CÓMO SOBREVIVIR A LA DEPRESIÓN NAVIDEÑA
Por: Jorge García D.
Se puede estar triste y
alegre al mismo tiempo. Aunque tengamos un dolor intenso en nuestro interior
eso no implica que no se pueda tener momentos de disfrute o intentar disfrutar
de un bello momento en familia, busquemos apoyo y cambiemos nuestro estado de
ánimo, El sentirse triste o alegre no es ningún pecado solo basta sentirlo y
moderarlo, no hay que sentirse culpable por ello, hay que permitírselo...
Tristeza, mal humor, ansiedad… Ni las luces de Navidad consiguen modificar tu
estado de ánimo a medida que se acerca en el calendario estas fechas. Son los
síntomas de la depresión blanca o blues de
Navidad. Los expertos no lo consideran un trastorno, sino un estado de
ánimo negativo y temporal, una reacción emocional ante estímulos exteriores
como, la decoración navideña a la música de los villancicos o las excesivas
reuniones familiares. Los síntomas van desde insomnio, hasta ansiedad,
tristeza, falta de apetito, mal humor... Pero, ¿qué es la depresión navideña?
¿Y cómo la diferenciamos de otros trastornos emocionales?, de eso
hablaremos hoy en nuestro programa de radio número 98 de EN CONEXIÓN y de
nuestra columna ESTAMOS EN CONEXIÓN. Pongámonos en marcha e iniciemos.
Cuántos de
nosotros estamos felices por esta época, a cuántos de nosotros esta época nos
representa añoranza, recuerdos de infancia, abuelos, buñuelos, chocolate,
nieve, buenos momentos, familia, convivencia, comida, canticos, fiesta,
villancicos, luces, regalos, posadas, piñatas y mucho más, convirtiéndose en la
época del año preferida, por lo que desde principios de mes, pasando los Día de
Muertos y Halloween, arrancamos con los preparativos de estas fechas, el árbol
de navidad, los adornos, el nacimiento, la compra de los regalos, las tarjetas,
el estrés para colocar las luce, los brindis, las posadas, los intercambios de
regalos, los gastos, los preparativos para las cenas, y en general el tan
famoso Guadalupe - Reyes…
sin
embargo, a pesar de esto, existen personas a las que estas fechas no son del
todo de su agrado, odian la navidad y todo lo que la celebración y estas fechas
significa… Y bueno, el estrés, el trabajo, la edad, el dinero, los gastos, la
apatía, el cansancio, el agobio, la ansiedad, son temas muy comunes en nuestros
días, los cuales influyen en el ánimo de las personas respecto a la celebración
de estas fechas, generando en diversos cambios de ánimo como tristeza,
desolación, añoranza, apatía, desanimo, desgano, depresión, flojera, causando
molestia, critica, peleas, donde muchos de ellos suelen ser hasta agresivos a
través de redes sociales, criticando el entusiasmo, la participación, los
pensamientos motivacionales, las felicitaciones, las tarjetas navideñas, los
buenos deseos, o el que alguien destaque en algo ... siendo estos más comunes
de lo que pensamos; estos personajes existen y han existido toda la vida, solo
que antes no se escudaban a través de las redes sociales o a través de un
perfil que ni siquiera sabemos quién es… sin embargo retomando el tema
podríamos decir que…..
Todos
tenemos un Grinch cerca, en nuestra casa, en nuestro trabajo, en la familia o
en nuestro grupo de amigos… y por lo generar es el que todo critica, es el que
no participa, el que boicotea tus logros o tus planes, el que siempre repela de
todo o dice una y otra vez que no se puede, que, que flojera, que, que lata con
sus reuniones y sus intercambios, que pura sacadera de dinero, que qué horror,
que pura falsedad, y tenemos un rotundo no, no , no acompañado de caras, malos
modos…y es más negativo que cualquier número a la izquierda del cero... Y tú
eres así o conoces a alguien así, qué nos pueden compartir... ESCRIBENOS y
COMUNICATE CON NOSOTROS …
Por
increíble que parezca, una Navidad sin Grinch, no es una Navidad completa. Al
igual que existen muchas personas que adoran esta época del año, hay otras
muchas que detestan esta fiesta, Y el Grinch es, sin duda, quien más la odia.
