COLUMNA: ESTAMOS EN CONEXIÓN
ORIENTACIÓN SEXUAL, AUTOCONCEPTO, SEXUALIDAD Y CONFIANZA
Por: Jorge García D.
“Lo ideal sería ser capaz de amar a una mujer o a un hombre, a cualquier ser humano, sin
sentir miedo, inhibición u obligación.”- Simone de Beauvoir
Estamos cerrando junio y con ello el mes de la diversidad, en el que no solo el colectivo LGBT, sino la
comunidad global se une a la conmemoración el 25 de junio el Día Mundial de la Diversidad Sexual
haciendo un recordatorio a todos, todas y todes la necesidad de seguir en la lucha para el
reconocimiento de los derechos humanos básicos para la comunidad LGBTTTIQ+, quienes desde hace
varios años en diferentes partes del mundo se realizan diversos eventos, marchas y protestas con la
finalidad de visibilizar, exigir y hacer un reclamo social por la igualdad de derechos, equidad,
tolerancia, seguridad, respeto y dignidad de todos, todas y todes sin distinción de sexo, orientación,
etnia, color de piel, cultura, religión, capacidades diferentes y más.
Cerrando este mes con la celebración del Día Internacional del Orgullo LGBTTTQI+, el 28 de junio,
donde la comunidad global se une a la conmemoración para reivindicar la ardua lucha por la igualdad
de derechos, inclusión y cero violencias de todo tipo, celebrando con ORGULLO su aceptación,
identidad y orientación, es importante mencionar que éste no ha sido un camino fácil ya que
actualmente en 72 países la homosexualidad está criminalizada, y castigada con la pena de muerte
en 8 de ellos, donde la tortura, violencia física y verbal o el estigma social por el hecho de no tener
una preferencia sexual heteronormativa (concepto que sostiene a la heterosexualidad como el modo
preferido o la norma social para la orientación sexual socialmente establecida) o por no
identificarnos con el género asignado al nacer, sigue causando miles de muertes, abusos y violencia
en el mundo.
En Ciudad de México, este sábado 24 de junio se llevó a cabo la Marcha LGBTTTIQ+, con la
participación de más 250 mil personas; pero qué identidades representa el colectivo, para lo cual
primeramente diremos que las las siglas “LGBT” se refiere a Lesbianas, Gays, Bisexuales y
Transexuales, las cuales han evolucionado en los últimos años, por lo que se han incluyendo otras
identidades y sexualidades que estaban menos representadas e incluso invisibilizadas. Añadiendo las
siglas “TTT” (de Transgénero, Transexual y Trasvesti), una “I” (de Intersexual) y “Q” (de Queer),
además de añadir el símbolo “+” para incluir de manera más general a otros miembros de la
comunidad, que no están presentes en las siglas, pero sí en el colectivo (es decir, las “no binarias”,
“género fluido” o “género no conforme”) y más.
¿Por qué algunas personas tienen problemas para aceptar la homosexualidad, identidad u
orientación sexual? El origen de ese conflicto interno suele estar en las creencias erróneas, como el
hecho de pensar que tienen una enfermedad, que no es algo natural o normal o en el miedo al
rechazo en el ámbito familiar, laboral o social. El estrés, miedo y angustia generada por no poderse,
sentirse y verse diferente e intentar encajar en patrones que no se adaptan a su modo de ser, verse y
sentirse. Algunas personas sienten un gran malestar emocional y profundo rechazo hacia sí mismos
porque no se sienten capaces de aceptarse y se conoce como homofobia interiorizada, que puede
llegar a producir conflictos psicológicos, inestabilidad emocional, ansiedad o trastornos depresivos.
Donde la aceptación de uno mismo siendo este el primer paso, para poder sentir la aceptación de los
demás y poder vivir libremente la homosexualidad, sin conflictos interiores, con el apoyo de familia y
profesionales.
HABLEMOS DE ORIENTACIÓN SEXUAL. Hablar de Orientación Sexual, es hablar de la confianza y la
seguridad de cada persona para tomar las riendas de su vida, expresando con claridad y
abiertamente sus sentimientos, atracción emocional, romántica, afectiva y sexual por otra persona,
en total libertad. La diversidad sexual ha acompañado a los seres humanos a lo largo de su historia,
sin embargo, hoy en día muchas personas son discriminadas por su orientación sexual o su identidad
de género.
