LA FELICIDAD, EL
DOLOR Y EL SENTIDO A LA VIDA
Por: Jorge García D.
“La felicidad humana generalmente no se logra
con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas
cosas que ocurren todos los días”
Benjamín Franklin (1706-1790).
Muchas veces nos
preguntamos si la felicidad es un estado continuo, un momento, una actitud,
etc., conceptos no muy alejados de esta sensación de bienestar de las personas.
Sin embargo
cometemos el error y depositamos nuestra felicidad de manera falsa en cosas
materiales como el dinero, muchas veces obtener todo lo deseamos nos puede
dejar a largo plazo vacíos y sin ilusiones, porque alcanzamos un fin o una meta
, pero sin un sentido, por ello aquí es donde debemos encontrar el sentido a la
vida, donde todos nuestros sacrificios, logros y reconocimientos ejemplifiquen
o se vean traducimos en como llegamos a ese punto, a ese lugar, a la
satisfacción interna de saberse entusiasta, fuerte, fortalecido, emprendedor,
luchador, humano; es decir todo los valores que como ser humano engrandecen a
la persona y lo trascienden a una felicidad plena.
Que tal, ¿Cómo
estás?... es un placer saludarte como todos los lunes desde la Columna de: “ESTAMOS
EN CONEXIÓN. Hoy tenemos un programa trasmitimos el programa de radio
número 108, con un tema muy interesante especialmente preparado para todos
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La felicidad
es un estado de ánimo, en donde la persona que la experimenta se siente plena,
contenta, satisfecha y saludable.
Por otro lado, la
felicidad es un estado que es completamente subjetivo, es una situación
personal y única de aquellos que la experimentan. Para algunos lo que les trae
bienestar y estabilidad, tal vez para otras personas sea completamente
distinto. Por lo tanto, no existe un índice de felicidad o una categoría que
haya que alcanzar para que alguien se considere como una persona feliz.
El psicólogo Martin Seligman considera que la
felicidad es el fruto de la suma de lo que son las actividades positivas y las
emociones positivas. En concreto ejemplos de estas últimas serían la
satisfacción, el placer corporal, el orgullo, la alegría o el optimismo.
Sin embargo, si
hablamos de felicidad plena es hablar de un estado de satisfacción personal,
una sensación de bienestar prácticamente indescriptible, y es algo que podemos
disfrutar todos los días. Incluso es algo que podemos desarrollar mentalmente y
que nos acompaña aún en los momentos más difíciles.
LA FELICIDAD es el estado emocional de una persona feliz. Es la
sensación de bienestar y realización que experimentamos cuando alcanzamos
nuestras metas, deseos y propósitos. Un momento duradero de satisfacción, donde
no hay necesidades que apremien, ni sufrimientos que atormenten.
La felicidad
es una condición subjetiva y relativa. Como tal, no existen
requisitos objetivos para ser felices: dos personas no tienen por qué ser
felices por las mismas razones o en las mismas condiciones y circunstancias.
En teoría, el
sentimiento de autorrealización y el cumplimiento de nuestros deseos y
aspiraciones son aspectos importantes para sentirnos felices.
No obstante, para
ser felices a veces no es necesaria ninguna condición previa. Así, hay personas
que están siempre felices y que se sienten a gusto con la vida y con aquello
que les fue otorgado en gracia. También personas que, pese a que tienen todas
las condiciones para estar bien, se sienten profundamente infelices.
Por el contrario, LA
INFELICIDAD, ocurre cuando nos enfrentamos a frustraciones en el intento
por alcanzar nuestras metas, cumplir nuestros anhelos o lograr nuestros
propósitos. En este sentido, lo aconsejable para mantener un estado de
equilibrio propicio a la felicidad es alimentar pensamientos positivos y evitar
a toda costa caer en el pesimismo.
Hablemos del
DOLOR
El Dolor, se refiere al padecimiento y esa sensación de
malestar físico, sin embargo, el ser humano comúnmente confunde el dolor físico
con el sufrimiento emocional, cuando hablamos de nuestras emociones, debemos
hablar de la contra parte de ser feliz y ésta es la tristeza, el dolor, y el
sufrimiento.
«El dolor es
inevitable, el sufrimiento es opcional» decía Buda después de años de aprendizaje y meditación.
¿Es el sufrimiento
realmente algo que podemos elegir? La
palabra sufrir quiere decir soportar. Por lo tanto, es sensación que viene
siempre acompañada de una experiencia dolorosa.
Aquí podemos añadir:
El Sufrimiento es como llevar o soportar un peso, una mochila que duele, algo
que cargamos y que solo nosotros decidimos seguir cargando o soltarlo.
Tanto el sufrimiento
como el dolor son parte de la vida, aunque en ocasiones sufrimos
innecesariamente.
El sufrimiento es la
respuesta cognitivo-emocional, que tenemos ante un dolor físico o ante una
situación. Es un conjunto de emociones y pensamientos que se entrelazan,
adquiriendo mucho más intensidad y duración que el dolor emocional.
Aunado al concepto
de felicidad, una de las preguntas más importantes que se nos presentan en la
vida es encontrarle sentido. La vida tiene sentido, pero nos corresponde a cada
uno de nosotros encontrarle el sentido individual que nos permitirá replantear
nuestra experiencia por esta vida y darle un propósito.
Es decir, a cada ser
humano le toca encontrar sus propias respuestas, a cada cual le toca descubrir
su propia verdad. Lo que es útil para uno puede no tener sentido para otro como
en el caso de la felicidad o la calidad de vida, por ejemplo, y lo que es
significativo para este último puede carecer de valor para el primero.
