apoyo a la tecnificación
de las unidades de riego, entubamiento de la presas existentes en la región,
incorporación del riego tecnificado, agricultura por contrato, infraestructura
de acopio, transformación agroindustrial y promoción comercial. Un modelo así
se desarrolla en Tehuitzingo, en la Presa Boqueroncitos con cultivo de ejote
para exportación.
4.- Una innovación inmediata
para hacerle frente al cambio climático y a un año escaso en lluvias, es el
Trasplante de Cultivos, Praderas y Hortalizas que estamos emprendiendo en este
mismo municipio para este ciclo de lluvias 2020. Consiste en producir plántula
de los cultivos de la Milpa Mixteca; Maíz, Frijol, Calabaza y Frijol Chícharo a
fin de trasplantar con la primera lluvia y adelantar al menos en 30 días el ciclo tradicional de
cultivo.
5.- De igual forma para los
ganaderos, para sembrar praderas con especies mejoradas como el Pasto Mavuno,
Insurgente, Mulato, Mombasa y Conchita azul, del cual hoy se dispone de
plántula para trasplante que asegure el establecimiento de las praderas y
adelante hasta en 30 días el desarrollo de las especies forrajeras.
Mientras pasa el COVID19, en
el Centro de Innovaciones Agroalimentarias y Tecnológicas (CIAT) México, nos
estamos preparando para ayudar a los Mixtecos que así lo requieran, a mejorar
la productividad agroalimentaria y la economía regional.
¡Que cada quien haga su
parte!
Solo unidos saldremos
adelante.
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