Por alta traición… cesan a Javier Lozano Por Gerardo Pérez García

28 de Agosto 2017


Una vez descubierta la trama y consultada, y consensuada entre ambas partes –Gali Fayad y Moreno Valle-, la decisión se tomó: cesar a Javier Lozano Alarcón de la Jefatura del Gobierno de Puebla.
No podía continuar en el gabinete.
Tampoco desempeñando la “Vocería” del Gobierno Estatal.
Ni tener la representación del Gobierno en la Ciudad de México.
¿Qué hizo Javier Lozano?
¿Por qué el cese fulminante?
¿Traicionó… violó… defraudó?
La respuesta de “la fuente” de información fue contundente y no permitió más preguntas:
“¡Por alta traición!”.
Antes de que Foro 21 subiera en exclusiva a las redes el cese de Javier Lozano –sábado pasado-, se cruzó la información con otra “fuente” del Senado de la República.
Y ésta respondió:
“Lozano Alarcón solicitó su reingreso a la Cámara Alta”.
Es más –dijo-, “el viernes estuvo en la sesión”.
Se acudió a “la fuente” de inteligencia para hurgar lo de “alta traición” de Lozano Alarcón, pues el Gobierno de Puebla permanecía hermética y su área de Comunicación Social respondía: “no, no sabemos; no hay nada; desconocemos si hay cambios”.

FILTRÓ LO DEL CACHETES PARA
DESCARRILAR A MARTHA ERIKA
EN LA CARRERA DEL 2018

El dato de inteligencia llegó:
-Presuntamente- Javier Lozano “filtró” a un medio nacional –Reforma lo publicó el miércoles pasado- las fotos de “El Cachetes”, Othón Muñoz Bravo, con Rafael Moreno Valle en la cabalgata de Tamaulipas.
Un día después el periodista Alejandro Mondragón en su Portal Status publicó su columna “El Cachetes y Moreno Valle celebraron la victoria 2010”, donde revela cómo llegó Othón Muñoz a las filas morenovallistas, las fiestas en el rancho Heras, los contratos que recibió de parte del gobierno.
Y cuando el morenovallismo quiso deslindarse –hubo una tibia defensa del propio Lozano Alarcón-, el impacto mediático y social estaba dado, y siguió en cascada con la historia de “El Cachetes” con Sergio Moreno Valle Germán y que fue éste quien lo llevó a la campaña de Moreno Valle por la gubernatura en 2010.
De ahí la interrogante:
¿Por qué lo hizo el Senador con licencia?
Por tres poderosas razones:

… Reventar la probable candidatura de Martha Erika Alonso al Gobierno de Puebla por el PAN en 2018.
… Exhibir en todo el País las “relaciones peligrosas” de Rafael Moreno Valle.
… Mostrar que el gobierno de Antonio Gali Fayad es débil y no puede actuar contra la delincuencia; que tiene jueces miedosos; pero sobre todo, puso en entredicho el Estado de Derecho en Puebla.

Veamos.
Al detonarse la presunta relación Moreno Valle-Othón Muñoz y como el ex gobernador ve cada vez más lejana la posibilidad de obtener la candidatura presidencial, su jugada de “filtración” llevaría el descarrilar y reventar la probable candidatura de Martha Erika Alonso de Moreno Valle a la candidatura del PAN al Gobierno de Puebla el próximo año.
Con ello, y ante la debilidad política, de bajo conocimiento y experiencia del resto de los aspirantes morenovallistas-panistas, Javier Lozano se convertiría en el hombre idóneo para ser nominado candidato del albiazul.
Aunado que debilitaría el voto e injerencia del mandatario Gali Fayad en la sucesión gubernamental.

LAS TRAICIONES DE LOZANO CON
ZEDILLO, CALDERÓN Y MORENO VALLE

La jugada de carambola de tres bandas lucía impecable, fantástica y digna de elogio, pues con las tres posiciones política-gubernamentales que poseía Lozano Alarcón le daban no sólo reflectores, sino presencia local y nacional, injerencia y mando sobre el gabinete.
Pero…
La trama se le cayó.
Fue descubierta “su mano”.
Y lo cesaron.
Lo que lleva a buscar el ayer político de Javier Lozano Alarcón y su historial va de ser un orgulloso priista, a un recalcitrante calderonista, un panista de la “nueva ola” y hasta ayer un morenovallista de primera fila.
Con el Presidente de México Ernesto Zedillo fue subsecretario de Comunicaciones y Transportes, y logró congragearse con el entonces gobernador Melquíades Morales Flores, quien en repetidas ocasiones lo alojó en Casa Puebla –área de invitados-, amén de palomearlo para una diputación federal donde fue apabullado por el candidato del PAN Miguel Mantilla.
Su amistad y lealtad con el priista Ernesto Zedillo se trasladó con el candidato del PAN Felipe Calderón Hinojosa.
Incluso durante la campaña presidencial de 2006 no se cansaba de vociferar… ¡soy el calderonista número uno!
El pago de sus servicios en campaña llegó con la Secretaría del Trabajo, y el caso no aclarado del chino y los 240 millones de dólares, la quiebra de Aeroméxico, los muertos de Pasta de Conchos en Coahuila, el cierre de la Compañía Luz y Fuerza, y un largo etc, etc.
A finales de 2011 deja la Secretaría del Trabajo para ir de candidato al Senado de la República por Puebla en fórmula con Patricia Leal Islas en los comicios del 2012, siendo derrotado por la dupla del PRI: Blanca Alcalá-Lucero Saldaña.
Al cierre del conteo del PREP… Javier Lozano estaba en tercer lugar, y en segundo Manuel Bartlett Díaz.
Sólo que en la madrugada entraron “los duendes” y Lozano Alarcón se colocó en la segunda posición, que le permitió acceder a la Cámara Alta bajo la figura del “gran perdedor”.
Ya en el Senado se olvidó de ser “el calderonista número uno” para refugiarse en el morenovallismo.

Y le juró lealtad a Rafael Moreno Valle.

Y logró que lo colocara en el gabinete de José Antonio Gali Fayad.
Y desde ahí buscar la candidatura al Gobierno de Puebla.
Sólo que su gen lo llevó por enésima vez a la senda de la traición.
Así como ayer acuchilló a Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala… hoy lo hizo con Rafael Moreno Valle y su esposa Martha Erika Alonso.
Llevándose en su entramado al mandatario Antonio Gali Fayad.
¿Qué sigue don Javier?
Al tiempo.