lunes, 30 de junio de 2014

El pretexto llamado Robben. Por. Josué Ortiz

















México volvió a perder por sexta ocasión consecutiva en octavos de final en el último minuto de juego a causa de un penal, que me atrevería a decir que el 99 por ciento de los mexicanos lo calificaron como un robo, y como el pretexto perfecto para escudar el nuevo fracaso azteca.  
Tras 24 años de seguir vívidamente la historia de México en un mundial, no veo cambios sustanciales que me hagan pensar que el resultado será diferente; siempre con la misma cantaleta, un “chorro” de mercadotecnia cobijando la camiseta verde, mucho bla, bla, bla que ahora nos toca, un mismo mediocre objetivo como es llegar al quinto partido, poco futbol y por supuesto, el grito de ¡ Si se puede! (recordatorio de que los nuestros nunca han podido como diría Juan Villoro) rosario en mano o colgado del cuello y una devoción que cualquier líder de iglesia desearía por un domingo.
Si bien la selección mexicana en los últimos años ha obtenido logros destacables, como son dos campeonatos sub17 juveniles, una medalla de oro, entre otras cosas, sigue fallando a la hora de dar ese paso, o más bien cumplir el sueño de ser una potencia en un deporte contaminado de corruptelas que bien podría reflejar nuestra realidad nacional.
Lo cierto es que mientras siga prevaleciendo los malos tratos en nuestro balompié,que le den prioridad al negocio que al deporte, mientras sigan existiendo lobos vestidos como ovejas (llámese jugadores, representantes,dueños,dirigentes,promotores,incluso gobernadores que apoyan al balón en lugar de cubrir las necesidades de un pueblo) que hacen del futbol toda una patética novela, con un ridículo sistema de competencia que aplaude a la mediocridad, tapa fraudes y permita toda clase de amaños, (léase Querétaro, venta de franquicias, liga de ascenso, pacto de bandoleros etc..) y aún aplaudidos por FIFA, todo continuará igual.
Así que no veo porqué hay que quejarnos, si permitimos los abusos y las corruptelas en nuestro sistema de gobierno, qué podemos esperar de nuestro futbol, ese en el que cada fin de semana estamos atentos, lleno de jugadores de tercera que idolatramos y exigimos en la cancha, como no lo hacemos con nuestros “soberanos de tercera”.
Dicen que cada cosa tiene lo que se merece, y no sólo basta ver el desempeño de un equipo de futbol para entenderlo, sino abrir los ojos y ver la realidad que estamos viviendo, y así quizá un día no necesitaremos de pretextos, para probar una victoria bien trabajada, y no echada a la suerte, y muchos menos a la fantasía.

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lunes, 30 de junio de 2014

El pretexto llamado Robben. Por. Josué Ortiz

















México volvió a perder por sexta ocasión consecutiva en octavos de final en el último minuto de juego a causa de un penal, que me atrevería a decir que el 99 por ciento de los mexicanos lo calificaron como un robo, y como el pretexto perfecto para escudar el nuevo fracaso azteca.  
Tras 24 años de seguir vívidamente la historia de México en un mundial, no veo cambios sustanciales que me hagan pensar que el resultado será diferente; siempre con la misma cantaleta, un “chorro” de mercadotecnia cobijando la camiseta verde, mucho bla, bla, bla que ahora nos toca, un mismo mediocre objetivo como es llegar al quinto partido, poco futbol y por supuesto, el grito de ¡ Si se puede! (recordatorio de que los nuestros nunca han podido como diría Juan Villoro) rosario en mano o colgado del cuello y una devoción que cualquier líder de iglesia desearía por un domingo.
Si bien la selección mexicana en los últimos años ha obtenido logros destacables, como son dos campeonatos sub17 juveniles, una medalla de oro, entre otras cosas, sigue fallando a la hora de dar ese paso, o más bien cumplir el sueño de ser una potencia en un deporte contaminado de corruptelas que bien podría reflejar nuestra realidad nacional.
Lo cierto es que mientras siga prevaleciendo los malos tratos en nuestro balompié,que le den prioridad al negocio que al deporte, mientras sigan existiendo lobos vestidos como ovejas (llámese jugadores, representantes,dueños,dirigentes,promotores,incluso gobernadores que apoyan al balón en lugar de cubrir las necesidades de un pueblo) que hacen del futbol toda una patética novela, con un ridículo sistema de competencia que aplaude a la mediocridad, tapa fraudes y permita toda clase de amaños, (léase Querétaro, venta de franquicias, liga de ascenso, pacto de bandoleros etc..) y aún aplaudidos por FIFA, todo continuará igual.
Así que no veo porqué hay que quejarnos, si permitimos los abusos y las corruptelas en nuestro sistema de gobierno, qué podemos esperar de nuestro futbol, ese en el que cada fin de semana estamos atentos, lleno de jugadores de tercera que idolatramos y exigimos en la cancha, como no lo hacemos con nuestros “soberanos de tercera”.
Dicen que cada cosa tiene lo que se merece, y no sólo basta ver el desempeño de un equipo de futbol para entenderlo, sino abrir los ojos y ver la realidad que estamos viviendo, y así quizá un día no necesitaremos de pretextos, para probar una victoria bien trabajada, y no echada a la suerte, y muchos menos a la fantasía.

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