Hola amigos!
Aquí en esta ocasión escribiendo una carta de una despedida ya
que no nos pudimos decir adiós.
Lo importante de decir es muy importante como para poder
decir hasta pronto y sin saber que tal vez sea la última vez.
Eso es lo precisamente estoy viviendo en este momento, me
quiero despedir así que lamento en lo más profundo del alma la partida un
entrañable amigo, colaborador, columnista y sobre todo un hombre donde la
verdad y la rectitud en la noticia Don Miguel González Tapia decano del periodismo,
persona honesta y firme.
Un admirador del Béisbol, deporte que disfruto en su
juventud practicarlo, a sus 86 años tenía muchas anécdotas que contar y cosas
que aconsejar que se bañara uno con agua fría, tomarse una cerveza helada y lo
que vivió en diferentes partes de la República Mexicana, con su vida personal y
de sus 58 años de periodismo, y de ser Director del Noticieros del Sur durante
49 años.
Era un ser que no le temía a nadie tanto en el ámbito de
amigos y políticos decirles su verdades dijera Él. Donde yo a veces le preguntaba no le da miedo?
y me contestaba las amenazas no me asustan.
Sus anécdotas eran geniales y de grandes recuerdos y
experiencia que no muchos pueden vivir.
Tuvimos la gran oportunidad de llevar el programa de Al día
juntos y en ocasiones me daba nervios sus comentarios tan fuetes. Siempre fiel al periódico la Jornada.
Recuerdo que me contaba que se levantaba muy temprano
acompañaban a la parada a una de sus hijas y de ahí caminaba al zócalo de
Atlixco para comprar su periódico y así poder sentarse a platicar con la gente
en las banca y recibir las quejas que tenían.
Regresaba su casa a desayunar porque eso si no le gustaba
comer nada fuera de su hogar y así ya encaminarse al programa o visitar a las
chicas Ara o Maguito, o las chicas el banco me decía, decirme los malos modos de los de las combis o
camiones colectivos, eran platicas geniales más que nada que su chispa de decir
groserías era genial y ahí reflejaba su sinceridad.
Nunca olvidares sus pasos atravesando la puerta animado para
el programa y despedirlo apoyándolo a parar el camión.
Nuestro último programa fue 16 marzo de este año y no olvidare esos zapatos negros cruzando
patio de la casa hacia la puerta y su servidora detrás de Él siguiendo sus
pasos. Así como esa llamada donde nos dijo que dejaría ir por lo de la pandemia
y que su familia le había pedido quedarse en casa para cuidarse él y a su
familia. Lo extrañare infinitamente.
Don Miguelito gracias, gracias, gracias por ser parte de mi
vida.
Así empezare un duelo que será subirme a esa montaña rusa,
la duración no lo sé, lo que si se es que me llego un tsunami que me destruyo y ahora
tendré que irlo reconstruyendo, sé que no será una línea recta, lo que si se es
que no tomare atajos para poder sanar, no será instantáneo sé que pasaran las
cuatro estaciones del año. Lo que si no
permitiré en esta ocasión será que mi cuerpo me cobre la factura de la
tristeza.
No quiero durar con mis lentes oscuros mucho tiempo en la
negación para así poder entrar a un aceptación tranquila de la partida de Don
Miguelito, sé que su ausencia me dolerá y eso será lo más difícil de trabajar,
las llamadas semanales de este encierro que vivimos las extrañare, llorare para
limpiar mi alma se vale es sano.
Así que les aconsejo díganle a sus seres querido que los
quieren, ustedes quiéranse mucho y sobre todo a VIVIR dijera Odin Dupeyron esta
vidas solo se vive una vez.
Nos encontramos en la próxima y no olviden mandar sus
comentarios a cob_661104@hotmail.com
Dios los bendice.
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