martes, 19 de diciembre de 2023

ESTAMOS EN CONEXIÓN


 

CÓMO SOBREVIVIR A LA DEPRESIÓN NAVIDEÑA

Por: Jorge García D.

 

Se puede estar triste y alegre al mismo tiempo. Aunque tengamos un dolor intenso en nuestro interior eso no implica que no se pueda tener momentos de disfrute o intentar disfrutar de un bello momento en familia, busquemos apoyo y cambiemos nuestro estado de ánimo, El sentirse triste o alegre no es ningún pecado solo basta sentirlo y moderarlo, no hay que sentirse culpable por ello, hay que permitírselo... 

 

Tristeza, mal humor, ansiedad… Ni las luces de Navidad consiguen modificar tu estado de ánimo a medida que se acerca en el calendario estas fechas. Son los síntomas de la depresión blanca o blues de Navidad. Los expertos no lo consideran un trastorno, sino un estado de ánimo negativo y temporal, una reacción emocional ante estímulos exteriores como, la decoración navideña a la música de los villancicos o las excesivas reuniones familiares. Los síntomas van desde insomnio, hasta ansiedad, tristeza, falta de apetito, mal humor... Pero, ¿qué es la depresión navideña? ¿Y cómo la diferenciamos de otros trastornos emocionales?, de eso hablaremos hoy en nuestro programa de radio número 98 de EN CONEXIÓN y de nuestra columna ESTAMOS EN CONEXIÓN. Pongámonos en marcha e iniciemos.

Cuántos de nosotros estamos felices por esta época, a cuántos de nosotros esta época nos representa añoranza, recuerdos de infancia, abuelos, buñuelos, chocolate, nieve, buenos momentos, familia, convivencia, comida, canticos, fiesta, villancicos, luces, regalos, posadas, piñatas y mucho más, convirtiéndose en la época del año preferida, por lo que desde principios de mes, pasando los Día de Muertos y Halloween, arrancamos con los preparativos de estas fechas, el árbol de navidad, los adornos, el nacimiento, la compra de los regalos, las tarjetas, el estrés para colocar las luce, los brindis, las posadas, los intercambios de regalos, los gastos, los preparativos para las cenas, y en general el tan famoso Guadalupe - Reyes…

 

 

sin embargo, a pesar de esto, existen personas a las que estas fechas no son del todo de su agrado, odian la navidad y todo lo que la celebración y estas fechas significa… Y bueno, el estrés, el trabajo, la edad, el dinero, los gastos, la apatía, el cansancio, el agobio, la ansiedad, son temas muy comunes en nuestros días, los cuales influyen en el ánimo de las personas respecto a la celebración de estas fechas, generando en diversos cambios de ánimo como tristeza, desolación, añoranza, apatía, desanimo, desgano, depresión, flojera, causando molestia, critica, peleas, donde muchos de ellos suelen ser hasta agresivos a través de redes sociales, criticando el entusiasmo, la participación, los pensamientos motivacionales, las felicitaciones, las tarjetas navideñas, los buenos deseos, o el que alguien destaque en algo ... siendo estos más comunes de lo que pensamos; estos personajes existen y han existido toda la vida, solo que antes no se escudaban a través de las redes sociales o a través de un perfil que ni siquiera sabemos quién es… sin embargo retomando el tema podríamos decir que…..

 

Todos tenemos un Grinch cerca, en nuestra casa, en nuestro trabajo, en la familia o en nuestro grupo de amigos… y por lo generar es el que todo critica, es el que no participa, el que boicotea tus logros o tus planes, el que siempre repela de todo o dice una y otra vez que no se puede, que, que flojera, que, que lata con sus reuniones y sus intercambios, que pura sacadera de dinero, que qué horror, que pura falsedad, y tenemos un rotundo no, no , no acompañado de caras, malos modos…y es más negativo que cualquier número a la izquierda del cero... Y tú eres así o conoces a alguien así, qué nos pueden compartir... ESCRIBENOS y COMUNICATE CON NOSOTROS …

 

Por increíble que parezca, una Navidad sin Grinch, no es una Navidad completa. Al igual que existen muchas personas que adoran esta época del año, hay otras muchas que detestan esta fiesta, Y el Grinch es, sin duda, quien más la odia. Pero como dices existe personas que detestan estas fiestas, odian la navidad y todo lo que esta representa…

 

A diferencia de muchas personas, existe un grupo al que estas fechas les causa una sintomatología muy particular, por que los llena de nostalgia y los puede sumir en un estado depresivo, donde la navidad sí les pega, y más es su estado anímico; debido a diversas causas, probablemente por cierta situación del pasado, lo cual al paso de los años se convirtió en un herida del pasado sin resolver, o tal vez que estas fechas le recuerden a sus seres queridos, un tema sin resolver con ellos, un te quiero tardío, un te amo que jamás llego, un perdón sin dar o pedir, recuerdos que viene a nuestra mente de momentos en familia o del pasado que son recurrentes a cada canción, a cada imagen, y por ende a cada momento, por tal motivo no nos gustan estas fechas y entramos en depresión o simplemente deseamos que estas fiestas pasen y que ya llegue el año nuevo.

 

Esta sintomatología es muy recurrente también en estas fechas y la peor parte es que, aunque la hacemos evidente suele ser silenciosa, ocultándose entre la magia de la fiesta. Esta sintomatología se conoce como depresión navideña la cual es causada por una producción de menor cantidad de endorfinas (sustancias producidas de forma natural por el ser humano, bloque la sensación de dolor, y relacionada con las respuestas emocionales placenteras que son las que nos ponen contentos y felices) y esta ausencia de esta sustancia sucede porque en ambientes fríos el organismo humano deja de producir las cantidades normales de estas, lejos que el sol no es tan fuerte y este produce en que ciertos químicos no se produzcan en nuestro cuerpo, y es muy cierto porque esta fecha es fría, nublada, gris y en muchos lugares blanca, no existe color por lo cual no está mente nos juega una mala pasada y hace que nos pongamos más nostálgicos y tristes.