Pero como dices existe personas que detestan estas fiestas, odian la navidad y
todo lo que esta representa…
A
diferencia de muchas personas, existe un grupo al que estas fechas les causa
una sintomatología muy particular, por que los llena de nostalgia y los puede
sumir en un estado depresivo, donde la navidad sí les pega, y más es su estado
anímico; debido a diversas causas, probablemente por cierta situación del
pasado, lo cual al paso de los años se convirtió en un herida del pasado sin
resolver, o tal vez que estas fechas le recuerden a sus seres queridos, un tema
sin resolver con ellos, un te quiero tardío, un te amo que jamás llego, un
perdón sin dar o pedir, recuerdos que viene a nuestra mente de momentos en
familia o del pasado que son recurrentes a cada canción, a cada imagen, y por
ende a cada momento, por tal motivo no nos gustan estas fechas y entramos en
depresión o simplemente deseamos que estas fiestas pasen y que ya llegue el año
nuevo.
Esta
sintomatología es muy recurrente también en estas fechas y la peor parte es
que, aunque la hacemos evidente suele ser silenciosa, ocultándose entre la
magia de la fiesta. Esta sintomatología se conoce como depresión navideña la
cual es causada por una producción de menor cantidad de endorfinas (sustancias
producidas de forma natural por el ser humano, bloque la sensación de dolor, y
relacionada con las respuestas emocionales placenteras que son las que nos
ponen contentos y felices) y esta ausencia de esta sustancia sucede porque en
ambientes fríos el organismo humano deja de producir las cantidades normales de
estas, lejos que el sol no es tan fuerte y este produce en que ciertos químicos
no se produzcan en nuestro cuerpo, y es muy cierto porque esta fecha es fría,
nublada, gris y en muchos lugares blanca, no existe color por lo cual no está
mente nos juega una mala pasada y hace que nos pongamos más nostálgicos y
tristes.
Pero a
quienes nombramos los GRINCH de esta época Y POR QUÉ ODIAN LA NAVIDAD
Y LA CELEBRACIÓN Y TODO LO QUE SEA SÍMBOLO DE UNIÓN, FELICIDAD, AMOR, ARMONÍA,
PAZ.
Ciertamente
lo que para muchísimas personas la NAVIDAD es una época mágica, llena de
felicidad, de buenos deseos, de amor, de recuerdos maravillosos y que muchos
llevan esperando con ilusión llegue porque significa fin de año, vacaciones y
convivir en familia, también significa el inicio de un nuevo año, el poder
darse una nueva oportunidad, el decir comenzamos, o recomenzar, es quizá como
dijiste una época de ilusiones, planes y buenos deseos. Para otros muchos, una
verdadera condena, por todo aquello que significa, gastos excesivos,
felicitaciones innecesarias, adornos, sonrisas, ambiente de fiesta, y época de
esperanza.
De hecho,
frases tales como «odio la Navidad» o «me gustaría desaparecer hasta enero» son
bastante comunes en estas fechas. Este estado anímico de melancolía se conoce
como depresión navideña o fenómeno Grinch. Que te parece si hablamos de algunas
razones por las que la gente odia la navidad y después vemos que las causa, los
síntomas y cómo podemos combatirla.
PERO, ¿POR QUÉ SE CAUSA ESTE ODIO O ESTADO ANIMICO DEPRESIVO?
Menos
luz
La llegada
del invierno tiene muchas repercusiones en nuestro ritmo de vida, sobre todo,
en nuestro estado de ánimo. Entre ellas está la menor exposición que tenemos a
la luz solar. La disminución de la luz solar que recibimos puede producirnos
una sensación de desánimo, ya que la luz solar ayuda a la correcta absorción de
nutrientes, estimula la secreción de neurotransmisores necesarios para nuestro
cuerpo y aumenta la producción de vitamina D, entre otros efectos.
Este factor
es inevitable, ya lo hemos notado con la llegada del otoño, pero con el
invierno acentúa aún más la sensación. Y es que está científicamente comprobado
que la falta de luz solar tiene consecuencias negativas en nuestra salud tales
como depresión, tristeza, falta de energía o de concentración, así como
alteración del sueño. Además, el invierno aumenta nuestro apetito y sobre todo
la necesidad de ingerir de carbohidratos y azúcares, lo cual unido a una menor
actividad física influye en variaciones en nuestro peso.
