A cuatro años de la pandemia
Ya están cerca
de cumplirse cuatro años de que se detectara un brote epidémico por un nuevo
coronavirus, denominado SARS-CoV-2, en Wuhan, China. Muchos tenemos presente
ese 17 de diciembre de 2019, fecha en la que fue identificado por primera vez
este virus que llevó al mundo a una pandemia y sin lugar a dudas lo cambió de
una manera inimaginada.
A la
distancia, son muchas las lecciones que nos dejó la presencia del COVID-19 en
nuestra vida y en nuestra dinámica social, e incluso podemos decir que el
planeta y quienes lo habitamos éramos de una manera antes de él y ahora somos
de otra. Cambió nuestra forma de relacionarnos con los demás, de trabajar,
nuestros hábitos, la economía, la geopolítica, pero también la forma de ver las
enfermedades y las epidemias.
Es por ello
que llama la atención la información difundida recientemente por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) referente al aumento de enfermedades
respiratorias y casos de neumonía en niños, que se han presentado en los
últimos meses en China.
Al respecto la
OMS ha detallado que, desde mediados de octubre de este año, ha estado
monitoreando los datos de los sistemas de vigilancia chinos que han mostrado un
aumento de enfermedades respiratorias en niños en el norte de aquel país.
En una
conferencia de prensa celebrada el pasado 13 de noviembre, la Comisión Nacional
de Salud de China informó sobre un aumento a nivel nacional en la incidencia de
enfermedades respiratorias, que afectan predominantemente a los niños.
Las
autoridades chinas atribuyeron este aumento al levantamiento de las
restricciones por el COVID-19 y a la llegada de la temporada de frío, y a la
circulación de patógenos conocidos como la influenza, Mycoplasma pneumoniae (una
infección bacteriana común que generalmente afecta a los niños más pequeños),
el Virus Sincicial Respiratorio (VSR) y el síndrome respiratorio agudo severo
coronavirus 2, SARS-CoV-2 (el virus que causa el COVID-19).
Es por ello
que el 22 de noviembre la OMS solicitó información epidemiológica y clínica
adicional, así como resultados de laboratorio de estos grupos notificados entre
niños, a través del mecanismo del Reglamento Sanitario Internacional. También ha
pedido mayor información sobre las tendencias recientes en la circulación de
patógenos conocidos y la carga actual sobre los sistemas de atención
médica.
Al respecto, la
Comisión Nacional de Salud de China y la OMS han dicho que, si bien este
aumento de enfermedades se produjo antes de la temporada de invierno, no
resulta inusual debido a que probablemente se deba al levantamiento de las
restricciones por el COVID-19, situación que se ha observado a nivel mundial.
El Dr. John
Brownstein, epidemiólogo y director de innovación del Boston Children's
Hospital ha mencionado que cuando Estados Unidos levantó muchas
restricciones el año pasado, experimentó un patrón muy similar: la mayoría de
los estados informaron altos niveles de actividad similar a la de la gripe.
La co-circulación
de virus y bacterias respiratorios durante los meses más fríos a menudo supone
una carga adicional para los centros de atención médica, por lo que el
especialista considera crucial que se implementen medidas de salud pública,
incluida la vacunación y una mayor vigilancia, para gestionar estos aumentos
esperados en los casos respiratorios.
En México
tampoco nos hemos quedado de brazos cruzados. Recientemente la Secretaría de
Salud lanzó un aviso epidemiológico para que la población siga medidas de
prevención y los hospitales del país identifiquen, notifiquen y atiendan a
tiempo posibles brotes del VSR.
Desde que
inició la temporada de frío en octubre y hasta el 25 de noviembre, se han
confirmado 827 casos de virus respiratorios diferentes a la influenza y al
covid-19. De estos, 66% (546) resultaron positivos a VSR, sin que a la fecha se
registren defunciones.
Si bien hasta
este momento la enfermedad no ha mostrado ser grave, también lo es que debemos
echar mano de las lecciones aprendidas en la pandemia por COVID-19. No podemos
confiarnos de ninguna manera, por el contrario, debemos emprender con mayor
ahínco medidas para reducir el riesgo de enfermedades respiratorias.
Recordemos la
importancia de vacunarnos, mantener distancia con las personas enfermas, quedarnos
en casa cuando se está enfermo, hacerse pruebas y recibir atención médica según
sea necesario, usar cubrebocas en lugares con gran afluencia de personas,
mantener una buena ventilación de los espacios y realizar el lavado de manos
regular.
Es por ello
que hoy, a casi cuatro años de distancia de la pandemia por Covid-19, lo que
sigue es continuar cuidándonos y manteniéndonos alerta de las enfermedades y su
manejo en el planeta, ya que el riesgo de unos puede convertirse en un peligro
para todos. Ya lo vivimos, no echemos en saco roto todas las lecciones
aprendidas.
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