Más de 100 mil muertos por Covid y viene una segunda oleada
Por: Fernando Manzanilla Prieto
Hace unos días superamos las
100 mil muertes por Covid y el millón de personas contagiadas. Ya somos el cuarto
país con más muertes por Covid en el mundo, solo superados Estados Unidos,
Brasil e India. Tenemos un índice de positividad del 40%, cuando la
Organización Mundial de la Salud recomienda mantener la tasa cercana a 5%, y desafortunadamente
somos el país con el mayor número de fallecidos del sector salud a nivel global.
Pero lo más graves es que,
de acuerdo con datos de la Johns Hopkins University, ya somos el país con la
mayor tasa de letalidad por Covid en el mundo: 9.8 muertes por cada 100 casos confirmados.
Todo esto sin contar que la máxima autoridad sanitaria del país ha aceptado
que los datos están subestimados, hasta 8 veces en el caso del número de
contagios y hasta 2.7 veces en el caso de los fallecidos.
Este panorama desalentador
ocurre en la víspera de una segunda oleada de contagios. Ya son varios estados
de la República que han regresado o están a punto de regresar a semáforo rojo y
otra vez estamos viendo hospitales saturados. Varias encuestas realizadas
durante noviembre (Buendía&Laredo, Reforma, El Financiero) muestran una
marcada división entre los que aprueban la estrategia adoptada para enfrentar
la pandemia y quienes la desaprueban. Creo que esta aprobación está más
relacionada con el apoyo al Presidente que con el manejo de la pandemia ya que la
mayoría coincide en que el gobierno ha perdido control de la situación y que se
deberían hacer ajustes a la estrategia.
En cuanto al uso del
cubrebocas, la mayoría opina que se debería decretar como obligatorio en
espacios públicos y multar a quienes desobedezcan esta disposición. Finalmente,
respecto a las pruebas de diagnóstico, la mayoría piensa que se deberían
realizar pruebas masivas para detectar casos de coronavirus y que se debería
rastrear a personas que estuvieron en contacto con quienes se han contagiado
del virus.
Todos los expertos coinciden
en que diciembre y enero serán meses clave si es que queremos detener el nuevo
avance del virus. El problema es que son meses cargados de celebraciones y
convivencia familiar. Por eso creo que ha llegado la hora de reforzar las medidas
sanitarias. Debemos evitar las peregrinaciones y posadas, e instar a los
jóvenes a evitar fiestas y festejos durante las fiestas decembrinas. En esta
oleada ellos son los principales propagadores del virus. En España, el gobierno
recomienda limitar reuniones familiares a 6 personas máximo, en navidad y año
nuevo. Entiendo la dificultad que esto implica para nuestra cultura y tradiciones.
Sin embargo, tengamos en cuenta que, en el mejor escenario, será hasta marzo
que se comience a aplicar de manera masiva la vacuna y que su aplicación podría
durar meses.
Como sociedad y como gobierno, tenemos que
actuar responsablemente y poner orden en temas básicos de prevención como el
uso del cubrebocas y la restricción de fiestas y celebraciones multitudinarias.
Si llegamos a las fiestas decembrinas pensando que la vacuna nos va a
salvar y seguimos viendo como normal la realización de reuniones familiares, no
podremos evitar que esta nueva oleada nos rebase y haya muchas más muertes. Creo
que vale más la pena llevarla tranquila este fin de año y desquitarnos festejando
la vida una vez superada la emergencia.
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