lunes, 30 de enero de 2017

LAS PERVERSIONES DE THEMIS.

 LA POBREZA: HERENCIA MALDITA DE MORENO VALLE.

Apresurado, arribé puntual a la cita en el Colegio Americano de Puebla.
Ahí pude presenciar como una pléyade de muchachitos llegaban a clases  a bordo de lujosos vehículos que les habían regalado sus papás.

Jovencitas altas, esbeltas, de cabello rubio, con faldas cortas y piernas largas estaban esperando el inicio de las sesiones del PASMUN 2017, en el cual se reunían alumnos de las escuelas más caras de Puebla y de otros Estados de la República (Querétaro, Quintana Roo, verbi gratia), para participar en un evento convocado  por  la Organización de Naciones Unidas (ONU).

En él, en riguroso idioma inglés, todos los participantes debatían sobre diversos tópicos de la problemática mundial.
A mí me tocó asistir a la simulación de una sesión de la Corte Penal Internacional (International Criminal Court).

La guerra de Osetia del Sur con Georgia y la injerencia de Rusia en ese conflicto bélico fue el tema a tratar.
Todos los participantes –desde los trece hasta los diecisiete años- hablaban en el idioma de Shakespeare con gran fluidez y conocimiento de causa,  y lejos de sentirme orgulloso de que en nuestra Entidad Federativa se llevaran a cabo eventos de esa categoría, quedó en mí un dejo de tristeza ya que los mismos están circunscritos tan sólo a pocos, muy pocos jóvenes poblanos.
Ninguna escuela oficial participó en el mismo.

¿Y cómo hacerlo?
Si el nivel educativo en las escuelas públicas del Estado  es escandalosamente bajo.
Al salir, me dirigí a una reunión de trabajo en el restaurante “La Casa de los Muñecos” ubicada en  el Complejo Cultural Universitario.

Ahí tuve la gran oportunidad de saludar al Maestro Guillermo Pacheco Pulido, quien gentilmente me obsequió un ejemplar de  su último libro titulado “Principios Jurídicos”,  publicado bajo el sello de Editorial Porrúa.

A la par de degustar unos chilaquiles a la nata y de una espléndida charla sobre temas jurídicos con un amigo experto en cuestiones administrativas,  pude constar cómo los ricos y poderosos de Puebla no se preocupaban siquiera por el incremento del precio de la gasolina o porque el kilo de la tortilla anda cercano a los veinte pesos.
Ahí mi amigo saludó al hijo de un conocido empresario inmobiliario poblano, cuyos edificios monumentales adornan la Angelópolis, quien  lo invitó a participar en una cabalgata que tendría verificativo el sábado pasado.
Pagué la cuenta y nuevamente dirigí mis pasos para encontrarme con la realidad.
Esa realidad dolorosa y punzante que viven día con día casi seis millones de poblanos.
Para empezar, me topé con unos niños que a cambio de una moneda pretendían limpiar el parabrisas de mi vehículo.

Sin dudar, saqué un par de monedas  mientras que les preguntaba si iban a la escuela.
Ellos me dijeron que no, que vivían en las calles y que una mafia de malandrines les exigía dinero a cambio de brindarles “protección”.  

Mientras ese delito de trata de personas (considerado como grave por la ley) se desarrollaba  ante mis ojos,  el infausto Fiscal General del Estado entregaba “en lo oscurito” su informe al Congreso Local atiborrado de Diputados meretrices, siempre serviles a Rafael Moreno Valle Rosas.
Después, me encaminé a la mixteca poblana y ahí pude constatar la miseria en la que viven muchas familias.

Cabe recordar que Puebla ocupa el deshonroso cuarto lugar de pobreza extrema  a nivel nacional.
Pero una cosa es lo que digan las estadísticas oficiales y otra muy diferente es lo que se vive día con día en nuestro Estado
Al llegar a las áridas tierras de Acatlán de Osorio pude ver en la población de  Ilamacingo  (la más violenta de todo el Estado) cómo los niños jugaban con la tierra mientras sus estómagos hinchados por las lombrices les daban una apariencia digna de una portada de la revista  National Geograpich sobre la situación en África.

Ahí no se preocupan por los problemas de Osetia del Sur (cuya existencia de seguro ignoran) ni tampoco de las cabalgatas  organizadas por el dueño de un poderoso grupo inmobiliario.
Lo que les interesa es tener un techo bajo el cual dormir y  una tortilla con sal para poder comer.
Según las estadísticas oficiales del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en el año dos mil catorce, 991, 300 poblanos vivían en pobreza extrema.

O sea, casi uno de cada seis poblanos 
NO TIENEN NI SIQUIERA LO BÁSICO PARA PODER SUBSISTIR.

