05 de Junio 2017
Por primera vez un sacerdote poblano logró que
un Papa –Benedicto XVI- designara Arzobispo de la Diócesis de Puebla a un
poblano –valga la redundancia-
Nadie, casi nadie, le daba unas centésimas de posibilidades de ser el sucesor
de Rosendo Huesca y Pacheco –originario de Oaxaca-, quien había cumplido 75
años de edad y tenía que jubilarse.
En febrero de 2009, El Vaticano anunció que el nuevo Arzobispo de Puebla era
Víctor Sánchez Espinosa, oriundo de la Mixteca Poblana.
Y en abril del mismo año, el Papa Benedicto le entregó el báculo Arzobispal y
la Tiara; ceremonia en Roma a la que asistieron Norberto Rivera Carrera,
Arzobispo Primado de México; Francisco Robles Ortega de Monterrey, Juan
Sandoval Iñiguez de Guadalajara, entre otros.
Por cierto, al Arzobispo Sánchez Espinosa le ha tocado tener una relación
directa de manera consecutiva con tres Papas:
Juan Pablo II… en marzo de 2004 lo
nombra Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México.
Benedicto XVI… en febrero de 2009 lo
designa y ordena Arzobispo de Puebla.
Francisco… decidirá quién será el
nuevo responsable de la Diócesis más importante del País: el Arzobispado de
México.
Ocho años después -2017-, mañana martes presenta –o ya presentó- Norberto
Rivera Carrera su renuncia al Arzobispado de México por llegar a la edad
obligatoria de retirarse.
Y de acuerdo a los analistas vaticanistas hay una terna.
… Carlos Aguilar Retes, Arzobispo de la
Arquidiócesis de Tlanepantla.
… Monseñor Jorge Patrón Wong, responsable de los programas de educación en los
seminarios a nivel internacional.
… Víctor Sánchez Espinosa, Arzobispo de la Arquidiócesis de Puebla.
Misma que ya fue analizada, estudiada y sopesada.
Virtudes y debilidades. Aciertos y errores.
Consultas hechas por enviados de la Santa Sede.
Y cuyo desglose puntual y objetivo está en el despacho principal del Papa Francisco,
en espera del veredicto., una vez que se haga oficial la aceptación de renuncia
de Norberto Rivera, la cual puede llevar un mes, seis meses, un año o más.
De ahí que diarios nacionales como Reforma,
El Universal, El Sol de México, Excélsior, seminario Proceso, se han
abocado a tratar el tema de la sucesión.
LA MANO AMIGA
El Arzobispado de Rosendo Huesca tuvo dos facetas en los cerca de 30 años que
ostentó el cargo.
Uno, le tocó ser mediador y garante de la estabilidad política, social y
religiosa en Puebla, ante el estallido que se había dado en la entidad con la
incursión de estudiantes y maestros de la UAP.
En dos sexenios hubo seis mandatarios, con dos polos totalmente opuestos: el
católico y cien por ciento conservador Arzobispo Octaviano Márquez y Toriz.
Y el liberal con el Rector de la UAP, Luis Rivera Terrazas, apoyado por la
Presidencia de México y su titular Luis Echeverría Álvarez.
Rosendo Huesca se convirtió en el FACTÓTUM
de las negociaciones, pues tenía ascendencia dentro de la universidad al haber
sido catedrático y con la vestimenta de Arzobispo evitó se agudizara la lucha
de “Fúas” contra “Carolinos”.
Con el gobernador Alfredo Toxqui Fernández de Lara se logra la estabilidad
política y universitaria.
Y es cuando Rosendo Huesca se aboca más a los encuentros con la clase política,
y se olvida de la grey católica asentada en las juntas auxiliares, municipios y
rancherías.
Su relevo, Víctor Sánchez lo primero que hace es recorrer el territorio
poblano; ir en busca de los olvidados y marginados; estar en las fiestas del
pueblo; convivir con el pueblo.
La mano amiga de don Víctor está con ellos.
Y ése ha sido el sello de su Arzobispado.
Amén que le tocó enfrentar, contener y soportar los intentos de intromisión del
gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, quien en todo momento buscó sujetar al
Arzobispo, quien en lugar de pelear y denostar al gobierno… optó por trabajar
por su iglesia, por su feligresía y por los que menos tienen.
Incluso ha sido el primero en abrir las puertas de la Casa Arzobispal a los
medios de comunicación.
NORBERTO RIVERA DEJA
UNA IGLESIA DESALENTADA
En la edición de sábado y domingo de El
Universal dedican amplios reportajes a la gestión pastoral de Norberto
Rivera en el Arzobispado de México, donde los ex sacerdotes Alberto Athié y José Barba Martín lo señalan y acusan
“de encubrir a pederastas”.