 

Pero a quienes nombramos los GRINCH de esta época Y POR QUÉ ODIAN LA NAVIDAD Y LA CELEBRACIÓN Y TODO LO QUE SEA SÍMBOLO DE UNIÓN, FELICIDAD, AMOR, ARMONÍA, PAZ.

 

Ciertamente lo que para muchísimas personas la NAVIDAD es una época mágica, llena de felicidad, de buenos deseos, de amor, de recuerdos maravillosos y que muchos llevan esperando con ilusión llegue porque significa fin de año, vacaciones y convivir en familia, también significa el inicio de un nuevo año, el poder darse una nueva oportunidad, el decir comenzamos, o recomenzar, es quizá como dijiste una época de ilusiones, planes y buenos deseos. Para otros muchos, una verdadera condena, por todo aquello que significa, gastos excesivos, felicitaciones innecesarias, adornos, sonrisas, ambiente de fiesta, y época de esperanza.

 

De hecho, frases tales como «odio la Navidad» o «me gustaría desaparecer hasta enero» son bastante comunes en estas fechas. Este estado anímico de melancolía se conoce como depresión navideña o fenómeno Grinch. Que te parece si hablamos de algunas razones por las que la gente odia la navidad y después vemos que las causa, los síntomas y cómo podemos combatirla.

 

PERO, ¿POR QUÉ SE CAUSA ESTE ODIO O ESTADO ANIMICO DEPRESIVO?

 

Menos luz

La llegada del invierno tiene muchas repercusiones en nuestro ritmo de vida, sobre todo, en nuestro estado de ánimo. Entre ellas está la menor exposición que tenemos a la luz solar. La disminución de la luz solar que recibimos puede producirnos una sensación de desánimo, ya que la luz solar ayuda a la correcta absorción de nutrientes, estimula la secreción de neurotransmisores necesarios para nuestro cuerpo y aumenta la producción de vitamina D, entre otros efectos.

 

Este factor es inevitable, ya lo hemos notado con la llegada del otoño, pero con el invierno acentúa aún más la sensación. Y es que está científicamente comprobado que la falta de luz solar tiene consecuencias negativas en nuestra salud tales como depresión, tristeza, falta de energía o de concentración, así como alteración del sueño. Además, el invierno aumenta nuestro apetito y sobre todo la necesidad de ingerir de carbohidratos y azúcares, lo cual unido a una menor actividad física influye en variaciones en nuestro peso.

 

La luz solar estimula la secreción de serotonina en nuestro cerebro. La serotonina es uno de los neurotransmisores que más influye en nuestro estado de ánimo. De hecho, se podría decir que es la hormona del placer. El aumento de la serotonina produce estabilidad anímica, sentimientos positivos, sensación de placer y bienestar. La serotonina también tiene influencia sobre otros neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina que se asocian a altos niveles de ansiedad, miedo o agresividad. De este modo si disminuyen los niveles de serotonina aumentarán los niveles de dopamina y noradrenalina produciendo altos niveles de ansiedad o angustia. Si estos no se consiguen disminuir, con el tiempo pueden acabar complicándose y requerir la atención de un equipo de psicólogos.

→ ¿QUÉ HACER?

Como dice el refrán popular “al mal tiempo, buena cara”. Es necesario buscar el lado positivo de esta estación, piensa en lo agradable que es ver una película los domingos en casa o ir al cine, las ventajas de tomar una bebida caliente en vez de una fría o en lo ricas que están las castañas asadas… que no te guste este tiempo no va a hacer que dure menos, sino que al revés, la estación se te puede hacer eterna. Por ello, trata de no ‘hibernar’, procura practicar algún deporte y socializarte con tus amigos.

 

ALGUNAS RAZONES DEL POR QUE SE ODIA LA NAVIDA SEGÚN ESTUDIOS

Los ‘NAVILOVERS’ fans de películas navideñas

En esta época se proyectan gran cantidad de películas llenas de motivos navideños y de apasionados besos bajo el muérdago, donde todos son felices y se producen los más insólitos milagros. Este tipo de películas nos hace crear expectativas muy altas y desear unas “navidades de película”, lo cual nos llevará a compararlo con la realidad y sentirnos desencantados.

→ ¿Qué hacer?

La Navidad es únicamente una fecha en el calendario, recuerda cuando te agobies que cada uno le da la importancia que quiere. Si notas que no te atrapa el espíritu navideño porque tu estado emocional no acompaña, trata de mentalizarte ya que, como Calvin Coolidge decía, “La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente”.

 

EL SENTIMIENTO DE HIPOCRESÍA

Miles de mensajes navideños inundan nuestra televisión y nuestros teléfonos, amigos, vecinos o familiares con los que no hablamos el resto del año nos envían palabras emotivas y en muchos casos totalmente impersonales. Y es que estar felices, lucir una radiante sonrisa y ser amable parece de obligado cumplimiento en Navidad y, si eso no coincide con nuestro estado anímico, se produce un sentimiento de frustración que afecta a nuestra estabilidad emocional.

→ ¿Qué hacer?

No te dejes afectar por la hipocresía ni te amargues con las contradicciones de la época. Es más, esta situación nos debe hacer pensar por qué hoy se es amable y se desea “felices fiestas” a todo el mundo cuando el resto del año no les decimos ni los “buenos días”. Dedicar unos minutos de tiempo a la gente que nos rodea debería ser una costumbre a mantener en el tiempo y no un hecho puntual propio de la Navidad. Porque como decía Charles Dickens “Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año”.

 

EL CONSUMISMO

La Navidad se convierte en un período del año donde se gasta más dinero en regalos, ropa, comida y bebida. Los medios de comunicación nos bombardean con imágenes de lujo que asocian a la consecución de la felicidad, así pues, nos sentimos obligados a lucir nuestros mejores galas, comprar exquisitos manjares, decorar la casa o comprar los regalos caros que nos venden los grandes almacenes. No cumplir con ello puede hacernos sentir fracasados y tristes como si no estuviésemos a la altura de las circunstancias.

→ ¿Qué hacer?

