Chapingo,
una nueva visión del campo mexicano
(2ª.
Parte)
Alberto
Jiménez Merino
El nuevo discurso de despedida
de los nuevos profesionistas no puede omitir mencionar lo que pueden llegar a
ser: grandes investigadores, asesores, consultores, maestros, empresarios e
inventores. En el ámbito político: regidores, presidentes municipales,
diputados locales, diputados federales, secretarios de agricultura de sus
estados, secretarios federales de agricultura, senadores y presidentes de la
república. Les guste o no la política,
deben asegurarse de estar cerca de donde se toman las decisiones para que
puedan influir.
Dos aspectos considero
fundamentales en la formación de un nuevo profesionista: La orientación
vocacional hacia el conocimiento de sí mismo, es decir, en qué es bueno para
que a eso se dedique; y, el desarrollo de una visión. La Visión es la virtud de
identificar lo que va a pasar en el futuro, del que obviamente hay que crear
las circunstancias y establecer metas. Por ello, piensen como se quieren ver en
5, 10, 20 o 30 años.
Una tendencia educativa con la
que me identifico, recomienda que para ser un buen profesionista hay que
aprender a leer y escribir, saber matemáticas lo más posible e identificar
donde está la información. Está implícito que es importante saber expresarse
bien en forma escrita y hablada y saber escuchar. No se omite la importancia de
la inteligencia emocional: la capacidad de sentir, entender y controlar las
emociones propias y ajenas.
Para el desarrollo profesional
hay dos caminos. Buscar un empleo o crearlo. Actualmente ambos son difíciles de
lograr. De hecho, nada es fácil. Ser ingeniero agrónomo de la UACH no es
suficiente, pero se puede empezar por atender los problemas y necesidades de tu
familia y de tu comunidad, resuelve el primer problema y luego otros. Después,
los problemas de la región y más adelante, podrás resolver los problemas del
mundo
Hacer un diagnóstico para
recomendar soluciones es indispensable. A qué se dedica la gente, cómo lo ha
hecho, qué ha logrado, qué limitaciones tiene y qué recursos existen. ¿Cómo
podemos empezar? Casi siempre la capacitación es lo más requerido y lo menos
solicitado. Generalmente los apoyos materiales que necesitan los productores se
identifican cuando ya se capacitaron. Nuestra intervención debe servir para
aprender junto con ellos. Hay que resaltar sus virtudes y ayudar de una forma
tal que ellos lo perciban, esa es la labor de un líder. Es un error pretender enseñar algo, todos
aprendemos de todos. Es un grave error decir que todo lo anterior se ha hecho
mal sin evaluarlo.
Para convencer a los
productores hay que demostrar acciones de impacto en el corto plazo. Hay que aprender
de los que ya resolvieron los problemas, tanto en lo local o a donde haya que
ir. Hablar poco, hacer más. El trabajo es la base del liderazgo y el liderazgo
es ejemplo, no discurso.
Por todo lo anterior y a
pregunta expresa de cuál debe ser el modelo educativo en el futuro de la UACH
para un mayor impacto de sus egresados en el campo mexicano, en el
conversatorio de ex rectores, presento el siguiente Decálogo para Chapingo del Futuro.
1.- Incluir orientación vocacional
y más especialización profesional para la Formación
de Líderes.
2.- Reducir la teoría y aumentar la práctica en los contenidos curriculares,
para llegar a niveles de 50-50 por ciento.
3.- Promover que cada estudiante
identifique y resuelva al menos un problema
real de su comunidad antes de egresar.
4.- Incorporar el servicio social universitario comunitario e Impulsar
que las tesis profesionales y la titulación estén vinculadas a problemas reales.
5.- Creación de un banco universal de proyectos, políticas y casos
de éxito sobre desarrollo agroalimentario en la biblioteca central.
6.- Evaluar la incorporación
de las carreras de: ingeniero en agricultura familiar y seguridad
alimentaria, ingeniero en agronegocios y empresas agroalimentarias
e ingeniero en políticas públicas
agroalimentarias.
7.-
Transitar el proceso hacia nuevas carreras a través de incorporar materias
optativas sobre las nuevas temáticas.
8.- Impulsar estancias técnicas de estudiantes del último semestre de
preparatoria y del último semestre de especialidad, por al menos 3 meses, en organizaciones o empresas de municipios,
estados o países líderes para conocer casos
de éxito.
9.- Mayor vinculación, interacción, propuestas y presencia institucional
con los gobiernos federal, estatal, municipal y organizaciones económico-
productivas.
10.- Creación de la red nacional de servicios técnicos, logísticos e insumos
para la producción agroalimentaria
Si resultare que no somos los
llamados para el cumplimiento de una obra tan enorme como la que dejamos
esbozada, que otros más fuertes y mejor capacitados que nosotros, recojan
nuestra bandera de campaña simbolizada en la presente idea fundamental “Enseñar
la explotación de la tierra, no la del hombre”.
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