07 de Junio 2017
Puebla atraviesa una crisis en
materia de seguridad pública. Las cifras son contundentes y es que de acuerdo a
los datos publicados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de
Seguridad Pública el robo con violencia incrementó un 38.8 % entre 2010 y 2016.
En el mismo sentido el informe del
Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia señala que el robo a transeúnte es el
delito con mayor incidencia en la Ciudad de Puebla -13.72%- siendo los jóvenes
de entre 18 y 30 años las principales víctimas.
Los delitos de alto impacto en Puebla
incrementaron en un 16.1 % en el primer trimestre de 2017 –robos con violencia,
robos en carreteras, homicidios y secuestros- en comparación con el mismo
período del gobierno panista anterior.
Gracias al poder de las redes
sociales y de los medios de comunicación hemos conocido de cerca historias de
terror de las que han sido víctimas cientos de jóvenes en el estado.
En el peor de los casos algún
familiar ha sido parte de esta terrible situación. Asalto en el transporte
público, robo a transeúnte, robo con violencia, son solo algunos de los delitos
que padecemos día tras día y cada vez con más frecuencia quienes aquí vivimos,
de manera más sentida los jóvenes universitarios, por lo menos 7 en los últimos
dos meses.
A través de los medios de
comunicación se reportan en la ciudad capital 56 asaltos –de los cuales 9 se registraron con agresión física- y un
saldo de 6 personas asesinadas.
No se trata de casos aislados sino de
una realidad de inseguridad y violencia que crece de manera exponencial
mientras que las autoridades encargadas de velar por nuestra seguridad-física y
patrimonial- se muestran omisas al grado de parecer cómplices de la
delincuencia.
Aunado a esta situación de violencia
e inseguridad se encuentra el hecho de que la anterior administración eliminó
casi el 80 por ciento de las agencias del ministerio público y las agencias
subalternas que se encontraban en los municipios y juntas auxiliares de nuestro
estado.
Sin duda este hecho ha contribuido al
alarmante aumento delictivo en Puebla y deja al ciudadano en total estado de
indefensión.
Lo más importante para las personas
es nuestra familia. Luchamos día a día por crear un patrimonio que garantice
mejores condiciones de vida para nuestros hijos. La educación es fundamental en
esta construcción.
Por ello la formación académica
resulta imprescindible, especialmente en niveles superiores. Sin embargo, en
los últimos años, asistir a la universidad resulta una aventura de alto
riesgo.
Vamos por un modelo de seguridad
humana que debemos construir juntos para recuperar la paz de los poblanos, un
esquema integral que vaya a fondo, con el concurso de académicos y
especialistas en materia de seguridad para darle certidumbre a la ciudadanía.
0 comentarios:
Publicar un comentario