Piensa que el mejor regalo que puedes hacer a una persona no es algo material. Disfruta con los tuyos y no hagas caso de la exagerada publicidad que nos incita al consumo. Una solución cada vez más común en las familias es ponerse un límite de presupuesto o juntarse con el resto de familiares para realizar regalos conjuntos. Verás cómo, además, así la tediosa tarea de elegir los regalos se convierte en algo mucho más entretenido si lo haces en grupo.

 

ESTRÉS POR EL EXCESO DE CELEBRACIONES, COMIDAS, CENAS…

Lo sufren en mayor medida las mujeres, ya que son todavía las que suelen encargarse de cocinar y organizarlo todo. Además, se ven muy presionadas para conseguir agradar a todo el mundo. Este exceso de presión puede desencadenar en mal humor debido al propio cansancio y llevar a discusiones.

→ ¿Qué hacer?

Si te toca preparar todo este año, trata de no perder la cabeza: «casi siempre lo mejor es enemigo de lo bueno». Para preparar una buena cena de Navidad no es necesario arruinarse. Busca alternativas más asequibles y aprovecha para presentar los platos de manera apetecible y decorar la mesa. Además, las cenas copiosas no son muy recomendables para conciliar el sueño. No dudes en pedir ayuda en la cocina, además compartirás momentos muy agradables en familia y estar rodeado de gente seguro que te relajará. Eso sí, no cargues tus nervios contra los que te están ayudando ni te muestres irritable porque os sentareis a la mesa ya enfadados y de mal humor.

 

EXCESO DE TRÁFICO Y AGLOMERACIONES

Es un hecho que las calles y grandes almacenes están a rebosar: la gente tiene que hacer muchas compras para preparar comidas y cenas navideñas, regalar a los niños y también a los mayores, desea ver el árbol que han puesto en el Ayuntamiento, la exposición de belenes o acercarse a las casas de amigos o familiares a desearse felices fiestas.

→ ¿Qué hacer?

No podrás cambiar eso, lo que sí podrás hacer es tomarte las cosas con otra actitud más positiva. Procura no salir con el tiempo justo para llegar a los sitios o incluso dejar el coche en casa para evitar los atascos y hacer los recados dando un paseo.

 

HACER BALANCE DEL AÑO

“La vida no se mide en minutos, se mide en momentos”. La Navidad se convierte en una época de reflexión y es muy común, coincidiendo con el cierre del año, hacer un balance del mismo y comprobar si hemos alcanzado las metas o proyectos. Si el balance no ha sido positivo, nos encontraremos reviviendo el pasado (fracasos laborales o académicos, rupturas amorosas, dificultades económicas…) y pasándolo mal nuevamente.

→ ¿Qué hacer?

Analiza la situación y valora cuánto de negativo hay realmente en ella y cuánto de positivo, intenta no focalizarte en los puntos negativos y busca el lado bueno de las cosas, seguro que lo encuentras.

 

BUENOS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO

La llegada del nuevo año siempre viene marcada de nuevas metas que nos disponemos a alcanzar. Eso nos lleva a pasar revista de las que propusimos el año anterior y muchas veces nos damos cuenta de que no hemos cumplido con nuestras expectativas.

→ ¿Qué hacer?

Trata de ser realista y no ponerte propósitos fuera de tu alcance. No te propongas apuntarte al gimnasio si no tienes tiempo disponible o dejar de fumar si no te ves capaz, ya que sólo conseguirás sentirte mal contigo mismo al siguiente año.

 

DISPUTAS FAMILIARES

A veces las reuniones familiares propias de la Navidad distan mucho de las imágenes idílicas que vemos en la televisión. Los malos rollos familiares a menudo se acompañan de envidias o de celos que producen mucha incomodidad. A estos sentimientos enquistados, se une el hecho de que en estas fechas nuestras emociones están a “flor de piel”. Este es uno de los principales motivos por el que muchas personas odian la Navidad.

→ ¿Qué hacer?

No te desesperes, piensa que la cena familiar sólo dura unas cuantas horas. No “entres al trapo” ante las provocaciones e indirectas, sólo te va a servir para entablar discusiones que podrían acabar volviéndose en tu contra. Demuestra que tú eres más maduro que la persona que te ataca, trata de sonreír como si no te afectase lo más mínimo, piensa que tal y como indica un refrán popular “no hay mayor desprecio que no hacer aprecio”, tu salud física y mental te lo agradecerá. Si eres tú quien ha iniciado una discusión o molestado a alguien, no dudes en disculparte y pedir perdón.

 

También es aconsejable evitar conversaciones que sabes que pueden volverse espinosas, temas como el fútbol, la política o la economía pueden acabar en una batalla campal. Lo mismo sucede con juegos que generen mucho afán de competitividad, porque no todo el mundo tiene “buen perder”.

Otro gran problema suele ser el control del mando a distancia en estas fechas en las que nos juntamos mucha gente frente al televisor. Identifica los momentos de conflicto y anticípate a que se produzcan.

 

CONSUMO EXCESIVO DE ALCOHOL

Está claro que es una época de mucho brindis: quedamos con nuestros compañeros del trabajo, con gente de nuestro antiguo colegio, de la universidad… y en todas estas reuniones el alcohol está muy presente. Además, sentimos que las copas nos animan y relajan; y esto puede ser así al principio, pero en exceso se pierden esas primeras sensaciones agradables.

→ ¿Qué hacer?

Nunca debes sentarte a la mesa con tu familia con “copas de más”. Procura controlarte en las celebraciones anticipadas con tus amigos, ya que el consumo de alcohol aumenta la agresividad, lo cual unido a las tensiones propias de las fechas puede producir una combinación peligrosa que actúa como detonante de rencillas familiares.

 

NAVIDAD EN PAREJA: ¿CON TU FAMILIA O CON LA MÍA?

A menudo la Navidad pone a prueba la estabilidad de la pareja a la hora de decidir dónde y cómo pasar las fiestas. Es natural que cada uno se sienta más a gusto con su respectiva familia. Tener que cenar con esa suegra que nos detesta o con ese cuñado insufrible que todo lo sabe es uno de los principales motivos que alimentan nuestro «odio la Navidad».

