14 de Agosto 2017
Es una realidad plasmada en las reglas no
escritas al interior de la vida universitaria… “Gobernador no pone Rector en
la BUAP”.
Con el agregado:
“Gobernador tiene únicamente derecho de veto”.
Hasta ahí llega la facultad del titular en turno del Ejecutivo hacia la
universidad.
Ni más. Ni menos.
Así ha caminado y transitado la Universidad Autónoma de Puebla, anteponiendo
siempre los intereses de la autonomía de la Máxima Casa de Estudios a los
intereses del gobernador en turno o de la clase política.
Y hoy le toca a Esparza Ortiz escribir su historia con su alma máter.
Ya lo hizo al transitar de la era gubernamental priista con la panista.
Antes está su etapa de estudiante, para después tener un largo caminar de más
de 40 años de catedrático, representante sindical, Auditor, Tesorero y
Secretario General.
Para coronar ese andamiaje con la designación del Consejo Universitario de
Rector Sustituto el 22 de marzo de 2013 –al separarse Enrique Agüera para
ir de candidato a la Presidencia Municipal de Puebla-
Hecho que lo lleva seis meses después -septiembre de ese año- a competir por la
Rectoría.
Y el 4 de octubre de 2013 rendir protesta de Rector de la BUAP para el
cuatrienio 2013-2017.
Es ahí donde saltan y brotan las circunstancias de Alfonso Esparza para saber
tender la mano amiga, la mano diplomática y la mano institucional al Gobernador
del Estado y viceversa.
Dado que Gobierno-BUAP es un binomio que debe transitar de la mano, siempre
bajo la regla del respeto mutuo y la no intervención.
Pues de no hacerlo, las consecuencias son devastadoras.
Ya se vivieron al final de los 60’ y principios de los 70’, con la caída del
general Antonio Nava Castillo del gobierno en 1964 y el reemplazo con Aarón
Merino Fernández.
Y del también general Rafael Moreno Valle en 1972, el relevo primero de
Gonzalo Bautista O’Farril y después Guillermo Morales Blumenkron, quien termina
el sexenio.
Después de 12 años convulsos para Puebla y los poblanos, para la UAP y los
universitarios, que llevaron a la universidad a hundirse académica y laboralmente,
llegó el remanso de paz y tranquilidad con el mandatario Alfredo Toxqui
Fernández de Lara.
Y su mensaje que dejó huella… “cancelemos odios y rencores”.
ESPARZA EN 2016 VIO, SINTIÓ Y
PALPÓ EL APOYO ESTUDIANTIL
Alfonso Esparza y sus circunstancias, el administrador universitario que
logró marcar la línea de respeto con el mandatario Rafael Moreno Valle e
impedir que se violentara la vida institucional.
Ambos se respetaron y entendieron que Puebla y la universidad está por encima
de cualquier interés político.
Llegó el 2016 y con ello el Tercer
Informe del Rector.
El auditorio del Complejo Cultural Universitario estaba a su máxima capacidad.
Y la expectación de la clase política y universitaria rondaba en dos temas:
¿Irá Esparza por la reelección?
¿Dará algún golpe Moreno Valle… le quedan cuatro meses de gobernador?
Y desde el ingreso de Esparza Ortiz-Moreno Valle al recinto, los gritos
no se hicieron esperar: ¡Esparza… Esparza… Esparza… Esparza!
Más aún durante el transcurso del informe de Alfonso Esparza: ¡Reelección…
Reelección… Reelección… Reelección!
En más de 15 ocasiones tuvo que interrumpir su discurso, pues el grito de
los universitarios era unánime… Reelección.
Sobre todo al final cuando Esparza lanza el ultimátum… “Ni una más. Ni una
estudiante más debe morir”.
Para concluir:
“Basta a los asesinatos de estudiantes”.
Maestros, trabajadores, estudiantes, ex rectores e invitados se pusieron de
pie. Y Esparza Ortiz –también de pie- al centro del escenario escuchaba los
interminables aplausos, veía de frente a todos, extendió los brazos e hizo una
reverencia.
Ahí se remarcó y terminó de forjarse la historia de Esparza.
EL CICLO DE ESPARZA CONCLUYE
EN LA BUAP
Sí, porque el trabajo académico, mejora de infraestructura, laboratorios,
intercambios estudiantiles en todo el mundo, dignificación de espacios,
seguridad, entre otros, le dan los puntos para que logre la reelección.
Su obra, trabajo y relanzamiento de programas y acciones en beneficio de la
comunidad estudiantil, académica y trabajadores ahí están.
El rescate, dignificación y estatus que le dio al Hospital Universitario no
tiene parangón en el área de salud y asistencia social.