Además, el 8.33% de la población mayor a quince años en el Estado ES ANALFABETA.
Pero mientras, Rafael Moreno Valle Rosas aumentó su patrimonio personal en este sexenio de veintitrés punto dos  a setenta punto dos  millones de pesos, en 2015. Es decir, triplicó su fortuna en cuatro años.
Y eso, tan sólo en las cifras oficiales dadas a conocer por los corifeos morenovallistas de Diario Cambio, porque de seguro en la realidad su fortuna personal alcanza varias decenas de millones, pero de DOLARES y no de devaluados pesos como pretenden hacernos creer.
Lo que habría de preguntarse es qué va a ser el Gobernador Electo Tony Gali       -quien ya mañana toma posesión de su encargo constitucional- respecto del tema de la pobreza en Puebla, sobre todo  si su antecesor desapareció la clase media y tan sólo agrandó la brecha entre ricos y pobres en nuestro Estado.

 Así, hay dos Pueblas:
La de las obras faraónicas y la del despilfarro, misma  que tan sólo aprovechan los ricos y poderosos,  y la Puebla de los jodidos, a la que cada día un mayor número de ciudadanos pertenecen.

Esto lo pregunto porque la fortuna personal de Tony Gali alcanza también varias decenas de millones de pesos (recuerden que trabajó como empresario textilero desde el vientre materno, no sean mal pensados)  y no sé cómo va a poder mirar a los ojos a un pobre niño que no va a la escuela en la Sierra Negra o en la Mixteca Poblana, mientras  él tiene una mansión en la Vista Country Club valuada en más de setenta millones de pesos con todo y elevador.

Pero al igual que su patrón seguramente actuará con absoluto cinismo y “todo en beneficio de Puebla y de los poblanos”.
Empero, démosle el beneficio de la duda y mientras celebremos la salida –por lo menos formal- de Rafael Moreno Valle Rosas del poder en nuestra Entidad Federativa.
Así que si alguien me busca voy a estar festejando en un conocido congal ubicado en la once sur de esta ciudad de Puebla,  mismo en el que dicen que trabajan unas muchachas de escasa vestimenta y de moral liviana.

El próximo martes no se puede perder de la triste historia de “El Calientasillas” sólo, por supuesto, en las Perversiones de Themis, ahora  en su nueva casa, www.radioenredes.com. 

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lunes, 30 de enero de 2017

LAS PERVERSIONES DE THEMIS.

 LA POBREZA: HERENCIA MALDITA DE MORENO VALLE.

Apresurado, arribé puntual a la cita en el Colegio Americano de Puebla.
Ahí pude presenciar como una pléyade de muchachitos llegaban a clases  a bordo de lujosos vehículos que les habían regalado sus papás.

Jovencitas altas, esbeltas, de cabello rubio, con faldas cortas y piernas largas estaban esperando el inicio de las sesiones del PASMUN 2017, en el cual se reunían alumnos de las escuelas más caras de Puebla y de otros Estados de la República (Querétaro, Quintana Roo, verbi gratia), para participar en un evento convocado  por  la Organización de Naciones Unidas (ONU).

En él, en riguroso idioma inglés, todos los participantes debatían sobre diversos tópicos de la problemática mundial.
A mí me tocó asistir a la simulación de una sesión de la Corte Penal Internacional (International Criminal Court).

La guerra de Osetia del Sur con Georgia y la injerencia de Rusia en ese conflicto bélico fue el tema a tratar.
Todos los participantes –desde los trece hasta los diecisiete años- hablaban en el idioma de Shakespeare con gran fluidez y conocimiento de causa,  y lejos de sentirme orgulloso de que en nuestra Entidad Federativa se llevaran a cabo eventos de esa categoría, quedó en mí un dejo de tristeza ya que los mismos están circunscritos tan sólo a pocos, muy pocos jóvenes poblanos.
Ninguna escuela oficial participó en el mismo.

¿Y cómo hacerlo?
Si el nivel educativo en las escuelas públicas del Estado  es escandalosamente bajo.
Al salir, me dirigí a una reunión de trabajo en el restaurante “La Casa de los Muñecos” ubicada en  el Complejo Cultural Universitario.

Ahí tuve la gran oportunidad de saludar al Maestro Guillermo Pacheco Pulido, quien gentilmente me obsequió un ejemplar de  su último libro titulado “Principios Jurídicos”,  publicado bajo el sello de Editorial Porrúa.

