martes, 20 de mayo de 2014

Despertaron los gigantes dormidos. Por Josué Ortiz Vázquez


















El pasado fin de semana fuimos testigos de varios encuentros finales que definieron al mejor cuadro, me vienen a la mente los juegos de Barcelona ante Atlético de Madrid, River Plate vs Quilmes y por supuesto Pachuca vs León.
En España, el Atlético de Madrid demostró sólo dos cosas se ven desde el espacio; la muralla china y el pundonor de Simeone, ¿por qué enfocarme en el Cholo?  Sencillo, ya que ni técnicos de la capacidad de Javier Aguirre o Carlos Bianchi, por mencionar algunos, pudieron devolverle ese brillo al equipo colchonero.
Simeone, fiel a su estilo, mismo que transmitía en su época de jugador, contagió a jugadores como Juanfran,Diego Costa, el brasileño Diego, Gabi, Koke, entre otros que podían romper la hegemonía catalana  y merengue y tras 18 años logró alzar de nuevo la copa de la liga.
El partido fue ríspido, fue duro, una verdadera prueba ante un equipo en decadencia como el Barcelona, iniciaron perdiendo, y sin su mejor jugador, como es Diego Costa lograron levantarse y empatar el juego para posteriormente proclamarse el nuevo rey de España.
En otra parte del mundo, en Argentina, otro grande despertó. River Plate volvió desde la B, para proclamarse campeón de liga, y sobre todo dejar en claro que es el mandamás de la liga albiceleste.
Con jugadores como Fernando Cavenaghi,Teofilo Gutiérrez, Leonardo Ponzio, Cristian Ledesma entre otros, comandados por Ramón Díaz, los Millonarios concretaron una sufrida temporada al golear al Quilmes con un contundente 5-0, para sumar 37 puntos, cinco más que el subcampeón su acérrimo rival Boca Juniors.
Finalmente, en México, León logró el bicampeonato, su séptimo título, empatando a Pumas y Cruz Azul. Los Panzas Verdes, al quedar eliminados de la Copa Libertadores, intentaron rescatar su pundonor, calificaron de chiripa y demostraron su poderío eliminando en la denominada liguilla, al superlíder Cruz Azul y al sublíder Toluca, para posteriormente concretar su obra derrotando a un apático Pachuca.
Sin ser el equipo arrasador del torneo pasado, León, contagiado por el genio Gustavo Matosas, le alcanzó para coronarse y demostrar que la experiencia pesa en una final.

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martes, 20 de mayo de 2014

Despertaron los gigantes dormidos. Por Josué Ortiz Vázquez


















El pasado fin de semana fuimos testigos de varios encuentros finales que definieron al mejor cuadro, me vienen a la mente los juegos de Barcelona ante Atlético de Madrid, River Plate vs Quilmes y por supuesto Pachuca vs León.
En España, el Atlético de Madrid demostró sólo dos cosas se ven desde el espacio; la muralla china y el pundonor de Simeone, ¿por qué enfocarme en el Cholo?  Sencillo, ya que ni técnicos de la capacidad de Javier Aguirre o Carlos Bianchi, por mencionar algunos, pudieron devolverle ese brillo al equipo colchonero.
Simeone, fiel a su estilo, mismo que transmitía en su época de jugador, contagió a jugadores como Juanfran,Diego Costa, el brasileño Diego, Gabi, Koke, entre otros que podían romper la hegemonía catalana  y merengue y tras 18 años logró alzar de nuevo la copa de la liga.
El partido fue ríspido, fue duro, una verdadera prueba ante un equipo en decadencia como el Barcelona, iniciaron perdiendo, y sin su mejor jugador, como es Diego Costa lograron levantarse y empatar el juego para posteriormente proclamarse el nuevo rey de España.
En otra parte del mundo, en Argentina, otro grande despertó. River Plate volvió desde la B, para proclamarse campeón de liga, y sobre todo dejar en claro que es el mandamás de la liga albiceleste.
Con jugadores como Fernando Cavenaghi,Teofilo Gutiérrez, Leonardo Ponzio, Cristian Ledesma entre otros, comandados por Ramón Díaz, los Millonarios concretaron una sufrida temporada al golear al Quilmes con un contundente 5-0, para sumar 37 puntos, cinco más que el subcampeón su acérrimo rival Boca Juniors.
Finalmente, en México, León logró el bicampeonato, su séptimo título, empatando a Pumas y Cruz Azul. Los Panzas Verdes, al quedar eliminados de la Copa Libertadores, intentaron rescatar su pundonor, calificaron de chiripa y demostraron su poderío eliminando en la denominada liguilla, al superlíder Cruz Azul y al sublíder Toluca, para posteriormente concretar su obra derrotando a un apático Pachuca.
Sin ser el equipo arrasador del torneo pasado, León, contagiado por el genio Gustavo Matosas, le alcanzó para coronarse y demostrar que la experiencia pesa en una final.

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