miércoles, 4 de enero de 2023

Migración y sequía; Cumbre de América del Norte 2023

 


Columna Nuevos Horizontes

Migración y sequía; Cumbre de América del Norte 2023

                                                                                               Alberto Jiménez Merino

La migración nacional y de centro-américa, la inseguridad pública, la sequía, la pobreza y el cambio climático, son los principales problemas que nuestro país enfrenta actualmente y que, seguramente, formarán parte de la agenda de la Cumbre de líderes de América del Norte, que se realizará en la Ciudad de México entre el 10 y 12 de enero del 2023.

Entre enero y noviembre del 2022, el gobierno de Estados Unidos (EU) deportó a 241 mil 262 migrantes mexicanos, equivalente a un 60.9 por ciento más que el mismo periodo del 2021, según cifras de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, citadas por María Cabadas, en El Universal del 31 de diciembre de 2022.

De acuerdo con la misma fuente, el flujo de mexicanos hacia EU se multiplicó por cuatro a partir de mayo 2020 y, con datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza Norteamericana, se han arrestado 808 mil 339 migrantes mexicanos que intentaron cruzar durante el año fiscal 2022.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), citado por Víctor Osorio, en el periódico Reforma, del 29 de diciembre de 2022, el año 2023 iniciará con déficit nacional de lluvia; enero registrará 15.1 milímetros que representan 37.3 por ciento menos del promedio histórico del periodo 1991-2020, pero febrero tendrá 10.3 milímetros, un 44 Por ciento menos del promedio. El déficit acumulado de lluvia para mayo será entonces de 23.3 por ciento y si bien hay un superávit para el año 2023, este es de solo 0.4 por ciento.

La falta de lluvias impacta directamente en la disponibilidad de agua para el consumo humano y las actividades económicas. Si no hay agua no hay producción de alimentos o bienes y la economía se debilita reduciendo las oportunidades de ingresos. Por eso, una de las reacciones inmediatas a la falta de agua es la migración a regiones o destinos más favorables para encontrar oportunidades laborales.

A esta problemática se agregan también la inseguridad y violencia que se generan ante la falta de oportunidades productivas locales. Ya hemos referido que los jóvenes, en el 70 por ciento de los 32 mil 500 ejidos y comunidades agrarias de México, ya no se quedan para reproducir las condiciones de pobreza de sus padres, y en regiones como las mixtecas, miles de jóvenes solo esperan terminar la secundaria para migrar hacia los EU.

Pero, además de la migración nacional, México es paso y aduana para la migración centro-americana, caribeña, africana y oriental, que supera, según expertos, más del 50 por ciento del total. De igual forma, nuestro país es zona de espera para esta migración, mientras se autoriza su ingreso a territorio norteamericano.

Estos complejos problemas ameritan atención prioritaria en la agenda política nacional y de la implementación de políticas públicas en los tres órdenes de gobierno porque, actualmente no la tienen y, más aún, de la agenda de cooperación internacional directamente con nuestro vecino del norte y los países del sur de nuestra frontera.

Hemos hablado de la necesidad de invertir en la seguridad alimentaria de los pequeños productores fortaleciendo sus sistemas productivos ancestrales como la milpa mexicana, la agricultura de conservación, huertos y granjas familiares e implementación de huertos y granjas escolares para formar a las nuevas generaciones.

Asimismo, de promover el fomento productivo de acuerdo con los potenciales regionales para la integración de cadenas productivas y de suministro a mercados, apoyando el fortalecimiento organizacional y empresarial;  servicios técnicos, mecanización y tecnificación agroalimentaria; sanidad e inocuidad; investigación aplicada a los problemas de los productores y transferencia tecnológica;  infraestructura de acopio, financiamiento y apoyos a la comercialización en los sectores agrícola, forestal, pecuario y acuícola.

Y en materia hídrica, hemos estado señalando la importancia de la recarga de acuíferos, el bombeo solar, la modernización y tecnificación del riego agrícola, el tratamiento y reúso de aguas residuales, la construcción y/o desazolve de presas, al revestimiento de canales, la modernización de distritos de temporal tecnificado, así como la tecnificación de los distritos de riego, tal y como sucede en el distrito 01, en el estado de Aguascalientes, y que es un gran ejemplo nacional.

Los mexicanos siguen migrando y los problemas migratorios son cada vez mayores, la inseguridad pública está muy lejos de ser resuelta, la importación de granos y alimentos es cada vez mayor, el país se está secando y el cambio climático sigue avanzando.

Al margen de ideologías, ¿alguien ve algo diferente a esto?

