Dentro de ocho días se reinician las actividades de la Liga MX. Me agradaría ver un futbol más profesional, más consciente, más intenso, menos irregular, menos dudoso.
Deseo ver que los equipos denominados “grandes” actúen como tal. Que se presenten en cualquier cancha y que tan sólo con su camiseta tengan medio gol a favor. Que arrasen, que convenzan, que con sus acciones tengan al aficionado al filo de la butaca, que, ganen o pierdan, caigan con la cara al sol.
Que los equipos “medianos” realicen un digno papel, que se maten en la cancha, que busquen llegar a la cúspide, que sientan cada jugada, que no se dejen amedrentar, que hasta en el último minuto busquen el triunfo, el empate, o siquiera el gol de la honra.
Para los equipos denominados “chicos” o que pelean en el descenso, que entiendan que cada minuto desperdiciado podría ser la diferencia entre jugar en el ascenso o mantenerse en el máximo circuito, que entiendan los jugadores con cartel, que pese a que tengan ofertas en otros equipos están representando una camiseta, una historia, a la gente que pone en ellos sus esperanzas para aislarse cada ocho días desu cotidianidad.
Y para usted, aficionado, deseo que disfrute del buen futbol, que vaya al estadio, que ponga el ambiente, que sufra, que goce, siempre en el margen del respeto, sin llegar al fanatismo, aprendiendo a ganar o a perder, a respetar al rival, a saber que un partido termina cuando el árbitro toca su silbato y que la pasión se queda en la tribuna.
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