La luz
solar estimula la secreción de serotonina en nuestro cerebro. La serotonina es
uno de los neurotransmisores que más influye en nuestro estado de ánimo. De
hecho, se podría decir que es la hormona del placer. El aumento de la
serotonina produce estabilidad anímica, sentimientos positivos, sensación de
placer y bienestar. La serotonina también tiene influencia sobre otros
neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina que se asocian a altos
niveles de ansiedad, miedo o agresividad. De este modo si disminuyen los
niveles de serotonina aumentarán los niveles de dopamina y noradrenalina
produciendo altos niveles de ansiedad o angustia. Si estos no se consiguen
disminuir, con el tiempo pueden acabar complicándose y requerir la atención de
un equipo de psicólogos.
→ ¿QUÉ
HACER?
Como dice
el refrán popular “al mal tiempo, buena cara”. Es necesario buscar el lado
positivo de esta estación, piensa en lo agradable que es ver una película los
domingos en casa o ir al cine, las ventajas de tomar una bebida caliente en vez
de una fría o en lo ricas que están las castañas asadas… que no te guste este
tiempo no va a hacer que dure menos, sino que al revés, la estación se te puede
hacer eterna. Por ello, trata de no ‘hibernar’, procura practicar algún deporte
y socializarte con tus amigos.
ALGUNAS
RAZONES DEL POR QUE SE ODIA LA NAVIDA SEGÚN ESTUDIOS
Los
‘NAVILOVERS’ fans de películas navideñas
En esta
época se proyectan gran cantidad de películas llenas de motivos navideños y de
apasionados besos bajo el muérdago, donde todos son felices y se producen los
más insólitos milagros. Este tipo de películas nos hace crear expectativas muy
altas y desear unas “navidades de película”, lo cual nos llevará a compararlo
con la realidad y sentirnos desencantados.
→ ¿Qué
hacer?
La Navidad
es únicamente una fecha en el calendario, recuerda cuando te agobies que cada
uno le da la importancia que quiere. Si notas que no te atrapa el espíritu
navideño porque tu estado emocional no acompaña, trata de mentalizarte ya que,
como Calvin Coolidge decía, “La Navidad no es un momento ni una estación, sino
un estado de la mente”.
EL
SENTIMIENTO DE HIPOCRESÍA
Miles de
mensajes navideños inundan nuestra televisión y nuestros teléfonos, amigos,
vecinos o familiares con los que no hablamos el resto del año nos envían
palabras emotivas y en muchos casos totalmente impersonales. Y es que estar
felices, lucir una radiante sonrisa y ser amable parece de obligado
cumplimiento en Navidad y, si eso no coincide con nuestro estado anímico, se
produce un sentimiento de frustración que afecta a nuestra estabilidad
emocional.
→ ¿Qué
hacer?
No te dejes
afectar por la hipocresía ni te amargues con las contradicciones de la época.
Es más, esta situación nos debe hacer pensar por qué hoy se es amable y se
desea “felices fiestas” a todo el mundo cuando el resto del año no les decimos
ni los “buenos días”. Dedicar unos minutos de tiempo a la gente que nos rodea
debería ser una costumbre a mantener en el tiempo y no un hecho puntual propio
de la Navidad. Porque como decía Charles Dickens “Honraré la Navidad en mi
corazón y procuraré conservarla durante todo el año”.
EL
CONSUMISMO
La Navidad
se convierte en un período del año donde se gasta más dinero en regalos, ropa,
comida y bebida. Los medios de comunicación nos bombardean con imágenes de lujo
que asocian a la consecución de la felicidad, así pues, nos sentimos obligados
a lucir nuestros mejores galas, comprar exquisitos manjares, decorar la casa o
comprar los regalos caros que nos venden los grandes almacenes. No cumplir con
ello puede hacernos sentir fracasados y tristes como si no estuviésemos a la
altura de las circunstancias.
→ ¿Qué
hacer?