→ ¿Qué hacer?

Establece un programa navideño alterno cada año. Procura ser flexible ya que en casos excepcionales puede que tu pareja necesite acompañar a los suyos en esas fechas tan especiales. Habla con los tuyos si notas que tu pareja se vuelve el centro de las críticas de tus familiares y se siente incómoda, recuérdales que vosotros sois los que decidís vuestra forma de vida. Cuando estéis en casa de tus familiares, procura buscar algún rato para estar a solas con tu pareja; así seguro que se sentirá menos agobiada.

 

PÉRDIDAS DE SERES QUERIDOS

“El recuerdo, como una vela, brilla más en Navidad”, Charles Dickens. La ausencia de nuestros seres queridos se hace más evidente en estas fechas. Esto se conoce como “síndrome de la silla vacía”. Los recuerdos de las personas que han muerto o que se encuentran lejos inundan nuestra mente y empañan las celebraciones quitándonos las ganas de fiesta. Echamos de menos a esa persona y nuestra mente se llena de recuerdos irrepetibles con ella.

→ ¿Qué hacer?

No debemos focalizar toda nuestra atención en las personas ausentes, es injusto para los que sí que están. Cada celebración está llena de momentos y situaciones nuevas y positivas, etc.

En vez de ponerte triste pensando que el pasado te gustaba más, rememora anécdotas divertidas de esa persona con los demás, seguro que hablarlo con el resto servirá para aliviar tu tristeza y el resto recordará al ausente con alegría. Piensa lo afortunado que has sido por haber tenido a esa persona en tu vida.

 

SENTIMIENTO DE SOLEDAD

el mensaje de Navidad: nunca estamos solos”, Taylor Caldwell. Si estas lejos de casa en otra ciudad ya sea viviendo o trabajando y no puedes volver en estas fechas, seguro que te sentirás apenado e incluso solo.

→ ¿Qué hacer?

Trata de aprovechar las posibilidades que de la ciudad donde te encuentras. La situación no va a cambiar y pensar en negativo sólo te deprimirá. Además, relativiza la situación, no debes sentirte desgraciado por no poder compartir unos días con tu familia o amigos. Que ellos te quieren es un hecho; únicamente por circunstancias no habéis podido coincidir esta vez, pero eso no significa que tú estés solo o que no les importes.

Si tú no te encuentras solo, pero tienes algún familiar, amigo, vecino o conocido que se encuentre aislado en Navidad, aprovecha a visitarlo o a invitarlo con los tuyos.

 

NAVIDAD CON NIÑOS TODO EL DÍA

Los más pequeños son sin duda los reyes de la casa en estas fechas y los que más disfrutan del ambiente navideño. Tienen muchos días de vacaciones y esperan con ilusión todos los juguetes que les van a traer Papá Noel y los Reyes Magos. Para ellos todo es pura magia: los árboles llenos de adornos, las luces, las calles rebosantes de gente y la mesa llena de montones de dulces. Pero, ¿cómo lo vivimos los padres?

→ ¿Qué hacer?

Procura no perder el norte con los regalos. Hoy en día los niños tienen muchísimos juguetes y a menudo muchos padres quedan frustrados por no poder cubrir las expectativas de sus hijos o no poder regalar lo mismo que reciben otros niños de su clase. No te compares y recuerda que cada casa tiene su propio nivel económico.

 

En la otra cara de la moneda, están los padres que se sorprenden con el escaso interés que despiertan los caros regalos en sus hijos. “¡Se ponen a jugar con las cajas de cartón!”, exclaman con estupor sin poder creerlo. Y es que los niños nos sorprenden. Apenas puedo recordar los regalos que recibía de niña, pero siempre recordaré cómo mi padre nos llevaba una tarde de Navidad a mi hermano y a mí a montar en las atracciones navideñas o cómo íbamos la familia entera a ver la cabalgata de Navidad. En realidad, cuando eres un niño, se necesita muy poco para ser feliz. De hecho, ninguno cambiaría nunca a sus padres por el mejor de los regalos materiales.

 

En definitiva, es fácil caer en el «odio la Navidad» porque es una época del año donde se generan fuertes emociones contradictorias, pero, si pones de tu parte, siempre es posible encontrar alternativas para no dejarse atrapar por la melancolía ni por los enfados.

 

¿DICIEMBRE TE PONE TRISTE? ESTOS SON LOS SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN NAVIDEÑA Y CÓMO EVITARLA Sentirse triste, reflexivo y nostálgico en la época decembrina es normal, pero si esto se acompaña de fatiga, problemas para concentrarse y alteraciones en el apetito, puede tratarse de depresión. La depresión navideña está relacionada con los procesos de cierre de ciclos de vida y término de un año, donde las personas reflexionan sobre sus logros y pérdidas. Las emociones negativas pueden ser transitorias, pero cuando la afectación llega a un nivel en que modifica la vida cotidiana, se debe acudir con un médico que evalúe la situación.

 

Reflexiona, no estás solo, hazte escuchar, comparte tus pensamientos, comunícate de manera efectiva, afectiva y activa con los demás. Cuídate. Y si es necesario, busca un profesional de la salud mental quien te brindara un espacio seguro, libre de juicio en donde te ayudaran a identificar lo que te pasa, brindando herramientas que te ayuden a manejar el estrés y la ansiedad, amarte a ti mismo y, de ser necesario, canalizarte con un especialista para una valoración completa y tus pensamientos no interfiera con tu día a día. Y mi consejo de siempre: come de manera saludable, duerme lo suficiente, realiza ejercicio, haz lo que te gusta, ocúpate, SE FELIZ...  Y recuerda... Tu crecimiento personal es vital, y para lograrlo... Da el primer paso... ¡ATREVETE A SER UNA MEJOR VERSIÓN DE TI!

 

¡La navidad es más verdaderamente Navidad cuando celebramos dando luz y amor a quienes más lo necesitan!