Además, que “dejará una Arquidiócesis en crisis, con un catolicismo
desorganizado y desalentado, carente de un proyecto pastoral”.
Los especialistas Elio Masferrer, Jorge Traslosheros
y Bernardo Barranco, coinciden en que la lejanía de Rivera Carrera hacia
los feligreses y la desconfianza de la población, provocada por factores como
los supuestos abusos de quien fuera líder de los Legionarios de Cristo, Marcial
Maciel, contribuyeron a que en los últimos 22 años el catolicismo en la capital
del país se volviera “desalentado”.
Añaden:
“Quien vaya a suceder en su momento a Rivera Carrera, deberá tener capacidad de
diálogo para escuchar todas las voces y ser cercano a los fieles, pero también
tener una amplia experiencia política para posicionar nuevamente el catolicismo
en la Ciudad de México”.
Entre 1990 y 2010 el número de católicos en la Ciudad de México disminuyó 8% al
pasar de 92.4% a 84.4%, de acuerdo con datos de los censos de población del
INEGI.
Elio Masferrer, investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia,
apunta: “gozó de mucho poder durante el papado de Juan Pablo II, el cual fue
decayendo con los obispos de Roma subsecuentes, en especial, cuando Jorge Mario
Bergolio se convierte en Papa”.
“Norberto no ha dirigido a la diócesis, se dedicó a cosas frívolas, a casar a
gente rica, es como el capellán de la clase política y empresarial, pero nunca
tuvo un proyecto para la Arquidiócesis”.
Y el semanario Proceso en su portada
de ayer expone: “El cardenal Norberto Rivera se despide impune”.
En cinco páginas la revista plasma “El Chato” Rivera: Biografía de la
ambición”.
Citas que van desde su mentor, guía y protector Antonio López Aviña, en ese
entonces Arzobispo de Durango; su designación de Obispo en Tehuacán, a través
de Girolamo Prigione, Delegado Apostólico de El Vaticano en México.
Y su empoderamiento en Tehuacán, su estrecha relación con –Socorro- Socorrito
Romero, acaudalada dama y dueña del Grupo Romero Avícola.
Así se escribe la historia de Norberto Rivera Carrera con 22 años al frente del
Arzobispado de México y el eminente relevo, donde el poblano Víctor Sánchez
Espinosa es considerado en la terna que está en manos del Papa Francisco.
¿Llegará…?
Al tiempo.
Don Víctor Sánchez en la terna para llegar al Arzobispado de México Por Gerardo Pérez García
05 de Junio 2017
Por primera vez un sacerdote poblano logró que
un Papa –Benedicto XVI- designara Arzobispo de la Diócesis de Puebla a un
poblano –valga la redundancia-
Nadie, casi nadie, le daba unas centésimas de posibilidades de ser el sucesor
de Rosendo Huesca y Pacheco –originario de Oaxaca-, quien había cumplido 75
años de edad y tenía que jubilarse.
En febrero de 2009, El Vaticano anunció que el nuevo Arzobispo de Puebla era
Víctor Sánchez Espinosa, oriundo de la Mixteca Poblana.
Y en abril del mismo año, el Papa Benedicto le entregó el báculo Arzobispal y
la Tiara; ceremonia en Roma a la que asistieron Norberto Rivera Carrera,
Arzobispo Primado de México; Francisco Robles Ortega de Monterrey, Juan
Sandoval Iñiguez de Guadalajara, entre otros.
Por cierto, al Arzobispo Sánchez Espinosa le ha tocado tener una relación
directa de manera consecutiva con tres Papas:
Juan Pablo II… en marzo de 2004 lo
nombra Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México.
Benedicto XVI… en febrero de 2009 lo
designa y ordena Arzobispo de Puebla.
Francisco… decidirá quién será el
nuevo responsable de la Diócesis más importante del País: el Arzobispado de
México.
Ocho años después -2017-, mañana martes presenta –o ya presentó- Norberto
Rivera Carrera su renuncia al Arzobispado de México por llegar a la edad
obligatoria de retirarse.
Y de acuerdo a los analistas vaticanistas hay una terna.
… Carlos Aguilar Retes, Arzobispo de la
Arquidiócesis de Tlanepantla.
… Monseñor Jorge Patrón Wong, responsable de los programas de educación en los
seminarios a nivel internacional.
… Víctor Sánchez Espinosa, Arzobispo de la Arquidiócesis de Puebla.
Misma que ya fue analizada, estudiada y sopesada.
Virtudes y debilidades. Aciertos y errores.
Consultas hechas por enviados de la Santa Sede.
Y cuyo desglose puntual y objetivo está en el despacho principal del Papa Francisco,
en espera del veredicto., una vez que se haga oficial la aceptación de renuncia
de Norberto Rivera, la cual puede llevar un mes, seis meses, un año o más.
