lunes, 12 de febrero de 2024

Nuevos Horizontes


 

Desarrollo regional de la mixteca poblana 2024-2030

                                                                                               Alberto Jiménez Merino

Con la participación de 19 ponentes y más de mil asistentes, el pasado jueves 8 de febrero, se realizó en Izúcar de Matamoros el Foro Regional de la Mixteca Poblana sobre medio ambiente, campo y desarrollo sostenible, organizado por los colectivos temáticos “Por amor a Puebla”, bajo la Coordinación de Celina Peña Guzmán, y cuyas propuestas serán entregadas al Senador Alejandro Armenta Mier.

La mixteca es una de las 7 grandes regiones de Puebla. Se ubica al suroeste del estado y colinda con Oaxaca, Guerrero y Morelos. Esta región está integrada por 45 municipios que abarcan una superficie aproximada de 11 mil 025 kilómetros cuadrados (1 millón 110 mil 500 hectáreas) y  una población cercana a los 250 mil habitantes.

El 78 por ciento de la población realiza actividades agropecuarias de subsistencia. Es una región marginada del país, con bajo crecimiento económico. Sus principales actividades económicas son la agricultura, la ganadería, la producción de mezcal, las artesanías, la caza, la pesca y el aprovechamiento de minerales no metálicos.

Asimismo, el 60 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) emigra a Estados Unidos y regiones agrícolas de México, por falta de fuentes de empleo, servicios y vivienda adecuada. La economía regional tiene alta dependencia de las remesas provenientes de Estados Unidos, que en Puebla ascienden a casi 3 mil millones de dólares (MMD) anualmente.

Es una región de lluvias escasas y baja disponibilidad de agua en el subsuelo; la sequía, es actualmente uno de los problemas más agudos y crecientes. Tiene altos niveles de erosión del suelo (2.5 toneladas por hectárea al año), deforestación acentuada y pastoreo incontrolado que han afectado los manantiales y fuentes de agua. Los rendimientos de los cultivos y el ganado son bajos; la falta de forraje para los animales en la época seca es un gran problema.

La producción de caña de azúcar comprende cerca de 17 mil hectáreas, en 15 municipios, y padece la falta de agua para riego, la incidencia de plagas y enfermedades que limitan los rendimientos. La quema para la cosecha, es una fuente de contaminación regional y causa de pérdida de fertilidad del suelo.

De acuerdo con la investigadora María Martínez Portugal, en Puebla se generan 21 millones de toneladas de bióxido de carbono (CO2) anualmente, pero 17 millones provienen de la quema de la caña que se realiza en dos momentos: uno para hacer la cosecha manual y otro para quemar los residuos que quedan sobre el terreno y estorban para realizar las labores de cultivo del siguiente ciclo.

En la mixteca son insuficientes la infraestructura y las obras para captar, conservar y aprovechar el agua. Muchas de las existentes están azolvadas. Es notable la contaminación de ríos y barrancas por descarga de aguas residuales y residuos sólidos. Destacan la contaminación del Río Nexapa, con más de 4 mil litros de aguas residuales por segundo provenientes del Río Atoyac y los centros de confinamiento de basura de Izúcar de Matamoros y Chiautla de Tapia.

En el campo no hay servicios técnicos, logísticos ni de mecanización, ni acopio y transformación para la creación de volúmenes que permitan acceder a los mercados mayoristas. La infraestructura de canales en las cuatro presas de riego (Tehuitzingo, Peña Colorada, Huachinantla y Tzompahuacán), se encuentra deteriorada provocando altos niveles de pérdidas de agua en conducción y a nivel parcelario.  

Por ello, algunas propuestas para el desarrollo agroalimentario y ambiental sostenible de la Mixteca Poblana incluyen: asegurar el abasto de agua potable, adoptar el bombeo solar para reducir costos municipales, y, apoyar el tratamiento-reúso de las aguas residuales que hoy se descargan a los ríos.