A la par de degustar unos chilaquiles a la nata y de una espléndida charla sobre temas jurídicos con un amigo experto en cuestiones administrativas,  pude constar cómo los ricos y poderosos de Puebla no se preocupaban siquiera por el incremento del precio de la gasolina o porque el kilo de la tortilla anda cercano a los veinte pesos.
Ahí mi amigo saludó al hijo de un conocido empresario inmobiliario poblano, cuyos edificios monumentales adornan la Angelópolis, quien  lo invitó a participar en una cabalgata que tendría verificativo el sábado pasado.
Pagué la cuenta y nuevamente dirigí mis pasos para encontrarme con la realidad.
Esa realidad dolorosa y punzante que viven día con día casi seis millones de poblanos.
Para empezar, me topé con unos niños que a cambio de una moneda pretendían limpiar el parabrisas de mi vehículo.

Sin dudar, saqué un par de monedas  mientras que les preguntaba si iban a la escuela.
Ellos me dijeron que no, que vivían en las calles y que una mafia de malandrines les exigía dinero a cambio de brindarles “protección”.  

Mientras ese delito de trata de personas (considerado como grave por la ley) se desarrollaba  ante mis ojos,  el infausto Fiscal General del Estado entregaba “en lo oscurito” su informe al Congreso Local atiborrado de Diputados meretrices, siempre serviles a Rafael Moreno Valle Rosas.
Después, me encaminé a la mixteca poblana y ahí pude constatar la miseria en la que viven muchas familias.

Cabe recordar que Puebla ocupa el deshonroso cuarto lugar de pobreza extrema  a nivel nacional.
Pero una cosa es lo que digan las estadísticas oficiales y otra muy diferente es lo que se vive día con día en nuestro Estado
Al llegar a las áridas tierras de Acatlán de Osorio pude ver en la población de  Ilamacingo  (la más violenta de todo el Estado) cómo los niños jugaban con la tierra mientras sus estómagos hinchados por las lombrices les daban una apariencia digna de una portada de la revista  National Geograpich sobre la situación en África.

Ahí no se preocupan por los problemas de Osetia del Sur (cuya existencia de seguro ignoran) ni tampoco de las cabalgatas  organizadas por el dueño de un poderoso grupo inmobiliario.
Lo que les interesa es tener un techo bajo el cual dormir y  una tortilla con sal para poder comer.
Según las estadísticas oficiales del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en el año dos mil catorce, 991, 300 poblanos vivían en pobreza extrema.

O sea, casi uno de cada seis poblanos 
NO TIENEN NI SIQUIERA LO BÁSICO PARA PODER SUBSISTIR.

Además, el 8.33% de la población mayor a quince años en el Estado ES ANALFABETA.
Pero mientras, Rafael Moreno Valle Rosas aumentó su patrimonio personal en este sexenio de veintitrés punto dos  a setenta punto dos  millones de pesos, en 2015. Es decir, triplicó su fortuna en cuatro años.
Y eso, tan sólo en las cifras oficiales dadas a conocer por los corifeos morenovallistas de Diario Cambio, porque de seguro en la realidad su fortuna personal alcanza varias decenas de millones, pero de DOLARES y no de devaluados pesos como pretenden hacernos creer.
Lo que habría de preguntarse es qué va a ser el Gobernador Electo Tony Gali       -quien ya mañana toma posesión de su encargo constitucional- respecto del tema de la pobreza en Puebla, sobre todo  si su antecesor desapareció la clase media y tan sólo agrandó la brecha entre ricos y pobres en nuestro Estado.

 Así, hay dos Pueblas:
La de las obras faraónicas y la del despilfarro, misma  que tan sólo aprovechan los ricos y poderosos,  y la Puebla de los jodidos, a la que cada día un mayor número de ciudadanos pertenecen.

Esto lo pregunto porque la fortuna personal de Tony Gali alcanza también varias decenas de millones de pesos (recuerden que trabajó como empresario textilero desde el vientre materno, no sean mal pensados)  y no sé cómo va a poder mirar a los ojos a un pobre niño que no va a la escuela en la Sierra Negra o en la Mixteca Poblana, mientras  él tiene una mansión en la Vista Country Club valuada en más de setenta millones de pesos con todo y elevador.

Pero al igual que su patrón seguramente actuará con absoluto cinismo y “todo en beneficio de Puebla y de los poblanos”.
Empero, démosle el beneficio de la duda y mientras celebremos la salida –por lo menos formal- de Rafael Moreno Valle Rosas del poder en nuestra Entidad Federativa.
Así que si alguien me busca voy a estar festejando en un conocido congal ubicado en la once sur de esta ciudad de Puebla,  mismo en el que dicen que trabajan unas muchachas de escasa vestimenta y de moral liviana.

El próximo martes no se puede perder de la triste historia de “El Calientasillas” sólo, por supuesto, en las Perversiones de Themis, ahora  en su nueva casa, www.radioenredes.com. 

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