 

#EstamosEnConexión #RadioEnRedes

Todos los Lunes de 17:00 a 19 horas, a través de: www.radioenredes.com


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martes, 19 de diciembre de 2023

ESTAMOS EN CONEXIÓN


 

CÓMO SOBREVIVIR A LA DEPRESIÓN NAVIDEÑA

Por: Jorge García D.

 

Se puede estar triste y alegre al mismo tiempo. Aunque tengamos un dolor intenso en nuestro interior eso no implica que no se pueda tener momentos de disfrute o intentar disfrutar de un bello momento en familia, busquemos apoyo y cambiemos nuestro estado de ánimo, El sentirse triste o alegre no es ningún pecado solo basta sentirlo y moderarlo, no hay que sentirse culpable por ello, hay que permitírselo... 

 

Tristeza, mal humor, ansiedad… Ni las luces de Navidad consiguen modificar tu estado de ánimo a medida que se acerca en el calendario estas fechas. Son los síntomas de la depresión blanca o blues de Navidad. Los expertos no lo consideran un trastorno, sino un estado de ánimo negativo y temporal, una reacción emocional ante estímulos exteriores como, la decoración navideña a la música de los villancicos o las excesivas reuniones familiares. Los síntomas van desde insomnio, hasta ansiedad, tristeza, falta de apetito, mal humor... Pero, ¿qué es la depresión navideña? ¿Y cómo la diferenciamos de otros trastornos emocionales?, de eso hablaremos hoy en nuestro programa de radio número 98 de EN CONEXIÓN y de nuestra columna ESTAMOS EN CONEXIÓN. Pongámonos en marcha e iniciemos.

Cuántos de nosotros estamos felices por esta época, a cuántos de nosotros esta época nos representa añoranza, recuerdos de infancia, abuelos, buñuelos, chocolate, nieve, buenos momentos, familia, convivencia, comida, canticos, fiesta, villancicos, luces, regalos, posadas, piñatas y mucho más, convirtiéndose en la época del año preferida, por lo que desde principios de mes, pasando los Día de Muertos y Halloween, arrancamos con los preparativos de estas fechas, el árbol de navidad, los adornos, el nacimiento, la compra de los regalos, las tarjetas, el estrés para colocar las luce, los brindis, las posadas, los intercambios de regalos, los gastos, los preparativos para las cenas, y en general el tan famoso Guadalupe - Reyes…

 

 

sin embargo, a pesar de esto, existen personas a las que estas fechas no son del todo de su agrado, odian la navidad y todo lo que la celebración y estas fechas significa… Y bueno, el estrés, el trabajo, la edad, el dinero, los gastos, la apatía, el cansancio, el agobio, la ansiedad, son temas muy comunes en nuestros días, los cuales influyen en el ánimo de las personas respecto a la celebración de estas fechas, generando en diversos cambios de ánimo como tristeza, desolación, añoranza, apatía, desanimo, desgano, depresión, flojera, causando molestia, critica, peleas, donde muchos de ellos suelen ser hasta agresivos a través de redes sociales, criticando el entusiasmo, la participación, los pensamientos motivacionales, las felicitaciones, las tarjetas navideñas, los buenos deseos, o el que alguien destaque en algo ... siendo estos más comunes de lo que pensamos; estos personajes existen y han existido toda la vida, solo que antes no se escudaban a través de las redes sociales o a través de un perfil que ni siquiera sabemos quién es… sin embargo retomando el tema podríamos decir que…..

 

Todos tenemos un Grinch cerca, en nuestra casa, en nuestro trabajo, en la familia o en nuestro grupo de amigos… y por lo generar es el que todo critica, es el que no participa, el que boicotea tus logros o tus planes, el que siempre repela de todo o dice una y otra vez que no se puede, que, que flojera, que, que lata con sus reuniones y sus intercambios, que pura sacadera de dinero, que qué horror, que pura falsedad, y tenemos un rotundo no, no , no acompañado de caras, malos modos…y es más negativo que cualquier número a la izquierda del cero... Y tú eres así o conoces a alguien así, qué nos pueden compartir... ESCRIBENOS y COMUNICATE CON NOSOTROS …

 

Por increíble que parezca, una Navidad sin Grinch, no es una Navidad completa. Al igual que existen muchas personas que adoran esta época del año, hay otras muchas que detestan esta fiesta, Y el Grinch es, sin duda, quien más la odia. Pero como dices existe personas que detestan estas fiestas, odian la navidad y todo lo que esta representa…

 

A diferencia de muchas personas, existe un grupo al que estas fechas les causa una sintomatología muy particular, por que los llena de nostalgia y los puede sumir en un estado depresivo, donde la navidad sí les pega, y más es su estado anímico; debido a diversas causas, probablemente por cierta situación del pasado, lo cual al paso de los años se convirtió en un herida del pasado sin resolver, o tal vez que estas fechas le recuerden a sus seres queridos, un tema sin resolver con ellos, un te quiero tardío, un te amo que jamás llego, un perdón sin dar o pedir, recuerdos que viene a nuestra mente de momentos en familia o del pasado que son recurrentes a cada canción, a cada imagen, y por ende a cada momento, por tal motivo no nos gustan estas fechas y entramos en depresión o simplemente deseamos que estas fiestas pasen y que ya llegue el año nuevo.

 

Esta sintomatología es muy recurrente también en estas fechas y la peor parte es que, aunque la hacemos evidente suele ser silenciosa, ocultándose entre la magia de la fiesta. Esta sintomatología se conoce como depresión navideña la cual es causada por una producción de menor cantidad de endorfinas (sustancias producidas de forma natural por el ser humano, bloque la sensación de dolor, y relacionada con las respuestas emocionales placenteras que son las que nos ponen contentos y felices) y esta ausencia de esta sustancia sucede porque en ambientes fríos el organismo humano deja de producir las cantidades normales de estas, lejos que el sol no es tan fuerte y este produce en que ciertos químicos no se produzcan en nuestro cuerpo, y es muy cierto porque esta fecha es fría, nublada, gris y en muchos lugares blanca, no existe color por lo cual no está mente nos juega una mala pasada y hace que nos pongamos más nostálgicos y tristes.

