Buscar la perfección y el mejoramiento en un trabajo, en un negocio, en una relación, en un deporte se ha convertido en pan nuestro de cada día, y digo esto a relación a las nuevas medidas que pretenden convertir, en teoría, a la liga mexicana en una de las mejores del mundo.
Se oye bien; sin embargo, todo en esta vida, lo que empieza mal, termina mal, a menos de que se realice un verdadero cambio, no sólo por encima, sino de fondo, que pretenda reforzar las bases para que renazca algo sólido.
Por ejemplo, si una casa carece de bueno cimientos, es lógico que por más bonita que esta sea, se va a terminar cayendo, dejémonos de analogías y vayamos concretamente al tema principal que es la liga mexicana.
Hace unos días, tras la pasada reunión de dueños se determinó una serie de medidas que terminarían por convertir al balompié mexicano, en una liga premier, algo así como un lugar donde reinará la felicidad pero sobre el buen nivel que traería de vuelta el interés de los aficionados.
Asimismo convertiría a los equipos, en organizaciones sólidas, conformadas por mejores jugadores y con un semillero de talentos, aunado a la inyección económica de un patrocinador, que conformará el nombre de la liga.
No obstante, tras escuchar estas grandes esperanzas, no faltó ese toque mágico y tan particular de los hombres de poder, el cual, envidiaría cualquier dictador o tirano, que es mermar la libertad de expresión, al vetar a un medio nacional, como Record.
Pero bueno, si eso es el estandarte que pregonarán los dueños del balón en esta nueva liga, será fácil convertir al balompié azteca en una de las mejores, pues claro obligarán a los medios hablar bien o cuello.
Hágame usted favor, en pleno siglo XXI, en el auge de la información tenemos que vivir esta clase de hechos, los cuales sólo nos marcan como una sociedad retrógrada y sumisa.
Afortunadamente aún hay gente con un poco de criterio en nuestro futbol local, y los clubes Toluca, Tigres, Pumas, Tecos han permitido el trabajo de reporteros y fotógrafos de esa organización informativa.
Lejos de que guste o no su estilo de periodismo, los diferentes clubes deben de respetar y sobre todo soportar las críticas tanto positivas pero sobre todo negativas, ya que al fin son esas las que nos hacen ver errores que pueden ayudar a mejorar y orientar a este nuevo proyecto.
Respecto a mis compañeros de Record, sólo puedo desearles fuerza y temple en duro momento que están viviendo; sin embargo, no dudo por ningún motivo que esto los vaya a parar; así que ¡Fuerza Record!



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