Columna Un Nuevo Comienzo
Pobreza
Infantil, Pandemia y Día Mundial de la Tierra.
Alberto Jiménez Merino
Secretario Ejecutivo del
Consejo Técnico
Nacional Consultivo de la CNC
“Ya estoy hasta la madre de
las clases en línea. Extraño convivir con mis compañeros; me estresa que a cada
rato se vaya la señal y me cueste trabajo volver a conectarme”, me comentó
Santiago, uno de los 25 millones de niños mexicanos que están en cuarentena
para evitar contagios de COVID19.
Las secuelas del aislamiento
no se pueden predecir aún, pero es muy evidente el aburrimiento, el estrés, la
ansiedad, la preocupación, la tristeza, el miedo, el enojo y los cambios
repentinos de ánimo en la mayoría de los niños que no pueden salir de sus
casas.
Aunque, para una gran
proporción, la vida transcurre con normalidad porque la pobreza de las familias
los obliga a salir a buscar recursos para las necesidades diarias. Más del 62
por ciento de la población nacional se encuentra en pobreza de acuerdo con los
datos oficiales.
Muchas son las razones de
esta realidad socioeconómica. Desde aquellas que señalan un origen
multifactorial de la pobreza, hasta las que la simplifican con la tan trillada
existencia de corrupción que, por cierto, no pueden resolver y hasta la
incrementan.
La pobreza tiene origen en
las tareas que la escuela no ha podido hacer. Sin demérito de los grandes
esfuerzos realizados por el estado mexicano, es claro que la pobreza, productividad,
inseguridad pública, diabetes, sobrepeso, obesidad, desnutrición, el deterioro
ambiental: basura, aguas residuales vertidas a barrancas y ríos, pérdida de
suelo, escasez de agua, desaparición de especies de fauna y pérdida de vegetación; son hoy parte
importante de los grandes problemas nacionales.
No tuvimos ni tenemos aún
una sólida Educación Financiera, Educación Ambiental, Educación Cívica y Ética,
Educación Alimentaria y Nutricional.
Los problemas de las
familias más pobres no forman parte de los contenidos del Sistema Educativo
Nacional. No se forma a las personas para la vida y el trabajo, lo aprende cada
quien por su cuenta como puede. Las
universidades enseñan unas cosas pero se necesitan otras. Y, sin embargo, se
crean y derogan leyes como permisos de salida de almacén.
La verdadera reforma educativa
debe pasar a revisar los grandes problemas nacionales y como atenderlos en el
corto plazo y formar a los profesionistas que los resolverán en el futuro.
Necesitamos líderes que abanderen cada uno de los problemas de hoy y prevean
los de mañana.
Y si la cuarta parte de la
población nacional que conforma el
sistema educativo básico hoy está encerrado en sus casas recibiendo en
línea lo mismo que recibía en las aulas, puede ser el momento de modificar
contenidos y prepararlos para enfrentar crisis; para resolver las consecuencias
económicas que esto está generando; para atender las consecuencias ambientales
como las nuevas basuras generadas.
No habíamos aprendido a no
tirar basura, a separarla, clasificarla y reutilizarla; todavía cientos de
pueblos tiran sus aguas residuales a barrancas y ríos, los residuos sólidos a
tiraderos abiertos, y ya tenemos que lidiar con los filtros de respiradores y
cubrebocas, muchos de estos ya tirados por las calles sin ningún cuidado.
A causa de la pandemia
COVID19, por las tareas pendientes que no hemos hecho y por las políticas equivocadas o ausentes, se
estima que a finales de 2020 la mitad de la población infantil de América
Latina y el Caribe vivirá en un hogar pobre, pasando de 71 millones de niños en
2018 a 87 millones en 2020, según el Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF), que recomienda aplicar a gran escala programas de protección
social. Es un retroceso de 10 años que se agrava con la reducción de 5.3 por
ciento del Producto Interno Bruto (PIB) Regional estimado por la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), información recabada por la
Agencia EFE y citada por El Universal, 30 Mayo 2020.
Si bien la pandemia ha
tenido un impacto positivo en la recuperación del medio ambiente derivado de la
baja actividad económica, el Día Mundial de la Tierra 2020 nos encuentra con
grandes problemas de deterioro de los recursos naturales y un manifiesto cambio
climático que ya empezó a mostrarse con ciclones como Amphon en la India y Bangladesh,
tornados violentos en México y la depresión tropical en el pacifico con alto
potencial ciclónico que se está formando frente a las costas de Chiapas.
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