Hoy el Hospital Universitario cuenta con tecnología de punta, con especialistas
y una Torre Médica de los mejores en el país y Latinoamérica.
Y un área que no había tenido la debida atención –siempre pasaba a segundo
término-: la deportiva, logró cristalizar el sueño universitario… tener un
equipo de futbol de primera división.
Lobos-BUAP logró el ascenso y con ello la cimentación de una escuela de
futbol para niños y adolescentes.
Así se ha ido tejiendo el caminar rectoral de Alfonso Esparza.
El hombre y sus circunstancias.
El que de estudiante pasó a maestro.
Y de maestro a representante sindical.
Para después ingresar a la administración universitaria.
Primero de Auditor.
Siguió el ascenso a Tesorero por ocho años.
Y la antesala de la “Silla Rectoral”… Secretario General de la BUAP.
Rector Sustituto en marzo de 2013.
Rector electo por la comunidad universitaria en septiembre 2013.
Rector para el periodo 2013-2017.
E inicia el próximo mes campaña para reelegirse para un segundo –y último-
periodo 2017-2021.
De lograrlo, Alfonso Esparza Ortiz se jubilará de la política universitaria.
Se retirará al trabajo de investigación y de la vida familiar.
Nada, absolutamente nada, de incursionar en la política-política.
Cero aspiración a un cargo de elección popular por ningún partido, agrupación o
por la vía independiente.
“Mi vida ha sido la BUAP y con ella me jubilaré”, ha externado a su
grupo cercano.
Con esa decisión romperá el ciclo de sus tres antecesores que saltaron de
Rector a un puesto en gobierno y de elección popular.
José Doger Corte: titular de la Auditoría Superior del Estado en el
gobierno de Melquíades Morales Flores.
Enrique Doger Guerrero: Presidente Municipal de Puebla en el primer
trienio del mandatario Mario Marín Torres y de ahí diputado local y federal;
actualmente es delegado del IMSS y fuerte aspirante a la candidatura del PRI al
Gobierno el próximo año.
Enrique Agüera Ibáñez: candidato a la Presidencia Municipal de Puebla,
pero perdió ante el panista José Antonio Gali Fayad, retirándose de toda
actividad política en Puebla.
Alfonso Esparza Ortiz no irá por un cargo electoral. Su ciclo termina en
su Alma Máter.
¿Será…?
Al tiempo.
Alfonso Esparza y sus circunstancias; sólo los universitarios deciden Por Gerardo Pérez Garcí
14 de Agosto 2017
Es una realidad plasmada en las reglas no
escritas al interior de la vida universitaria… “Gobernador no pone Rector en
la BUAP”.
Con el agregado:
“Gobernador tiene únicamente derecho de veto”.
Hasta ahí llega la facultad del titular en turno del Ejecutivo hacia la
universidad.
Ni más. Ni menos.
Así ha caminado y transitado la Universidad Autónoma de Puebla, anteponiendo
siempre los intereses de la autonomía de la Máxima Casa de Estudios a los
intereses del gobernador en turno o de la clase política.
Y hoy le toca a Esparza Ortiz escribir su historia con su alma máter.
Ya lo hizo al transitar de la era gubernamental priista con la panista.
Antes está su etapa de estudiante, para después tener un largo caminar de más
de 40 años de catedrático, representante sindical, Auditor, Tesorero y
Secretario General.
Para coronar ese andamiaje con la designación del Consejo Universitario de
Rector Sustituto el 22 de marzo de 2013 –al separarse Enrique Agüera para
ir de candidato a la Presidencia Municipal de Puebla-
Hecho que lo lleva seis meses después -septiembre de ese año- a competir por la
Rectoría.
Y el 4 de octubre de 2013 rendir protesta de Rector de la BUAP para el
cuatrienio 2013-2017.
Es ahí donde saltan y brotan las circunstancias de Alfonso Esparza para saber
tender la mano amiga, la mano diplomática y la mano institucional al Gobernador
del Estado y viceversa.
Dado que Gobierno-BUAP es un binomio que debe transitar de la mano, siempre
bajo la regla del respeto mutuo y la no intervención.
Pues de no hacerlo, las consecuencias son devastadoras.
Ya se vivieron al final de los 60’ y principios de los 70’, con la caída del
general Antonio Nava Castillo del gobierno en 1964 y el reemplazo con Aarón
Merino Fernández.
Y del también general Rafael Moreno Valle en 1972, el relevo primero de
Gonzalo Bautista O’Farril y después Guillermo Morales Blumenkron, quien termina
el sexenio.
Después de 12 años convulsos para Puebla y los poblanos, para la UAP y los
universitarios, que llevaron a la universidad a hundirse académica y laboralmente,
llegó el remanso de paz y tranquilidad con el mandatario Alfredo Toxqui
Fernández de Lara.