 

Pero a quienes nombramos los GRINCH de esta época Y POR QUÉ ODIAN LA NAVIDAD Y LA CELEBRACIÓN Y TODO LO QUE SEA SÍMBOLO DE UNIÓN, FELICIDAD, AMOR, ARMONÍA, PAZ.

 

Ciertamente lo que para muchísimas personas la NAVIDAD es una época mágica, llena de felicidad, de buenos deseos, de amor, de recuerdos maravillosos y que muchos llevan esperando con ilusión llegue porque significa fin de año, vacaciones y convivir en familia, también significa el inicio de un nuevo año, el poder darse una nueva oportunidad, el decir comenzamos, o recomenzar, es quizá como dijiste una época de ilusiones, planes y buenos deseos. Para otros muchos, una verdadera condena, por todo aquello que significa, gastos excesivos, felicitaciones innecesarias, adornos, sonrisas, ambiente de fiesta, y época de esperanza.

 

De hecho, frases tales como «odio la Navidad» o «me gustaría desaparecer hasta enero» son bastante comunes en estas fechas. Este estado anímico de melancolía se conoce como depresión navideña o fenómeno Grinch. Que te parece si hablamos de algunas razones por las que la gente odia la navidad y después vemos que las causa, los síntomas y cómo podemos combatirla.

 

PERO, ¿POR QUÉ SE CAUSA ESTE ODIO O ESTADO ANIMICO DEPRESIVO?

 

Menos luz

La llegada del invierno tiene muchas repercusiones en nuestro ritmo de vida, sobre todo, en nuestro estado de ánimo. Entre ellas está la menor exposición que tenemos a la luz solar. La disminución de la luz solar que recibimos puede producirnos una sensación de desánimo, ya que la luz solar ayuda a la correcta absorción de nutrientes, estimula la secreción de neurotransmisores necesarios para nuestro cuerpo y aumenta la producción de vitamina D, entre otros efectos.

 

Este factor es inevitable, ya lo hemos notado con la llegada del otoño, pero con el invierno acentúa aún más la sensación. Y es que está científicamente comprobado que la falta de luz solar tiene consecuencias negativas en nuestra salud tales como depresión, tristeza, falta de energía o de concentración, así como alteración del sueño. Además, el invierno aumenta nuestro apetito y sobre todo la necesidad de ingerir de carbohidratos y azúcares, lo cual unido a una menor actividad física influye en variaciones en nuestro peso.

 

La luz solar estimula la secreción de serotonina en nuestro cerebro. La serotonina es uno de los neurotransmisores que más influye en nuestro estado de ánimo. De hecho, se podría decir que es la hormona del placer. El aumento de la serotonina produce estabilidad anímica, sentimientos positivos, sensación de placer y bienestar. La serotonina también tiene influencia sobre otros neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina que se asocian a altos niveles de ansiedad, miedo o agresividad. De este modo si disminuyen los niveles de serotonina aumentarán los niveles de dopamina y noradrenalina produciendo altos niveles de ansiedad o angustia. Si estos no se consiguen disminuir, con el tiempo pueden acabar complicándose y requerir la atención de un equipo de psicólogos.

→ ¿QUÉ HACER?

Como dice el refrán popular “al mal tiempo, buena cara”. Es necesario buscar el lado positivo de esta estación, piensa en lo agradable que es ver una película los domingos en casa o ir al cine, las ventajas de tomar una bebida caliente en vez de una fría o en lo ricas que están las castañas asadas… que no te guste este tiempo no va a hacer que dure menos, sino que al revés, la estación se te puede hacer eterna. Por ello, trata de no ‘hibernar’, procura practicar algún deporte y socializarte con tus amigos.

 

ALGUNAS RAZONES DEL POR QUE SE ODIA LA NAVIDA SEGÚN ESTUDIOS

Los ‘NAVILOVERS’ fans de películas navideñas

En esta época se proyectan gran cantidad de películas llenas de motivos navideños y de apasionados besos bajo el muérdago, donde todos son felices y se producen los más insólitos milagros. Este tipo de películas nos hace crear expectativas muy altas y desear unas “navidades de película”, lo cual nos llevará a compararlo con la realidad y sentirnos desencantados.

→ ¿Qué hacer?

La Navidad es únicamente una fecha en el calendario, recuerda cuando te agobies que cada uno le da la importancia que quiere. Si notas que no te atrapa el espíritu navideño porque tu estado emocional no acompaña, trata de mentalizarte ya que, como Calvin Coolidge decía, “La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente”.

 

EL SENTIMIENTO DE HIPOCRESÍA

Miles de mensajes navideños inundan nuestra televisión y nuestros teléfonos, amigos, vecinos o familiares con los que no hablamos el resto del año nos envían palabras emotivas y en muchos casos totalmente impersonales. Y es que estar felices, lucir una radiante sonrisa y ser amable parece de obligado cumplimiento en Navidad y, si eso no coincide con nuestro estado anímico, se produce un sentimiento de frustración que afecta a nuestra estabilidad emocional.

→ ¿Qué hacer?

No te dejes afectar por la hipocresía ni te amargues con las contradicciones de la época. Es más, esta situación nos debe hacer pensar por qué hoy se es amable y se desea “felices fiestas” a todo el mundo cuando el resto del año no les decimos ni los “buenos días”. Dedicar unos minutos de tiempo a la gente que nos rodea debería ser una costumbre a mantener en el tiempo y no un hecho puntual propio de la Navidad. Porque como decía Charles Dickens “Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año”.

 

EL CONSUMISMO

La Navidad se convierte en un período del año donde se gasta más dinero en regalos, ropa, comida y bebida. Los medios de comunicación nos bombardean con imágenes de lujo que asocian a la consecución de la felicidad, así pues, nos sentimos obligados a lucir nuestros mejores galas, comprar exquisitos manjares, decorar la casa o comprar los regalos caros que nos venden los grandes almacenes. No cumplir con ello puede hacernos sentir fracasados y tristes como si no estuviésemos a la altura de las circunstancias.