La pregunta por el
sentido o el propósito de la vida surge ante la evidencia de la muerte: si todo
se acaba y la muerte es inevitable, ¿tiene algún significado la vida?
Buscar un sentido a
la existencia aleja el miedo a la muerte y da más valor a los años vividos,
porque no solamente son para ellos mismos sino como símbolo; el sentido de la
vida es ella misma, el propio acto de vivir es un valor positivo para la
negación de la muerte que supone.
El primer paso para
establecer un camino hacia la felicidad es encontrar un propósito de vida, pero
hay quienes no se han planteado uno o consideran que trabajar es el mayor objetivo
de su existencia. Estudios revelan que después de jubilarse, hay quienes entran
en depresión profunda por el final de la actividad que consideraban como única
y primordial.
El paso más importante es AMARSE A SI MISMO
La felicidad, si se
quiere y desea vivir en nuestra vida diaria, está asociada a ese vivir con y en
plenitud cada momento, instante, sueño, pensamiento y acción, disfrutándose de lo
que se hace. Para ello hay que trabajar en tres características:
1. Adaptabilidad: es la capacidad de moldearse a las situaciones. No
enfocarse en las carencias y aspectos negativos de los sucesos, porque se
pierde la perspectiva (trascendencia).
2. Decisión: es posible afianzar las decisiones sobre lo que se
quiere con una firme autoestima, fuerza interna y poder personal.
3. Optimismo: apuntar a que todo salga bien. Con una respiración
profunda a diario y una comunicación positiva hacia sí mismo, se impulsa la
tranquilidad y paz personal.
¿CÓMO SER
FELICES?
Para entender qué es
la felicidad lo que tenemos que plantearnos es deconstruir las ideas que
tenemos de ella, y empezar a construir otras que sí sean acordes a lo que somos
y queremos. Para ello, hemos de reflexionar y revisar qué expectativas tenemos
sobre la felicidad.
Es importante saber
que podríamos reducir la definición de felicidad a la coherencia entre lo que
somos y lo que hacemos. Pues es así de la única manera en que podemos actuar de
dentro hacia fuera, y no al contrario.
La coherencia entre
lo que somos y en lo que hacemos tiene que ver con nuestro día a día, con
nuestro presente. Por ejemplo: imagina que para ti es importante tener tiempo
para tu familia y te das cuenta de que no es algo en lo que inviertes tiempo.
Ahí existe una incoherencia de valores, y, llevado a más situaciones, puede
llevarnos a una insatisfacción vital generalizada o apatía.
La felicidad es una percepción subjetiva que tiene
mucho que ver, por ejemplo, con las expectativas, los miedos o nuestra forma de
afrontar las dificultades.
TIPOS DE
FELICIDADES
Por último, hablemos
de los tipos de felicidad, en un intento de reducir las muchísimas formas que
pueden existir de vivirla.
Existen, además de
muchas definiciones, muchas teorías sobre la felicidad. En este caso, nos
basaremos en las ideas de Martin Seligman, uno de los autores más importantes
en el mundo de la Psicología positiva, quien estableció tres grandes vías que
llevan hasta la felicidad: la vida placentera, la vida comprometida, y la vida
con significado.
·
La vida
placentera
Esta es la felicidad más hedónica o más disfrutable.
Se trata, de buscar experiencias que evoquen emociones agradables, tratando de
huir de aquello más desagradable. Este tipo de felicidad puede ser muy
enriquecedora, dado que nos permite saborear lo agradable, vivir presentes y
con atención plena, y permitirnos el disfrute. Ahora bien, una felicidad que no
contemple que existen emociones desagradables no es una auténtica felicidad.
·
La vida
comprometida
Este tipo de felicidad resulta más realista, dado que
contempla la felicidad como algo en lo que es necesario implicarse. En este
sentido, la felicidad se trataría no solo de un disfrute hedónico, sino de
revisar nuestro interior y exterior y llevar a cabo cambios o acciones que nos
comprometan con nuestro bienestar. Se trata de accionar lo que queremos en
nuestra vida.
·
La vida con
significado
Este tipo de felicidad tiene mucha relación con lo que
hemos ido desarrollando en este artículo. Se contempla la felicidad como una
conexión con los valores y con el sentido vital de cada persona. Es decir, dar
un significado a la vida en función de lo que para ti es importante. A su vez,
esta felicidad está muy relacionada con la vida comprometida, dado que tiene
que existir esa coherencia entre lo que somos y lo que hacemos.
En definitiva, para
hablar de felicidad no necesitamos hablar de lo que se supone que tenemos que
tener para “llegar” a esa meta, o de unos cuantos consejos de cómo ser feliz.
Sino que, más bien, se trata de llenar nuestra vida cotidiana de ingredientes
como la consciencia y la coherencia interna.
Así que no te
sientas sola, di NO, y has valer tus derechos, NO ESTAN SOLAS. Y mi consejo de
siempre: come de manera saludable, duerme lo suficiente, realiza ejercicio, haz
lo que te gusta, ocúpate, RESPETATE, AMATE Y SE FELIZ... Y recuerda... Tu
crecimiento personal es vital, y para lograrlo... Da el primer paso...
¡ATREVETE!
Que
todo lo bueno te siga, te encuentre, te abrace y se quede contigo
No dejen de escribir
que queremos conocer sus comentarios, recuerden que tenemos una cita en: #EstamosEnConexión #RadioEnRedes
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