Acercar a Puebla al Nearshoring
Hace unos
días, la Secretaría de Economía (SE) federal informó que, durante el primer
trimestre de este año, la Inversión Extranjera Directa (IED) tuvo un
crecimiento histórico al alcanzar los 18 mil 636 millones de dólares. Esto
representa un monto superior del 48% en comparación al primer trimestre de
2022, así como la mayor alza vista en 13 años para igual lapso.
Se sabe que la
IED registrada entre enero y marzo provino, en su gran mayoría de sociedades
mexicanas con participación de capital extranjero, además de que el 90%
corresponde a utilidades que no retornaron a su país de origen, así como un 5%
a nuevas inversiones que se realizaron en México.
Para la SE
este comportamiento representa la confianza de los inversionistas para mantener
y ampliar sus inversiones en el país, además de que se refrendó a Estados
Unidos de América como el principal socio comercial.
Asimismo, se
sabe que el 53% de la IED corresponde al sector manufacturero y que el 67% se
localiza en cinco entidades del país: Ciudad de México con 7 mil 039 millones
de dólares, que representa el 38%, seguida de Nuevo León con 2 mil 332 millones
de dólares (13%), Jalisco con 1 mil 179 millones de dólares (6%), Puebla con
920 millones de dólares (5%) y Estado de México con 892 millones de dólares
(5%).
Estos números
nos dejan ver la fuerza del nearshoring en la economía del país, pero
además el potencial real que hay en Puebla para atraer a las industrias
extranjeras.
El nearshoring,
que consiste en trasladar actividades empresariales a países cercanos, se ha
convertido en una tendencia cada vez más popular en la industria global. En el
caso de nuestro estado, es una realidad que no escapa del radar como un destino
atractivo para la implementación de esta estrategia empresarial.
Puebla se
encuentra en una ubicación geográfica privilegiada, lo que le otorga una
ventaja significativa. Al estar cerca de los Estados Unidos, uno de los mayores
mercados para la externalización de servicios, las empresas tienen la
posibilidad de reducir los costos de transporte y tiempo de entrega. Esto hace
que el estado sea una opción atractiva para las compañías que buscan acortar
las distancias y mantener una estrecha colaboración con sus socios comerciales.
Asimismo, el
estado cuenta con una infraestructura bien desarrollada que incluye carreteras
modernas, una red ferroviaria eficiente y puertos cercanos. Estas facilidades
logísticas facilitan el movimiento de mercancías y la distribución eficiente de
productos terminados. Además, Puebla cuenta con una infraestructura de
telecomunicaciones confiable, lo que garantiza la conectividad necesaria para
las operaciones de nearshoring.
Por otra
parte, la fuerza laboral de Puebla es altamente calificada y cuenta con una
amplia experiencia en diversos sectores industriales. Las universidades y
centros de educación superior en la región han formado profesionales
especializados en áreas como ingeniería, tecnología de la información,
manufactura y logística. Esto proporciona a las empresas internacionales un
acceso directo a un talento humano capacitado y competitivo.
Además, el
establecimiento de operaciones de nearshoring en Puebla puede generar
importantes ahorros en costos operativos para las empresas. Los salarios y los
costos de vida en México son generalmente más bajos que en los países
desarrollados, lo que se traduce en una ventaja competitiva.
Tampoco pasa
por alto el que Puebla cuenta con parques industriales y zonas económicas
especiales que ofrecen infraestructura y servicios específicamente diseñados
para las necesidades de las empresas transnacionales.
¿Pero qué es
lo que falta para despuntar el nearshoring en Puebla? Sin duda el implementar
en la entidad políticas orientadas a la industrialización y tecnología, además
de generar acercamiento estrecho con las empresas.
Es por ello
que el gobierno debe crear un clima de negocios atractivo para las empresas
extranjeras. Esto puede implicar simplificar los trámites burocráticos, reducir
la carga fiscal, mejorar la infraestructura y garantizar la seguridad jurídica,
así como pública.
Es importante
fomentar la colaboración y la concentración de empresas en sectores
específicos. El gobierno debe identificar las industrias clave y crear
clústeres industriales en áreas determinadas, ofreciendo incentivos y
beneficios adicionales a las empresas que se establezcan allí. Un ejemplo de
ello recae en la industria automotriz, tan posicionada en la entidad.
También debe
invertir en la capacitación y el desarrollo de habilidades de la fuerza laboral
local para asegurar que haya recursos humanos altamente calificados
disponibles. Esto puede implicar el establecimiento de programas de
capacitación específicos e incluso promover la colaboración entre las empresas
y las instituciones académicas y de investigación locales para fomentar la
innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías.
Pero más allá
de ello, debe buscar alianzas estratégicas con organismos internacionales,
cámaras de comercio, asociaciones empresariales y otros gobiernos locales para
fortalecer su posición como destino atractivo para las empresas extranjeras.
Estas alianzas pueden proporcionar acceso a redes empresariales y oportunidades
de colaboración.
El tiempo
avanza y no espera, por ello, es prioritario empujar estas acciones ya en
beneficio de las industrias, pero también de la recuperación económica del país
y del estado, la cual sin duda vendrá de la mano de la atracción de inversiones
y el fortalecimiento de la economía local.



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