La Identidad de Género es la percepción subjetiva que un individuo tiene de sí mismo y como se
siente identificado con su género. Es decir, la identificación personal, íntima, psicológica o psíquica
que una persona tiene respecto al género al cual pertenece: si se siente perteneciente al género
masculino, femenino (Cisgénero. Aquellas personas que tienen una identidad de género que coincide
con la que se les asignó al nacer) o alguna otra posibilidad (Transgénero: Aquellas personas que
tienen una identidad de género diferente a la que se les asignó al nacer, independientemente del
sexo biológico u orientación sexual. Transexuales: Aquellas personas transgéneros que desean (o
proceden a) modificar su cuerpo mediante métodos hormonales o quirúrgicos, para coincidir lo más
posible con su identidad de género. Tercer género o no-binarios: Aquellas personas cuya identidad
de género no coincide con el género masculino o femenino enteramente, o se ubica en alguna
categoría intermedia, independientemente de su orientación sexual). A diferencia de la Identidad
Sexual que es cómo te etiqueta la sociedad (por ejemplo, queer, gay, lesbiana, hetero o bisexual u
otras de tipo despectivo).
¿Qué es la orientación sexual? La orientación sexual es una atracción emocional, romántica, sexual o
afectiva duradera hacia otros. Se distingue fácilmente de otros componentes de la sexualidad que
incluyen sexo biológico, identidad sexual (el sentido psicológico de ser hombre o mujer), el rol social
del sexo (respeto de las normas culturales de conducta femenina y masculina), que va muy de la
mano con la expresión de genero (forma en la que expresamos nuestro género: a través de la
vestimenta, el comportamiento, intereses o afinidades, y cómo somos percibidos por la sociedad:
femenino, masculino o andrógino (la combinación de ambos).
Tipos de Orientación Sexual:
Heterosexualidad: atracción física, emocional, afectiva y sexual por personas de un género
diferente.
Homosexualidad (Gay- Lesbiana): atracción física, emocional, afectiva y sexual por personas del
mismo género.
Bisexualidad: atracción física, emocional, afectiva y sexual por personas de ambos géneros.
Pansexualidad: se caracteriza por la atracción física, emocional, afectiva y sexual hacia una única
persona, independiente de su sexo y género, se siente cómoda con la fluidez de género sin
etiquetas.
Polisexuales: Personas que sienten atracción sexual, emocional y/o romántica hacia personas de
más de dos géneros y/o sexos, pero no necesariamente todos los sexos y/o géneros".
Asexual: no atraída sexualmente a ninguno de los sexos. Esto es distinto de decidir no tener
relaciones sexuales con nadie (abstinencia o celibato).
¿Qué hace que una persona tenga una orientación sexual determinada? Los seres humanos no
elegimos por quien nos sentimos atraídos emocional, sentimental, afectiva y sexualmente, por lo
tanto, la orientación sexual no es algo que se elija, se copie, una moda o una enfermedad, es algo
innato en la naturaleza humana. Existen muchas teorías acerca de los orígenes de la orientación
sexual de una persona. En la actualidad científicos acuerdan que la orientación sexual es más
probablemente el resultado de una interacción compleja de factores biológicos, cognitivos y del
entorno. En la mayoría de las personas, la orientación sexual se moldea a una edad temprana, sin
embargo, existen pruebas recientes que sugieren que la biología, incluidos los factores hormonales
genéticos, carga de cromosomas, glándulas, hormona sexuales o innatos que se refiere a aquello con
los que nacemos, desempeñan un papel importante en la sexualidad de una persona. Sin embargo,
cada caso es independiente de otro.
¿La orientación sexual una elección? No, los seres humanos no pueden elegir ser gay o
heterosexuales. Para la mayoría de las personas, la orientación sexual surge a principios de la
adolescencia sin ninguna experiencia sexual previa. Si bien podemos elegir actuar de acuerdo con
nuestros sentimientos, modo de expresarnos o de identidad de género; la psicología no considera la
orientación sexual una elección consciente que pueda cambiarse voluntariamente.
Hablemos de AUTOACEPTACIÓN. El autoconcepto sexual se relaciona con cuestiones tales como:
“¿te gusta tu cuerpo?”, “¿te consideras atractivo?”, “¿piensas que eres un buen amante?”,
“¿disfrutas de tus relaciones?”… En función de las respuestas que les demos a estas preguntas, es
probable que tengamos un mejor o peor autoconcepto. En este sentido, la imagen que cada uno
tenemos de nosotros es decisiva a la hora de establecer relaciones con los demás, incluyendo, sin
ninguna duda, las relaciones sexuales. Pero… ¿Qué es exactamente el autoconcepto y de qué manera
se relaciona autoconcepto y sexualidad? A continuación trataremos de profundizar en estas
cuestiones.
