martes, 7 de junio de 2016

Ganó Gali, pero… Por José Daniel Hernández



Ciertamente ganó Tony Gali con una apabullante diferencia de votos que no deja lugar para una posible impugnación y una judicialización del proceso electoral.

Como mencione en una columna anterior, el equipo de campaña de Gali realizó un trabajo excelso y ahí están los resultados.

Sin embargo, bien valdría hacer una reflexión sobre el verdadero ganador del proceso y las consecuencias inmediatas: el abstencionismo.

En Puebla, el 56 por ciento del padrón electoral no salió a votar, le valió madre la elección.

Del padrón nominal de 4 millones 213 mil 193 ciudadanos solo salieron a votar un millón 775 mil 131 poblanos, es decir, 2 millones 438 mil 062 personas no tuvieron interés alguno en acudir a las urnas.

Dos lecturas obtengo de estos datos:
La primera es que la guerra sucia que vivimos durante dos meses desalentó a los ciudadanos, simplemente no les gustó la forma en que se desarrollaron las campañas.

Una contienda llena de ataques directos y personales, una campaña muy virulenta, muy ofensiva.

Quizá es tiempo de que se vaya reconsiderando la forma de hacer campañas, con temas más propositivos, quizá sea una opción.

La otra lectura, que no debería ser tirada a la basura, es que el 56 por ciento de los poblanos que no salió a votar porque está en desacuerdo con el gobierno de Rafael Moreno Valle.

La fotomulta, la privatización del agua, la Ley Bala, los feminicidios, la inseguridad, el robo de combustible, entre otros temas, cobraron la factura.

Por eso, creo que el que Tony Gali diga que el resultado de esta elección es un referéndum para el gobierno de Rafael Moreno Valle, es un balazo en el pie.

Gali ganó con el 45 por ciento del 44 por ciento de los poblanos que salieron a votar, es decir, con la quinta parte del total de los ciudadanos registrados con derecho para votar.

Por eso mismo, si en efecto la elección de ayer es un referéndum al gobierno de Rafael Moreno Valle, el resultado es reprobatorio.
Ni tantos puentes, ni teleféricos, ni ruedas de la fortuna, ni museos vistosos, ni clínicas bonitas pero inoperantes han convencido a los poblanos, sobre todo en el interior de la entidad.

Entonces, bien valdría reevaluar el mensaje de que el de Tony Gali, será un gobierno de continuismo.

Hay cosas, programas, estrategias que sin duda merecen un giro de 180 grados.

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martes, 7 de junio de 2016

Ganó Gali, pero… Por José Daniel Hernández



Ciertamente ganó Tony Gali con una apabullante diferencia de votos que no deja lugar para una posible impugnación y una judicialización del proceso electoral.

Como mencione en una columna anterior, el equipo de campaña de Gali realizó un trabajo excelso y ahí están los resultados.

Sin embargo, bien valdría hacer una reflexión sobre el verdadero ganador del proceso y las consecuencias inmediatas: el abstencionismo.

En Puebla, el 56 por ciento del padrón electoral no salió a votar, le valió madre la elección.

Del padrón nominal de 4 millones 213 mil 193 ciudadanos solo salieron a votar un millón 775 mil 131 poblanos, es decir, 2 millones 438 mil 062 personas no tuvieron interés alguno en acudir a las urnas.

Dos lecturas obtengo de estos datos:
La primera es que la guerra sucia que vivimos durante dos meses desalentó a los ciudadanos, simplemente no les gustó la forma en que se desarrollaron las campañas.

Una contienda llena de ataques directos y personales, una campaña muy virulenta, muy ofensiva.

Quizá es tiempo de que se vaya reconsiderando la forma de hacer campañas, con temas más propositivos, quizá sea una opción.

La otra lectura, que no debería ser tirada a la basura, es que el 56 por ciento de los poblanos que no salió a votar porque está en desacuerdo con el gobierno de Rafael Moreno Valle.

La fotomulta, la privatización del agua, la Ley Bala, los feminicidios, la inseguridad, el robo de combustible, entre otros temas, cobraron la factura.

Por eso, creo que el que Tony Gali diga que el resultado de esta elección es un referéndum para el gobierno de Rafael Moreno Valle, es un balazo en el pie.

Gali ganó con el 45 por ciento del 44 por ciento de los poblanos que salieron a votar, es decir, con la quinta parte del total de los ciudadanos registrados con derecho para votar.

Por eso mismo, si en efecto la elección de ayer es un referéndum al gobierno de Rafael Moreno Valle, el resultado es reprobatorio.
Ni tantos puentes, ni teleféricos, ni ruedas de la fortuna, ni museos vistosos, ni clínicas bonitas pero inoperantes han convencido a los poblanos, sobre todo en el interior de la entidad.

Entonces, bien valdría reevaluar el mensaje de que el de Tony Gali, será un gobierno de continuismo.

Hay cosas, programas, estrategias que sin duda merecen un giro de 180 grados.

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