viernes, 9 de marzo de 2018

¡SOY MUY IMPACIENTE! ¿QUÉ PUEDO HACER?





El control de las emociones es básico para la vida. Uno de los aspectos que hay que analizar es la tolerancia a la frustración. Si te das cuenta, cuando ves una película y admiras a algún personaje, normalmente es de quien manejó sus emociones adecuadamente ante la adversidad. En la vida diaria también lo es así, nos es agradable convivir con personas que están en control de sus emociones pero cuando te acercas a una persona que está llena de ira es muy fácil que te provoque ira de manera inconsciente, misma que cargamos hacia los demás.

El mundo está lleno de conflictos provocados por la falta de tolerancia. Y esto sucede cuando esperamos que todos los de nuestro alrededor actúen y piensen de la misma manera que nosotros lo hacemos como cuando hay discriminación a la mujer, a otras religiones, a la preferencia sexual o a ciertas razas porque consideramos que no son como nosotros somos.

El control de las emociones implica aceptar y respetar las opiniones de los demás, a pesar de que estos no coincidan con nuestra forma de pensar y aceptar y respetar la forma de ser de los demás. Se escucha muy sencillo pero es un trabajo diario que debemos hacer para disfrutar y convivir en este mundo tan variado de formas de pensar y de vivir.

Te invito a que cuando sientes ira o rechazo a alguna situación te cuestiones ¿qué tiene que ver contigo?¿De dónde viene esta molestia?

Vivir en pareja, en familia, trabajar en una empresa y convivir en sociedad definitivamente requiere del valor de la paciencia y por ello te comparto cómo puedes trabajar con la tolerancia.

En este mundo de estrés e incertidumbre debemos trabajar con algunos puntos que nos ayuden a evitar estar en un estado de ansiedad o depresión y que nos ayuden a mantener el equilibrio emocional.

Hay actividades diarias que puedes hacer para trabajar con tu paciencia:

ü  Dedica por lo menos 10 minutos al día para hacer ejercicios de respiración: La respiración profunda tiene la capacidad de regular el sistema nervioso para estimular un estado de relajación. Aportar a nuestro cuerpo oxigenación de forma más pausada y regular, también ayuda a nuestro cuerpo a relajar los músculos que se encuentran tensos. Cuando estamos relajados, el sistema nervioso central deja de enviar sus picos de cortisol y adrenalina  a nuestro cuerpo y esto ayuda al equilibrio emocional.

Cuando trabajamos con el control de nuestras emociones entrenamos a nuestro cuerpo a relajarse, de modo que cuando estás expuesto a un momento en el que puedas perder el control, si has hecho esta rutina diaria de relajar tu cuerpo con respiración, te será más fácil relajarte y tomar el control de tus emociones en lugar de actuar impulsivamente.

ü  Hacer consciencia de tus actividades realizadas: Cuantas veces estamos comiendo y no estamos conscientes de cómo masticamos, del sabor de los alimentos; o estamos con unos amigos y en lugar de disfrutar la compañía tu mente está concentrada en el trabajo que tienes pendiente.

La vida es para disfrutarse y recordemos que cada momento es irrepetible, por lo que es de gran relevancia entrenar a nuestro cuerpo a concentrarse en el “aquí y ahora”. De modo que no nos estresemos de manera innecesaria en momentos que deberían de ser placenteros. El cuerpo se acostumbra y desacostumbra al estrés por lo que si todo el tiempo lo estresas difícilmente logramos relajarnos en algún momento que deseamos. En terapia me encuentro con frecuencia con pacientes cuya causa de insomnio es la dificultad para relajarse. Si haces que tu mente viva concentrada en el futuro y en lo que crees que va  a pasar, además de que es una fantasía, este tipo de pensamientos te llenan de ansiedad y pueden aumentar la frustración.