De igual forma, fortalecer la reforestación, el rescate de la vida silvestre, el tratamiento y reúso de aguas residuales del Río Nexapa, y mejorar el manejo de residuos sólidos, así como la creación de centros regionales de servicios técnicos para la innovación ambiental y productiva, la construcción y desazolve de obras para la conservación del agua y la recarga de acuíferos.

Además, se debe impulsar la cosecha mecanizada de la caña de azúcar para evitar la quema y desarrollar los mecanismos de evaluación para acceder al pago de bonos de carbono para los productores, así como apoyar el financiamiento, la  tecnificación e integración productiva del agave mezcalero, el maíz, el sorgo,  el cacahuate, el ajonjolí, la jamaica, de plantas medicinales, cultivos forrajeros y servicios reproductivos con mejor genética para la ganadería, apicultura y acuacultura, a fin de  elevar su productividad y sus ingresos sustentables.

También se propone promover la agricultura de conservación y los biofertilizantes como estrategia para mejorar la productividad en zonas de temporal, y revertir el deterioro del suelo y la biodiversidad, retomando estrategias productivas alimentarias ancestrales como la milpa mexicana y la ganadería regenerativa para reducir el pastoreo incontrolado en los montes.

El apoyo al entubamiento y la tecnificación del riego de las presas Tehuitzingo, Peña Colorada, Huachinantla, y Tzompahuacán, son opciones que permitirían crear polos de desarrollo agrícola y acuícola mediante la producción tecnificada de peces en jaulas flotantes con un esquema de doble uso del agua. Conjuntamente, se debe apoyar la acuacultura y el rescate del Bagre del Río Balsas, mediante la reproducción en laboratorio para la resiembra de ríos.

Finalmente, la promoción a la vinculación educativa con los sectores productivos regionales y el impulso al emprendimiento de los jóvenes, empezando por atender los problemas de sus comunidades para formar hoy a los líderes que Puebla y México necesitan, son un par de propuestas más.

Quiero reconocer a los organizadores del Foro, pero principalmente a Francisco Castillo Montemayor, Patricia Ortiz y Juan Manuel Vega Suck.


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Nuevos Horizontes


 

Desarrollo regional de la mixteca poblana 2024-2030

                                                                                               Alberto Jiménez Merino

Con la participación de 19 ponentes y más de mil asistentes, el pasado jueves 8 de febrero, se realizó en Izúcar de Matamoros el Foro Regional de la Mixteca Poblana sobre medio ambiente, campo y desarrollo sostenible, organizado por los colectivos temáticos “Por amor a Puebla”, bajo la Coordinación de Celina Peña Guzmán, y cuyas propuestas serán entregadas al Senador Alejandro Armenta Mier.

La mixteca es una de las 7 grandes regiones de Puebla. Se ubica al suroeste del estado y colinda con Oaxaca, Guerrero y Morelos. Esta región está integrada por 45 municipios que abarcan una superficie aproximada de 11 mil 025 kilómetros cuadrados (1 millón 110 mil 500 hectáreas) y  una población cercana a los 250 mil habitantes.

El 78 por ciento de la población realiza actividades agropecuarias de subsistencia. Es una región marginada del país, con bajo crecimiento económico. Sus principales actividades económicas son la agricultura, la ganadería, la producción de mezcal, las artesanías, la caza, la pesca y el aprovechamiento de minerales no metálicos.

Asimismo, el 60 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) emigra a Estados Unidos y regiones agrícolas de México, por falta de fuentes de empleo, servicios y vivienda adecuada. La economía regional tiene alta dependencia de las remesas provenientes de Estados Unidos, que en Puebla ascienden a casi 3 mil millones de dólares (MMD) anualmente.

Es una región de lluvias escasas y baja disponibilidad de agua en el subsuelo; la sequía, es actualmente uno de los problemas más agudos y crecientes. Tiene altos niveles de erosión del suelo (2.5 toneladas por hectárea al año), deforestación acentuada y pastoreo incontrolado que han afectado los manantiales y fuentes de agua. Los rendimientos de los cultivos y el ganado son bajos; la falta de forraje para los animales en la época seca es un gran problema.

