El control de las emociones es
básico para la vida. Uno de los aspectos que hay que analizar es la tolerancia
a la frustración. Si te das cuenta, cuando ves una película y admiras a algún
personaje, normalmente es de quien manejó sus emociones adecuadamente ante la
adversidad. En la vida diaria también lo es así, nos es agradable convivir con
personas que están en control de sus emociones pero cuando te acercas a una
persona que está llena de ira es muy fácil que te provoque ira de manera
inconsciente, misma que cargamos hacia los demás.
El mundo está lleno de
conflictos provocados por la falta de tolerancia. Y esto sucede cuando
esperamos que todos los de nuestro alrededor actúen y piensen de la misma manera
que nosotros lo hacemos como cuando hay discriminación a la mujer, a otras
religiones, a la preferencia sexual o a ciertas razas porque consideramos que
no son como nosotros somos.
El control de las emociones
implica aceptar y respetar las opiniones de los demás, a pesar de que estos no
coincidan con nuestra forma de pensar y aceptar y respetar la forma de ser de
los demás. Se escucha muy sencillo pero es un trabajo diario que debemos hacer
para disfrutar y convivir en este mundo tan variado de formas de pensar y de
vivir.
Te invito a que cuando sientes
ira o rechazo a alguna situación te cuestiones ¿qué tiene que ver contigo?¿De
dónde viene esta molestia?
Vivir en pareja, en familia,
trabajar en una empresa y convivir en sociedad definitivamente requiere del
valor de la paciencia y por ello te comparto cómo puedes trabajar con la
tolerancia.
En este mundo de estrés e
incertidumbre debemos trabajar con algunos puntos que nos ayuden a evitar estar
en un estado de ansiedad o depresión y que nos ayuden a mantener el equilibrio
emocional.
Hay actividades diarias que
puedes hacer para trabajar con tu paciencia:
ü Dedica por lo menos 10 minutos al día para hacer ejercicios
de respiración: La
respiración profunda tiene la capacidad de regular el sistema nervioso para
estimular un estado de relajación. Aportar a nuestro cuerpo oxigenación de
forma más pausada y regular, también ayuda a nuestro cuerpo a relajar los
músculos que se encuentran tensos. Cuando estamos relajados, el sistema
nervioso central deja de enviar sus picos de cortisol y adrenalina a nuestro cuerpo y esto ayuda al equilibrio
emocional.
Cuando
trabajamos con el control de nuestras emociones entrenamos a nuestro cuerpo a
relajarse, de modo que cuando estás expuesto a un momento en el que puedas perder
el control, si has hecho esta rutina diaria de relajar tu cuerpo con
respiración, te será más fácil relajarte y tomar el control de tus emociones en
lugar de actuar impulsivamente.
ü Hacer consciencia de tus actividades realizadas: Cuantas veces estamos comiendo
y no estamos conscientes de cómo masticamos, del sabor de los alimentos; o
estamos con unos amigos y en lugar de disfrutar la compañía tu mente está
concentrada en el trabajo que tienes pendiente.
La vida
es para disfrutarse y recordemos que cada momento es irrepetible, por lo que es
de gran relevancia entrenar a nuestro cuerpo a concentrarse en el “aquí y
ahora”. De modo que no nos estresemos de manera innecesaria en momentos que
deberían de ser placenteros. El cuerpo se acostumbra y desacostumbra al estrés
por lo que si todo el tiempo lo estresas difícilmente logramos relajarnos en
algún momento que deseamos. En terapia me encuentro con frecuencia con
pacientes cuya causa de insomnio es la dificultad para relajarse. Si haces que
tu mente viva concentrada en el futuro y en lo que crees que va a pasar, además de que es una fantasía, este
tipo de pensamientos te llenan de ansiedad y pueden aumentar la frustración.
Así que
un buen tip para controlar las emociones es hacer conciencia de las actividades
que realizas, cómo se siente estar comiendo, cómo se siente la silla en la que estás en este
momento, disfrutar y relajarte mientras te bañas sin pensar en lo que tienes
que hacer, etc…
ü Realiza actividades que disfrutes: Se que todos tenemos mucho que
hacer pero es importante que busquemos un espacio para hacer lo que nos gusta,
si sabes que escuchar música te relaja, salir a caminar, ir al gimnasio o
cualquier otra cosa, busca un espacio en
tu agenda para hacerlo. Tres veces por semana, diario o cuanto te sea posible.
Si no haces un espacio para complacerte difícilmente tu cuerpo estará relajado
y satisfecho. Es importante hacer para los demás pero también es importante
darte tiempo para ti.
ü Hay frases muy útiles que puedes hacer tuyas como un recordatorio
por ejemplo:
“La vida no es como yo quiero”, “las personas no son como yo”, “el mundo
necesita diversidad”, “cada experiencia genera aprendizaje”, “el mundo no corre
a mi velocidad”, “cada quien tiene sus propias prioridades”, etc…
Recordarlas
y hacerlas tuyas, te ayudará en los momentos de impaciencia, por lo que será
más fácil aplicarlas si ya has estado repitiéndotelas y analizándolas
frecuentemente.
ü Reflexiona sobre tus expectativas: Gran de parte de los problemas
de impaciencia surgen porque nos hacemos una idea de cómo queremos que pasen
las cosas. Así que te invito a analizar tus pensamientos y a tratar de no
crearte expectativas. Ubicarnos en la realidad resulta útil para evitar
frustraciones, recordemos que la vida y el mundo es impredecible.
Este tema es muy amplio por lo
que la próxima semana te compartiré tips de ¿qué hacer en el momento en el que
estoy expuesto a perder la paciencia?
Así que te espero la próxima
semana con mi columna para que continúes trabajando con este tema.
Psicóloga Mayra Cuanalo Gómez
Terapia Individual y Terapia de Pareja
Sanatorio Humboldt
Consulta Previa Cita: 044 2221 83 83 07
http://psicologamayracuanalo.blogspot.mx/
Facebook: Psicóloga Mayra Cuanalo
Gómez
Twitter: @MayraCuanalo
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