Piensa que
el mejor regalo que puedes hacer a una persona no es algo material. Disfruta
con los tuyos y no hagas caso de la exagerada publicidad que nos incita al
consumo. Una solución cada vez más común en las familias es ponerse un límite
de presupuesto o juntarse con el resto de familiares para realizar regalos
conjuntos. Verás cómo, además, así la tediosa tarea de elegir los regalos se
convierte en algo mucho más entretenido si lo haces en grupo.
ESTRÉS POR
EL EXCESO DE CELEBRACIONES, COMIDAS, CENAS…
Lo sufren
en mayor medida las mujeres, ya que son todavía las que suelen encargarse de
cocinar y organizarlo todo. Además, se ven muy presionadas para conseguir
agradar a todo el mundo. Este exceso de presión puede desencadenar en mal humor
debido al propio cansancio y llevar a discusiones.
→ ¿Qué
hacer?
Si te toca
preparar todo este año, trata de no perder la cabeza: «casi siempre lo mejor es
enemigo de lo bueno». Para preparar una buena cena de Navidad no es necesario
arruinarse. Busca alternativas más asequibles y aprovecha para presentar los
platos de manera apetecible y decorar la mesa. Además, las cenas copiosas no
son muy recomendables para conciliar el sueño. No dudes en pedir ayuda en la
cocina, además compartirás momentos muy agradables en familia y estar rodeado
de gente seguro que te relajará. Eso sí, no cargues tus nervios contra los que
te están ayudando ni te muestres irritable porque os sentareis a la mesa ya
enfadados y de mal humor.
EXCESO
DE TRÁFICO Y AGLOMERACIONES
Es un hecho
que las calles y grandes almacenes están a rebosar: la gente tiene que hacer
muchas compras para preparar comidas y cenas navideñas, regalar a los niños y
también a los mayores, desea ver el árbol que han puesto en el Ayuntamiento, la
exposición de belenes o acercarse a las casas de amigos o familiares a desearse
felices fiestas.
→ ¿Qué
hacer?
No podrás
cambiar eso, lo que sí podrás hacer es tomarte las cosas con otra actitud más
positiva. Procura no salir con el tiempo justo para llegar a los sitios o incluso
dejar el coche en casa para evitar los atascos y hacer los recados dando un
paseo.
HACER
BALANCE DEL AÑO
“La vida no
se mide en minutos, se mide en momentos”. La Navidad se convierte en una época
de reflexión y es muy común, coincidiendo con el cierre del año, hacer un
balance del mismo y comprobar si hemos alcanzado las metas o proyectos. Si el
balance no ha sido positivo, nos encontraremos reviviendo el pasado (fracasos
laborales o académicos, rupturas amorosas, dificultades económicas…) y pasándolo
mal nuevamente.
→ ¿Qué
hacer?
Analiza la
situación y valora cuánto de negativo hay realmente en ella y cuánto de
positivo, intenta no focalizarte en los puntos negativos y busca el lado bueno
de las cosas, seguro que lo encuentras.
BUENOS
PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO
La llegada
del nuevo año siempre viene marcada de nuevas metas que nos disponemos a
alcanzar. Eso nos lleva a pasar revista de las que propusimos el año anterior y
muchas veces nos damos cuenta de que no hemos cumplido con nuestras
expectativas.
→ ¿Qué
hacer?
Trata de
ser realista y no ponerte propósitos fuera de tu alcance. No te propongas
apuntarte al gimnasio si no tienes tiempo disponible o dejar de fumar si no te
ves capaz, ya que sólo conseguirás sentirte mal contigo mismo al siguiente año.
DISPUTAS
FAMILIARES
A veces las
reuniones familiares propias de la Navidad distan mucho de las imágenes
idílicas que vemos en la televisión. Los malos rollos familiares a menudo se
acompañan de envidias o de celos que producen mucha incomodidad. A estos
sentimientos enquistados, se une el hecho de que en estas fechas nuestras
emociones están a “flor de piel”. Este es uno de los principales motivos por el
que muchas personas odian la Navidad.
→ ¿Qué
hacer?