La producción de caña de azúcar comprende cerca de 17 mil hectáreas, en 15 municipios, y padece la falta de agua para riego, la incidencia de plagas y enfermedades que limitan los rendimientos. La quema para la cosecha, es una fuente de contaminación regional y causa de pérdida de fertilidad del suelo.

De acuerdo con la investigadora María Martínez Portugal, en Puebla se generan 21 millones de toneladas de bióxido de carbono (CO2) anualmente, pero 17 millones provienen de la quema de la caña que se realiza en dos momentos: uno para hacer la cosecha manual y otro para quemar los residuos que quedan sobre el terreno y estorban para realizar las labores de cultivo del siguiente ciclo.

En la mixteca son insuficientes la infraestructura y las obras para captar, conservar y aprovechar el agua. Muchas de las existentes están azolvadas. Es notable la contaminación de ríos y barrancas por descarga de aguas residuales y residuos sólidos. Destacan la contaminación del Río Nexapa, con más de 4 mil litros de aguas residuales por segundo provenientes del Río Atoyac y los centros de confinamiento de basura de Izúcar de Matamoros y Chiautla de Tapia.

En el campo no hay servicios técnicos, logísticos ni de mecanización, ni acopio y transformación para la creación de volúmenes que permitan acceder a los mercados mayoristas. La infraestructura de canales en las cuatro presas de riego (Tehuitzingo, Peña Colorada, Huachinantla y Tzompahuacán), se encuentra deteriorada provocando altos niveles de pérdidas de agua en conducción y a nivel parcelario.  

Por ello, algunas propuestas para el desarrollo agroalimentario y ambiental sostenible de la Mixteca Poblana incluyen: asegurar el abasto de agua potable, adoptar el bombeo solar para reducir costos municipales, y, apoyar el tratamiento-reúso de las aguas residuales que hoy se descargan a los ríos.

De igual forma, fortalecer la reforestación, el rescate de la vida silvestre, el tratamiento y reúso de aguas residuales del Río Nexapa, y mejorar el manejo de residuos sólidos, así como la creación de centros regionales de servicios técnicos para la innovación ambiental y productiva, la construcción y desazolve de obras para la conservación del agua y la recarga de acuíferos.

Además, se debe impulsar la cosecha mecanizada de la caña de azúcar para evitar la quema y desarrollar los mecanismos de evaluación para acceder al pago de bonos de carbono para los productores, así como apoyar el financiamiento, la  tecnificación e integración productiva del agave mezcalero, el maíz, el sorgo,  el cacahuate, el ajonjolí, la jamaica, de plantas medicinales, cultivos forrajeros y servicios reproductivos con mejor genética para la ganadería, apicultura y acuacultura, a fin de  elevar su productividad y sus ingresos sustentables.

También se propone promover la agricultura de conservación y los biofertilizantes como estrategia para mejorar la productividad en zonas de temporal, y revertir el deterioro del suelo y la biodiversidad, retomando estrategias productivas alimentarias ancestrales como la milpa mexicana y la ganadería regenerativa para reducir el pastoreo incontrolado en los montes.

El apoyo al entubamiento y la tecnificación del riego de las presas Tehuitzingo, Peña Colorada, Huachinantla, y Tzompahuacán, son opciones que permitirían crear polos de desarrollo agrícola y acuícola mediante la producción tecnificada de peces en jaulas flotantes con un esquema de doble uso del agua. Conjuntamente, se debe apoyar la acuacultura y el rescate del Bagre del Río Balsas, mediante la reproducción en laboratorio para la resiembra de ríos.

Finalmente, la promoción a la vinculación educativa con los sectores productivos regionales y el impulso al emprendimiento de los jóvenes, empezando por atender los problemas de sus comunidades para formar hoy a los líderes que Puebla y México necesitan, son un par de propuestas más.

Quiero reconocer a los organizadores del Foro, pero principalmente a Francisco Castillo Montemayor, Patricia Ortiz y Juan Manuel Vega Suck.


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