De ahí que diarios nacionales como Reforma,
El Universal, El Sol de México, Excélsior, seminario Proceso, se han
abocado a tratar el tema de la sucesión.
LA MANO AMIGA
El Arzobispado de Rosendo Huesca tuvo dos facetas en los cerca de 30 años que
ostentó el cargo.
Uno, le tocó ser mediador y garante de la estabilidad política, social y
religiosa en Puebla, ante el estallido que se había dado en la entidad con la
incursión de estudiantes y maestros de la UAP.
En dos sexenios hubo seis mandatarios, con dos polos totalmente opuestos: el
católico y cien por ciento conservador Arzobispo Octaviano Márquez y Toriz.
Y el liberal con el Rector de la UAP, Luis Rivera Terrazas, apoyado por la
Presidencia de México y su titular Luis Echeverría Álvarez.
Rosendo Huesca se convirtió en el FACTÓTUM
de las negociaciones, pues tenía ascendencia dentro de la universidad al haber
sido catedrático y con la vestimenta de Arzobispo evitó se agudizara la lucha
de “Fúas” contra “Carolinos”.
Con el gobernador Alfredo Toxqui Fernández de Lara se logra la estabilidad
política y universitaria.
Y es cuando Rosendo Huesca se aboca más a los encuentros con la clase política,
y se olvida de la grey católica asentada en las juntas auxiliares, municipios y
rancherías.
Su relevo, Víctor Sánchez lo primero que hace es recorrer el territorio
poblano; ir en busca de los olvidados y marginados; estar en las fiestas del
pueblo; convivir con el pueblo.
La mano amiga de don Víctor está con ellos.
Y ése ha sido el sello de su Arzobispado.
Amén que le tocó enfrentar, contener y soportar los intentos de intromisión del
gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, quien en todo momento buscó sujetar al
Arzobispo, quien en lugar de pelear y denostar al gobierno… optó por trabajar
por su iglesia, por su feligresía y por los que menos tienen.
Incluso ha sido el primero en abrir las puertas de la Casa Arzobispal a los
medios de comunicación.
NORBERTO RIVERA DEJA
UNA IGLESIA DESALENTADA
En la edición de sábado y domingo de El
Universal dedican amplios reportajes a la gestión pastoral de Norberto
Rivera en el Arzobispado de México, donde los ex sacerdotes Alberto Athié y José Barba Martín lo señalan y acusan
“de encubrir a pederastas”.
Además, que “dejará una Arquidiócesis en crisis, con un catolicismo
desorganizado y desalentado, carente de un proyecto pastoral”.
Los especialistas Elio Masferrer, Jorge Traslosheros
y Bernardo Barranco, coinciden en que la lejanía de Rivera Carrera hacia
los feligreses y la desconfianza de la población, provocada por factores como
los supuestos abusos de quien fuera líder de los Legionarios de Cristo, Marcial
Maciel, contribuyeron a que en los últimos 22 años el catolicismo en la capital
del país se volviera “desalentado”.
Añaden:
“Quien vaya a suceder en su momento a Rivera Carrera, deberá tener capacidad de
diálogo para escuchar todas las voces y ser cercano a los fieles, pero también
tener una amplia experiencia política para posicionar nuevamente el catolicismo
en la Ciudad de México”.
Entre 1990 y 2010 el número de católicos en la Ciudad de México disminuyó 8% al
pasar de 92.4% a 84.4%, de acuerdo con datos de los censos de población del
INEGI.
Elio Masferrer, investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia,
apunta: “gozó de mucho poder durante el papado de Juan Pablo II, el cual fue
decayendo con los obispos de Roma subsecuentes, en especial, cuando Jorge Mario
Bergolio se convierte en Papa”.
“Norberto no ha dirigido a la diócesis, se dedicó a cosas frívolas, a casar a
gente rica, es como el capellán de la clase política y empresarial, pero nunca
tuvo un proyecto para la Arquidiócesis”.
Y el semanario Proceso en su portada
de ayer expone: “El cardenal Norberto Rivera se despide impune”.
En cinco páginas la revista plasma “El Chato” Rivera: Biografía de la
ambición”.
Citas que van desde su mentor, guía y protector Antonio López Aviña, en ese
entonces Arzobispo de Durango; su designación de Obispo en Tehuacán, a través
de Girolamo Prigione, Delegado Apostólico de El Vaticano en México.
Y su empoderamiento en Tehuacán, su estrecha relación con –Socorro- Socorrito
Romero, acaudalada dama y dueña del Grupo Romero Avícola.
Así se escribe la historia de Norberto Rivera Carrera con 22 años al frente del
Arzobispado de México y el eminente relevo, donde el poblano Víctor Sánchez
Espinosa es considerado en la terna que está en manos del Papa Francisco.
¿Llegará…?
Al tiempo.
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