→ ¿Qué hacer?

Piensa que el mejor regalo que puedes hacer a una persona no es algo material. Disfruta con los tuyos y no hagas caso de la exagerada publicidad que nos incita al consumo. Una solución cada vez más común en las familias es ponerse un límite de presupuesto o juntarse con el resto de familiares para realizar regalos conjuntos. Verás cómo, además, así la tediosa tarea de elegir los regalos se convierte en algo mucho más entretenido si lo haces en grupo.

 

ESTRÉS POR EL EXCESO DE CELEBRACIONES, COMIDAS, CENAS…

Lo sufren en mayor medida las mujeres, ya que son todavía las que suelen encargarse de cocinar y organizarlo todo. Además, se ven muy presionadas para conseguir agradar a todo el mundo. Este exceso de presión puede desencadenar en mal humor debido al propio cansancio y llevar a discusiones.

→ ¿Qué hacer?

Si te toca preparar todo este año, trata de no perder la cabeza: «casi siempre lo mejor es enemigo de lo bueno». Para preparar una buena cena de Navidad no es necesario arruinarse. Busca alternativas más asequibles y aprovecha para presentar los platos de manera apetecible y decorar la mesa. Además, las cenas copiosas no son muy recomendables para conciliar el sueño. No dudes en pedir ayuda en la cocina, además compartirás momentos muy agradables en familia y estar rodeado de gente seguro que te relajará. Eso sí, no cargues tus nervios contra los que te están ayudando ni te muestres irritable porque os sentareis a la mesa ya enfadados y de mal humor.

 

EXCESO DE TRÁFICO Y AGLOMERACIONES

Es un hecho que las calles y grandes almacenes están a rebosar: la gente tiene que hacer muchas compras para preparar comidas y cenas navideñas, regalar a los niños y también a los mayores, desea ver el árbol que han puesto en el Ayuntamiento, la exposición de belenes o acercarse a las casas de amigos o familiares a desearse felices fiestas.

→ ¿Qué hacer?

No podrás cambiar eso, lo que sí podrás hacer es tomarte las cosas con otra actitud más positiva. Procura no salir con el tiempo justo para llegar a los sitios o incluso dejar el coche en casa para evitar los atascos y hacer los recados dando un paseo.

 

HACER BALANCE DEL AÑO

“La vida no se mide en minutos, se mide en momentos”. La Navidad se convierte en una época de reflexión y es muy común, coincidiendo con el cierre del año, hacer un balance del mismo y comprobar si hemos alcanzado las metas o proyectos. Si el balance no ha sido positivo, nos encontraremos reviviendo el pasado (fracasos laborales o académicos, rupturas amorosas, dificultades económicas…) y pasándolo mal nuevamente.

→ ¿Qué hacer?

Analiza la situación y valora cuánto de negativo hay realmente en ella y cuánto de positivo, intenta no focalizarte en los puntos negativos y busca el lado bueno de las cosas, seguro que lo encuentras.

 

BUENOS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO

La llegada del nuevo año siempre viene marcada de nuevas metas que nos disponemos a alcanzar. Eso nos lleva a pasar revista de las que propusimos el año anterior y muchas veces nos damos cuenta de que no hemos cumplido con nuestras expectativas.

→ ¿Qué hacer?

Trata de ser realista y no ponerte propósitos fuera de tu alcance. No te propongas apuntarte al gimnasio si no tienes tiempo disponible o dejar de fumar si no te ves capaz, ya que sólo conseguirás sentirte mal contigo mismo al siguiente año.

 

DISPUTAS FAMILIARES

A veces las reuniones familiares propias de la Navidad distan mucho de las imágenes idílicas que vemos en la televisión. Los malos rollos familiares a menudo se acompañan de envidias o de celos que producen mucha incomodidad. A estos sentimientos enquistados, se une el hecho de que en estas fechas nuestras emociones están a “flor de piel”. Este es uno de los principales motivos por el que muchas personas odian la Navidad.

→ ¿Qué hacer?

No te desesperes, piensa que la cena familiar sólo dura unas cuantas horas. No “entres al trapo” ante las provocaciones e indirectas, sólo te va a servir para entablar discusiones que podrían acabar volviéndose en tu contra. Demuestra que tú eres más maduro que la persona que te ataca, trata de sonreír como si no te afectase lo más mínimo, piensa que tal y como indica un refrán popular “no hay mayor desprecio que no hacer aprecio”, tu salud física y mental te lo agradecerá. Si eres tú quien ha iniciado una discusión o molestado a alguien, no dudes en disculparte y pedir perdón.

 

También es aconsejable evitar conversaciones que sabes que pueden volverse espinosas, temas como el fútbol, la política o la economía pueden acabar en una batalla campal. Lo mismo sucede con juegos que generen mucho afán de competitividad, porque no todo el mundo tiene “buen perder”.

Otro gran problema suele ser el control del mando a distancia en estas fechas en las que nos juntamos mucha gente frente al televisor. Identifica los momentos de conflicto y anticípate a que se produzcan.

 

CONSUMO EXCESIVO DE ALCOHOL

Está claro que es una época de mucho brindis: quedamos con nuestros compañeros del trabajo, con gente de nuestro antiguo colegio, de la universidad… y en todas estas reuniones el alcohol está muy presente. Además, sentimos que las copas nos animan y relajan; y esto puede ser así al principio, pero en exceso se pierden esas primeras sensaciones agradables.

→ ¿Qué hacer?

Nunca debes sentarte a la mesa con tu familia con “copas de más”. Procura controlarte en las celebraciones anticipadas con tus amigos, ya que el consumo de alcohol aumenta la agresividad, lo cual unido a las tensiones propias de las fechas puede producir una combinación peligrosa que actúa como detonante de rencillas familiares.

 

NAVIDAD EN PAREJA: ¿CON TU FAMILIA O CON LA MÍA?

A menudo la Navidad pone a prueba la estabilidad de la pareja a la hora de decidir dónde y cómo pasar las fiestas. Es natural que cada uno se sienta más a gusto con su respectiva familia. Tener que cenar con esa suegra que nos detesta o con ese cuñado insufrible que todo lo sabe es uno de los principales motivos que alimentan nuestro «odio la Navidad».