Y su mensaje que dejó huella… “cancelemos odios y rencores”.
ESPARZA EN 2016 VIO, SINTIÓ Y
PALPÓ EL APOYO ESTUDIANTIL
Alfonso Esparza y sus circunstancias, el administrador universitario que
logró marcar la línea de respeto con el mandatario Rafael Moreno Valle e
impedir que se violentara la vida institucional.
Ambos se respetaron y entendieron que Puebla y la universidad está por encima
de cualquier interés político.
Llegó el 2016 y con ello el Tercer
Informe del Rector.
El auditorio del Complejo Cultural Universitario estaba a su máxima capacidad.
Y la expectación de la clase política y universitaria rondaba en dos temas:
¿Irá Esparza por la reelección?
¿Dará algún golpe Moreno Valle… le quedan cuatro meses de gobernador?
Y desde el ingreso de Esparza Ortiz-Moreno Valle al recinto, los gritos
no se hicieron esperar: ¡Esparza… Esparza… Esparza… Esparza!
Más aún durante el transcurso del informe de Alfonso Esparza: ¡Reelección…
Reelección… Reelección… Reelección!
En más de 15 ocasiones tuvo que interrumpir su discurso, pues el grito de
los universitarios era unánime… Reelección.
Sobre todo al final cuando Esparza lanza el ultimátum… “Ni una más. Ni una
estudiante más debe morir”.
Para concluir:
“Basta a los asesinatos de estudiantes”.
Maestros, trabajadores, estudiantes, ex rectores e invitados se pusieron de
pie. Y Esparza Ortiz –también de pie- al centro del escenario escuchaba los
interminables aplausos, veía de frente a todos, extendió los brazos e hizo una
reverencia.
Ahí se remarcó y terminó de forjarse la historia de Esparza.
EL CICLO DE ESPARZA CONCLUYE
EN LA BUAP
Sí, porque el trabajo académico, mejora de infraestructura, laboratorios,
intercambios estudiantiles en todo el mundo, dignificación de espacios,
seguridad, entre otros, le dan los puntos para que logre la reelección.
Su obra, trabajo y relanzamiento de programas y acciones en beneficio de la
comunidad estudiantil, académica y trabajadores ahí están.
El rescate, dignificación y estatus que le dio al Hospital Universitario no
tiene parangón en el área de salud y asistencia social.
Hoy el Hospital Universitario cuenta con tecnología de punta, con especialistas
y una Torre Médica de los mejores en el país y Latinoamérica.
Y un área que no había tenido la debida atención –siempre pasaba a segundo
término-: la deportiva, logró cristalizar el sueño universitario… tener un
equipo de futbol de primera división.
Lobos-BUAP logró el ascenso y con ello la cimentación de una escuela de
futbol para niños y adolescentes.
Así se ha ido tejiendo el caminar rectoral de Alfonso Esparza.
El hombre y sus circunstancias.
El que de estudiante pasó a maestro.
Y de maestro a representante sindical.
Para después ingresar a la administración universitaria.
Primero de Auditor.
Siguió el ascenso a Tesorero por ocho años.
Y la antesala de la “Silla Rectoral”… Secretario General de la BUAP.
Rector Sustituto en marzo de 2013.
Rector electo por la comunidad universitaria en septiembre 2013.
Rector para el periodo 2013-2017.
E inicia el próximo mes campaña para reelegirse para un segundo –y último-
periodo 2017-2021.
De lograrlo, Alfonso Esparza Ortiz se jubilará de la política universitaria.
Se retirará al trabajo de investigación y de la vida familiar.
Nada, absolutamente nada, de incursionar en la política-política.
Cero aspiración a un cargo de elección popular por ningún partido, agrupación o
por la vía independiente.
“Mi vida ha sido la BUAP y con ella me jubilaré”, ha externado a su
grupo cercano.
Con esa decisión romperá el ciclo de sus tres antecesores que saltaron de
Rector a un puesto en gobierno y de elección popular.
José Doger Corte: titular de la Auditoría Superior del Estado en el
gobierno de Melquíades Morales Flores.
Enrique Doger Guerrero: Presidente Municipal de Puebla en el primer
trienio del mandatario Mario Marín Torres y de ahí diputado local y federal;
actualmente es delegado del IMSS y fuerte aspirante a la candidatura del PRI al
Gobierno el próximo año.
Enrique Agüera Ibáñez: candidato a la Presidencia Municipal de Puebla,
pero perdió ante el panista José Antonio Gali Fayad, retirándose de toda
actividad política en Puebla.
Alfonso Esparza Ortiz no irá por un cargo electoral. Su ciclo termina en
su Alma Máter.
¿Será…?
Al tiempo.
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