Así que un buen tip para controlar las emociones es hacer conciencia de las actividades que realizas, cómo se siente estar comiendo, cómo se  siente la silla en la que estás en este momento, disfrutar y relajarte mientras te bañas sin pensar en lo que tienes que hacer, etc…

ü  Realiza actividades que disfrutes: Se que todos tenemos mucho que hacer pero es importante que busquemos un espacio para hacer lo que nos gusta, si sabes que escuchar música te relaja, salir a caminar, ir al gimnasio o cualquier otra cosa,  busca un espacio en tu agenda para hacerlo. Tres veces por semana, diario o cuanto te sea posible. Si no haces un espacio para complacerte difícilmente tu cuerpo estará relajado y satisfecho. Es importante hacer para los demás pero también es importante darte tiempo para ti.

ü  Hay frases muy útiles que puedes hacer tuyas como un recordatorio por ejemplo: “La vida no es como yo quiero”, “las personas no son como yo”, “el mundo necesita diversidad”, “cada experiencia genera aprendizaje”, “el mundo no corre a mi velocidad”, “cada quien tiene sus propias prioridades”, etc…

Recordarlas y hacerlas tuyas, te ayudará en los momentos de impaciencia, por lo que será más fácil aplicarlas si ya has estado repitiéndotelas y analizándolas frecuentemente.

ü  Reflexiona sobre tus expectativas: Gran de parte de los problemas de impaciencia surgen porque nos hacemos una idea de cómo queremos que pasen las cosas. Así que te invito a analizar tus pensamientos y a tratar de no crearte expectativas. Ubicarnos en la realidad resulta útil para evitar frustraciones, recordemos que la vida y el mundo es impredecible.

Este tema es muy amplio por lo que la próxima semana te compartiré tips de ¿qué hacer en el momento en el que estoy expuesto a perder la paciencia?

Así que te espero la próxima semana con mi columna para que continúes trabajando con este tema.
Psicóloga Mayra Cuanalo Gómez
Terapia Individual y Terapia de Pareja
Sanatorio Humboldt
Consulta Previa Cita: 044 2221 83 83 07
http://psicologamayracuanalo.blogspot.mx/
Facebook: Psicóloga Mayra Cuanalo Gómez
Twitter: @MayraCuanalo

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viernes, 9 de marzo de 2018

¡SOY MUY IMPACIENTE! ¿QUÉ PUEDO HACER?





El control de las emociones es básico para la vida. Uno de los aspectos que hay que analizar es la tolerancia a la frustración. Si te das cuenta, cuando ves una película y admiras a algún personaje, normalmente es de quien manejó sus emociones adecuadamente ante la adversidad. En la vida diaria también lo es así, nos es agradable convivir con personas que están en control de sus emociones pero cuando te acercas a una persona que está llena de ira es muy fácil que te provoque ira de manera inconsciente, misma que cargamos hacia los demás.

El mundo está lleno de conflictos provocados por la falta de tolerancia. Y esto sucede cuando esperamos que todos los de nuestro alrededor actúen y piensen de la misma manera que nosotros lo hacemos como cuando hay discriminación a la mujer, a otras religiones, a la preferencia sexual o a ciertas razas porque consideramos que no son como nosotros somos.

El control de las emociones implica aceptar y respetar las opiniones de los demás, a pesar de que estos no coincidan con nuestra forma de pensar y aceptar y respetar la forma de ser de los demás. Se escucha muy sencillo pero es un trabajo diario que debemos hacer para disfrutar y convivir en este mundo tan variado de formas de pensar y de vivir.

Te invito a que cuando sientes ira o rechazo a alguna situación te cuestiones ¿qué tiene que ver contigo?¿De dónde viene esta molestia?

Vivir en pareja, en familia, trabajar en una empresa y convivir en sociedad definitivamente requiere del valor de la paciencia y por ello te comparto cómo puedes trabajar con la tolerancia.

En este mundo de estrés e incertidumbre debemos trabajar con algunos puntos que nos ayuden a evitar estar en un estado de ansiedad o depresión y que nos ayuden a mantener el equilibrio emocional.