→ ¿Qué hacer?

Establece un programa navideño alterno cada año. Procura ser flexible ya que en casos excepcionales puede que tu pareja necesite acompañar a los suyos en esas fechas tan especiales. Habla con los tuyos si notas que tu pareja se vuelve el centro de las críticas de tus familiares y se siente incómoda, recuérdales que vosotros sois los que decidís vuestra forma de vida. Cuando estéis en casa de tus familiares, procura buscar algún rato para estar a solas con tu pareja; así seguro que se sentirá menos agobiada.

 

PÉRDIDAS DE SERES QUERIDOS

“El recuerdo, como una vela, brilla más en Navidad”, Charles Dickens. La ausencia de nuestros seres queridos se hace más evidente en estas fechas. Esto se conoce como “síndrome de la silla vacía”. Los recuerdos de las personas que han muerto o que se encuentran lejos inundan nuestra mente y empañan las celebraciones quitándonos las ganas de fiesta. Echamos de menos a esa persona y nuestra mente se llena de recuerdos irrepetibles con ella.

→ ¿Qué hacer?

No debemos focalizar toda nuestra atención en las personas ausentes, es injusto para los que sí que están. Cada celebración está llena de momentos y situaciones nuevas y positivas, etc.

En vez de ponerte triste pensando que el pasado te gustaba más, rememora anécdotas divertidas de esa persona con los demás, seguro que hablarlo con el resto servirá para aliviar tu tristeza y el resto recordará al ausente con alegría. Piensa lo afortunado que has sido por haber tenido a esa persona en tu vida.

 

SENTIMIENTO DE SOLEDAD

el mensaje de Navidad: nunca estamos solos”, Taylor Caldwell. Si estas lejos de casa en otra ciudad ya sea viviendo o trabajando y no puedes volver en estas fechas, seguro que te sentirás apenado e incluso solo.

→ ¿Qué hacer?

Trata de aprovechar las posibilidades que de la ciudad donde te encuentras. La situación no va a cambiar y pensar en negativo sólo te deprimirá. Además, relativiza la situación, no debes sentirte desgraciado por no poder compartir unos días con tu familia o amigos. Que ellos te quieren es un hecho; únicamente por circunstancias no habéis podido coincidir esta vez, pero eso no significa que tú estés solo o que no les importes.

Si tú no te encuentras solo, pero tienes algún familiar, amigo, vecino o conocido que se encuentre aislado en Navidad, aprovecha a visitarlo o a invitarlo con los tuyos.

 

NAVIDAD CON NIÑOS TODO EL DÍA

Los más pequeños son sin duda los reyes de la casa en estas fechas y los que más disfrutan del ambiente navideño. Tienen muchos días de vacaciones y esperan con ilusión todos los juguetes que les van a traer Papá Noel y los Reyes Magos. Para ellos todo es pura magia: los árboles llenos de adornos, las luces, las calles rebosantes de gente y la mesa llena de montones de dulces. Pero, ¿cómo lo vivimos los padres?

→ ¿Qué hacer?

Procura no perder el norte con los regalos. Hoy en día los niños tienen muchísimos juguetes y a menudo muchos padres quedan frustrados por no poder cubrir las expectativas de sus hijos o no poder regalar lo mismo que reciben otros niños de su clase. No te compares y recuerda que cada casa tiene su propio nivel económico.

 

En la otra cara de la moneda, están los padres que se sorprenden con el escaso interés que despiertan los caros regalos en sus hijos. “¡Se ponen a jugar con las cajas de cartón!”, exclaman con estupor sin poder creerlo. Y es que los niños nos sorprenden. Apenas puedo recordar los regalos que recibía de niña, pero siempre recordaré cómo mi padre nos llevaba una tarde de Navidad a mi hermano y a mí a montar en las atracciones navideñas o cómo íbamos la familia entera a ver la cabalgata de Navidad. En realidad, cuando eres un niño, se necesita muy poco para ser feliz. De hecho, ninguno cambiaría nunca a sus padres por el mejor de los regalos materiales.

 

En definitiva, es fácil caer en el «odio la Navidad» porque es una época del año donde se generan fuertes emociones contradictorias, pero, si pones de tu parte, siempre es posible encontrar alternativas para no dejarse atrapar por la melancolía ni por los enfados.

 

¿DICIEMBRE TE PONE TRISTE? ESTOS SON LOS SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN NAVIDEÑA Y CÓMO EVITARLA Sentirse triste, reflexivo y nostálgico en la época decembrina es normal, pero si esto se acompaña de fatiga, problemas para concentrarse y alteraciones en el apetito, puede tratarse de depresión. La depresión navideña está relacionada con los procesos de cierre de ciclos de vida y término de un año, donde las personas reflexionan sobre sus logros y pérdidas. Las emociones negativas pueden ser transitorias, pero cuando la afectación llega a un nivel en que modifica la vida cotidiana, se debe acudir con un médico que evalúe la situación.

 

Reflexiona, no estás solo, hazte escuchar, comparte tus pensamientos, comunícate de manera efectiva, afectiva y activa con los demás. Cuídate. Y si es necesario, busca un profesional de la salud mental quien te brindara un espacio seguro, libre de juicio en donde te ayudaran a identificar lo que te pasa, brindando herramientas que te ayuden a manejar el estrés y la ansiedad, amarte a ti mismo y, de ser necesario, canalizarte con un especialista para una valoración completa y tus pensamientos no interfiera con tu día a día. Y mi consejo de siempre: come de manera saludable, duerme lo suficiente, realiza ejercicio, haz lo que te gusta, ocúpate, SE FELIZ...  Y recuerda... Tu crecimiento personal es vital, y para lograrlo... Da el primer paso... ¡ATREVETE A SER UNA MEJOR VERSIÓN DE TI!

 

¡La navidad es más verdaderamente Navidad cuando celebramos dando luz y amor a quienes más lo necesitan!

 

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