Columna Un Nuevo Comienzo
Evaluación, Autocrítica y Perspectivas del PRI Puebla
Alberto Jiménez Merino
En Puebla, los resultados del proceso electoral recién terminado, son
desfavorables para el PRI.
No obstante de haber pasado de 1 a 4 diputaciones locales ganadas por elección,
solo se obtienen 48 presidencias municipales de 81 actuales y no hay ninguna
diputación federal ganada en las urnas.
Los 420 mil votos obtenidos por el PRI en Puebla fueron insuficientes para tener
mejores resultados. La sociedad mexicana le dio la espalda a nuestro partido a
juzgar por los resultados de otros estados.
Los programas sociales del gobierno, las campañas de miedo a perder los apoyos
si votaban por otras opciones políticas, promovidas por Morena, y la intimidación
practicada en algunos municipios contra militantes priistas, dieron resultados
negativos al priismo.
Con lo que se tenía, se hizo lo que mejor se pudo en nuestro estado. Y,
desgraciadamente no se tenía mucho. Por eso reconozco que la dirigencia estatal
hizo un buen trabajo que siempre será susceptible de mejorar y superar. Por ello
creo que, es muy necesaria la autocrítica como mecanismo de mejora continua.
Entre los aspectos que han fallado al PRI en las últimas elecciones, puedo señalar
entre los más importantes la percepción de corrupción que la sociedad tiene y que,
aunque no se ha comprobado, no se ha podido revertir, así como lo tardío de la
selección de candidatos a los diferentes cargos en los últimos procesos, con
algunos titubeos, que dan ventajas relativas a otros partidos.
Mucho daño ha hecho a nuestro partido la tolerancia de militancias volátiles que,
según conveniencias personales, han apoyado sin rubor a fuerzas contrarias al
priismo haciéndolo perder, y las mismas dirigencias, pretextando la unidad, los
privilegian sobre quienes han servido con lealtad, enviando así malos mensajes
para la militancia. Muy mal ejemplo para los jóvenes.
Y, sin embargo, cuando despertamos, el PRI seguía ahí.
La alianza partidaria es una buena estrategia que habrá que mantener con sus
debidos ajustes, como asegurar un mayor compromiso en la participación de las
militancias aliadas en los niveles federal y local, así como el resolver el tema
municipal para evitar desencuentros cuando en este nivel se compite por
separado.
Con anticipación se requiere revisar, renovar, reestructurar y fortalecer las
estructuras seccionales, los comités municipales del partido y los comités de los
sectores partidistas. También recuperar la capacidad de gestión de apoyos a las
principales necesidades de la gente que hoy están abandonadas.
Asimismo, mejorar el proceso de selección de candidatos, la paridad de género y
la proporción de jóvenes para que con anticipación se preparen las nominaciones
más indicadas. Mejorar la coordinación entre las áreas encargadas del Activismo y
Acción electoral, así como una mayor claridad en el acceso a la seguridad pública
previo y durante las elecciones.
Es necesaria la capacitación y el acompañamiento a los presidentes municipales
electos para que hagan una gran gestión y tengan grandes resultados que
fortalezca al partido, gobernando para todos; y al mismo tiempo, acompañar a los
expresidentes para apoyar el proceso de cierre de su administración y de sus
cuentas públicas para que no sigan siendo objeto de presión política.
La política sin principios nos ha hecho mucho daño. Ganar a cualquier precio se
vuelve contra la población, aunque esta no dé cuenta. Hay múltiples ejemplos. Se
olvida con frecuencia que la finalidad de la política es la unión de la gente para
impulsar su propio desarrollo.
Durante esta campaña electoral en la que visitamos 51 municipios del Distrito
Federal de Acatlán, identificamos como principales problemas la falta de agua
potable, drenaje y tratamiento de aguas residuales como una necesidad prioritaria
en todos los municipios.
La falta de mantenimiento a las carreteras, internet en las comunidades, apoyos a
la seguridad alimentaria, al fomento productivo agropecuario, artesanal y minero,
medicinas y médicos, mantenimiento a escuelas, apoyos a migrantes, así como la
seguridad pública municipal, reclamando el restablecimiento del fondo de
fortalecimiento a la seguridad (FORTASEG).
Los apoyos sociales ayudan a contener la pobreza, pero no la revierten. Hay
urgencia por reactivar la economía, atenuar los impactos del COVID, recuperar la
seguridad pública y unir a los mexicanos, hoy confrontados desde el poder.
Si el PRI aprende de sus errores, si hay apertura para corregir el rumbo y recupera
la defensa de las causas sociales como dictan sus documentos básicos, tendrá un
mejor futuro. Si no, va derechito a la desaparición como lo auguran sus
detractores.
Yo creo que hay un mejor futuro, porque yo creo en el PRI, en un verdadero nuevo
PRI.



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