Autoconcepto y sexualidad: qué es y cómo se forma. Podemos definir el autoconcepto como la
opinión que una persona tiene sobre sí misma. Engloba a todas aquellas ideas, hipótesis y creencias
que atesoramos sobre nosotros mismos. Por lo tanto, podríamos resumirlo como la forma en que
nos percibimos. El autoconcepto sexual comienza a formarse con las primeras relaciones que
establecemos. Las valoraciones o comentarios recibidos por parte de la pareja sexual en relación al
cuerpo o al aspecto físico favorecerán o dificultarán una buena imagen personal. Una vez que este
autoconcepto ya se ha comenzado a construir, influirá en los futuros encuentros sexuales. La relación
entre autoconcepto y sexualidad comienza con el establecimiento de nuestras primeras relaciones,
marcando una dirección, gusto, afinidad, e interacción profunda, con una interacción no solo física,
sino sensorial, mental, psicológica, emocional y química.
¿Cómo afecta el bajo autoconcepto en nuestras relaciones sexuales? Las personas que tienen un
autoconcepto negativo o pobre suelen tener dificultades para mostrarse naturales ante los demás,
incluidas sus parejas. Esto les provoca cierta ansiedad y hace que la necesidad de intimidad
disminuya o se vuelva inexistente. Estas personas tienden a pensar que sus defectos son visibles y
obvios para todos. Este bajo autoconcepto no solo tiene que ver con el aspecto físico, sino que
también tiene que ver con un aspecto más psicológico o de personalidad. Por ejemplo, personas que
se consideran aburridas en la cama creen que su pareja piensa lo mismo y se sienten evaluadas a la
hora de tener relaciones sexuales. Al mismo tiempo no es raro que sientan ansiedad por la presión
que implica tener que mejorar en ese aspecto.
La aceptación como clave para mejorar nuestro autoconcepto. Autoconcepto y sexualidad se
relacionan, por lo tanto, de manera directa. Llegados a este punto es normal que nos preguntemos
qué podemos hacer para mejorar nuestro autoconcepto, y así poder disfrutar más de nuestra
sexualidad, orientación y encuentros sexuales. Pues bien, se ha llegado a la conclusión de que uno de
los puntos más importantes pasa por la propia aceptación de nuestro cuerpo y nuestra forma de ser.
En esto tiene mucho que ver el conocimiento que podemos tener de nuestras fortalezas y
debilidades, lo cual permitirá, o al menos facilitará, que disfrutemos tanto del sexo como de las
demás experiencias de la vida.
Para aceptarse a uno mismo hay que ser conscientes de que hay cosas que no se pueden cambiar…
por mucho que nos gustaría. No podemos convertirnos en otra persona, de manera que hay algunas
partes de nosotros que tenemos que aceptar y entender que cada persona es especial y única con lo
que tiene. Incluidos nosotros.
Cómo Ganar Seguridad y Confianza en Uno Mismo
No te etiquetes
¡Comienza a trabajar en tus fortalezas! Acepta las circunstancias
Trabaja tu Autoestima
Identifica tus fortalezas
El primer paso es respetar tus emociones negativas y entender que la confianza en uno mismo no es
algo permanente, sino que las personas a veces nos sentimos más o menos seguros según el
momento vital que estamos atravesando. Por ejemplo, dependiendo de si en este momento estás
genial con tu pareja o acabas de romper, tu confianza en ti mismo puede fluctuar. De lo que se trata
es de lograr una buena línea basal, para que los cambios exteriores nos condicionen (eso es
inevitable) pero no determinen cuanto confiamos en nosotros mismos.
Tener confianza en uno mismo significa saber que venga lo que venga, podrás con ello; tener en
convencimiento de que siempre tus fortalezas serán mayores que tus dificultades. No vas a tener
confianza en ti mismo hasta que no dejes de etiquetarte: “soy un gordo” “soy tonta. Todo esto son
etiquetas limitantes que te has puesto hasta ahora y ¿a qué te han ayudado? A nada. Sin embargo,
las sigues utilizando como si fueran ciertas. En realidad, cuando nos ponemos etiquetas
globalizadoras y limitantes, estamos haciendo una “caricatura” de nosotros mismos. Y ¿tú conoces a
alguien que salga guapo en una caricatura? Si tienes las orejas un poco separadas, en la caricatura te
las exageran, si tu barbilla es pronunciada, te la dibujan puntiaguda… ¡Nadie sale guapo de esta
manera!
“UN PADRE QUE ENSEÑA A SU HIJO QUE SOLO HAY UNA ORIENTACIÓN SEXUAL Y
QUE CUALQUIER OTRA COSA ES MALIGNA, NIEGA NUESTRA HUMANIDAD Y LA SUYA
TAMBIÉN” -Desmond Tutu, clérigo y pacifista sudafricano-
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