lunes, 23 de junio de 2014

Nuevas Drogas, Armas Letales para la Salud Por Alejandro Armenta Mier

El tráfico y el uso indebido de las drogas representan uno de los veinte principales factores de riesgo para la salud a nivel mundial y uno de los diez más importantes en los países desarrollados. Siendo que los problemas derivados del consumo de drogas se asocian con el riesgo, cada vez mayor, de que aparezcan otros problemas de salud como el VIH/SIDA, la hepatitis, la tuberculosis, el suicidio, la muerte por sobredosis y las enfermedades cardiovasculares.

En 1987, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió establecer el día 26 de junio de cada año como el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas con la finalidad de dar una muestra de su determinación en fortalecer las actividades necesarias para alcanzar el objetivo de una sociedad internacional libre del abuso de drogas.

En numerosas regiones, el consumo de drogas inyectables es una vía frecuente de transmisión del VIH/SIDA y de la hepatitis. El 30% de los casos de infección de VIH se deben al consumo de drogas inyectables; alrededor de 3 millones de consumidores de drogas inyectables son seropositivos (ONU).

Por otra parte, mientras que el uso de las drogas tradicionales -como la heroína y la cocaína- parece estar disminuyendo en algunas partes del mundo, el abuso de medicamentos recetados y de nuevas sustancias psicoactivas (NSP) es cada vez mayor.

Proliferando a un ritmo sin precedentes, las NSP están siendo comercializadas como "drogas legales" y "drogas de diseño". El número de NSP notificadas por los Estados Miembros a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) aumentó de 166 -a finales de 2009- a 251 a mediados de 2012, lo que supone un incremento de más del 50%. Por primera vez, el número de NSP superó al total de sustancias sujetas a fiscalización internacional (234).

Dado que las nuevas sustancias nocivas han ido surgiendo con una regularidad constante en el mundo de las drogas, el sistema de fiscalización internacional de drogas y el área de salud pública enfrentan ahora un desafío debido a la rapidez y la creatividad del fenómeno de las NSP. 

Aunque estas sustancias sean lícitas, se trata de un alarmante problema de drogas  ya que están siendo comercializadas abiertamente  incluso a través de internet. A pesar de que su seguridad no ha sido probada, los efectos adversos y el potencial adictivo de la mayoría de estas sustancias no controladas son -en el mejor de los casos- poco conocidos,  por lo que pueden ser mucho más peligrosas que las drogas tradicionales.

En respuesta a la proliferación de NSP, la UNODC ha puesto en marcha un sistema de alerta temprana que permitirá a la comunidad mundial vigilar la aparición de NSP y tomar las acciones apropiadas.

Se estima que el número total de personas que consumen estimulantes de tipo anfetamínico es de aproximadamente 30 y 40 millones, por lo que superará pronto al número de consumidores de opiáceos y cocaína juntos (ONU). Los adolescentes y los jóvenes son grupos especialmente vulnerables al uso indebido de drogas; el consumo abusivo de drogas de este colectivo es incluso más de dos veces superior al de todo el resto de la población.

En ocasiones se da una fuerte presión, ejercida por las personas de su entorno que les incita a experimentar con drogas ilícitas y, a esto suele sumársele una autoestima baja. Además -por lo general- los jóvenes que consumen drogas no disponen de información o no la suficiente, sobre los riesgos que ello entraña para su salud.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito recomienda a los Estados miembros -como México- un tipo de atención centrado en la salud, no en la represión. Siendo la prevención un eje prioritario para el mejoramiento de la salud, el Gobierno de la República ha propuesto implementar una serie de acciones, a través de la Secretaria de Salud y la Secretaria de Educación; esto con el fin de reducir la prevalencia en el consumo de alcohol, tabaco y drogas ilícitas, especialmente entre los adolescentes.

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lunes, 23 de junio de 2014

Nuevas Drogas, Armas Letales para la Salud Por Alejandro Armenta Mier

El tráfico y el uso indebido de las drogas representan uno de los veinte principales factores de riesgo para la salud a nivel mundial y uno de los diez más importantes en los países desarrollados. Siendo que los problemas derivados del consumo de drogas se asocian con el riesgo, cada vez mayor, de que aparezcan otros problemas de salud como el VIH/SIDA, la hepatitis, la tuberculosis, el suicidio, la muerte por sobredosis y las enfermedades cardiovasculares.

En 1987, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió establecer el día 26 de junio de cada año como el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas con la finalidad de dar una muestra de su determinación en fortalecer las actividades necesarias para alcanzar el objetivo de una sociedad internacional libre del abuso de drogas.

En numerosas regiones, el consumo de drogas inyectables es una vía frecuente de transmisión del VIH/SIDA y de la hepatitis. El 30% de los casos de infección de VIH se deben al consumo de drogas inyectables; alrededor de 3 millones de consumidores de drogas inyectables son seropositivos (ONU).

Por otra parte, mientras que el uso de las drogas tradicionales -como la heroína y la cocaína- parece estar disminuyendo en algunas partes del mundo, el abuso de medicamentos recetados y de nuevas sustancias psicoactivas (NSP) es cada vez mayor.

Proliferando a un ritmo sin precedentes, las NSP están siendo comercializadas como "drogas legales" y "drogas de diseño". El número de NSP notificadas por los Estados Miembros a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) aumentó de 166 -a finales de 2009- a 251 a mediados de 2012, lo que supone un incremento de más del 50%. Por primera vez, el número de NSP superó al total de sustancias sujetas a fiscalización internacional (234).

Dado que las nuevas sustancias nocivas han ido surgiendo con una regularidad constante en el mundo de las drogas, el sistema de fiscalización internacional de drogas y el área de salud pública enfrentan ahora un desafío debido a la rapidez y la creatividad del fenómeno de las NSP. 

Aunque estas sustancias sean lícitas, se trata de un alarmante problema de drogas  ya que están siendo comercializadas abiertamente  incluso a través de internet. A pesar de que su seguridad no ha sido probada, los efectos adversos y el potencial adictivo de la mayoría de estas sustancias no controladas son -en el mejor de los casos- poco conocidos,  por lo que pueden ser mucho más peligrosas que las drogas tradicionales.

En respuesta a la proliferación de NSP, la UNODC ha puesto en marcha un sistema de alerta temprana que permitirá a la comunidad mundial vigilar la aparición de NSP y tomar las acciones apropiadas.

Se estima que el número total de personas que consumen estimulantes de tipo anfetamínico es de aproximadamente 30 y 40 millones, por lo que superará pronto al número de consumidores de opiáceos y cocaína juntos (ONU). Los adolescentes y los jóvenes son grupos especialmente vulnerables al uso indebido de drogas; el consumo abusivo de drogas de este colectivo es incluso más de dos veces superior al de todo el resto de la población.

En ocasiones se da una fuerte presión, ejercida por las personas de su entorno que les incita a experimentar con drogas ilícitas y, a esto suele sumársele una autoestima baja. Además -por lo general- los jóvenes que consumen drogas no disponen de información o no la suficiente, sobre los riesgos que ello entraña para su salud.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito recomienda a los Estados miembros -como México- un tipo de atención centrado en la salud, no en la represión. Siendo la prevención un eje prioritario para el mejoramiento de la salud, el Gobierno de la República ha propuesto implementar una serie de acciones, a través de la Secretaria de Salud y la Secretaria de Educación; esto con el fin de reducir la prevalencia en el consumo de alcohol, tabaco y drogas ilícitas, especialmente entre los adolescentes.

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