No te
desesperes, piensa que la cena familiar sólo dura unas cuantas horas. No
“entres al trapo” ante las provocaciones e indirectas, sólo te va a servir para
entablar discusiones que podrían acabar volviéndose en tu contra. Demuestra que
tú eres más maduro que la persona que te ataca, trata de sonreír como si no te
afectase lo más mínimo, piensa que tal y como indica un refrán popular “no hay
mayor desprecio que no hacer aprecio”, tu salud física y mental te lo
agradecerá. Si eres tú quien ha iniciado una discusión o molestado a alguien,
no dudes en disculparte y pedir perdón.
También es
aconsejable evitar conversaciones que sabes que pueden volverse espinosas,
temas como el fútbol, la política o la economía pueden acabar en una batalla
campal. Lo mismo sucede con juegos que generen mucho afán de competitividad,
porque no todo el mundo tiene “buen perder”.
Otro gran
problema suele ser el control del mando a distancia en estas fechas en las que
nos juntamos mucha gente frente al televisor. Identifica los momentos de
conflicto y anticípate a que se produzcan.
CONSUMO
EXCESIVO DE ALCOHOL
Está claro
que es una época de mucho brindis: quedamos con nuestros compañeros del
trabajo, con gente de nuestro antiguo colegio, de la universidad… y en todas
estas reuniones el alcohol está muy presente. Además, sentimos que las copas
nos animan y relajan; y esto puede ser así al principio, pero en exceso se
pierden esas primeras sensaciones agradables.
→ ¿Qué
hacer?
Nunca debes
sentarte a la mesa con tu familia con “copas de más”. Procura controlarte en
las celebraciones anticipadas con tus amigos, ya que el consumo de alcohol
aumenta la agresividad, lo cual unido a las tensiones propias de las fechas
puede producir una combinación peligrosa que actúa como detonante de rencillas
familiares.
NAVIDAD
EN PAREJA: ¿CON TU FAMILIA O CON LA MÍA?
A menudo la
Navidad pone a prueba la estabilidad de la pareja a la hora de decidir dónde y
cómo pasar las fiestas. Es natural que cada uno se sienta más a gusto con su
respectiva familia. Tener que cenar con esa suegra que nos detesta o con ese
cuñado insufrible que todo lo sabe es uno de los principales motivos que
alimentan nuestro «odio la Navidad».
→ ¿Qué
hacer?
Establece
un programa navideño alterno cada año. Procura ser flexible ya que en casos
excepcionales puede que tu pareja necesite acompañar a los suyos en esas fechas
tan especiales. Habla con los tuyos si notas que tu pareja se vuelve el centro
de las críticas de tus familiares y se siente incómoda, recuérdales que
vosotros sois los que decidís vuestra forma de vida. Cuando estéis en casa de
tus familiares, procura buscar algún rato para estar a solas con tu pareja; así
seguro que se sentirá menos agobiada.
PÉRDIDAS
DE SERES QUERIDOS
“El
recuerdo, como una vela, brilla más en Navidad”, Charles Dickens. La ausencia
de nuestros seres queridos se hace más evidente en estas fechas. Esto se conoce
como “síndrome de la silla vacía”. Los recuerdos de las personas que han muerto
o que se encuentran lejos inundan nuestra mente y empañan las celebraciones
quitándonos las ganas de fiesta. Echamos de menos a esa persona y nuestra mente
se llena de recuerdos irrepetibles con ella.
→ ¿Qué
hacer?
No debemos
focalizar toda nuestra atención en las personas ausentes, es injusto para los
que sí que están. Cada celebración está llena de momentos y situaciones nuevas
y positivas, etc.
En vez de
ponerte triste pensando que el pasado te gustaba más, rememora anécdotas
divertidas de esa persona con los demás, seguro que hablarlo con el resto
servirá para aliviar tu tristeza y el resto recordará al ausente con alegría.
Piensa lo afortunado que has sido por haber tenido a esa persona en tu vida.
SENTIMIENTO
DE SOLEDAD
el mensaje
de Navidad: nunca estamos solos”, Taylor Caldwell. Si estas lejos de casa en
otra ciudad ya sea viviendo o trabajando y no puedes volver en estas fechas,
seguro que te sentirás apenado e incluso solo.
→ ¿Qué
hacer?
