Columna Un Nuevo Comienzo
El
cubrebocas COVID, una obligación de cuidar a los demás
Alberto
Jiménez Merino
Secretario
Ejecutivo del Consejo Técnico
Nacional Consultivo de la CNC
Los casos confirmados de COVID19
en México, ascienden a 385 mil 036 y las defunciones a 43 mil 374 hasta este 25
de julio del año en curso; presentan una tendencia creciente de acuerdo con
información oficial publicada.
Apenas el pasado jueves 23
de julio, la Secretaría de Salud, en su informe técnico diario, registró 8 mil 438 casos de
contagios, máxima cifra para un día desde el inicio de la pandemia.
Independiente de que sean
cifras reales o maquilladas como algunos mal pensados comentan, se observan
mayores incidencias en áreas densamente pobladas como Iztapalapa y Puebla
capital, además de riesgos de rebrotes de la enfermedad en las zonas
turísticas.
Esta pandemia ha tenido
graves consecuencias en la economía; ha afectado a todos los sectores,
principalmente el agropecuario, gastronómico, cultural, deportivo, de transporte,
construcción, turismo, educativo e industrial, entre otros.
Es una situación de alerta
mundial que tiene mayores efectos sobre quienes padecen enfermedades derivadas
del sobrepeso y la obesidad y, por ello, se relaciona directamente con la
alimentación y el estado físico previo.
Pero también influyen las
condiciones de convivencia diaria, las concentraciones humanas, el hacinamiento
de las familias o la falta de agua para las necesidades diarias de consumo e
higiene.
Vivienda digna y agua aún
siguen siendo un gran problema.
El Gobierno de México a
través del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de Salud,
ha promovido el uso de cubrebocas, lavarse las manos, protegerse con el codo al
estornudar o toser, evitar el saludo de mano, mantener limpios los espacios de
trabajo, confinar los cubrebocas usados en bolsas herméticas y cuidar el
espacio entre las personas.
No obstante, muchas voces
coinciden en que la recomendación del cubrebocas por parte de las autoridades
sanitarias federales ha sido confusa. Se maneja como el funcionamiento de las
luces intermitentes de los automóviles, a veces sí y a veces no.
Y este manejo en la
recomendación del cubrebocas para prevenir los contagios, empieza con el mismo
presidente de la república quien no lo usa porque no hay evidencia científica
que así lo indique, según le han dicho los encargados de la salud que él nombró
en su gobierno.
Olvida el presidente que el
liderazgo es ejemplo y que la sociedad siempre está esperando lo que diga y
haga su líder.
Yo vi al presidente ponerse
un cubrebocas cuando fue a Estados Unidos. ¿Será porque allá si respetamos las
normas y aquí no?
Olvida el presidente que los
principales aprendizajes se dan por imitación. Las personas aprenden haciendo,
al ver a otros hacer las cosas. Y si no funciona totalmente, no hace daño y de
algo servirá.
A mí, al principio, se me
olvidaba usar el cubrebocas por la falta de costumbre, por la incomodidad; los
primeros modelos apretaban mucho las orejas, tenía yo problemas para respirar,
me molestaba el calor o se me empañaban los lentes.
Y así fue durante las dos
primeras semanas. Después empecé a utilizarlo cotidianamente, cuando comprendí
que era por mí, pero que también se trataba de proteger a los demás.
En las campañas de
concientización social, generalmente se olvida que la escolaridad de la
población es reducida. Estamos hablando de una sociedad mexicana con sólo 8.3
años de escuela, pero sus sectores de mayor edad promedian solo 3.3 años. Ahí
están también los 5.5 millones de familias que por su nivel de pobreza son
apoyados con programas de asistencia social o los 3.3 millones de campesinos
que eran beneficiarios del anterior programa PROCAMPO.
Si la pandemia tiende a
empeorar, el papel preventivo tiene una función fundamental para contener y
revertir los contagios y, de acuerdo con lo reportado en otros países como
China, Alemania o Corea del Sur, el uso del cubrebocas debe ser algo casi
obligado en esta llamada nueva normalidad, que muy anormal se vislumbra.
Por lo anterior agradezco a
quienes nos cuidan aplicando las medidas preventivas. No es por uno, es por
todos los demás.
Felicito a la Organización
Editorial Mexicana por la campaña de promoción del uso del cubrebocas y a todos
quienes hoy lo están impulsando.
Lo que haces por los demás,
lo haces por ti mismo.
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