Columna Nuevos Horizontes
México:
Política energética, bioetanol y caña de azúcar
Alberto Jiménez Merino
En México hay un potencial de
producción de bioetanol a partir de la caña de azúcar, hasta por 2 mil millones
de litros, para utilizarse en automóviles y transporte aéreo, con lo que se
podría reducir en 5 millones de toneladas las emisiones de bióxido de carbono (CO2).
Lo anterior, fue señalado
por Galo Galeana Herrera, perteneciente a la Asociación Biomovilidad.org, durante
el Foro sobre Biocombustibles, realizado por la Comisión de Desarrollo y
Conservación Rural en la Cámara de Diputados, el pasado 15 de marzo, de donde a
continuación comparto las principales conclusiones.
En su ponencia “El
desarrollo de una nueva industria del bioetanol en beneficio del campo
mexicano”, Galeana Herrera explicó que este es un alcohol que cumple con
los requisitos necesarios para utilizarse como carburante en el sector transporte,
terrestre y aéreo.
Asimismo, de acuerdo con
Benito López, de la empresa BIOMEX, el etanol mezclado al 10 por ciento con la
gasolina reduce emisiones de gases efecto invernadero (GEI) entre 30 y 50 por
ciento. Por cada litro de etanol utilizado como sustituto de la gasolina, se
reducen 2.5 kilogramos de emisiones de CO2 a la atmósfera.
El impulso del bioetanol
tiene fundamento en el desarrollo económico, la independencia energética, la
protección a la salud y el cuidado del medio ambiente. En México, la dependencia de importaciones en
gasolina, diésel y gas, es superior al 60 por ciento. Por su parte, en
Argentina, el desarrollo de etanol y biodiesel han permitido revertir la
migración y sustituir importaciones de combustibles.
En nuestro país es necesario
sustituir el metil terbutil-ether (MTBE), actual oxigenante de las gasolinas,
que por su nivel contaminante ha sido prohibido en la Unión Europea y gran
parte de los Estados Unidos.
Actualmente, existen 66
países con políticas públicas para utilizar el etanol con uso obligatorio en su
matriz energética. Los más avanzados son Brasil, Noruega y Dinamarca. Los
intermedios Europa, Asia y Estados Unidos y los más rezagados, aún
principiantes, son África y América Latina.
De acuerdo con datos del
2016, el consumo nacional de etanol en México es de 350 millones de litros, de
los cuales se producen 150 millones y, 200 millones se importan.
Es importante señalar que hasta
ahora no se ha podido establecer un plan de producción de etanol para sustituir
el MTBE.
De acuerdo con lo anterior,
es necesario modificar la norma que actualmente establece usar 5.6 por ciento de
etanol en la gasolina ya que la recomendación técnica más conveniente indica
que se requiere al menos el 10 por ciento.
Al año 2022, en Estados
Unidos, el 98 por ciento de la gasolina contiene etanol al 10.4 por ciento; por
su parte, en Brasil, el 100 por ciento de la gasolina contiene etanol y su
porcentaje obligado es de 27 por ciento.
Las materias primas más
importantes para producir etanol en México son la caña de azúcar, sorgo, yuca, remolacha
y agave. Tan solo una tonelada de sorgo produce 400 litros de etanol y
subproductos utilizados en la alimentación del ganado.
En nuestro país existe un
proyecto de producción de 122.5 millones de litros anuales de etanol a base de
sorgo, en Tamaulipas, esperando a ser reactivado.
En tanto, Arturo Sánchez
Carmona, del Centro de Investigaciones Avanzadas del Instituto Politécnico
Nacional (CINVESTAV) Jalisco, informó del potencial existente para obtener
etanol de segunda generación a partir de residuos como las pajas de trigo,
sorgo, rastrojo de maíz o bagazo de agave, con lo que se revalorizan los
residuos y se fortalece la economía circular. Con base en los datos anteriores,
existe en nuestro país capacidad para producir de 30 a 40 por ciento de la
demanda de etanol, según la actual norma del 5.6 por ciento.
De igual forma, Sánchez
Carmona señaló que la producción de etanol de ahora al año 2050, debe ser del 7
por ciento anual y tendrá un aporte del 15 por ciento en el consumo de energía
en el sector transporte ya que existe la materia prima, tecnología y mercado.
A su vez, Luis Ramiro García
Chávez, funcionario de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER),
explicó que el Programa Nacional de la Industria de la Caña de Azúcar (PRONAC),
establece la necesidad de diversificar el uso de este cultivo para mejorar la
productividad e ingresos de los productores.
En México, más de 900 mil hectáreas
de caña se dedican a la producción de azúcar, piloncillo y alcohol. El mercado
del azúcar se ha contraído por lo que la opción es transformar la caña en
etanol y mejorar el ingreso de productores para lo cual se requiere producir
excedentes de caña mediante el incremento de rendimientos y aprovechar las
oportunidades del mercado.
Mejores variedades,
prácticas regenerativas, manejo del riego y la humedad, control de plagas,
adopción de biofertilizantes y mejores métodos de cosecha son elementos para
remontar los actuales rendimientos del cultivo.
Finalmente, Manuel Enríquez,
del Grupo Ingenios Motzorongo, destacó que existen 4 destilerías de ingenios
consumiendo combustibles fósiles para producir biocombustibles. Hay obstáculos de
la normatividad que se requiere eliminar, así como desarrollar infraestructura
para almacenar mieles intermedias que aseguren la capacidad de respuesta de
abasto de etanol.
El tema del etanol es un
negocio viable, con futuro. No se debe seguir perdiendo el tiempo.



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