Trata de
aprovechar las posibilidades que de la ciudad donde te encuentras. La situación
no va a cambiar y pensar en negativo sólo te deprimirá. Además, relativiza la situación,
no debes sentirte desgraciado por no poder compartir unos días con tu familia o
amigos. Que ellos te quieren es un hecho; únicamente por circunstancias no
habéis podido coincidir esta vez, pero eso no significa que tú estés solo o que
no les importes.
Si tú no te
encuentras solo, pero tienes algún familiar, amigo, vecino o conocido que se
encuentre aislado en Navidad, aprovecha a visitarlo o a invitarlo con los
tuyos.
NAVIDAD
CON NIÑOS TODO EL DÍA
Los más
pequeños son sin duda los reyes de la casa en estas fechas y los que más
disfrutan del ambiente navideño. Tienen muchos días de vacaciones y esperan con
ilusión todos los juguetes que les van a traer Papá Noel y los Reyes Magos.
Para ellos todo es pura magia: los árboles llenos de adornos, las luces, las
calles rebosantes de gente y la mesa llena de montones de dulces. Pero, ¿cómo
lo vivimos los padres?
→ ¿Qué
hacer?
Procura no
perder el norte con los regalos. Hoy en día los niños tienen muchísimos
juguetes y a menudo muchos padres quedan frustrados por no poder cubrir las
expectativas de sus hijos o no poder regalar lo mismo que reciben otros niños
de su clase. No te compares y recuerda que cada casa tiene su propio nivel
económico.
En la otra
cara de la moneda, están los padres que se sorprenden con el escaso interés que
despiertan los caros regalos en sus hijos. “¡Se ponen a jugar con las cajas de
cartón!”, exclaman con estupor sin poder creerlo. Y es que los niños nos
sorprenden. Apenas puedo recordar los regalos que recibía de niña, pero siempre
recordaré cómo mi padre nos llevaba una tarde de Navidad a mi hermano y a mí a
montar en las atracciones navideñas o cómo íbamos la familia entera a ver la
cabalgata de Navidad. En realidad, cuando eres un niño, se necesita muy poco
para ser feliz. De hecho, ninguno cambiaría nunca a sus padres por el mejor de
los regalos materiales.
En
definitiva, es fácil caer en el «odio la Navidad» porque es una época del año
donde se generan fuertes emociones contradictorias, pero, si pones de tu parte,
siempre es posible encontrar alternativas para no dejarse atrapar por la
melancolía ni por los enfados.
¿DICIEMBRE
TE PONE TRISTE? ESTOS SON LOS SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN NAVIDEÑA Y CÓMO EVITARLA
Sentirse triste, reflexivo y nostálgico en la época decembrina es normal, pero
si esto se acompaña de fatiga, problemas para concentrarse y alteraciones en el
apetito, puede tratarse de depresión. La depresión navideña está relacionada
con los procesos de cierre de ciclos de vida y término de un año, donde las
personas reflexionan sobre sus logros y pérdidas. Las emociones negativas
pueden ser transitorias, pero cuando la afectación llega a un nivel en que
modifica la vida cotidiana, se debe acudir con un médico que evalúe la
situación.
Reflexiona,
no estás solo, hazte escuchar, comparte tus pensamientos, comunícate de manera
efectiva, afectiva y activa con los demás. Cuídate. Y si es necesario, busca un
profesional de la salud mental quien te brindara un espacio seguro, libre de
juicio en donde te ayudaran a identificar lo que te pasa, brindando
herramientas que te ayuden a manejar el estrés y la ansiedad, amarte a ti mismo
y, de ser necesario, canalizarte con un especialista para una valoración
completa y tus pensamientos no interfiera con tu día a día. Y mi consejo de siempre:
come de manera saludable, duerme lo suficiente, realiza ejercicio, haz lo que
te gusta, ocúpate, SE FELIZ... Y
recuerda... Tu crecimiento personal es vital, y para lograrlo... Da el primer
paso... ¡ATREVETE A SER UNA MEJOR VERSIÓN DE TI!
¡La navidad es más verdaderamente Navidad cuando celebramos dando luz y
amor a quienes más lo necesitan!
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Todos los Lunes de 17:00 a 19 horas, a través de:
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