lunes, 11 de mayo de 2020

Los nuevos efectos de una añeja polarización social










Willy @punta
Los nuevos efectos de una añeja polarización social

La polarización social es añeja, pero sus efectos se resienten ahora más que nunca, y  son diferentes circunstancias las que vinieron a avivar la llama de esta desigualdad, entre otros el tan trillado COVID 19.

Les digo que no es nuevo el asunto dado que, desde siempre, la sociedad mexicana ha estado viviendo con dos panoramas, el de los pobres y el de los ricos, aunque algunos que no tan pobres, revisten su imagen de clase media. Eso, como dije, desde siempre.

Pero los comentarios, algo recientes, de esta situación se dieron a nivel internacional hace trece años, cuando a finales del mes de diciembre  de 2007, el Banco Mundial dio a conocer su preocupación por la polarización en México, incluso Ofreció respaldo por 210 mil dólares para frenar los efectos de la división entre pobres y ricos, norte y sur en el país

En aquel entonces se mencionó el proyecto de una contraloría social. El asunto de contraloría social es otro tema que tal vez abordaré en otra ocasión.

Regresando al asunto de la polarización desde el punto de vista del El Banco Mundial (BM), en ese entonces, consideró “la polarización social en México es preocupante, porque frena el desarrollo económico y democrático. Hay más de dos “Mexicas”: el de los pobres y el de los ricos; el del norte y el del sur, y es necesario atender esta situación de manera urgente, afirmó Roby Senderowitsch, especialista en desarrollo institucional de la organización.

Advirtió que sin equidad social se compromete la economía mexicana, porque no existen garantías de que todos los segmentos de la población avancen con equidad. Esto ocurre cuando no hay competencia en los mercados, cuando prevalecen monopolios públicos o privados que no permiten la mejora de los servicios, especialmente en el caso de la educación (Hasta aquí los comentarios del especialista).

Pasaron los años, cambiamos de color en el gobierno federal y ahora, amén de las circunstancias que aquejan a la economía de los mexicanos por la pandemia, lo que hay es no solo la incertidumbre del país, en algunos aspectos financiero, según lo ven a nivel internacional, sino el rechazo del Gobierno federal a algunas  de propuestas de la Iniciativa privada.

El “encabronamiento”, aunque no lo digan, está presente y lo veo reflejado en las expresiones del sector empresarial, ese es uno de los nuevos efectos de la polarización social.

Lo último en cuanto con ese sentimiento, que menciono anteriormente, es la declaración, como advertencia de los empresarios, cuando dicen “Es la tercera llamada que hacen al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para trabajar en conjunto”, esto luego de que presentaran  68 propuestas para enfrentar los efectos de salud y económicos por el coronavirus.

Como sabemos fueron los organismos adheridos  al Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quienes trabajaron arduamente y por varios días, sobre esas propuestas que por fin presentan al sector público.

Me gustaría equivocarme pero considero que esas propuestas quedarán en el tintero, a menos que realmente la Iniciativa privada haga lo que debe hacer, pero por su cuenta, veremos la fuerza de quienes a diario luchan por la economía de muchos mexicanos, frente a un sector público que se preocupa más por mantener su capital político.

Digo lo anterior con base en los siguientes apuntamientos:

1.- Lenguajes diferentes

Mientras en la Iniciativa privada se habla de detonar el crecimiento incluyente y el desarrollo social, el Presidente de México señala que la palabra crecimiento ya no debe utilizarse, ya no se debe decir crecimiento sino desarrollo, porque debemos ir a lo espiritual y no a lo material.

2.- La añejo huella

Aunque en el documento que presentó el CCE, no se habla de rescate a empresarios, el estigma del Fobaproa, en ellos, está presente en la mente  Andrés Manuel López Obrador, y claramente ha manifestado “que lo que quieren los empresarios es hacer negocios, y eso eso quedó en el pasado”, aun cuando los empresarios ya ven de otra manera la situación económica en la sociedad mexicana.

3.-  Cuando Carlos Salazar Lomelín presidente del CCE declara “siempre estaremos de acuerdo en que debemos tener un sistema que funcione, que nos promueva el desarrollo, nos dé crecimiento, que nos dé mejores posibilidades de salir de esta crisis”.

Seguro estoy que el Gobierno federal sostendrá que el sistema está funcionando, el plan ya está hecho, y que incluye a todos los sectores sociales, obviamente ahí está el productivo, y que con ese plan México saldrá adelante.

Bueno, pues ahí está la polarización en México que hoy por hoy sigue y sigue, pero como muchas veces lo he dicho, ahora reitero, pobres de los pobres, como siempre, quedan al margen de un desarrollo pero en medio de la “refriega” de los poderosos, siendo utilizados como un documento a la vista al portador, más o menos como el papel moneda, que muchos lo ganan a la buena y otros a la mala.

¿Ante el panorama qué pasará en México?

