Aunque la memoria sea corta, no olvida la victoria de
Alejandro Armenta en la elección de 2024, logrando 2 millones de votos y una
aplastante victoria que lo llevó a convertirse en gobernador de Puebla, el más
votado en la historia, apaleando al candidato del PAN Eduardo Rivera Pérez.
No necesitó del chanchullo para ganar ni crear granjas de
bots ni de campañas negras ni destinar millones de pesos en propaganda ni
comprar conciencias.
El impacto destrozó percepciones, apuestas, presunciones y
orgullos.
¿Por qué hoy tendría que utilizar plataformas dizque para
adjudicarse la voluntad de la burocracia estatal o lanzar amenazas si no le dan
“like” a sus programas de gobierno?
No requiere una estrategia de ese tipo, como aseguran sus
detractores, para lograr simpatías o apoyos, si todos los días trabaja cerca de
la gente, planea, diseña y ejecuta programas de seguridad y bienestar que
generan riqueza colectiva; recorre los municipios como lo hizo en campaña;
abrió la puerta a propios y extraños, aunque no lo merezcan, exponiéndose a la
traición.
Hace falta mucho más para desequilibrar a su gobierno. No
basta con crearle infiernitos o distorsionar el objetivo real del programa
Nódica basado en monitoreo interno para estadística. Por cierto, la plataforma
“desapareció” al morir su creador Francisco Javier Serrano González.
A 9 meses de iniciada la administración armentista, 2 de las
más prestigiadas casas encuestadoras nacionales, GobernArte y CE Research, han
dado a conocer su última evaluación correspondiente a agosto de 2025,
encontrándose Alejandro Armenta en el Top 5 de los mejores mandatarios del país
con el 68% de aprobación, apenas abajo de Mauricio Kuri de Querétaro y Manolo
Jiménez de Coahuila; en tercera posición está el poblano; siguen Samuel García
de Nuevo León y Pablo Lemus de Jalisco.
Ambas empresas midieron su desempeño, el trabajo de
gobierno, aceptación, cercanía ciudadana, seguridad y confianza.
Sucedió en el proceso interno: siempre lideró las encuestas
Alejandro Armenta.
El fenómeno tiende a repetirse actualmente en la comparativa
con la totalidad de los gobernadores de diferentes partidos.
Eso genera inquietud y enojo en sus malquerientes. Por eso
los ataques a su imagen y su gobierno crecerán.
Se arman y se alían medios de comunicación que añoran
privilegios, arreciando sus críticas e inventando que son perseguidos; juran
que la libertad de expresión está en peligro, lo que es una mentira, pues dicen
lo que quieren, incluyendo la calumnia, la diatriba y no pasa nada.
POSDATA: Hay que recordar que, en la interna de Morena,
Alejandro Armenta dejó en el camino a Ignacio Mier Velazco, Julio Huerta, Liz
Sánchez, Claudia Rivera Vivanco, Rodrigo Abdala y Olivia Salomón Vibaldo.
Las espinas que se quedan clavadas duelen.
Hay quienes logran superan el resultado de la competencia
política, pero existen otros que solo encuentran alivio en la venganza.
Precisamente, hace unos meses, detallé una conversación que
se dio en el restaurante “Kamafruta”, en la que un grupo de políticos juró no
dejar gobernar a Armenta. Uno de esos cabecillas que llevaba la voz cantante
era Nacho.
POSDATA 2: No lo cuente, pero ya están en plena campaña
rumbo a 2027 y 2030, Claudia Rivera Vivanco, Sergio Salomón Céspedes, Ignacio
Mier Velazco, Olivia Salomón Vibaldo, Eduardo Rivera Pérez y los que faltan que
no quieren levantar polvo.
POSDATA 3: Armenta es bien visto en palacio Nacional. Su
cercanía con la presidenta Claudia Sheinbaum enferma a los envidiosos.
Resultados y lealtad son una combinación formidable en la
arena política.
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