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miércoles, 4 de enero de 2023

Migración y sequía; Cumbre de América del Norte 2023

 


Columna Nuevos Horizontes

Migración y sequía; Cumbre de América del Norte 2023

                                                                                               Alberto Jiménez Merino

La migración nacional y de centro-américa, la inseguridad pública, la sequía, la pobreza y el cambio climático, son los principales problemas que nuestro país enfrenta actualmente y que, seguramente, formarán parte de la agenda de la Cumbre de líderes de América del Norte, que se realizará en la Ciudad de México entre el 10 y 12 de enero del 2023.

Entre enero y noviembre del 2022, el gobierno de Estados Unidos (EU) deportó a 241 mil 262 migrantes mexicanos, equivalente a un 60.9 por ciento más que el mismo periodo del 2021, según cifras de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, citadas por María Cabadas, en El Universal del 31 de diciembre de 2022.

De acuerdo con la misma fuente, el flujo de mexicanos hacia EU se multiplicó por cuatro a partir de mayo 2020 y, con datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza Norteamericana, se han arrestado 808 mil 339 migrantes mexicanos que intentaron cruzar durante el año fiscal 2022.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), citado por Víctor Osorio, en el periódico Reforma, del 29 de diciembre de 2022, el año 2023 iniciará con déficit nacional de lluvia; enero registrará 15.1 milímetros que representan 37.3 por ciento menos del promedio histórico del periodo 1991-2020, pero febrero tendrá 10.3 milímetros, un 44 Por ciento menos del promedio. El déficit acumulado de lluvia para mayo será entonces de 23.3 por ciento y si bien hay un superávit para el año 2023, este es de solo 0.4 por ciento.

La falta de lluvias impacta directamente en la disponibilidad de agua para el consumo humano y las actividades económicas. Si no hay agua no hay producción de alimentos o bienes y la economía se debilita reduciendo las oportunidades de ingresos. Por eso, una de las reacciones inmediatas a la falta de agua es la migración a regiones o destinos más favorables para encontrar oportunidades laborales.

A esta problemática se agregan también la inseguridad y violencia que se generan ante la falta de oportunidades productivas locales. Ya hemos referido que los jóvenes, en el 70 por ciento de los 32 mil 500 ejidos y comunidades agrarias de México, ya no se quedan para reproducir las condiciones de pobreza de sus padres, y en regiones como las mixtecas, miles de jóvenes solo esperan terminar la secundaria para migrar hacia los EU.

Pero, además de la migración nacional, México es paso y aduana para la migración centro-americana, caribeña, africana y oriental, que supera, según expertos, más del 50 por ciento del total. De igual forma, nuestro país es zona de espera para esta migración, mientras se autoriza su ingreso a territorio norteamericano.

Estos complejos problemas ameritan atención prioritaria en la agenda política nacional y de la implementación de políticas públicas en los tres órdenes de gobierno porque, actualmente no la tienen y, más aún, de la agenda de cooperación internacional directamente con nuestro vecino del norte y los países del sur de nuestra frontera.

Hemos hablado de la necesidad de invertir en la seguridad alimentaria de los pequeños productores fortaleciendo sus sistemas productivos ancestrales como la milpa mexicana, la agricultura de conservación, huertos y granjas familiares e implementación de huertos y granjas escolares para formar a las nuevas generaciones.

Asimismo, de promover el fomento productivo de acuerdo con los potenciales regionales para la integración de cadenas productivas y de suministro a mercados, apoyando el fortalecimiento organizacional y empresarial;  servicios técnicos, mecanización y tecnificación agroalimentaria; sanidad e inocuidad; investigación aplicada a los problemas de los productores y transferencia tecnológica;  infraestructura de acopio, financiamiento y apoyos a la comercialización en los sectores agrícola, forestal, pecuario y acuícola.

Y en materia hídrica, hemos estado señalando la importancia de la recarga de acuíferos, el bombeo solar, la modernización y tecnificación del riego agrícola, el tratamiento y reúso de aguas residuales, la construcción y/o desazolve de presas, al revestimiento de canales, la modernización de distritos de temporal tecnificado, así como la tecnificación de los distritos de riego, tal y como sucede en el distrito 01, en el estado de Aguascalientes, y que es un gran ejemplo nacional.

Los mexicanos siguen migrando y los problemas migratorios son cada vez mayores, la inseguridad pública está muy lejos de ser resuelta, la importación de granos y alimentos es cada vez mayor, el país se está secando y el cambio climático sigue avanzando.

Al margen de ideologías, ¿alguien ve algo diferente a esto?

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