No lo sé, lo que si debo decir, es que los jóvenes deberían tomar cartas en el asunto, solo ellos son la esperanza de México, con nuevos proyectos e ideas sociales y productivas en este hermoso país.
Veremos y apuntaremos

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lunes, 11 de mayo de 2020

Los nuevos efectos de una añeja polarización social










Willy @punta
Los nuevos efectos de una añeja polarización social

La polarización social es añeja, pero sus efectos se resienten ahora más que nunca, y  son diferentes circunstancias las que vinieron a avivar la llama de esta desigualdad, entre otros el tan trillado COVID 19.

Les digo que no es nuevo el asunto dado que, desde siempre, la sociedad mexicana ha estado viviendo con dos panoramas, el de los pobres y el de los ricos, aunque algunos que no tan pobres, revisten su imagen de clase media. Eso, como dije, desde siempre.

Pero los comentarios, algo recientes, de esta situación se dieron a nivel internacional hace trece años, cuando a finales del mes de diciembre  de 2007, el Banco Mundial dio a conocer su preocupación por la polarización en México, incluso Ofreció respaldo por 210 mil dólares para frenar los efectos de la división entre pobres y ricos, norte y sur en el país

En aquel entonces se mencionó el proyecto de una contraloría social. El asunto de contraloría social es otro tema que tal vez abordaré en otra ocasión.

Regresando al asunto de la polarización desde el punto de vista del El Banco Mundial (BM), en ese entonces, consideró “la polarización social en México es preocupante, porque frena el desarrollo económico y democrático. Hay más de dos “Mexicas”: el de los pobres y el de los ricos; el del norte y el del sur, y es necesario atender esta situación de manera urgente, afirmó Roby Senderowitsch, especialista en desarrollo institucional de la organización.

Advirtió que sin equidad social se compromete la economía mexicana, porque no existen garantías de que todos los segmentos de la población avancen con equidad. Esto ocurre cuando no hay competencia en los mercados, cuando prevalecen monopolios públicos o privados que no permiten la mejora de los servicios, especialmente en el caso de la educación (Hasta aquí los comentarios del especialista).

Pasaron los años, cambiamos de color en el gobierno federal y ahora, amén de las circunstancias que aquejan a la economía de los mexicanos por la pandemia, lo que hay es no solo la incertidumbre del país, en algunos aspectos financiero, según lo ven a nivel internacional, sino el rechazo del Gobierno federal a algunas  de propuestas de la Iniciativa privada.

El “encabronamiento”, aunque no lo digan, está presente y lo veo reflejado en las expresiones del sector empresarial, ese es uno de los nuevos efectos de la polarización social.

Lo último en cuanto con ese sentimiento, que menciono anteriormente, es la declaración, como advertencia de los empresarios, cuando dicen “Es la tercera llamada que hacen al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para trabajar en conjunto”, esto luego de que presentaran  68 propuestas para enfrentar los efectos de salud y económicos por el coronavirus.

Como sabemos fueron los organismos adheridos  al Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quienes trabajaron arduamente y por varios días, sobre esas propuestas que por fin presentan al sector público.

Me gustaría equivocarme pero considero que esas propuestas quedarán en el tintero, a menos que realmente la Iniciativa privada haga lo que debe hacer, pero por su cuenta, veremos la fuerza de quienes a diario luchan por la economía de muchos mexicanos, frente a un sector público que se preocupa más por mantener su capital político.

Digo lo anterior con base en los siguientes apuntamientos:

1.- Lenguajes diferentes

Mientras en la Iniciativa privada se habla de detonar el crecimiento incluyente y el desarrollo social, el Presidente de México señala que la palabra crecimiento ya no debe utilizarse, ya no se debe decir crecimiento sino desarrollo, porque debemos ir a lo espiritual y no a lo material.

2.- La añejo huella

Aunque en el documento que presentó el CCE, no se habla de rescate a empresarios, el estigma del Fobaproa, en ellos, está presente en la mente  Andrés Manuel López Obrador, y claramente ha manifestado “que lo que quieren los empresarios es hacer negocios, y eso eso quedó en el pasado”, aun cuando los empresarios ya ven de otra manera la situación económica en la sociedad mexicana.

3.-  Cuando Carlos Salazar Lomelín presidente del CCE declara “siempre estaremos de acuerdo en que debemos tener un sistema que funcione, que nos promueva el desarrollo, nos dé crecimiento, que nos dé mejores posibilidades de salir de esta crisis”.

Seguro estoy que el Gobierno federal sostendrá que el sistema está funcionando, el plan ya está hecho, y que incluye a todos los sectores sociales, obviamente ahí está el productivo, y que con ese plan México saldrá adelante.

Bueno, pues ahí está la polarización en México que hoy por hoy sigue y sigue, pero como muchas veces lo he dicho, ahora reitero, pobres de los pobres, como siempre, quedan al margen de un desarrollo pero en medio de la “refriega” de los poderosos, siendo utilizados como un documento a la vista al portador, más o menos como el papel moneda, que muchos lo ganan a la buena y otros a la mala.

¿Ante el panorama qué pasará en México?

No lo sé, lo que si debo decir, es que los jóvenes deberían tomar cartas en el asunto, solo ellos son la esperanza de México, con nuevos proyectos e ideas sociales y productivas en este hermoso país.
Veremos y apuntaremos

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