Hay actividades diarias que puedes hacer para trabajar con tu paciencia:

ü  Dedica por lo menos 10 minutos al día para hacer ejercicios de respiración: La respiración profunda tiene la capacidad de regular el sistema nervioso para estimular un estado de relajación. Aportar a nuestro cuerpo oxigenación de forma más pausada y regular, también ayuda a nuestro cuerpo a relajar los músculos que se encuentran tensos. Cuando estamos relajados, el sistema nervioso central deja de enviar sus picos de cortisol y adrenalina  a nuestro cuerpo y esto ayuda al equilibrio emocional.

Cuando trabajamos con el control de nuestras emociones entrenamos a nuestro cuerpo a relajarse, de modo que cuando estás expuesto a un momento en el que puedas perder el control, si has hecho esta rutina diaria de relajar tu cuerpo con respiración, te será más fácil relajarte y tomar el control de tus emociones en lugar de actuar impulsivamente.

ü  Hacer consciencia de tus actividades realizadas: Cuantas veces estamos comiendo y no estamos conscientes de cómo masticamos, del sabor de los alimentos; o estamos con unos amigos y en lugar de disfrutar la compañía tu mente está concentrada en el trabajo que tienes pendiente.

La vida es para disfrutarse y recordemos que cada momento es irrepetible, por lo que es de gran relevancia entrenar a nuestro cuerpo a concentrarse en el “aquí y ahora”. De modo que no nos estresemos de manera innecesaria en momentos que deberían de ser placenteros. El cuerpo se acostumbra y desacostumbra al estrés por lo que si todo el tiempo lo estresas difícilmente logramos relajarnos en algún momento que deseamos. En terapia me encuentro con frecuencia con pacientes cuya causa de insomnio es la dificultad para relajarse. Si haces que tu mente viva concentrada en el futuro y en lo que crees que va  a pasar, además de que es una fantasía, este tipo de pensamientos te llenan de ansiedad y pueden aumentar la frustración.

Así que un buen tip para controlar las emociones es hacer conciencia de las actividades que realizas, cómo se siente estar comiendo, cómo se  siente la silla en la que estás en este momento, disfrutar y relajarte mientras te bañas sin pensar en lo que tienes que hacer, etc…

ü  Realiza actividades que disfrutes: Se que todos tenemos mucho que hacer pero es importante que busquemos un espacio para hacer lo que nos gusta, si sabes que escuchar música te relaja, salir a caminar, ir al gimnasio o cualquier otra cosa,  busca un espacio en tu agenda para hacerlo. Tres veces por semana, diario o cuanto te sea posible. Si no haces un espacio para complacerte difícilmente tu cuerpo estará relajado y satisfecho. Es importante hacer para los demás pero también es importante darte tiempo para ti.

ü  Hay frases muy útiles que puedes hacer tuyas como un recordatorio por ejemplo: “La vida no es como yo quiero”, “las personas no son como yo”, “el mundo necesita diversidad”, “cada experiencia genera aprendizaje”, “el mundo no corre a mi velocidad”, “cada quien tiene sus propias prioridades”, etc…

Recordarlas y hacerlas tuyas, te ayudará en los momentos de impaciencia, por lo que será más fácil aplicarlas si ya has estado repitiéndotelas y analizándolas frecuentemente.

ü  Reflexiona sobre tus expectativas: Gran de parte de los problemas de impaciencia surgen porque nos hacemos una idea de cómo queremos que pasen las cosas. Así que te invito a analizar tus pensamientos y a tratar de no crearte expectativas. Ubicarnos en la realidad resulta útil para evitar frustraciones, recordemos que la vida y el mundo es impredecible.

Este tema es muy amplio por lo que la próxima semana te compartiré tips de ¿qué hacer en el momento en el que estoy expuesto a perder la paciencia?

Así que te espero la próxima semana con mi columna para que continúes trabajando con este tema.
Psicóloga Mayra Cuanalo Gómez
Terapia Individual y Terapia de Pareja
Sanatorio Humboldt
Consulta Previa Cita: 044 2221 83 83 07
http://psicologamayracuanalo.blogspot.mx/
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Twitter: @MayraCuanalo

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